SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  6
Télécharger pour lire hors ligne
Volume 3, Issue 3, page 1, 1999
BestPracticeEvidence Based Practice Information Sheets for Health Professionals
Reproducido del Best Practice 1999;3(3):1-6
ISSN 1329-1874
Signos Vitales
Agradecimientos
Este Best Practice Information Sheet
está basado en una revisión sistemática
de la investigación sobre signos vitales.
Si desea consultar las referencias
originales en las que se basa esta
information sheet, están disponibles en
el informe de la revisión sistemática
publicado por el Instituto Joanna Briggs.
Introducción
La observación de los pacientes es una
parte importante de los cuidados de
enfermería porque permite monitorizar el
progreso del paciente y garantizar una
temprana detección de sucesos adver-
sos o recuperación retardada. La obser-
vación de los pacientes, o signos vitales,
tradicionalmente consiste en presión
sanguínea, temperatura, pulso y fre-
cuencia respiratoria. Recientemente se
realizó una revisión sistemática que
trataba la finalidad de los signos vitales,
la frecuencia óptima con la que debían
realizarse, qué observaciones constitu-
yen signos vitales y la identificación de
aspectos relacionados con las medidas
individuales de temperatura, pulso, res-
piración y presión sanguínea.
Este Best Practice Information Sheet
resume la mejor evidencia actual sobre
el tema. En este information sheet, el
término observación se refiere a la
observación del paciente en general,
mientras que signos vitales se utiliza en
referencia específica a la temperatura,
pulso, respiración y presión sanguínea.
Signos vitales: Cuestiones
generales
Signos vitales versus Observación
La medición de la temperatura, pulso,
ritmo cardíaco y presión sanguínea se
denominan como signos vitales u obser-
vación. Ninguno de los dos términos ha
sido bien definido y su uso es desigual y,
a veces, intercambiable.
El término signos vitales sugiere la
medición de funciones fisiológicas vita-
les o críticas, mientras que el término
“observación” implica un ámbito más
amplio de mediciones. Al no existir una
definición clara en la literatura, el panel
de expertos que realizó la revisión
sistemática argumentó que observación
es el término más apropiado, pues
refleja de forma más precisa la práctica
clínica actual. Esto implica que la
observación del paciente no debe limi-
tarse a los cuatro parámetros tradicio-
nales sino ser complementada por otras
mediciones según indique el estado
clínico del paciente.
Qué se considera Signos Vitales
Tradicionalmente, el término “signos
vitales” se utiliza con referencia a la
medición de la temperatura, frecuencia
respiratoria, pulso y presión sanguínea.
Sin embargo, en la literatura hay
sugerencias de que estos parámetros
podrían complementarse con otras
mediciones útiles como el estado nutri-
cional, el ser fumador o no, espirome-
tría, signos vitales ortostáticos y pulsio-
ximetría. Sin embargo, sólo la pulsio-
ximetría y determinar si un paciente es
fumador o no fumador han demostrado
cambiar la práctica clínica.
Algunos estudios han demostrado que,
en algunas situaciones, la pulsioximetría
es útil para detectar un deterioro de la
función fisiológica que de otra forma no
podría conocerse.
Este Best Practice
Information Sheet abarca:
1. Signos vitales: Cuestiones
generales
2. Signos vitales: Índice
respiratorio
3. Signos vitales: Pulso
4. Signos vitales: Presión
sanguínea
5. Signos vitales: Temperatura
Niveles de Evidencia
Todos los estudios se clasificaron según el nivel
de la evidencia basándonos en el siguiente
sistema de clasificación.
Nivel I
Evidencia obtenida de una revisión sistemática
de todos los ensayos clínicos con asignación
aleatoria relevantes.
Nivel II
Evidencia obtenida de al menos un ensayo
clínico con asignación aleatoria bien diseñado.
Nivel III.1
Evidencia obtenida de ensayos clínicos sin
asignación aleatoria bien diseñados.
Nivel III.2
Evidencia obtenida de estudios de cohortes o de
casos y controles bien diseñados, preferi-
blemente de más de un centro o grupo de
investigación.
Nivel III.3
Evidencia obtenida de series temporales con o
sin intervención. Resultados importantes en
experimentos no controlados.
Nivel IV
Opinión de profesionales de reconocido pres-
tigio, basada en experiencia clínica, estudios
descriptivos o informes de comités de expertos
Volume 3, Issue 3, page 2, 1999
Esto ha causado una reducción del
número de investigaciones realizadas y
ha cambiado el manejo planificado de
los pacientes. Según esto, se ha
recomendado la pulsioximetría como un
signo útil a añadir a las cuatro
mediciones tradicionales del estado
fisiológico.
Se ha evaluado el uso del concepto “ser
fumador o no fumador es un signo vital”
durante el primer encuentro con el
paciente y se ha demostrado que
aumenta la probabilidad de que la
terapia y los consejos para dejar de
fumar sean proporcionados por el
profesional sanitario. Aunque este pará-
metro no encaja en el concepto
tradicional de signos vitales, puede
desempeñar un papel importante
durante la evaluación inicial del
paciente.
Otras mediciones de signos vitales
propuestas, como los signos vitales
nutricionales y ortostáticos, no han
demostrado tener influencia en el
manejo del paciente. Aunque existen
otras mediciones y escalas, su papel en
el conjunto de observaciones del
paciente aún queda por determinar.
Sin duda, en algunas situaciones la
simple observación visual del paciente
puede ser todo lo que se requiere para
monitorizar el progreso y estado clínico
del paciente, pero esto aún tiene que
valorarse.
Limitaciones
En base a los resultados de un número
reducido de estudios, podemos afirmar
que los signos vitales son bastante
limitados a la hora de detectar cambios
fisiológicos importantes. Algunos ejem-
plos incluyen: el hecho de que no
detectan grandes pérdidas de sangre,
no identifican enfermedades graves en
niños, y son incapaces de detectar un
volumen de plasma inadecuado en
pacientes quemados. Un estudio retros-
pectivo de pacientes con lesión toráci-
coabdominal severa demostró que los
signos vitales normales o estables tras
la lesión no significaban que no existiese
una hemorragia con peligro de muerte.
Estos estudios sugieren que la utilidad
de los signos vitales es quizás un
indicador de la necesidad de inves-
tigaciones más profundas y apropiadas.
Por lo tanto, es importante señalar que
los parámetros de signos vitales norma-
les no garantizan un estado fisiológico
estable.
Frecuencia de los signos vitales
Existe limitada información relativa a la
frecuencia con la que debería realizarse
la observación del paciente y la mayoría
de ella está basada en encuestas a
enfermeras, informes de práctica clínica
y opinión de expertos.
Las encuestas a enfermeras han de-
mostrado que muchas admiten llevar a
cabo mediciones de signos vitales
frecuentes en los pacientes que pensa-
ban que no los requerían, y que se
habían convertido en un procedimiento
rutinario sin relación con las necesi-
dades percibidas del paciente.
Dos estudios evaluaron el impacto de
reducir la frecuencia de observaciones
post-operatorias, pero ambos implicaron
sólo cambios mínimos en la frecuencia
de medición. Un informe sobre la
práctica clínica describe el cambio entre
medir los signos vitales de 15 a 30
minutos durante una transfusión de
sangre y medirlos sólo al comienzo, a
los 15 minutos y al finalizar. Este informe
utilizó observación visual para monito-
rizar el estado del paciente en otros
momentos de la transfusión, y sugirió
que no había acuerdo de una práctica
segura.
Sin embargo, la fuerza de esta evidencia
es limitada por lo que no puede utilizar-
se para justificar un cambio en la
práctica. La revisión sistemática sobre
los “signos vitales” concluyó que ha
habido muy poca valoración crítica
sobre la frecuencia óptima de obser-
vación del paciente.
Signos vitales: frecuencia
respiratoria
La investigación existente sobre moni-
torizar el frecuencia respiratoria es
limitada, y estos estudios se centraron
en cuestiones como la imprecisión de la
medición de la frecuencia respiratoria
como indicador de disfunción respi-
ratoria.
Las imprecisiones en la medida de la
frecuencia respiratoria se han demostra-
do en la literatura. Un estudio comparó
la frecuencia respiratoria contada usan-
