2. Mornese es una pequeña aldea del norte de Italia.
La iglesia parroquial se alza en el centro, rodeada
de pequeños hogares y muchos viñedos, con sus
casas de campo.
3. En una de estas pequeñas casas, “los
Mazzzarelli”, nació –el 9 de mayo de 1837, la
primera hija de José Mazzarello y Magdalena
Calcagno.
4. En el mismo día fue bautizada en
Mornese, recibiendo el nombre de María
Dominga, en homenaje a sus abuelos paternos.
5. Sus padres eran campesinos, personas de
trabajo y de fe, como sus vecinos y parientes.
En 1836, hubo en Mornese una gran epidemia
de cólera, debido a la cual fallecieron muchas
personas. .
6. En esta penosa situación, los Mazzarello hicieron la
promesa de construir una capilla a María
Auxiliadora, San Esteban y San Lorenzo, si la Virgen los
libraba de la epidemia.
La promesa la cumplieron en 1843.
7. La Capilla se construyó a pocos metros de la casa
donde nació y vivía María Dominga.Ella tenía
entonces apenas 6 años.
María Dominga creció en un lugar consagrado a
la Auxiliadora, aprendiendo a invocar a María
con el título de Auxiliadora y a confiar en Ella,
igual que sus parientes.
8. En la capilla se reunían las familias de la aldea y
de los alrededores, los domingos por la
tarde, para rezar y cantar a Nuestra Señora.
La familia de María Dominga
también participaba,
Pues su casa estaba a unos 120 mts.
9. Los mornesinos
rezaban con gran
fervor a la Virgen del
Rosario, que se
encuentra en la
Parroquia.
10. Los primeros años de la
vida de Maín fueron
vividos en un ambiente
familiar, con una sólida
vida cristiana y de
incansable trabajo en el
campo.Ella era una
mujer fuerte, de gran
trabajo y de gran
bondad.
11. Junto a sus padres aprendió a vivir de fe, la
corresponsabilidad en el trabajo, cuidando de sus
hermanos y ayudando a sus parientes y vecinos. En
la parroquia, con las orientaciones de su director
espiritual, Don Pestarino, comienzó a recorrer las
etapas de formación cristiana.
12. A los 13 años, Maín hizo su primera
comunión, momento importante en su vida
espiritual. Jesús se convierte en el gran tesoro de su
vida y María, en modelo para llegar a Jesús.
13. En 1849 la familia de Maín se trasladó a una finca, a
tres cuartos de hora de la aldea: la Valponasca.
José Mazzarello cultivaba las viñas de los marqueses
de Doria y la familia vivía en una de las casas de su
propiedad.
14. El tiempo vivido en la Valponasca– de 1849 a 1864 – fue
para Maín tiempo de crecimiento y maduración. En el
trabajo en el campo, Maín era el brazo derecho de su
padre. Mediante la pureza del ambiente, el esfuerzo en
el trabajo y el clima familiar, ella se convirtió en una
mujer trabajadora, alegre y espiritual.
15. El elemento más significativo de la
Valponasca es la ventana.
Situada en la parte superior de la
fachada, tiene como fondo la aldea de
Mornese, en cuyo centro sobresale la iglesia
parroquial.
16. Maín abría todas las noches la ventana para
estar más cerca de Jesús, presente el sagrario, e
invitaba a su familia a rezar con ella las
oraciones de la noche.
Trabajo y oración fueron los componentes
esenciales de estos primeros años de vida, que la
prepararon para el futuro.
17. Tras su primera comunión, Maín hizo un camino de
interiorización de la fe que la llevó a consagrar su
juventud al Señor, participando intensamente en la
vida parroquial. El hecho de estar lejos físicamente, no
le impedía ir cada día a la Eucaristía.
18. En 1854, don Pestarino constituyó en Mornese la Pía
Unión de las Hijas de María Inmaculada. A sus 17 años,
Maín fue de las primeras en formar parte de ese grupo.
Como otras jóvenes de Mornese, cultivaba un gran amor
a la Virgen, bajo el título de la Inmaculada, modelo de
vida cristiana y, sobre todo, de pureza.
19. He aquí el cuadro que don Pestarino regaló a la
Asociación; testimonio histórico de la importancia de
este sacerdote, confesor de Maín durante 27 años.
En este cuadro, se ve a la Inmaculada entre santa
Ángela de Merici y santa Teresa de Ávila.
20. Maín amaba mucho a María Inmaculada: a sus 16
años, había hecho voto de virginidad para siempre.
Cuando sus amigas le preguntaban, ella decía: Sin
preguntar nada a nadie, me entregué para siempre
al Señor.
María ayudaba a otros a encontrar a Dios.
21. En 1858, la familia Mazzarello volvió a la
aldea, a la casa de la calle Valgelata.
Allí, a los 23 años, María Dominga sufrió la
grave enfermedad del tifus.
