El documento describe cómo los ciudadanos pueden "hackear" su ciudad mediante el uso de datos recolectados por sensores y su propia movilidad, creando así una ciudad más sensible que proporciona información en tiempo real. Al recopilar y procesar datos sobre factores como el tráfico, la contaminación y el uso de espacios públicos, los ciudadanos pueden mejorar el gobierno electrónico mediante el remix de información pública con datos generados por ellos mismos en su vida cotidiana.