La cultura de una sociedad determina la naturaleza del desarrollo tecnológico y la evolución de la cultura tecnológica. Tanto la cultura como la tecnología satisfacen las necesidades humanas, interactúan entre sí y crean nuevas necesidades y valores, desarrollando el intelecto y la personalidad. La cultura y la tecnología se influyen mutuamente en un proceso dinámico que también involucra al hombre, la sociedad y el medio ambiente.