Motivación y autocontrol de la conducta de estudio
1. MOTIVACIÓN Y AUTOCONTROL DE LA CONDUCTA DE
ESTUDIO
1.- Motivación y autocontrol de la conducta de estudio:
La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades.
Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y,
además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese
algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el
objetivo que nos hayamos propuesto.
Si nos trasladamos al contexto educativo y consideramos el
carácter intencional de la conducta humana, parece bastante
evidente que las actitudes, percepciones, expectativas y
representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la tarea
a realizar, y de las metas que pretende alcanzar, constituyen
factores de primer orden que guían y dirigen la conducta del
estudiante. Pero para realizar un estudio completo e integrador de
la motivación, no sólo debemos tener en cuenta estas variables
personales e internas sino también aquellas otras externas,
procedentes del contexto en el que se desenvuelven los
estudiantes, que los están influyendo y con los que interactúan.
Motivación quiere decir tener el deseo de hacer algo.
Tenemos motivación al estudiar cuando:
• Sabemos exactamente lo que esperamos obtener del estudio.
• Si realmente nos interesa lograrlo.
Se denomina autocontrol a la capacidad que toda persona puede
desarrollar para adquirir control sobre su vida. Es decir, sobre:
• Sus intereses
• Su estado de ánimo
• Las conductas que puede realizar
• Las conductas que puede dejar de realizar
• La frecuencia con que puede actuar
• La calidad y cantidad de su actuación
2. El término autocontrol engloba conceptos más conocidos,
coloquialmente, como "fuerza de voluntad", "disciplina", entre
otros.
En conclusión, el autocontrol indica el dominio que una persona
puede tener de sus reacciones, sentimientos e impulsos a través
de una determinación voluntaria para poder hacerlos surgir o
crecer, mantener o someter según su libre decisión.
1, Aplicar las herramientas de aprendizaje y los procesos cognoscitivos
2. Reconocer la importancia de la utilización de los procesos cognoscitivos como
estrategias en la solución de problemas
3. Generar estrategias de aprendizaje en la solución de problemas
CONTENIDO SINOPTICO
Motivación y Autocontrol de la Conducta de Estudio. Estructura del Pensamiento.
Herramientas para aprender a Pensar de Edward D`Bono. Herramientas para el Desa-
rrollo del Pensamiento Creativo. Procesos Cognoscitivos y Metacognición
Objetivo Terminal Unidades/Temas/Contenidos
1. Reconocer la importancia de la motivación a partir del autodiagnóstico de la conducta de
estudio Tema 1. Motivación y autocontrol de la conducta de estudio: Definición. Importancia,
Tipos. Aplicación
2.1 Aplicar las estrategias de autontrol de autontrol en la de su conducta de estudio
2.2 Reconocer la estructura de pensamiento a partir de ejemplos teorico-pràctico Teema 2.
Estructura de pensamiento: Definición. Tipos. Estrategias. Herramientas. Ejemplificaciones
3. Aplicar 10 Herramientas de aprender a pensar de Edward de Bono en situaciones determinadas
Tema 3. Herramientas para aprender a pensar de Edwar D` Bono:- Positivo, Negativo, Interesante
(PNI). - Considerar todos los factores (CTF). - Reglas. - Reglas (PB). Consecuencias (CyS).
Objetivos (PMO). Planificaciòn. Alternativas (APO). Decisiones. Puntos de Vista (OPV)
4.1 Ejercitar herramientas del pensamiento creativo a partir de situaciones dadas Tema 4.
Herramientas para el desarrollo del pensamiento creativo: Torbellino de ideas, Métaforas.
