La legislación mexicana establece bases legales para prevenir y remediar la contaminación de suelos, incluyendo la Constitución, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. Estas leyes buscan garantizar el derecho a un ambiente sano, prevenir y controlar la contaminación, y establecer responsabilidades para prevenir dicha contaminación y remediar sitios contaminados.