22. Como Hija de la Inmaculada, preocupada por asistir
a los enfermos, fue a ayudar a casa de sus tíos. A
pesar de su fortaleza física, acabó contagiándose.
23. Estuvo enferma desde el día de la
Asunción de Nuestra Señora hasta el
día de Nuestra Señora del Rosario,
primer día en que pudo levantarse.
Era el año 1860.
24. Su enfermedad se desarrolló entre dos significativas
fiestas marianas. Dicen las Memorias que, cuando se
levantó, vió desde su ventana, una pintura de María
Auxiliadora, que estaba en la casa de enfrente.
25. Hoy, esa pintura ha sido cambiada por ésta,
situada en la casa conocida como la “casa
del tifus”. Recuerda el acontecimiento que
cambió la vida de Maín, así como la curación
de Ercolina Mazzarello.
26. Después del tifus, María Dominga no volvió a
recuperar sus fuerzas físicas y tuvo que abandonar el
trabajo del campo. Procuró descubrir qué era lo que Dios
quería de ella... Y vio una casa muy grnade, con muchas
niñas en el patio. Escuchó una voz que le decía: “A ti te las
confío”. Aquella imagen quedó grabada en su
memoria, sin que supiera muy bien qué quería decir.
27. Su deseo de cuidar de las niñas se hacía cada vez
mayor. Decidió aprender el oficio de costurera
y, para ello, invitó a su amiga Petronila.
En la casa de Valentino Campi aprendieron este
oficio, trabajando con él durante algún tiempo
como aprendizas.
28. Con una sabia intuición educativa, abrieron un
taller de costura, dedicándose a las niñas de los
alrededores y preocupándose no sólo de que
aprendieran este oficio, sino también las oraciones y
las buenas costumbres.
Amar a Jesús y a su Madre y hacerse amar por los
otros era su gran objetivo: “Cada puntada ha de ser
un acto de amor”.
29. Junto a la sala de costura organizaron un oratorio
festivo, en un pequeño patio de la casa de los
Macagno. Juegos, cantos, alguna narración edificante
y mucha alegría eran las ocupaciones antes de la
catequesis.
En 1863, acogieron a dos niñas de una
familia, iniciando así el primer internado.
30. En 1862, don Pestarino ya se había encontrado con
don Bosco y se había hecho salesiano, permaneciendo
en Mornese para continuar dirigiendo a las jóvenes
que serían las primeras Hijas de María Auxiliadora.
31. Don Bosco dio a don Pestarino dos medallas de
María Auxiliadora para Maín y Petronila, y les
escribió: “Rezad, sí, y haced todo el bien que
podáis, especialmente a la juventud; haced
todo lo posible para prevenirlas del
pecado, incluso del pecado venial”.
32. Dios guiaba el camino de Maín, a través de la
presencia de María. El 7 de octubre de 1864, don
Bosco fue a Mornese con sus muchachos.
Fue el primer encuentro de María Dominga con el
apóstol de los jóvenes. Era la respuesta de Dios a
su ardor apostólico.
Las palabras de don Bosco fueron para ella como
un eco de lo que tenía, desde hacía mucho
tiempo, en su corazón.
33. Don Bosco vio en María Dominga el estilo de
educar salesiano. Tras la visita a Mornese, don
Bosco decidió fundar una obra en favor de las
chicas, igual que la que él tenía con los chicos.
34. En 1867, algunas Hijas de María
Inmaculada comenzaron a vivir en comunidad
en una casa, llamada “Casa de la Inmaculada”,
junto a la iglesia parroquial.
El 23 de mayo de 1872, se mudaron al colegio,
precisamente en la víspera de la fiesta de María
Auxiliadora.
35. María Dominga
veía, emocionada, que las palabras de la visión
de Borgoalto, “a tí te las confío”, se iban
haciendo realidad.
36. La Capilla del colegio fue
dedicada, inicialmente, a Nuestra Señora
de los Dolores.
- Ésta era una devoción muy viva en el siglo
XIX.
37. EL 5 de agosto de 1872, fiesta de Nuestra Señora de las
Nieves, en presencia del fundador, hicieron su profesión
religiosa María Dominga y otras compañeras.
Con la Eucaristía celebrada por el obispo de
Acqui, Monseñor Sciandra, dio comienzo en Mornese, el
Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
38. Fue éste el nombre escogido por don Bosco para el
naciente Instituto que él quería que fuese
“monumento vivo de gratitud a la Auxiliadora” .
39. En ese mismo día, Don Bosco nombró como
superiora de la nueva comunidad a María
Mazzarello, a quien debían escuchar y obedecer. Y
añadió: “Tendrá el título de vicaria, porque la
verdadera superiora es la Virgen”.
40. El mes de mayo en Mornese era un tiempo de
especial compromiso personal y comunitario.
A finales de abril de 1875, don Bosco envió la tan
deseada imagen de María Auxiliadora. Las niñas
esperaban, ansiosas, esta imagen de la Auxiliadora
de don Bosco.