Recursos multitsensoriales. Fantasía. Visualización creativa. Evocciones. Otras
5.1 Reconocer la importancia de los procesos cognoscitivos Tema 5. Procesos cognoscitivos.
Definición. Importancia. Principios. Procedimientos. Aplicación
6.1 Aplicar los procesos de observación-comparación en situaciones propuestas Tema 6. Proceso
de observación-comparación. Definición. Procedimiento. Aplicación
7.1 Emitir juicios críticos sobre situaciones concreta a partir del proceso de análisis Tema 7
Proceso de Análisis. Inferencia. Definición. Procedimiento. Aplicación
8.1 Aplicar los procesos de síntesis y transferencia en la solución de problemas Tema 8. Proceso
de sintesís-transferencia. Solución de Problemas. Definición. Procedimiento. Aplicación
9.1 Configurar estrategias cognoscitivas de forma deliberada en diversas situaciones y contextos
Tema 9. Proceso de metacognición. Definición. Importancia. Procedimiento. Aplicación
3. Introducción
La motivación es concebida, a menudo, como un impulso que parte del organismo, como
una atracción que emana del objeto y actúa sobre el individuo. El psicólogo la considera
como el aspecto dinámico de la relación de un sujeto con el mundo. La
motivación concierne a la dirección activa de la conducta hacia ciertas categorías
preferenciales de situaciones o de objetos. Young (1961) la considera como el proceso
para despertar la acción, sostener la actividad en progreso y regular el patrón de actividad
(Cofer y Appley, 1990).
Las conductas intrínsecamente motivadas, lejos de ser triviales y carentes de importancia
animan al individuo a buscar novedades y enfrentarse a retos y, al hacerlo, satisfacer
necesidades psicológicas importantes. La motivación intrínseca empuja al individuo a
querer superar los retos del entorno y los logros de adquisición de dominio hacen que la
persona sea más capaz de adaptarse a los retos y curiosidades del entorno (Reeve, 1994).
Existen dos maneras de disfrutar una actividad-extrínsecamente e intrínsecamente. Las
personas extrínsecamente motivadas actúan para conseguir motivadores tales como el
dinero, elogios, o reconocimiento social. Las personas intrínsecamente motivadas realizan
actividades por el puro placer de realizarlas (Reeve, 1994).
La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados
cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el
esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que
nos hayamos propuesto.
Si nos trasladamos al contexto educativo y consideramos el carácter intencional de la
conducta humana, parece bastante evidente que las actitudes, percepciones, expectativas
y representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la tarea a realizar, y de las
metas que pretende alcanzar, constituyen factores de primer orden que guían y dirigen la
conducta del estudiante. Pero para realizar un estudio completo e integrador de la
motivación, no sólo debemos tener en cuenta estas variables personales e internas sino
también aquellas otras externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los
estudiantes, que los están influyendo y con los que interactúan.
Tradicionalmente ha existido una separación casi absoluta entre los aspectos cognitivos y
los afectivo - motivacionales a la hora de estudiar su influencia en el aprendizaje, en la
actualidad, existe un creciente interés en estudiar ambos tipos de componentes de forma
integrada. "Se puede afirmar que el aprendizaje se caracteriza como un proceso cognitivo
y motivacional a la vez" en consecuencia, para aprender es imprescindible "poder"
hacerlo, lo cual hace referencia a las capacidades, los conocimientos, las estrategias, y las
destrezas necesarias (componentes cognitivos), pero además es necesario "querer"
hacerlo, tener la disposición, la intención y la motivación suficientes (componentes
motivacionales). Los especialistas más destacados en este tema opinan que, para tener
buenos resultados académicos, los alumnos necesitan poseer tanto "voluntad" como
"habilidad", lo que conduce a la necesidad de integrar ambos aspectos.
4. Nos centraremos fundamentalmente en analizar la motivación del estudiante tanto desde
una perspectiva personal como contextual ambas integradas por tres principales
componentes: la expectativa, el valor y el componente afectivo.
Variables personales de la motivación
La expectativa, que hace referencia a las creencias de los estudiantes, respecto a sí
mismos y frente a la realización de una determinada tarea. Aquí, el autoconcepto, que es
resultado de un proceso de análisis, valoración e integración de la información derivada de
la propia experiencia y del feedback de los otros significativos (compañeros, padres,
profesores) es el factor determinante. La expectativa se podrá traducir en la siguiente
pregunta: ¿soy capaz de hacer esta tarea?