do un periodo de cuenta de 15 segundos
y de un minuto completo, y encontró
diferencias significativas en las medi-
ciones. La medida de la frecuencia
respiratoria en niños menores de cinco
años, en periodos de 30 y 60 segundos
varió muy poco, aunque se recomiendan
los periodos de 60 segundos.
Otro estudio demostró que la frecuencia
respiratoria rápida en bebés, contadas
utilizando un estetoscopio, fueron del 20
al 50% más altos que aquellas contadas
al lado de la cama sin la ayuda de
estetoscopio.
Se ha investigado el valor de la
frecuencia respiratoria como indicador
de una potencial disfunción respiratoria
pero los resultados sugieren que su
valor es limitado. Un estudio demostró
que sólo el 33% de las personas que se
presentaron en un servicio de urgencias
con una saturación de oxígeno por
debajo del 90% tuvieron un aumento de
la frecuencia respiratoria.
Una evaluación de la frecuencia respira-
toria para la diferenciación de la grave-
dad de enfermedades en bebés meno-
res de 6 meses demostró que no era
muy útil. Aproximadamente la mitad de
los bebés tenían una frecuencia respi-
ratoria superior a 50 respiraciones por
minuto, de ahí que se cuestione el valor
de tener un límite de 50 respiraciones
por minuto como indicador de una
enfermedad respiratoria grave. También
se ha demostrado que los factores como
llorar, dormir, agitación y edad tienen
una influencia significativa sobre la
frecuencia respiratoria. Como resultado
de estos estudios y de otros similares el
valor de la frecuencia respiratoria como
indicador de enfermedad grave es
limitado.
Signos vitales: pulso
Ha habido muy poca investigación sobre
la medición del pulso.
Es probable, que cuando el ritmo
cardiaco es motivo de preocupación, los
monitores cardiacos se utilicen para
determinar no sólo la frecuencia, sino
también el ritmo.
El papel del “patrón del pulso”, por
ejemplo pulso regular versus pulso
irregular o pulso fuerte versus pulso dé-
bil, no ha sido estudiado en el contexto
de signos vitales u observación del
paciente. Basándose en esto, es proba-
ble que se identifique un papel impor-
tante de la monitorización del pulso
cuando se requiera monitorización más
avanzada.
Se evaluó la medición del pulso de una
persona en presencia de fibrilación
auricular y los resultados sugieren que el
pulso, medido apicalmente utilizando un
estetoscopio por un periodo de cuenta
de 60 segundos, es probablemente la
medida más precisa. Este estudio
señaló que el 86% de las enfermeras
subestimaban el pulso, y que cuanto
más aumentaba el ritmo cardiaco tam-
bién aumentaba la magnitud de error.
Otro estudio recomendó un periodo de
cuenta de 30 segundos como la forma
más precisa y eficaz de medir el pulso,
señalando que el tiempo de cuenta de
15 segundos era el menos preciso.
Un tercer estudio demostró que no había
ningún beneficio en utilizar los periodos
de cuenta de 60 segundos, en lugar de
15 o 30.
Estos investigadores sugieren que
contar un pulso preciso puede ser más
difícil de lo que normalmente se admite.
Volume 3, Issue 3, page 3, 1999
Un estudio que evaluaba el pulso apical
en niños con un estetoscopio, sugirió
que el tiempo de medición puede no ser
el principal factor de errores, y que al
igual que la frecuencia respiratoria, el
estado del niño influye en el pulso
además de la enfermedad.
Aunque estos estudios han identificado
que la precisión de las mediciones de
pulso está influenciada por el número de
segundos durante los que se cuenta el
pulso, la importancia clínica de estos
resultados es poco precisa. Los resul-
tados contradictorios de los estudios
sugieren que el periodo de cuenta usado
para determinar el pulso tiene poca
importancia.
Signos vitales: presión
sanguínea
Los estudios sobre la medición de la
presión sanguínea con un esfigmoma-
nómetro se han centrado en cuestiones
como la precisión de la presión san-
guínea indirecta, la palpación versus el
tamaño del manguito de presión, la
posición del brazo durante las medi-
ciones y la técnica de los profesionales
de salud.
Directa versus Indirecta
Varios estudios han comparado las
mediciones de presión sanguínea direc-
ta (intra-arterial) e indirecta (ausculta-
ción). Puede afirmarse que hay pocas
diferencias importantes en las presiones
sistólicas medidas por ambos métodos,
con diferencias comprendidas entre los
3 mmHg en dos estudios y los 12mmHg
en un tercero.
Las diferencias en la presión diastólica
de la sangre son mayores, y están
influenciadas por el punto de referencia
utilizado. Cuando se utiliza la fase V del
ruido de Korotkoff (desaparición del rui-
do), ambos métodos proporcionan pre-
siones similares. Sin embargo, cuando
se utiliza la fase IV del ruido de Korotkoff
(amortiguamiento), las mediciones aus-
cultadas son significativamente mayores
que las presiones intra-arteriales (ver
tabla uno). Un estudio en niños demos-
tró que el uso de auscultación o palpa-
ción sobrestimaba la presión sistólica.
Consulte la tabla dos sobre la práctica
recomendada actualmente para la
medición de la presión sanguínea.
Palpación versus Auscultación
Una comparación entre las mediciones
de presión sanguínea sistólica tomadas
por auscultación y palpación demostró
que la diferencia entre ambas era de
menos de 8 mmHg. Aunque la palpación
se ha limitado comúnmente a la medi-
ción de la presión sanguínea sistólica,
un estudio demostró que las presiones
diastólicas podían ser palpadas con
precisión utilizando la arteria humeral
para identificar la fase aguda IV del
ruido de Korotkoff. Sin embargo, el valor
de esta técnica en práctica clínica, y su
precisión cuando la utilizan los profe-
sionales sanitarios, todavía debe ser
demostrada.
Tamaño del manguito de presión
La longitud y anchura del manguito de
presión hinchable (cámara de aire) que
se utiliza durante la medición de la
presión sanguínea puede ser una fuente
de error. Gran parte de la investigación
se ha centrado en la anchura del
manguito de presión (la dimensión a lo
ancho de la cámara de aire) como la
potencial fuente de este error. La
anchura estándar de los manguitos de
presión disponibles actualmente es de
aproximadamente 12cm, pero existen
también tamaños más grandes y más
pequeños. Los estudios han demostra-
do que el uso de un manguito demasia-
do estrecho tiene como resultado una
sobreestimación de la presión sanguí-
nea, y un manguito demasiado ancho
subestima la presión sanguínea. La
longitud del manguito tiene poca
influencia en la precisión.
Para personas obesas se ha sugerido
que los manguitos anchos (15cm) se
necesitarán cuando la circunferencia del
brazo de la persona sea de entre
33–35cm, y puede necesitarse un man-
guito de muslo (18cm de anchura) si la
circunferencia del brazo supera los
41cm. Sin embargo, se han demostrado
dificultades en la aplicación de mangui-
tos de muslo a brazos anchos. La
anchura de los manguitos puede tam-
bién ser importante cuando se mide la
presión sanguínea en neonatos y se ha
recomendado una anchura de manguito
igual al 50% de la circunferencia del
brazo aproximadamente.
Posición del brazo y del cuerpo
Comparaciones entre presiones san-
guíneas medidas en la persona sentada
con el brazo sujeto horizontalmente o
con el bazo descansando sobre el lado,
han demostrado una gran diferencia en
la presión sistólica de 11mmHg y
presión diastólica de 12mmHg. Cuando
el brazo se colocó por encima o por
debajo del nivel del corazón, las
mediciones de presión sanguínea
cambiaron hasta 20mmHg. Como
resultado de esto, se ha recomendado
que las presiones sanguíneas se tomen
en posición sentada con el brazo
apoyado horizontalmente aproxima-
damente al nivel del corazón.
Campana versus Diafragma
Se ha investigado la precisión de las
medidas de presión sanguínea con la
campana o con el diafragma del
estetoscopio. Un estudio demostró que
la campana del estetoscopio daba
lecturas más altas que las tomadas
utilizando el diafragma. Estos resultados
fueron sustentados por otro estudio, en
el que los investigadores recomendaban
el uso de la campana para todas las
mediciones de presión sanguínea.
Tabla uno
Ruidos de Korotkoff
La medición de la presión sanguínea por auscultación se basa en los ruidos producidos por los
cambios en el flujo sanguíneo, denominados ruidos de Korotkoff, y son:
1. Fase I Nivel de presión en el que se oyen los primeros golpes de sonidos leves y claros, que