41. Fue colocada en un altar, junto a la capilla.
Madre Mazzarello animaba a las
hermanas, postulantes y niñas a tener abierto
el corazón para ofrecerlo a María Auxiliadora.
Ella, como vicaria, presentó las llaves de la
casa para que la Virgen fuera su dueña
absoluta.
42. Para animar a las
comunidades a crecer en el
amor a la Virgen, hacían
algunas
peregrinaciones, como la
de Lerma, donde se
veneraba la Virgen de las
Gracias. Allí, muchas veces
la Madre iba en
peregrinación con las
hermanas y con las niñas.
43. El 8 de octubre de 1874, salió de Mornese el primer grupo
de hermanas para formar una nueva comunidad, en
Borgo San Martino.
El 1 de septiembre de 1877 se fundó la comunidad
Niza Mare.
.
44. En nueve años, fueron abiertas 26 casas.
Los medios de transporte eran escasos y
Mornese estaba lejos de las ciudades. La
Madre acompañaba a las hermanas
hasta el Santuario de Gavi.
45. En este santuario, se conserva la
imagen de Nuestra Señora de la Guarda, la Virgen
que vigila y protege. Aquí se despedía Madre
Mazzarello diciéndoles: “Aquí nos separamos, el
Señor nos une”. María estaba presente en cada
nueva fundación porque, como la Madre decía, la
Virgen era la verdadera directora de cada casa”.
46. EL 14 de noviembre de 1877 partió el primer
grupo de hermanas para las misiones. Don
Costamagna, director espiritual del colegio de
Mornese, también fue enviado en esta
primera expedición, al Uruguay.
47. Este cuadro de María Auxiliadora lo regaló
don Bosco a las hermanas del colegio de
Mornese. Poco tiempo antes de la partida de
las misioneras, el cuadro desapareció.
48. EL día de la salida apareció y fue
entregado a Sor Teresina Mazzarello. Se
encuentra en Buenos Aires, con la siguiente
inscripción: “Cuadro de la Virgen que se
veneraba en Mornese, la casa de la
fundación”. La Auxiliadora acompañaba
todos los pasos de sus hijas.
49. En la última etapa de su vida (1872-1881)
Madre Mazzarello ejerció su maternidad espiritual
desde la formación de las hermanas hasta las visitas
a las nuevas fundaciones, incrementando la
expansión misionera del Instituto, a través de la
palabra escrita y la donación diaria de su vida, y a
través de la caridad paciente y bondadosa.”.
50. El 16 de septiembre de 1878 partieron las primeras
hermanas para la Casa de Nizza Monferrato, un
convento de frailes franciscanos, construido en 1476.
Don Bosco había comprado el edificio pensando que
era un lugar apropiado para la sede del Instituto de
las Hijas de María Auxiliadora. Era conocido como
“Nuestra Señora”, por venerarse allí “Nuestra Señora
de las Gracias”.
51. El 4 de febrero de 1879, la
sede general del Instituto fue
trasladada de Mornese a
Nizza Monferrato. Allí la
Madre vivió sus dos últimos
años de vida. EL día 14 de
mayo de 1881, víspera de la
novena a María
Auxiliadora, se apagó su
vida, unificada en el amor y
en el cuidado de los otros.
52. Su pertenencia a María se manifestó hasta el
final. Pocos instantes antes de morir, pareció
querer decir: “Soy hija de María”. Ésta fue
siempre su confianza: ser hija de María.
53. Beatificación: 20 noviembre 1938;
canonización, 24 de junio 1951. En el
coro de la capilla de Mornese, este
cuadro refleja la identifcación de
Madre Mazzarello con Nuestra
Señora.
Representa a María Auxiliadora, que
acompaña y protege a la
Madre, que siempre decía: “Nuestra
Señora es la verdadera superiora”.
.
54. También están representadas las virtudes
características de la Virgen, que Madre
Mazzarello vivió de forma heroica: la humildad-
violeta, la caridad- rosas, y la pureza- lirios.
55. En la Basílica de María Auxiliadora de
Turín, un gran monumento que don Bosco
edificó a la Auxiliadora, se lee: “Ésta es mi
casa, de aquí saldrá mi gloria”. María
Mazzarello fue el templo vivo que el fundador
quería que fuese toda Hija de María
Auxiliadora.
56. Santuario de Madre Mazzarello, en Mornese, junto
a la casa donde nació.
Representa la gloria de Madre Mazzarello:
y el encuentro de dos mujeres, llenas de Dios. Madre
Mazzarello se sintió siempre perteneciente a María,
de quien fue su vicaria.
57. En esta pintura, se percibe el
deseo de encontrarse. En medio
está Jesús, en brazos de su Madre:
Él es el centro de la vida de estas
dos mujeres.
58. Como decía Madre Mazzarello a las hermanas:
“Reavivemos el fuego”... Para que el amor a Dios y
a los hermanos nunca se apague...