El valor, que indica las metas de los estudiantes y sus creencias sobre la importancia e
interés por la tarea. Las metas de aprendizaje elegidas dan lugar a diferentes modos de
afrontar las tareas académicas y a distintos patrones motivacionales. Ellas se pueden
situar entre dos polos que van desde una orientación extrínseca hasta una orientación
intrínseca. Así, mientras que unos estudiantes se mueven por el deseo de saber,
curiosidad, preferencia por el reto, interés por aprender, otros están orientados hacia la
consecución de metas extrínsecas como obtención de notas, recompensas, juicios
positivos, aprobación de padres y profesores y evasión de las valoraciones negativas. Este
factor se podría traducir en la siguiente pregunta: ¿por qué hago esta tarea?
El componente afectivo, que recoge las reacciones emocionales de los estudiantes ante la
tarea. Este componente se podría traducir en la siguiente pregunta: ¿Cómo me siento al
hacer esta tarea? Las emociones forman parte importante de la vida psicológica del
estudiante y tienen una alta influencia en su motivación académica y en sus estrategias
cognitivas (para la adquisición, el almacenamiento, la recuperación de la información,
etc.), y por ende en su aprendizaje y rendimiento académico.
Variables contextuales de la motivación
Es un hecho constatado que las interacciones sociales que el estudiante mantiene con los
otros significativos (padres, profesores y compañeros) tienen importancia en el desarrollo
del autoconcepto. Dicha información lo condiciona a desarrollar, mantener y/o modificar la
imagen que tiene de sí mismo, la que repercutirá inevitablemente en su motivación y
rendimiento académico. Podemos afirmar que tanto la actuación del profesor como las
interacciones académicas y sociales de los estudiantes juegan un papel importante en el
desarrollo del autoconcepto.
El tipo de meta que los estudiantes se proponen (p.e.: aprender o sólo aprobar) también
depende de los aspectos situacionales. Entre las variables situacionales que influyen en las
metas que persiguen los estudiantes, cabe destacar una serie de elementos relacionados
con la organización de la enseñanza y la estructura de la clase como: la actitud del
profesor, la organización del aula, el tipo de tareas, el sistema de evaluación, etc.
5. El tipo de emoción que experimenta el estudiante en la realización de la tarea está
también determinada fundamentalmente por las características propias de la tarea y, en
particular, por el contenido de la misma y la estrategia metodológica diseñada por el
profesor para su realización.
En ese sentido, para que el estudiante se sienta motivado por aprender unos contenidos
de forma significativa es necesario tener mucho cuidado en la manera cómo se le presenta
la situación de aprendizaje, en lo atractiva e interesante que pueda resultar, en la utilidad
evidente que ésta tenga, etc. Todo ello para conseguir que el estudiante se involucre
activamente en un proceso de construcción de significados que le demandará esfuerzo,
energía y persistencia.
Metas, necesidades y creencias para apoyar la motivación
Metas y motivación. Las metas incrementan la motivación si son específicas,
moderadamente difíciles y susceptibles de alcanzar en el futuro cercano. Hay una
diferencia importante entre las metas del desempeño (la intención de parecer inteligente
o capaz ante otras personas) y las metas del aprendizaje (la intención de obtener
conocimientos y dominar las habilidades).
Los estudiantes que están motivados por aprender establecen metas de aprendizaje más
que de desempeñó y se preocupan por aprender más que por mostrar un buen resultado.
A fin de que el establecimiento de metas sea efectivo en el aula, los estudiantes necesitan
retroalimentación precisa acerca de su progreso hacia las metas.
Necesidades y motivación. Las necesidades también son un componente importante en
muchas de las teorías de la motivación. Maslow sugirió que muchas de las personas están
motivadas por una jerarquía de necesidades, empiezan con los requerimientos básicos y
avanzan hacia las necesidades de realización personal. Se deben satisfacer primero las
necesidades de nivel inferior para que las necesidades de nivel superior puedan influir
sobre la motivación. La necesidad de logro se considera como una característica personal
que se nutre con las primeras experiencias en la familia y como una reacción a las
experiencias recientes de éxito o de fracaso, se equilibra con la necesidad de evitar el
fracaso y juntas son poderosas fuentes de motivación. Varios teóricos enfatizan el papel
de la decisión y de la autodeterminación en la motivación y la necesidad de relaciones
positivas con otras personas.