aumentan a medida que el manguito de deshincha (punto de referencia para presión sanguínea
sistólica).
2. Fase II Durante el deshinche del manguito, cuando se oyen sonidos de murmullo o silbido.
3. Fase III Periodo durante el cual los sonidos son más nítidos y aumenta su intensidad.
4. Fase IV Cuando se oye un amortiguamiento de sonido claro y abrupto.
5. Fase V Nivel de presión en el que se oye el último sonido (punto de referencia para presión sanguínea
diastólica).
Volume 3, Issue 3, page 4, 1999
Técnica de los profesionales
sanitarios
La técnica utilizada por los profesionales
sanitarios para medir la presión san-
guínea ha demostrado ser diferente de la
práctica recomendada.
Utilizando como estándar las Normativas
de la Asociación Americana del Corazón,
un estudio demostró que el 57% de los
estudiantes de enfermería no respetaban
estas normativas en áreas como coloca-
ción del manguito, estimación de la
presión sistólica por palpación, cálculo
de la presión de inflado correcta, y
colocación correcta del estetoscopio.
Otro estudio de 172 profesionales sanita-
rios concluyó que las enfermeras y
médicos evaluaban la presión sanguínea
de forma inadecuada, incorrecta e
imprecisa, y que sólo el 3% de los médi-
cos generales y el 2% de las enfermeras
obtenían resultados fiables. Dos estudios
que evaluaban el impacto de programas
educativos sobre medición de presión
sanguínea, demostraron que éstos
aumentaron la concordancia entre las
diferentes lecturas de presión sanguínea
y también redujeron significativamente
las diferencias en la técnica del operador.
Limitaciones
Un estudio descriptivo de las presiones
sanguíneas en pacientes críticos que
habían sufrido una parada cardiaca puso
de relieve algunas limitaciones de estas
mediciones. De los 15 pacientes investi-
gados, 5 pacientes tenían presiones san-
guíneas intraarteriales adecuadas, pero
presiones de manguito ilegibles. Cuatro
pacientes tuvieron presiones de mangui-
to aproximadas a lo normal, pero tuvie-
ron un gasto cardiaco inadecuado. Este
estudio sugiere que las mediciones
indirectas de presión sanguínea no
siempre reflejan de forma precisa el
estado hemodinámico de los pacientes
críticos.
Signos vitales: Temperatura
El mayor volumen de investigación
identificado durante la búsqueda de
literatura trataba sobre diversos aspectos
de la medición de temperatura. Estos
estudios resaltan la gran gama de
métodos y zonas del cuerpo que se
utilizan para medir la temperatura (ver
tabla tres). A causa del volumen de
investigación, se resumirán las compara-
ciones de diferentes métodos de medi-
ción de temperatura como una revisión
sistemática aparte. En este practice
information sheet se resumen estudios
que tratan aspectos de las temperaturas
oral, rectal, axilar y timpánica.
Cuestiones generales
Aunque se ha prestado mucha atención
a la precisión de la medición, un estudio
evaluó el tacto como una criba para la
fiebre y demostró que aunque las
madres y estudiantes de medicina so-
brestimaban la incidencia de fiebre al
usar el tacto, raramente no percibían su
presencia en un niño. Los resultados de
este estudio quizás desafían el actual
objetivo de la investigación sobre la
precisión de las mediciones utilizando
décimas de grados, cuando el simple
tacto es una medida precisa para la
fiebre. El uso de la temperatura como
criterio de alta para una unidad quirúr-
gica ambulatoria ha sido estudiado, pero
los resultados sugieren que no es útil
para valorar la disposición para el alta.
Temperaturas orales
Los estudios que evalúan las mediciones
en las diferentes áreas de la boca
recomiendan utilizar la cavidad sublin-
gual derecha o izquierda, pues estas
provocan registros de temperatura más
altos.
La evaluación del impacto de la terapia
de oxígeno en temperaturas orales ha
obtenido resultados contradictorios en
cuanto a su importancia estadística, sin
embargo ningún estudio demostró un
efecto clínico importante.
Igualmente, índices diferentes de flujo de
oxígeno, de 2 litros a 6 litros por minuto,
y gas inspirado calentado o enfriado,
demostraron no influir en las mediciones
de temperatura oral. Dos estudios
demostraron que las frecuencia respira-
toria elevada tenía una pequeña influen-
cia en temperaturas orales, pero estos
resultados fueron contradichos por otro
estudio que demostró que ni la respira-
ción rápida ni la profunda, solas o combi-
nadas, tenían efectos importantes en
temperaturas orales.
Los estudios han demostrado que beber
agua caliente o fría tenía un impacto
importante en las temperaturas orales
registradas, y se ha sugerido esperar de
15 a 20 minutos después de beber para
asegurar la precisión.
Fumar no cambia las mediciones de
temperatura orales.
Los investigadores han evaluado el
tiempo requerido por los termómetros de
mercurio para registrar de forma precisa
la temperatura oral de la persona.
Un estudio demostró que con adultos
sanos, usar un tiempo de medición de
dos minutos tuvo como resultado que el
27% de las lecturas de temperatura
tuviesen un error de al menos 0.3°C. Un
estudio que evaluó el tiempo de medición
del termómetro en adultos afebriles y
febriles, sugirió un tiempo de medida de
seis minutos como un compromiso entre
tiempo óptimo y los aspectos clínicos
prácticos mientras que otro recomendó
un tiempo de medición de siete minutos
para asegurar que la mayoría de las
temperaturas afebriles y febriles fuesen
registradas correctamente. Sin embargo,
una encuesta de enfermeras demostró
que la mayoría dejaban el termómetro de
mercurio en la boca durante menos de 3
minutos.
Tabla dos
Técnica de medición de presión sanguínea recomendada
Según la información publicada, a continuación se expone un resumen de la práctica recomendada
• El paciente debería estar sentado, haber descansado durante 5 minutos y apoyar el brazo al nivel del corazón.
• Debería utilizarse un manguito de presión de un tamaño adecuado, y la cámara de aire debería rodear casi o
completamente (por lo menos el 80%) el brazo.
• Los pacientes no deberían haber fumado o ingerido cafeína durante los 30 minutos anteriores a las
mediciones.
• Las mediciones deberían tomarse con un esfigmomanómetro, un manómetro aneroide recientemente
calibrado, o un sistema electrónico calibrado.
• Deberían registrarse tanto la presión sanguínea sistólica como la diastólica.
• La fase V de Korotkoff (desaparición del ruido) debería utilizarse para la lectura diastólica.
• Debería hacerse un promedio de dos o más lecturas, separadas por 2 minutos, y tomarse más si difieren en
más de 5mmHg.
Volume 3, Issue 3, page 5, 1999
Temperatura axilar
La investigación existente sobre las
temperaturas axilares es muy limitada.
Un estudio evaluó las mediciones de
temperatura axilares en mujeres ancia-
nas, y encontró una gran variación entre
los individuos.
Mientras que las temperaturas axilares
medias eran de aproximadamente 36°C,
la amplia gama de temperaturas que se
dieron impidió la identificación de una
cifra única que pudiese ser considerada
la temperatura axilar “normal”. Otro
estudio evaluó la influencia de infusiones
intravenosas, por medio de las extremi-
dades superiores de los neonatos, sobre
las temperaturas axilares y demostró que
tenía poca importancia en términos de
precisión de la temperatura.
Temperatura timpánica
Ha habido mucha investigación sobre las
mediciones de la temperatura timpánica,
desde la influencia de infecciones y
cerumen en la precisión de la medición
hasta la técnica optima. Algunos estudios
han evaluado el impacto de la otitis
media en las temperaturas timpánicas y
sugieren que tiene poco efecto; mientras
que algunos estudios han demostrado
una diferencia estadística importante
entre las temperaturas timpánicas de
gente con otitis media unilateral, esta
diferencia fue aproximadamente de
0.1°C y por lo tanto de poca importancia
clínica. La presencia de cerumen influye
en las lecturas de la temperatura timpá-
nica, y mientras que los resultados son
variables, sugieren que una proporción
importante de las lecturas de tempera-
tura tomadas en el oído taponado serán
más de 0.3°C más bajas que cuando el
oído no está taponado.
Estudios que han evaluado la técnica
sugieren que debería realizarse un
estiramiento del pabellón auricular (tirón
de orejas) durante la medición de las
