2. La Agenda Digital 2.0.
Constituye una importante contribución de
políticas para el cumplimiento de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio para el Perú y habiendo
identificado claramente que las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC), no son un fin
en sí mismas, sino un posible mayor crecimiento
económico, el logro de mejores empleos y un
aumento de la competitividad, inductora de la
inclusión social
3. Sociedad de Información
De acuerdo con la Declaración de Principios de la
Cumbre Mundial sobre Sociedades de la
Información, en el Perú propugnamos una Sociedad
de la Información inclusiva, centrada en la persona
y donde hombres y mujeres, sin distinciones ni
limitaciones de ningún tipo, tengan el derecho y la
capacidad para acceder y brindar información
relacionada con sus necesidades de desarrollo
económico, social y cultural.
4. CODESI
Comisión para el Seguimiento y Evaluación del Plan de
Desarrollo de la Sociedad de la Información. Las
consideraciones que inspiraron a la creación del
CODESI, definieron la necesidad de establecer los
mecanismos necesarios que posibiliten el acceso de
las personas a las ventajas que se derivan del
desarrollo de las comunicaciones y la expansión de la
tecnología informática y sus consecuencias, en el
marco de proceso de globalización imperante.
5. DESARROLLO DE LAS TICs EN LA
EDUCACIÓN
Para integrar las TICs al proceso educativo, sugieren cuatro
lineamientos pedagógicos, que
se desarrollan en forma complementaria y paralela e
interrelacionados entre sí:
La apropiación de las TICs
La integración de las TICs al desarrollo del currículo
En el aprovechamiento pedagógico de las TICs
La producción e innovación con las TICs
6. LAS TICS EN EL ASPECTO ECONOMICO
En cuanto al mercado laboral para aprovechar los beneficios que las
TICs nos presentan, resulta necesaria la capacitación de la fuerza de
trabajo. Desde el sector privado se realizan esfuerzos de este tipo,
principalmente en actividades con rentabilidad económica
(comercio electrónico, servicios informáticos, aplicaciones
empresariales, desarrollo de software, entre otros); desde el sector
privado no lucrativo (ONGs, programas y proyectos de carácter
social); desde el Estado (programas de mejoramiento de la
educación y la salud, gobernabilidad y democracia, así como
inclusión) y, de manera transversal, desde instituciones académicas y
de investigación.