Atribuciones, creencias y motivación. La teoría de la atribución de la motivación
sugiere que las explicaciones que las personas dan a las conductas, en particular a sus
propios éxitos y fracasos, tienen una fuerte influencia en sus planes y desempeño futuros.
Una de las características importantes de una atribución es si es interna y está bajo el
control de una persona o si es externa y fuera de control.
Los profesores pueden contribuir a la asignación de atribuciones por la manera en que
responden al trabajo de los estudiantes. Por ejemplo, proporcionar ayuda no solicitada
puede comunicar a los estudiantes que carecen de la habilidad para realizar el trabajo.
Cuando las personas piensan que la aptitud es fija, tienden a establecer metas de
6. desempeño y a esforzarse por protegerse del fracaso. Sin embargo, cuando las personas
piensan que la aptitud es mejorable, tienden a establecer metas de aprendizaje y a
manejar el fracaso de modo constructivo. Al parecer, un bajo sentido de interés por sí
mismo se asocia con estrategias de evitar el fracaso, invirtiéndose mucha energía en
protegerse de sus consecuencias. Estas estrategias pueden dar la impresión de ayudar en
el corto plazo, pero son nocivas para la motivación y autoestima en el largo plazo. El
sentido de autoeficacia, la creencia de que se será eficiente en una situación determinada,
ejerce una influencia sobre la motivación. Si un individuo tiene un fuerte sentido de
autoeficacia, tiende a establecer metas más desafiantes y a persistir aún al encontrar
obstáculos.
Desde la concepción constructivista se asume que todo aprendizaje significativo es en sí
mismo motivador, porque el estudiante disfruta realizando la tarea o trabajando esos
nuevos contenidos (en contraposición al aprendizaje mecánico o memorístico) pues
entiende lo que está aprendiendo y le encuentra sentido.
Por ello los profesores, si queremos conseguir la motivación de los estudiantes por
aprender, no debemos esperar que ellos la traigan consigo, sino más bien tratar de
encontrar o diseñar actividades académicas significativas y valiosas y a tratar de derivar
de éstas los beneficios académicos que se pretenden. Esto implica tomar con seriedad el
trabajo docente y tratar de obtener el mayor provecho del mismo.
Actuación del profesor y motivación por el aprendizaje
No se trata de motivar a los estudiantes, sino, más bien, de crear un ambiente que les
permita motivarse a sí mismos. Tiene mucho más sentido centrar nuestro interés en el
entorno o en la situación de aprendizaje, que tratar de provocar un cambio directo sobre
los componentes personales de los estudiantes. Se deben seleccionar aquellas actividades
o situaciones de aprendizaje que ofrezcan retos y desafíos razonables por su novedad,
variedad o diversidad; se debe ayudar a los estudiantes en la toma de decisiones,
fomentar su responsabilidad e independencia y desarrollar sus habilidades de autocontrol.
Se reconocen seis áreas en que las que los profesores toman decisiones que pueden influir
en la motivación para aprender de los estudiantes: la naturaleza de la tarea que se pide a
los estudiantes que realicen, la autonomía que se permite a los estudiantes en el trabajo,
la manera en que se reconocen los logros de los estudiantes, el trabajo en grupo, los
procedimientos de evaluación y la programación del tiempo en el aula.
Podemos clasificar las tareas académicas por sus niveles de riesgo y ambigüedad: Algunas
implican más o menos riesgo que otras, porque el fracaso es más o menos probable. Es
necesario lograr cierto equilibrio, ya que las tareas de bajo riesgo pueden fomentar la
motivación inmediata, pero reducir el desarrollo de la motivación y la persistencia a largo
plazo, por el nivel de frustración que provocan. Igualmente las de un riesgo desmedido
pueden paralizar a los estudiantes y hacerles sentirse fracasados antes de dar el primer
paso hacia la meta.
Toda tarea tiene uno de tres tipos de valor para los estudiantes:
7. El valor de la realización, o la importancia de hacer bien la tarea.
El valor intrínseco o el interés por el placer que se obtiene de la actividad como tal.
El valor de utilidad, porque la tarea nos ayuda a alcanzar una meta de corto o a
largo plazo.