temperaturas timpánicas, ya que se ha
demostrado que esto endereza el canal
auditivo externo. El fracaso en el tirón de
orejas implica que los termómetros de
infrarrojos sólo se dirijan parcialmente a
la membrana timpánica. La técnica del
tirón en adultos se ha descrito como
“pulling the pinna” (pabellón auricular)
hacia arriba y hacia atrás, y en niños es
“pulling the pinna” hacia atrás.
Evaluaciones del impacto de la tempera-
tura ambiente sobre las temperaturas
timpánicas sugieren que mientras un
ambiente caliente puede afectar significa-
tivamente a las lecturas, el frío no tiene
gran efecto.
El análisis del coste de los diferentes
métodos de medición de temperatura
sugiere que las mediciones por infra-
rrojos pueden ser las más rentables a
pesar de los grandes gastos iniciales.
Estos ahorros son el resultado de la
capacidad de lecturas rápidas de estos
instrumentos, y los ahorros en costes
laborales resultantes.
Temperatura rectal
Muchos estudios han comparado los
diferentes métodos de medición de tem-
peratura, y normalmente las temperatu-
ras rectales se utilizan como la compara-
ción estándar. Sin embargo, estos estu-
dios se resumirán en una revisión siste-
mática aparte. La cuestión documentada
más comúnmente relacionada con la
medición de la temperatura rectal es la
de perforación rectal, que resulta un ries-
go principalmente para los neonatos y
para los niños. Otras complicaciones
documentadas incluyen peritonitis como
consecuencia de la perforación rectal, y
un caso de migración intra-espinal de un
termómetro rectal en un niño de dos
años, que se rompió durante una medi-
ción de la temperatura rectal rutinaria.
Una revisión de los registros hospita-
larios de diez años identificó a 16 niños
ingresados en una unidad quirúrgica con
termómetros rectales rotos o retenidos.
Como respuesta a este problema se
recomendaron preferentemente las medi-
ciones de temperatura axilares frente a
las rectales. Con la aparición de los
termómetros timpánicos por infrarrojos,
estas complicaciones parece que serán
menos frecuentes.
Las diferentes áreas del cuerpo que han sido
utilizadas para medir la temperatura corporal
son:
• boca
• axila
• membrana timpánica
• recto
• superficie de la piel
• arteria pulmonar
• nariz
• ingle
• esófago
• tráquea
• vejiga
• orina
Una amplia gama de instrumentos se han
utilizado para medir estas temperaturas, e
incluyen:
• termómetro de cristal de mercurio
• termómetro electrónico
• catéter de la arteria pulmonar
• tubo endotraqueal con sonda de temperatura
• catéter urinario con sonda de temperatura
• termómetro de cristal líquido
• termómetros desechables
• termómetros por infrarrojos (timpánicos)
Tabla tres
Medición de temperatura
Versión original traducida al castellano por: Lucía García Grande
Traducción revisada por: Mercedes Vicente Hernández
Bajo la coordinación del Centro Colaborador Español del Instituto Joanna Briggs para los Cuidados de Salud
Basados en la Evidencia
Volume 3, Issue 3, page 6, 1999
Translated and disseminated by:
For further information contact:
• The Joanna Briggs Institute for Evidence Based Nursing and Midwifery, Margaret Graham Building,
Royal Adelaide Hospital, North Terrace, South Australia, 5000.
http://www.joannabriggs.edu.au, ph: 08) 8303 4880 fax: (08) 8303 4881
• NHS Centre for Reviews and Dissemination, Subscriptions Department, Pearson Professional, PO
Box 77, Fourth Avenue, Harlow CM19 5BQ UK.
• AHCPR Publications Clearing House, PO Box 8547, Silver Spring, MD 20907 USA
“The procedures described in Best
Practice must only be used by people
who have appropriate expertise in the
field to which the procedure relates. The
applicability of any information must be
established before relying on it. While
care has been taken to ensure that this
edition of Best Practice summarises
available research and expert consensus,
any loss, damage, cost, expense or
liability suffered or incurred as a result of
reliance on these procedures (whether
arising in contract, negligence or
otherwise) is, to the extent permitted by
law, excluded”.
Agradecimientos
This publication was produced based on a
systematic review of the research literature
undertaken by The Joanna Briggs Institute
under the guidance of a review panel of
clinical experts, and was led by Mr. David
Evans – Coordinator of Reviews, The
Joanna Briggs Institute; Mr. Brent
Hodgkinson – Research Officer, The
Joanna Briggs Institute; and Ms Judith
Berry – Nursing Director, The Royal
Adelaide Hospital. The Joanna Briggs
Institute would like to acknowledge and
thank the review panel members whose
expertise was invaluable throughout this
activity. The review panel members were:
• Ms Judith Berry
• Ms Heidi Silverston
• Mr Peter Le-Gallou
• Ms Deb Henrys
• Ms Kathy Read
• Ms Lee Hussie
• Ms Sue Edwards
• Ms Annette Heinmann
• Ms Hazel Morrison
• Mr Lyell Brougham
Recomendaciones
Debido a la falta de evidencia con relación a la mayoría de las cuestiones más amplias sobre observación del paciente, estas
recomendaciones han sido elaboradas por el panel de expertos, y han sido clasificadas en el nivel IV de recomendación
(opinión de expertos)
• Las observaciones de pacientes específicas, su frecuencia y duración, deberían basarse más en la evaluación clínica que sólo en el
protocolo.
• La observación de pacientes debería realizarse tan a menudo como indique el estado clínico del paciente.
• Los médicos principiantes deberían validar su evaluación clínica con un médico más experimentado.
• Los signos vitales no deberían utilizarse como una forma de garantizar visitas frecuentes de la enfermera.
• Cuando los exámenes visuales o la inspección del paciente es todo lo que requiere el estado clínico del paciente, esto debería
considerarse como una forma aceptable de observación del paciente.
• Los profesionales de salud deberían estar entrenados para realizar una observación del paciente de forma estandarizada dentro de
cada institución, y conocer los riesgos y limitaciones asociados a esta actividad.
• La pulsioximetría debería considerarse un signo vital en situaciones en que una evaluación y monitorización precisa es crítica.
Otras cuestiones importantes apuntadas por el panel de expertos son:
• Las áreas clínicas deberían identificar quién tiene la responsabilidad de determinar la frecuencia y naturaleza de las observaciones de
los pacientes.
• Las tendencias en las observaciones son más importantes que las mediciones individuales.
• Lo que ocurre con la información después de ser recogida es tan importante como la precisión de los parámetros individuales.
Implicaciones para la práctica
Mientras que existe mucha investigación sobre aspectos específicos de la observación de los pacientes, como la precisión de las
mediciones individuales, hay poca investigación que trate sobre cuestiones más amplias de la forma más eficaz y efectiva para
monitorizar el progreso de los pacientes. Sin embargo, existe una necesidad de las áreas clínicas de determinar el papel de la
observación del paciente dentro de su entorno, con particular referencia a los cuatro parámetros tradicionales de los signos
vitales para garantizar que:
1. la observación es adecuada al estado clínico del paciente;
2. las tecnologías disponibles se utilizan adecuadamente, para complementar o incluso sustituir los modos menos efectivos de
observación del paciente; y
3. la observación inadecuada, basada en la costumbre más que en la necesidad, debería reducirse.
Otras cuestiones identificadas durante la revisión sistemática que tienen un impacto sobre la práctica clínica son:
1. el término “observación” debería utilizarse preferentemente para “signos vitales”, ya que esto refleja mejor la diversidad de lo que puede
constituir la monitorización del paciente;
2. el recto no debería ser la primera elección para la medición de temperatura;
3. los parámetros de signos vitales normales no garantizan un estado fisiológico normal;
4. los programas formativos serían probablemente efectivos para mejorar la técnica de medición de la presión sanguínea de los
profesionales de salud; y
5. aunque muchos factores pueden tener poca influencia en la precisión de las mediciones de signos vitales, puede existir un efecto
acumulativo, y por lo tanto las organizaciones deberían promover un método estándar para todas las mediciones

