2. La crisis Venezolana tiene un carácter esencialmente institucional. El estado, institución ductora del
proceso de acumulacion de capitales basado en la renta petrolera, se hipertrofió y arrastró consigo al
resto de las variables estructurales que constituían el modo de regulación de la economía
Venezolana. En consecuencia, el régimen de acumulacion se agoto, y sobrevino la crisis. Hoy día ,
nos encontramos en una etapa de transición hacia una nueva forma de acumular desconocida y que
se hace necesario determinar. Ya el estado no podrá ejercer el mismo peso que en décadas pasadas,
el capital privado se vera obligado a redefinir su papel en el proceso productivo y sus pretensiones en
relación a la valorización de su capital.
3. Una crisis económica puede contenerse por bastante tiempo (dependiendo de qué tan grandes son
los bolsillos del país involucrado) y adoptar las más diversas formas. Pero, en algún momento, la
situación se vuelve insostenible al punto de que todo el sistema económico, simplemente, colapsa, ya
sea por una traba en el mercado, manifestaciones sociales o cualquier otro factor consecuente de las
malas políticas públicas.
¿Y, entonces, cuál sería el camino para solucionar esto?
Lamentablemente, no existe una “solución mágica” que cure la pobreza de un solo toque. Es un
problema grande, complejo y que es fruto de incontables variables. Por lo mismo, requiere también
de soluciones complejas: mejorar la educación (acceso y calidad), mejorar la capacitación laboral,
fomentar el emprendimiento, mejorar la competencia de las empresas, promover el empleo, mejorar
la recaudación del fisco para entregar programas sociales de manera responsable, etcétera. Todo
ello, en un contexto de estabilidad y seguridad económica y social.
En el caso Venezolano la reacción del gobernante a consistido en una profundización y radicalización
del modelo político que se pretende imponer.
De echo la insuficiencia de ingresos ha provocado un fuerte retraso en los pagos que PDVSA venia
realizando a sus empresas contratistas, muchas de las cuales desde agosto del 2008 no recibían
pago alguno.
4. Ante la imposibilidad de cubrir estas obligaciones, el gobierno optó por anunciar la expropiación de cerca
de 74 empresas incluyendo las que venían realizando operaciones de comprensión y reinyección de
gas, de las cuales depende en alto grado el nivel de producción petrolera y la salud de los
yacimientos, así como otras que tenían a su cargo las actividades de recuperación secundaria y
demás operaciones en el lago de Maracaibo en las cuales prestaban sus servicios 8.152
trabajadores.
Bajo estas circunstancias existen fundados motivos para temer una caída aun mayor en el potencial de
producción petrolera, que sumado a la baja de los precios, podría tener un severo impacto en la
economía venezolana al extremo de que algunos analistas consideran que la recuperación posible en
el nivel de los precios ya no compensaría la caída en el potencial de producción.
5. Es un esquema a seguir á fin de promover el progreso de un pueblo, es un marco de referencia para los
encargados de elaborar las políticas públicas de un país. O sea que el gobierno tiene como objetivo
mejorar la situación económica y laboral de la población, garantizar el acceso a la salud, a la
educación y brindar seguridad entre otras prioridades
El modelo de desarrollo armónico e integral emprendido por la Revolución Bolivariana garantiza alcanzar la
Independencia con Igualdad y Justicia Social. Se avanza en la restitución progresiva de los equilibrios
económico, social, político, territorial e internacional de Venezuela. Sin embargo, grandes obstáculos
derivados de la persistencia del modelo de desarrollo consumista depredador generan grandes
contradicciones en la actual etapa de tránsito orientada al cambio social. En Venezuela la destrucción de los
espacios económicos locales y regionales de carácter endógeno y relativamente autosuficiente ha tenido
cuatro etapas:
· La invasión europea de finales del siglo XV destruyó los modos de producción indígenas en casi todas las
regiones de la actual Venezuela.
· La férrea dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935) que impuso la centralización política y económica
y el rentismo petrolero, desbaratando las tradiciones productivas de las regiones, arruinando la agricultura y
la producción artesanal.
· El modelo desarrollista que buscó la industrialización sin cuestionar los patrones de consumo impuestos por
el capitalismo mundial y sin contemplar las tradiciones productivas propias.
· Las medidas de ajuste neoliberales que pretendieron homogeneizar el espacio económico nacional con la
estrategia privatizadora y aperturista al mercado mundial.
Así, fueron barridas las autonomías regionales, tanto económicas como políticas, imponiendo el centralismo
y una dependencia creciente de los aparatos de dominación del capitalismo transnacional, negándose la
posibilidad del desarrollo endógeno.
6. En la actualidad, el proyecto neoliberal que pretende imponer el oposicionismo contempla:
· Restablecer el mecanismo de “concertación tripartita” -confabulación entre tecnócratas, empresarios
privados y cúpulas sindicales corruptas- que privó a la clase trabajadora del derecho a empleos
seguros y salarios justos, de disponer de sus ahorros, de pensiones dignas para todos(as), de la
retroactividad de sus prestaciones sociales y de servicios de capacitación laboral, recreación y salud
públicos, gratuitos y de calidad.
· Erradicar el control de cambios para favorecer la especulación financiera, la fuga de capitales y los
negocios vinculados a importaciones indiscriminadas y corruptelas.
· Focalizar el gasto público hacia los negocios privados de empresarios parasitarios del Estado, en
detrimento de la inversión en Economía Social y en servicios públicos.
· Impulsar políticas públicas “descentralizadas” a través del sector privado, para privatizar los
servicios públicos.
· Limitar la producción de rubros agroalimentarios (en cantidad y en rubros) para favorecer al sector
importador, en detrimento de los pequeños y medianos productores, del desarrollo agrario y de la
Seguridad y Soberanía alimentarias.
· Nueva doctrina militar que garantice la implementación del modelo neoliberal y la obediencia al
imperio y a sus organismos financieros internacionales.
· Política petrolera basada en la sobre-producción para bajar los precios y en el uso de la regalía en
los negocios privados de explotación y exploración y no en inversión social. En cualquier caso,
ninguno de los modelos de desarrollo señalados implementó las políticas que debían transformar la
estructura económica y social del país en beneficio de las mayorías sociales y de la soberanía
nacional, las cuales eran perfectamente posibles por los enormes ingresos derivados de la
exportación petrolera.