Es muy difícil separar el valor de la tarea de las influencias personales y del entorno. La
tarea que pedimos a los estudiantes que realicen es un aspecto de su entorno (es externa
para el estudiante), pero, el valor de realizar la tarea está ligado a sus necesidades
internas, creencias y metas individuales.
Una tarea auténtica es una tarea que tiene alguna relación con los problemas y
situaciones de la vida real que los estudiantes enfrentarán fuera del aula, ahora y en el
futuro. Si las tareas son auténticas, es más probable que los estudiantes vean el valor y la
utilidad genuina de su trabajo y encuentren las tareas significativas e interesantes.
Motivación y Autocontrol
La motivación es una fuerza o impulso que nos lleva a conseguir un objetivo o una
meta; este impulso puede ser interno, es decir, estar en nosotros mismos, o
externo, cuando pertenece al medio que nos rodea.
Cuando realizamos alguna actividad con la finalidad de conseguir o de obtener
algún pago o recompensa, estamos siendo motivados por situaciones externas; en
cambio, cuando las realizamos por la satisfacción que ellas nos producen,
estamos siendo motivados internamente.
Algunas circunstancias que interfieren en tu motivación para estudiar y aprender
son:
-Temor al fracaso.
- No encontrar el para qué.
- Tener demasiadas actividades.
- Interrupciones constantes.
- Dificultades con la materia debido a la falta de bases.
Para contrarrestar estas circunstancias y mejorar tu motivación para el estudio y el
aprendizaje te presentamos las siguientes sugerencias:
- Define tu meta u objetivo.
- Organiza y jerarquiza tus actividades.
- Selecciona un lugar adecuado para estudiar.
- Organiza los libros y materiales que necesites.
8. - Establece metas de aprendizaje a corto plazo.
- Conoce tus resultados y trázate metas más altas.
- Practica tus conocimientos.
Se dice que una persona tiene autocontrol cuando presenta un comportamiento
que era poco probable que apareciese debido a limitaciones externas o internas,
aun cuando dicho comportamiento fuese desagradable para ella.
Por medio del autocontrol se puede alcanzar:
- Que una conducta que se consideraba poco probable en una persona se vea
incrementada; ejemplo: si sólo se estudia cuando se va a presentar examen, se
espera que mediante el autocontrol aumente consideradamente el tiempo de
estudio.
- Que toleres las situaciones adversas, para lograr resultados positivos a largo
plazo; ejemplo: tolerar el comportamiento no aceptable de algún compañero de
equipo, para poder realizar el trabajo encomendado.
Algunas estrategias para lograr el autocontrol son:
- Modificar el ambiente antes de que aparezca la conducta que queremos cambiar.
- Obtener una recompensa después de haber realizado una conducta deseada.
Los cuatro propulsores del Poder
Para avanzar realmente en el camino hacia el éxito, necesitarás cuatro
propulsores del poder: motivación, compromiso, responsabilidad e iniciativa. Al
promover la acción frente al cambio, esta poderosa combinación te ayudará a
avanzar hacia oportunidades de aprendizaje cada vez mayores.
Motivación
Cuando estés preparado para la acción, pon a trabajar tu motivación. Ésta te
proporciona la energía que aumenta tu impulso hacia el logro. Muchos y variados
son los elementos de motivación de las personas. Algunos ejemplos son:
- Automejoramiento
- Aprendizaje de una habilidad comercial
9. - Deseo de tener un negocio propio
- Ganar dinero
- Causar buena impresión en amigos o familiares
- Mantener una familia o mudarse a un mejor vecindario
- Ahorrar para el futuro
Todos tenemos altas y bajas de energía, y unos días son mejores que otros.
¿Cómo puedes sentirte motivado?
- Decide qué quieres. Concentra tu energía en una dirección específica.
- Establece una recompensa. Promete hacer algo bueno por ti cuando tengas
éxito.
- Elimina los obstáculos. Un obstáculo puede se cualquier cosa, desde un
problema de salud hasta una figura de autoridad absorbente o una autoimagen
negativa.
- Da el primer paso. Por lo general, ésta es la parte más difícil, casi siempre
debido al temor al cambio o a lo desconocido. Imagina que tratas de hacer
ejercicio cuando te sientes tan perezoso que no puedes pensar en moverte.