Contenu connexe

Tendances

Rehabilitación Cardiaca: Cardiopatía Isquémica
Rehabilitación Cardiaca: Cardiopatía IsquémicaRehabilitación Cardiaca: Cardiopatía Isquémica
Rehabilitación Cardiaca: Cardiopatía IsquémicaJavier Blanquer
 
Valoracion preanestesica
Valoracion preanestesicaValoracion preanestesica
Valoracion preanestesicaPedro Carmona
 
Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...
Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...
Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...guestb87844
 
Recomendaciones hipotiroidismo
Recomendaciones hipotiroidismoRecomendaciones hipotiroidismo
Recomendaciones hipotiroidismosextosemestre
 
Efectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonar
Efectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonarEfectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonar
Efectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonarEduardo R
 
S0120563316300912 s300 es (2)
S0120563316300912 s300 es (2)S0120563316300912 s300 es (2)
S0120563316300912 s300 es (2)ximojuan35
 
FISIOTERAPIA CARDIACA
FISIOTERAPIA CARDIACAFISIOTERAPIA CARDIACA
FISIOTERAPIA CARDIACANico Gervacio
 
Topic enf cronica vnz
Topic enf cronica vnzTopic enf cronica vnz
Topic enf cronica vnzwilderzuniga
 
Rehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerza
Rehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerzaRehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerza
Rehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerzaeuskalemfyre
 
Medico en rehabilitacion cardiaca
Medico en rehabilitacion cardiacaMedico en rehabilitacion cardiaca
Medico en rehabilitacion cardiacaMogollones
 
¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...
¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...
¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...Sociedad Española de Cardiología
 
Efectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 años
Efectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 añosEfectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 años
Efectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 añosJavier Rezola
 
Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2
Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2
Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2Marco Galvez
 

Tendances (19)

Rehabilitación Cardiaca: Cardiopatía Isquémica
Rehabilitación Cardiaca: Cardiopatía IsquémicaRehabilitación Cardiaca: Cardiopatía Isquémica
Rehabilitación Cardiaca: Cardiopatía Isquémica
 
Valoracion preanestesica
Valoracion preanestesicaValoracion preanestesica
Valoracion preanestesica
 
Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...
Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...
Las cifras mágicas en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovasc...
 
Charlaepoc2
Charlaepoc2Charlaepoc2
Charlaepoc2
 
Titulación de fármacos en la insuficiencia cardiaca
Titulación de fármacos en la insuficiencia cardiacaTitulación de fármacos en la insuficiencia cardiaca
Titulación de fármacos en la insuficiencia cardiaca
 
Recomendaciones hipotiroidismo
Recomendaciones hipotiroidismoRecomendaciones hipotiroidismo
Recomendaciones hipotiroidismo
 
Rehabilitacion cardiaca
Rehabilitacion cardiacaRehabilitacion cardiaca
Rehabilitacion cardiaca
 
Efectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonar
Efectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonarEfectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonar
Efectos de los beta bloqueantes en pacientes con hipertension arterial pulmonar
 
Guias en español 2010
Guias en español 2010Guias en español 2010
Guias en español 2010
 
S0120563316300912 s300 es (2)
S0120563316300912 s300 es (2)S0120563316300912 s300 es (2)
S0120563316300912 s300 es (2)
 
FISIOTERAPIA CARDIACA
FISIOTERAPIA CARDIACAFISIOTERAPIA CARDIACA
FISIOTERAPIA CARDIACA
 
Topic enf cronica vnz
Topic enf cronica vnzTopic enf cronica vnz
Topic enf cronica vnz
 
Rehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerza
Rehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerzaRehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerza
Rehabilitación cardiaca, entrenamiento de la fuerza
 
7jointhtacastellano
7jointhtacastellano7jointhtacastellano
7jointhtacastellano
 
Medico en rehabilitacion cardiaca
Medico en rehabilitacion cardiacaMedico en rehabilitacion cardiaca
Medico en rehabilitacion cardiaca
 
¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...
¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...
¿Qué papel tiene la enfermera en el paciente con insuficiencia cardiaca? ¿Hay...
 
Efectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 años
Efectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 añosEfectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 años
Efectos del tto anti hipertensivo en mayores de 65 años
 
Rehabilitacion cardiaca
Rehabilitacion cardiacaRehabilitacion cardiaca
Rehabilitacion cardiaca
 
Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2
Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2
Protocolo de estudio Accord "Efectos del control intensivo de la TA en DM 2
 

Similaire à Signos vitales evidencia práctica enfermería

Medicina basada en la evidencia
Medicina basada en la evidenciaMedicina basada en la evidencia
Medicina basada en la evidenciarubenroa
 
19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc
19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc
19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traducgaloagustinsanchez
 
Aafp age charts for periodic health examinations birth to 18 months
Aafp age charts for periodic health examinations birth to 18 monthsAafp age charts for periodic health examinations birth to 18 months
Aafp age charts for periodic health examinations birth to 18 monthsJoaquin Castañeda
 
Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...
Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...
Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...Angel Abel Mesado Gómez
 
Para Resolver Casos ClíNicos
Para Resolver Casos ClíNicosPara Resolver Casos ClíNicos
Para Resolver Casos ClíNicosguest2bb95e
 
Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)
Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)
Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)Julio J. Chen
 
