El documento presenta una descripción de varios temas de urología, incluyendo la infertilidad masculina, disfunción sexual masculina, infecciones del tracto urinario recurrentes en mujeres e incontinencia urinaria. Se proporcionan detalles sobre la evaluación, diagnóstico y tratamiento de cada condición.
1. UROLOGÍA EN Dr. Enrique Sala O’Shea Especialista en Urología 15 de Diciembre de 2009
2. 1. Infertilidad del Varón 2. Disfunción sexual masculina 3. ITU de repetición en la mujer 4. Urología funcional femenina 5. Incontinencia de orina
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12. “ Existen derechos fundamentales de los individuos, incluyendo el derecho a la salud sexual y a la capacidad de disfrutar y controlar la conducta sexual y reproductiva de acuerdo con una ética personal y social.” - OMS, 1974 Disfunción sexual masculina La salud sexual es un derecho fundamental Los individuos con alteraciones de la función sexual tienen derecho a diagnóstico y tratamiento médicos apropiados
13. Inervación peneana Plexo hipogástrico superior Plexo sacro Plexo pélvico Nervio pudendo Nervio cavernoso Nervio dorsal del pene
17. Los cinco componentes de la salud sexual masculina Satisfacción Deseo Erección Orgasmo Eyaculación
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21. Dislipemia Diabetes Trombosis DE La mayoría de casos de DE orgánica tiene origen vascular Hipertensión Tabaco Resultados Precursores Lesión célula endotelial Vasoconstricción Arteriosclerosis
En 1999, se celebró en París la 1ª Consulta Internacional sobre Disfunción Eréctil (1st International Consultation on Erectile Dysfunction) con el fin de desarrollar una serie de recomendaciones sobre el diagnóstico y manejo de la DE. Más de 120 expertos en salud sexual masculina participaron en 18 comités, revisando y comentando temas entre los que se incluían epidemiología, calidad de vida y modalidades de tratamiento. Esta consulta internacional apoyó decididamente la declaración de la OMS de 1974 en cuanto al derecho a la salud sexual. El Consejo Internacional de Educación sobre Salud Sexual Masculina desea subrayar de nuevo la declaración de la OMS y recomienda que los médicos tomen en cuenta ambas declaraciones cuando aborden el manejo de la DE.
Los nervios cavernosos menores se originan a partir del plexo pélvico y recorren el pene para proporcionar inervación al tejido eréctil del cuerpo esponjoso y la uretra peneana. El nervio cavernoso mayor, que también se origina en el plexo pélvico, inerva a las arterias helicinas y al tejido eréctil. Un aspecto anatómico interesante de los nervios intracavernosos es que están envueltos de tejido fibroso para evitar su compresión durante una erección. El pene también está inervado por los nervios peneanos dorsales, ramas de los nervios pudendos, y el nervio ilioinguinal. Estos nervios transmiten impulsos sensoriales del glande y la piel del pene, así como de la raíz del pene, respectivamente. Sáenz de Tejada I et al. Anatomy, physiology and pathophysiology of ED. En: Erectile Dysfunction. Plymouth: Health Publication Ltd, 1999; 65-102.
El aporte de sangre arterial al pene se produce principalmente a través de la arteria hipogástrica; una de sus ramas es la arteria pudenda interna, que después de atravesar el canal de Alcock se convierte en la arteria común del pene. A su vez, ésta se ramifica dando lugar a las arterias bulbouretral, dorsales y cavernosas. Estas últimas, que llevan sangre al cuerpo cavernoso, dan lugar a las arterias helicinas de resistencia, mientras que las arterias dorsales del pene proceden de las posiciones de las 11 y la 1 (en un cuadrante de reloj), junto con los nervios dorsales, y llevan el aporte sanguíneo a las estructuras superficiales del pene. La arteria bulbouretral lleva sangre a la uretra y al glande. El sistema de drenaje venoso del pene se puede subdividir en tres niveles: superficial, intermedio y profundo. El primero de ellos drena principalmente la piel del pene, mientras que el sistema intermedio (que comprende las venas dorsal profunda y circunfleja) drena las trabéculas. Éstas inicialmente drenan hacia vénulas justo por debajo de la túnica albugínea y a continuación hacia las venas emisarias, que recorren la túnica albugínea, y luego hacia las venas circunfleja y dorsal profunda. El sistema de drenaje profundo del pene incluye las venas cavernosas y/o crurales, que drenan los tejidos cavernosos más profundos. Sáenz de Tejada I et al. Anatomy, physiology and pathophysiology of ED. En: Erectile Dysfunction. Plymouth: Health Publication Ltd, 1999; 65-102.