Después de cinco minutos, tu energía puede revivir, permitiéndote seguir adelante.
Cierta ley de física, la primera ley del movimiento de Newton, establece que las
cosas en movimiento tienden a segur en este estado. Sin embargo las cosas en
reposo tienden a seguir en reposo. Sé una persona en movimiento.
Por ejemplo, ¿qué sucedería si necesitaras motivarte para mantener limpia tu
recámara? El desorden es tal que interfiere con tu concentración. Decides poner
en práctica dos estrategias: la primera, apartarás un periodo de dos horas a la
semana para llevar a cabo una limpieza general, y segunda, todos los días harás
el esfuerzo de recoger tus cosas y ponerlas en su lugar. Te prometes a ti mismo
que si haces esto por lo menos durante un mes, te premiarás con la compra de
algo que deseas, quizá un teléfono celular o un reproductor portátil de discos
compactos. Trabaja en la eliminación de obstáculos como tus hábitos de ver
televisión como técnica de escape y de lanzar las cosas al suelo en forma
automática. Da el primer paso; programa para mañana tu primera limpieza de dos
horas. Si sigues adelante, tu motivación tendrá una recompensa.
Motívate eliminando los obstáculos del camino hacia el éxito
Compromiso
¿Cómo concentras tu energía? Haz un compromiso.
Un compromiso significa que harás lo que dijiste que harías. Requiere de
honestidad e integridad. Cuando cumples un compromiso, pruebas a los demás,
así como a ti mismo, que pueden confiar en tus palabras y en tus intenciones. Una
persona comprometida cumple sus promesas.
Con frecuencia, el compromiso se prolonga. Puedes comprometerte a asistir a una
reunión de estudio una tarde específica de la semana próxima, pero con mayor
10. frecuencia te comprometerás a empresas a largo plazo, por ejemplo: “Me
comprometo a terminar la escuela el año próximo”, o “Hice el compromiso de
mejorar mi salud haciendo ejercicio”, o “Estoy comprometido a cambiar la forma de
relacionarme con mis padres”. No sólo haces una promesa, sino que te apegas a
ésta durante el tiempo que tu compromiso lo requiera.
Comprometerse exige que concentres tu energía en algo específico. A fin de
comprometerse con éxito, debes establecer tu meta específica y el proceso que
emplearás para lograrla.
¿Cómo puedes hacer y cumplir un compromiso?
- Establece tu compromiso en forma concreta. Es difícil comprometerse a algo
como: “Voy a mejorar”, puesto que no se establecen tareas claras. ¿Cómo vas a
mejorar? ¿Mejorarás su cuerpo? ¿Tu mente? ¿Tus habilidades? Comprométete a
algo específico como: “Caminaré dos kilómetros todos los días, de ida y vuelta en
las tardes”, y será más probable que obtengas resultados.
- Comienza y observa tu progreso. El largo camino de un compromiso puede ser
desalentador. Observar las mejoras en el trayecto, sin importar si son graduales o
pequeñas, puede ayudarte a crear un momento. Por ejemplo, camina todos los
días durante una semana y evalúa los efectos positivos de tu ejercicio.
- Renueva tu compromiso en forma regular. ¿Cuántas veces te has comprometido
a levantarte más temprano, estudiar más, dejar de fumar, leer el periódico todos
los días, tratar de no gritar, sólo para darte cuenta de que tu resolución
desaparece con el tiempo? Las personas tienen momentos de inspiración cuando
sienten que pueden comprometerse a hacer algo para siempre, hasta que aparece
la fatiga normal de todos los días y apaga todas esas buenas intenciones. No
sientas que eres un fracasado si no cumples un compromiso, es normal. Renueva
tus fuerzas al pensar en la forma en que tu compromiso te beneficia a ti y a
quienes te rodean. Si estás ocupado en tus exámenes y dejas de salir a caminar
durante una semana, puedes tomarte un momento para recordar que la caminata
te proporciona mayor energía, acelera tu metabolismo y reduce el estrés haciendo
que descanse el cerebro.