Ube preguntas-clinicas
Ube preguntas-clinicasUbe preguntas-clinicas
Ube preguntas-clinicasuroportal
 
capitulo.3.proceso.analitico.pdf proceso
capitulo.3.proceso.analitico.pdf procesocapitulo.3.proceso.analitico.pdf proceso
capitulo.3.proceso.analitico.pdf procesoGabrielLinares29
 
Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012
Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012
Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012Asuncion Anton Martinez
 
Prevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadora
Prevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadoraPrevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadora
Prevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadoraPrevencionar
 
Instrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOC
Instrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOCInstrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOC
Instrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOCBeto Muñoz
 
Valoración pre anestésica.pptx
Valoración pre anestésica.pptxValoración pre anestésica.pptx
Valoración pre anestésica.pptxDanielaGOsorio
 
Seminario n°2
Seminario n°2Seminario n°2
Seminario n°2PiaCiuchi
 
Seminario n°2
Seminario n°2Seminario n°2
Seminario n°2PiaCiuchi
 
Resumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdf
Resumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdfResumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdf
Resumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdfMaarrAicardi1
 
SCORE MAMA MODIFICADO.pdf
SCORE MAMA MODIFICADO.pdfSCORE MAMA MODIFICADO.pdf
SCORE MAMA MODIFICADO.pdfYesika54
 
Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia ...
Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia  ...Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia  ...
Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia ...ALEX EDUARDO MEDINA AGUILAR
 
el diagnóstico de una enfermedad laboral
el  diagnóstico de una enfermedad laboralel  diagnóstico de una enfermedad laboral
el diagnóstico de una enfermedad laboralmonrou
 
Tipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdf
Tipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdfTipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdf
Tipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdfDiegoAndresGarciaRoc
 

Similaire à Signos vitales evidencia práctica enfermería (20)

Medicina basada en la evidencia
Medicina basada en la evidenciaMedicina basada en la evidencia
Medicina basada en la evidencia
 
Recordando las bases
Recordando las basesRecordando las bases
Recordando las bases
 
19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc
19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc
19951130 la necesidad de la medicina basada en pruebas. sackett.traduc
 
Aafp age charts for periodic health examinations birth to 18 months
Aafp age charts for periodic health examinations birth to 18 monthsAafp age charts for periodic health examinations birth to 18 months
Aafp age charts for periodic health examinations birth to 18 months
 
Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...
Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...
Tratamiento no CPAP en el sd. de apnea obstructiva del sueño (Trabajo de Neum...
 
Para Resolver Casos ClíNicos
Para Resolver Casos ClíNicosPara Resolver Casos ClíNicos
Para Resolver Casos ClíNicos
 
Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)
Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)
Resumen del Estudio CHAS (Asma - España)
 
Ube preguntas-clinicas
Ube preguntas-clinicasUbe preguntas-clinicas
Ube preguntas-clinicas
 
capitulo.3.proceso.analitico.pdf proceso
capitulo.3.proceso.analitico.pdf procesocapitulo.3.proceso.analitico.pdf proceso
capitulo.3.proceso.analitico.pdf proceso
 
Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012
Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012
Guia practica del hipotiroidismo en adultos 2012
 
Prevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadora
Prevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadoraPrevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadora
Prevalencia de la práctica de ejercicio físico en población trabajadora
 
Instrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOC
Instrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOCInstrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOC
Instrumentos de evaluación de calidad de vida en pacientes con EPOC
 
Valoración pre anestésica.pptx
Valoración pre anestésica.pptxValoración pre anestésica.pptx
Valoración pre anestésica.pptx
 
Seminario n°2
Seminario n°2Seminario n°2
Seminario n°2
 
Seminario n°2
Seminario n°2Seminario n°2
Seminario n°2
 
Resumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdf
Resumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdfResumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdf
Resumen de la Bibliografia Oficial de MF.pdf
 
SCORE MAMA MODIFICADO.pdf
SCORE MAMA MODIFICADO.pdfSCORE MAMA MODIFICADO.pdf
SCORE MAMA MODIFICADO.pdf
 
Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia ...
Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia  ...Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia  ...
Baja adherencia al tratamiento hipolipemiante en pacientes con dislipidemia ...
 
el diagnóstico de una enfermedad laboral
el  diagnóstico de una enfermedad laboralel  diagnóstico de una enfermedad laboral
el diagnóstico de una enfermedad laboral
 
Tipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdf
Tipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdfTipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdf
Tipos_de_estudios_epidemiolgicos_Cap_3_-_Epidemiologia_bsica (1).pdf
 

Dernier

PREDICA la lengua como controlarla 223.pdf
PREDICA  la lengua como controlarla 223.pdfPREDICA  la lengua como controlarla 223.pdf
PREDICA la lengua como controlarla 223.pdfRamiroJacome
 
Presentacion de el libro habitos atomicos
Presentacion de el libro habitos atomicosPresentacion de el libro habitos atomicos
Presentacion de el libro habitos atomicosVera832809
 
Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024Karol Vargas
 
EL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIO
EL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIOEL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIO
EL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIOOtonVelez
 
Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024Karol Vargas
 
Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?
Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?
Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?Angel Erazo
 

Dernier (8)

PREDICA la lengua como controlarla 223.pdf
PREDICA  la lengua como controlarla 223.pdfPREDICA  la lengua como controlarla 223.pdf
PREDICA la lengua como controlarla 223.pdf
 
Presentacion de el libro habitos atomicos
Presentacion de el libro habitos atomicosPresentacion de el libro habitos atomicos
Presentacion de el libro habitos atomicos
 
Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Mayo 2024
 
EL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIO
EL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIOEL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIO
EL JUEGO DE LA VIDA PRESENTACION DEL EVANGELIO
 
FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdfFESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
 
FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdfFESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
 
Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024
Catálogo de Oriflame Costa Rica Junio 2024
 
Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?
Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?
Un tema católica sobre ¿Qué es la liturgia?
 