De acuerdo con la descripción de Masters y Johnson de 1966, el ciclo de la respuesta sexual consta de una secuencia de fases (excitación, meseta, orgasmo y resolución) que se ajusta a la conducta observada en los varones de sus estudios 1 . Basándose en evidencias clínicas, Kaplan simplificó el modelo y añadió una dimensión motivacional: el deseo 2 . Aunque su modelo ha sido criticado por carecer de evidencia científica, puede ser útil para los médicos que pretenden diagnosticar diversas situaciones que puedan estar situadas en los diferentes puntos del ciclo, por ejemplo: Deseo sexual. Si el paciente tiene un deseo sexual reducido, el médico puede considerar causas orgánicas, como deficiencias hormonales, o causas psicógenas, como estrés o cuestiones relacionadas con la pareja. Se sabe que la libido disminuye con el envejecimiento. Excitación. ¿Acaso sufre el paciente de DE? ¿Puede ocurrir una erección completa en cualquier situación y/o en cualquier etapa del proceso de la relación sexual? ¿Acaso el paciente sufre de priapismo? Orgasmo. ¿Acaso sufre el paciente de eyaculación precoz o retrasada? El médico debe interrogar si el problema sólo ocurre cuando intenta una relación sexual o si el paciente puede eyacular normalmente con la masturbación. Satisfacción. Se trata de otra dimensión que puede añadirse al ciclo de Kaplan. En el varón de edad avanzada, por ejemplo, las expectativas pueden ser menores que las observadas en varones más jóvenes, de manera que la satisfacción se puede lograr con acciones más limitadas. Por tanto, el médico debe determinar si los problemas con el deseo, la excitación y el orgasmo realmente están causando preocupación, puesto que la necesidad de tratamiento y la insatisfacción con la vida sexual no siempre coinciden. Las alteraciones de la sensación son menos fáciles de ubicar en el ciclo de la respuesta sexual. No obstante, el médico necesita interrogar acerca de la existencia de hipo o hipersensibilidad y dolor, experimentados tanto por el propio paciente (fimosis, balanitis, prostatitis) como por la pareja (como los debidos a cambios menopáusicos en la lubricación y dispareunia). 1. Masters WH, Johnson V. Human Sexual Response. Boston, MA: Little, Brown and Co., 1966. 2. Kaplan HS. Disorders of Sexual Desire. Nueva York, NY: Brunner/Mazel, 1979.
El estrés oxidativo que se produce por los distintos factores de riesgo cardiovascular determinan la lesión del endotelio vascular, y éste, a través de distintos mecanismos, como la vasoconstricción, la arteriosclerosis o la trombosis, provocan la lesión vascular responsable de la DE.
El Panel de Consenso sobre el Manejo del Paciente con DE (Process of Care Consensus Panel) ha sugerido que el tratamiento de la DE puede estratificarse como terapia de primera, segunda y tercera línea (no invasiva, moderadamente invasiva e invasiva, respectivamente) 1 . Las opciones terapéuticas de primera línea son el consejo psicosexual, los inhibidores de PDE-5 orales, apomorfina sublingual y los dispositivos de vacío. Entre las terapias de segunda línea está el alprostadilo intracavernoso e intrauretral. Si lo anterior fracasara, se recomienda como terapia de tercera línea el uso de una prótesis peneana y de otras formas de cirugía correctora. El Consejo Internacional de Educación sobre Salud Sexual Masculina (International Education Council on Male Sexual Health) sugiere un método alternativo de organizar las diversas opciones de tratamiento para la DE: independientes de etiología y específicos por etiología. Esta clasificación reconoce el hecho real de que la terapia para la DE no necesariamente sigue una secuencia por pasos. Por ejemplo, el paciente con hipogonadismo no necesita una prueba con terapia oral sino terapia de sustitución con testosterona. 1. The Process of Care Consensus Panel. The process of care model for evaluation and treatment of erectile dysfunction. Int J Impot Res 1999; 11: 59-74.