- Recuerda tu compromiso. Busca formas de asegurarte que recordarás los
compromisos que hiciste. Has una lista de éstos y guárdala en tu agenda. Si los
compromisos incluyen eventos o proyectos que tendrán lugar en fechas
específicas, asegúrate de anotarlos en el calendario. Pega notas en el
refrigerador, en una pared o en algún espejo. Solicita a quienes están cerca de ti
que te recuerden tu compromiso, si notan que te alejas de éste. Será más
probable que salgas a caminar si pides a tus amigos que te llamen cuando no te
vean en la calle a la hora establecida todos los días.
Hacer y cumplir tus compromisos te beneficia de muchas manceras. Te ayuda a
mantener una concentración tan continua como sea posible en tus metas más
importantes. Te ofrece una sensación de logro al experimentar crecimiento y
progreso graduales. Además, te ayuda a obtener la confianza y el respeto de las
personas con quienes te comprometes, lo que con frecuencia da como resultado
11. que aquéllos hagan valiosos compromisos contigo.
Responsabilidad
Si tú eres responsable, enfrentas las tareas o eventos con un curso de acción
apropiado; mediante este tipo de respuesta, te vuelves confiable y honesto.
Una persona responsable:
- Hace lo necesario.
- Sigue el curso de acción más apropiado.
- Hace lo necesario empleando sus mejores habilidades.
- Hace lo necesario a tiempo.
Tal vez estos lineamientos sean fáciles de comprender, pero requieren de
esfuerzo para seguirlos. Mediante ellos, puedes crear una atmósfera en la que tus
profesores, supervisores, parientes y amigos confíen en tus habilidades. La
confianza te da la oportunidad de crecer; cuando los demás confían en ti, suelen
darte, en forma gradual, oportunidades para desarrollar tus habilidades a través de
diversas tareas, puesto que ya demostraste que puedes manejarte por ti mismo.
La confianza, la libertad y el éxito se construyen uno a partir del otro.
Con la confianza viene el respeto. Cuando las personas confían en la forma en
que te responsabilizas de ti y de tus tareas, también te respetan. El respeto, al
igual que la confianza, conlleva asimismo mayor libertad y oportunidades. Los
supervisores otorgan ascensos a los empleados que ellos respetan; los profesores
confían a los estudiantes que merecen su respeto deberes y tareas especiales; el
respeto hace que una amistad sea más profunda y más fuerte. Más importante
aún es el respeto hacia ti que desarrollas al probarte que cumples tus promesas.
Las personas responsables obtienen poder y oportunidades al probar que son
capaces de aprovecharlas en forma óptima. Cuando tienes la oportunidad de
controlar varias tareas o actividades de alto nivel, tienes el poder de decidir cómo
realizarlas y qué tan bien resultarán. Esto nos lleva de vuelta a la responsabilidad;
con el poder, surge la responsabilidad de utilizarlo en forma responsable.
Conserva el ciclo.
Iniciativa
No puedes ser responsable si no tienes iniciativa.
La iniciativa te ayuda a comenzar una empresa, te alienta a empezar tu tarea. Te
ayuda a superar la difícil labor de iniciar la jornada y te mantiene en movimiento.
Te permite responder en forma continua ante cualquier tarea que se te presente.
Cuando utilizas tu iniciativa, das el primer paso por sí solo, en lugar de tener que
ser remolcado por la gente, las reglas o los requerimientos. Tienes iniciativa
cuando acudes a un asesor para pedir ayuda con un problema académico; cuando
hablas con un amigo sobre algo que dijo y te molestó; cuando levantas la mano
para hablar en clase. Tienes iniciativa cuando desarrollas una mejor forma de
realizar un trabajo o cuando empiezas a hacer 50 abdominales por las mañanas.
Asimismo, la iniciativa te permite hacer más de lo que se espera de ti; situación
12. que, con frecuencia, capta una atención positiva tanto en la escuela como en el
trabajo. Tienes iniciativa cuando ayudas a un compañero de clase con un
proyecto, después de terminar tus tareas; cuando agradeces un pequeño favor,
cuando tienes un gesto de bondad inesperado hacia una persona u ofrece tus
servicios como voluntario para ayudar a quienes lo necesitan. La iniciativa es una
chispa. Incluso si cuentas con el resto del equipo, sin iniciativa tendrás problemas
para salir del estacionamiento.