Signos vitales evidencia práctica enfermería

  • 1. Volume 3, Issue 3, page 1, 1999 BestPracticeEvidence Based Practice Information Sheets for Health Professionals Reproducido del Best Practice 1999;3(3):1-6 ISSN 1329-1874 Signos Vitales Agradecimientos Este Best Practice Information Sheet está basado en una revisión sistemática de la investigación sobre signos vitales. Si desea consultar las referencias originales en las que se basa esta information sheet, están disponibles en el informe de la revisión sistemática publicado por el Instituto Joanna Briggs. Introducción La observación de los pacientes es una parte importante de los cuidados de enfermería porque permite monitorizar el progreso del paciente y garantizar una temprana detección de sucesos adver- sos o recuperación retardada. La obser- vación de los pacientes, o signos vitales, tradicionalmente consiste en presión sanguínea, temperatura, pulso y fre- cuencia respiratoria. Recientemente se realizó una revisión sistemática que trataba la finalidad de los signos vitales, la frecuencia óptima con la que debían realizarse, qué observaciones constitu- yen signos vitales y la identificación de aspectos relacionados con las medidas individuales de temperatura, pulso, res- piración y presión sanguínea. Este Best Practice Information Sheet resume la mejor evidencia actual sobre el tema. En este information sheet, el término observación se refiere a la observación del paciente en general, mientras que signos vitales se utiliza en referencia específica a la temperatura, pulso, respiración y presión sanguínea. Signos vitales: Cuestiones generales Signos vitales versus Observación La medición de la temperatura, pulso, ritmo cardíaco y presión sanguínea se denominan como signos vitales u obser- vación. Ninguno de los dos términos ha sido bien definido y su uso es desigual y, a veces, intercambiable. El término signos vitales sugiere la medición de funciones fisiológicas vita- les o críticas, mientras que el término “observación” implica un ámbito más amplio de mediciones. Al no existir una definición clara en la literatura, el panel de expertos que realizó la revisión sistemática argumentó que observación es el término más apropiado, pues refleja de forma más precisa la práctica clínica actual. Esto implica que la observación del paciente no debe limi- tarse a los cuatro parámetros tradicio- nales sino ser complementada por otras mediciones según indique el estado clínico del paciente. Qué se considera Signos Vitales Tradicionalmente, el término “signos vitales” se utiliza con referencia a la medición de la temperatura, frecuencia respiratoria, pulso y presión sanguínea. Sin embargo, en la literatura hay sugerencias de que estos parámetros podrían complementarse con otras mediciones útiles como el estado nutri- cional, el ser fumador o no, espirome- tría, signos vitales ortostáticos y pulsio- ximetría. Sin embargo, sólo la pulsio- ximetría y determinar si un paciente es fumador o no fumador han demostrado cambiar la práctica clínica. Algunos estudios han demostrado que, en algunas situaciones, la pulsioximetría es útil para detectar un deterioro de la función fisiológica que de otra forma no podría conocerse. Este Best Practice Information Sheet abarca: 1. Signos vitales: Cuestiones generales 2. Signos vitales: Índice respiratorio 3. Signos vitales: Pulso 4. Signos vitales: Presión sanguínea 5. Signos vitales: Temperatura Niveles de Evidencia Todos los estudios se clasificaron según el nivel de la evidencia basándonos en el siguiente sistema de clasificación. Nivel I Evidencia obtenida de una revisión sistemática de todos los ensayos clínicos con asignación aleatoria relevantes. Nivel II Evidencia obtenida de al menos un ensayo clínico con asignación aleatoria bien diseñado. Nivel III.1 Evidencia obtenida de ensayos clínicos sin asignación aleatoria bien diseñados. Nivel III.2 Evidencia obtenida de estudios de cohortes o de casos y controles bien diseñados, preferi- blemente de más de un centro o grupo de investigación. Nivel III.3 Evidencia obtenida de series temporales con o sin intervención. Resultados importantes en experimentos no controlados. Nivel IV Opinión de profesionales de reconocido pres- tigio, basada en experiencia clínica, estudios descriptivos o informes de comités de expertos
  • 2. Volume 3, Issue 3, page 2, 1999 Esto ha causado una reducción del número de investigaciones realizadas y ha cambiado el manejo planificado de los pacientes. Según esto, se ha recomendado la pulsioximetría como un signo útil a añadir a las cuatro mediciones tradicionales del estado fisiológico. Se ha evaluado el uso del concepto “ser fumador o no fumador es un signo vital” durante el primer encuentro con el paciente y se ha demostrado que aumenta la probabilidad de que la terapia y los consejos para dejar de fumar sean proporcionados por el profesional sanitario. Aunque este pará- metro no encaja en el concepto tradicional de signos vitales, puede desempeñar un papel importante durante la evaluación inicial del paciente. Otras mediciones de signos vitales propuestas, como los signos vitales nutricionales y ortostáticos, no han demostrado tener influencia en el manejo del paciente. Aunque existen otras mediciones y escalas, su papel en el conjunto de observaciones del paciente aún queda por determinar. Sin duda, en algunas situaciones la simple observación visual del paciente puede ser todo lo que se requiere para monitorizar el progreso y estado clínico del paciente, pero esto aún tiene que valorarse. Limitaciones En base a los resultados de un número reducido de estudios, podemos afirmar que los signos vitales son bastante limitados a la hora de detectar cambios fisiológicos importantes. Algunos ejem- plos incluyen: el hecho de que no detectan grandes pérdidas de sangre, no identifican enfermedades graves en niños, y son incapaces de detectar un volumen de plasma inadecuado en pacientes quemados. Un estudio retros- pectivo de pacientes con lesión toráci- coabdominal severa demostró que los signos vitales normales o estables tras la lesión no significaban que no existiese una hemorragia con peligro de muerte. Estos estudios sugieren que la utilidad de los signos vitales es quizás un indicador de la necesidad de inves- tigaciones más profundas y apropiadas. Por lo tanto, es importante señalar que los parámetros de signos vitales norma- les no garantizan un estado fisiológico estable. Frecuencia de los signos vitales Existe limitada información relativa a la frecuencia con la que debería realizarse la observación del paciente y la mayoría de ella está basada en encuestas a enfermeras, informes de práctica clínica y opinión de expertos. Las encuestas a enfermeras han de- mostrado que muchas admiten llevar a cabo mediciones de signos vitales frecuentes en los pacientes que pensa- ban que no los requerían, y que se habían convertido en un procedimiento rutinario sin relación con las necesi- dades percibidas del paciente. Dos estudios evaluaron el impacto de reducir la frecuencia de observaciones post-operatorias, pero ambos implicaron sólo cambios mínimos en la frecuencia de medición. Un informe sobre la práctica clínica describe el cambio entre medir los signos vitales de 15 a 30 minutos durante una transfusión de sangre y medirlos sólo al comienzo, a los 15 minutos y al finalizar. Este informe utilizó observación visual para monito- rizar el estado del paciente en otros momentos de la transfusión, y sugirió que no había acuerdo de una práctica segura. Sin embargo, la fuerza de esta evidencia es limitada por lo que no puede utilizar- se para justificar un cambio en la práctica. La revisión sistemática sobre los “signos vitales” concluyó que ha habido muy poca valoración crítica sobre la frecuencia óptima de obser- vación del paciente. Signos vitales: frecuencia respiratoria La investigación existente sobre moni- torizar el frecuencia respiratoria es limitada, y estos estudios se centraron en cuestiones como la imprecisión de la medición de la frecuencia respiratoria como indicador de disfunción respi- ratoria. Las imprecisiones en la medida de la frecuencia respiratoria se han demostra- do en la literatura. Un estudio comparó la frecuencia respiratoria contada usan- do un periodo de cuenta de 15 segundos y de un minuto completo, y encontró diferencias significativas en las medi- ciones. La medida de la frecuencia respiratoria en niños menores de cinco años, en periodos de 30 y 60 segundos varió muy poco, aunque se recomiendan los periodos de 60 segundos. Otro estudio demostró que la frecuencia respiratoria rápida en bebés, contadas utilizando un estetoscopio, fueron del 20 al 50% más altos que aquellas contadas al lado de la cama sin la ayuda de estetoscopio. Se ha investigado el valor de la frecuencia respiratoria como indicador de una potencial disfunción respiratoria pero los resultados sugieren que su valor es limitado. Un estudio demostró que sólo el 33% de las personas que se presentaron en un servicio de urgencias con una saturación de oxígeno por debajo del 90% tuvieron un aumento de la frecuencia respiratoria. Una evaluación de la frecuencia respira- toria para la diferenciación de la grave- dad de enfermedades en bebés meno- res de 6 meses demostró que no era muy útil. Aproximadamente la mitad de los bebés tenían una frecuencia respi- ratoria superior a 50 respiraciones por minuto, de ahí que se cuestione el valor de tener un límite de 50 respiraciones por minuto como indicador de una enfermedad respiratoria grave. También se ha demostrado que los factores como llorar, dormir, agitación y edad tienen una influencia significativa sobre la frecuencia respiratoria. Como resultado de estos estudios y de otros similares el valor de la frecuencia respiratoria como indicador de enfermedad grave es limitado. Signos vitales: pulso Ha habido muy poca investigación sobre la medición del pulso. Es probable, que cuando el ritmo cardiaco es motivo de preocupación, los monitores cardiacos se utilicen para determinar no sólo la frecuencia, sino también el ritmo. El papel del “patrón del pulso”, por ejemplo pulso regular versus pulso irregular o pulso fuerte versus pulso dé- bil, no ha sido estudiado en el contexto de signos vitales u observación del paciente. Basándose en esto, es proba- ble que se identifique un papel impor- tante de la monitorización del pulso cuando se requiera monitorización más avanzada. Se evaluó la medición del pulso de una persona en presencia de fibrilación auricular y los resultados sugieren que el pulso, medido apicalmente utilizando un estetoscopio por un periodo de cuenta de 60 segundos, es probablemente la medida más precisa. Este estudio señaló que el 86% de las enfermeras subestimaban el pulso, y que cuanto más aumentaba el ritmo cardiaco tam- bién aumentaba la magnitud de error. Otro estudio recomendó un periodo de cuenta de 30 segundos como la forma más precisa y eficaz de medir el pulso, señalando que el tiempo de cuenta de 15 segundos era el menos preciso. Un tercer estudio demostró que no había ningún beneficio en utilizar los periodos de cuenta de 60 segundos, en lugar de 15 o 30. Estos investigadores sugieren que contar un pulso preciso puede ser más difícil de lo que normalmente se admite.
  • 3. Volume 3, Issue 3, page 3, 1999 Un estudio que evaluaba el pulso apical en niños con un estetoscopio, sugirió que el tiempo de medición puede no ser el principal factor de errores, y que al igual que la frecuencia respiratoria, el estado del niño influye en el pulso además de la enfermedad. Aunque estos estudios han identificado que la precisión de las mediciones de pulso está influenciada por el número de segundos durante los que se cuenta el pulso, la importancia clínica de estos resultados es poco precisa. Los resul- tados contradictorios de los estudios sugieren que el periodo de cuenta usado para determinar el pulso tiene poca importancia. Signos vitales: presión sanguínea Los estudios sobre la medición de la presión sanguínea con un esfigmoma- nómetro se han centrado en cuestiones como la precisión de la presión san- guínea indirecta, la palpación versus el tamaño del manguito de presión, la posición del brazo durante las medi- ciones y la técnica de los profesionales de salud. Directa versus Indirecta Varios estudios han comparado las mediciones de presión sanguínea direc- ta (intra-arterial) e indirecta (ausculta- ción). Puede afirmarse que hay pocas diferencias importantes en las presiones sistólicas medidas por ambos métodos, con diferencias comprendidas entre los 3 mmHg en dos estudios y los 12mmHg en un tercero. Las diferencias en la presión diastólica de la sangre son mayores, y están influenciadas por el punto de referencia utilizado. Cuando se utiliza la fase V del ruido de Korotkoff (desaparición del rui- do), ambos métodos proporcionan pre- siones similares. Sin embargo, cuando se utiliza la fase IV del ruido de Korotkoff (amortiguamiento), las mediciones aus- cultadas son significativamente mayores que las presiones intra-arteriales (ver tabla uno). Un estudio en niños demos- tró que el uso de auscultación o palpa- ción sobrestimaba la presión sistólica. Consulte la tabla dos sobre la práctica recomendada actualmente para la medición de la presión sanguínea. Palpación versus Auscultación Una comparación entre las mediciones de presión sanguínea sistólica tomadas por auscultación y palpación demostró que la diferencia entre ambas era de menos de 8 mmHg. Aunque la palpación se ha limitado comúnmente a la medi- ción de la presión sanguínea sistólica, un estudio demostró que las presiones diastólicas podían ser palpadas con precisión utilizando la arteria humeral para identificar la fase aguda IV del ruido de Korotkoff. Sin embargo, el valor de esta técnica en práctica clínica, y su precisión cuando la utilizan los profe- sionales sanitarios, todavía debe ser demostrada. Tamaño del manguito de presión La longitud y anchura del manguito de presión hinchable (cámara de aire) que se utiliza durante la medición de la presión sanguínea puede ser una fuente de error. Gran parte de la investigación se ha centrado en la anchura del manguito de presión (la dimensión a lo ancho de la cámara de aire) como la potencial fuente de este error. La anchura estándar de los manguitos de presión disponibles actualmente es de aproximadamente 12cm, pero existen también tamaños más grandes y más pequeños. Los estudios han demostra- do que el uso de un manguito demasia- do estrecho tiene como resultado una sobreestimación de la presión sanguí- nea, y un manguito demasiado ancho subestima la presión sanguínea. La longitud del manguito tiene poca influencia en la precisión. Para personas obesas se ha sugerido que los manguitos anchos (15cm) se necesitarán cuando la circunferencia del brazo de la persona sea de entre 33–35cm, y puede necesitarse un man- guito de muslo (18cm de anchura) si la circunferencia del brazo supera los 41cm. Sin embargo, se han demostrado dificultades en la aplicación de mangui- tos de muslo a brazos anchos. La anchura de los manguitos puede tam- bién ser importante cuando se mide la presión sanguínea en neonatos y se ha recomendado una anchura de manguito igual al 50% de la circunferencia del brazo aproximadamente. Posición del brazo y del cuerpo Comparaciones entre presiones san- guíneas medidas en la persona sentada con el brazo sujeto horizontalmente o con el bazo descansando sobre el lado, han demostrado una gran diferencia en la presión sistólica de 11mmHg y presión diastólica de 12mmHg. Cuando el brazo se colocó por encima o por debajo del nivel del corazón, las mediciones de presión sanguínea cambiaron hasta 20mmHg. Como resultado de esto, se ha recomendado que las presiones sanguíneas se tomen en posición sentada con el brazo apoyado horizontalmente aproxima- damente al nivel del corazón. Campana versus Diafragma Se ha investigado la precisión de las medidas de presión sanguínea con la campana o con el diafragma del estetoscopio. Un estudio demostró que la campana del estetoscopio daba lecturas más altas que las tomadas utilizando el diafragma. Estos resultados fueron sustentados por otro estudio, en el que los investigadores recomendaban el uso de la campana para todas las mediciones de presión sanguínea. Tabla uno Ruidos de Korotkoff La medición de la presión sanguínea por auscultación se basa en los ruidos producidos por los cambios en el flujo sanguíneo, denominados ruidos de Korotkoff, y son: 1. Fase I Nivel de presión en el que se oyen los primeros golpes de sonidos leves y claros, que aumentan a medida que el manguito de deshincha (punto de referencia para presión sanguínea sistólica). 2. Fase II Durante el deshinche del manguito, cuando se oyen sonidos de murmullo o silbido. 3. Fase III Periodo durante el cual los sonidos son más nítidos y aumenta su intensidad. 4. Fase IV Cuando se oye un amortiguamiento de sonido claro y abrupto. 5. Fase V Nivel de presión en el que se oye el último sonido (punto de referencia para presión sanguínea diastólica).
  • 4. Volume 3, Issue 3, page 4, 1999 Técnica de los profesionales sanitarios La técnica utilizada por los profesionales sanitarios para medir la presión san- guínea ha demostrado ser diferente de la práctica recomendada. Utilizando como estándar las Normativas de la Asociación Americana del Corazón, un estudio demostró que el 57% de los estudiantes de enfermería no respetaban estas normativas en áreas como coloca- ción del manguito, estimación de la presión sistólica por palpación, cálculo de la presión de inflado correcta, y colocación correcta del estetoscopio. Otro estudio de 172 profesionales sanita- rios concluyó que las enfermeras y médicos evaluaban la presión sanguínea de forma inadecuada, incorrecta e imprecisa, y que sólo el 3% de los médi- cos generales y el 2% de las enfermeras obtenían resultados fiables. Dos estudios que evaluaban el impacto de programas educativos sobre medición de presión sanguínea, demostraron que éstos aumentaron la concordancia entre las diferentes lecturas de presión sanguínea y también redujeron significativamente las diferencias en la técnica del operador. Limitaciones Un estudio descriptivo de las presiones sanguíneas en pacientes críticos que habían sufrido una parada cardiaca puso de relieve algunas limitaciones de estas mediciones. De los 15 pacientes investi- gados, 5 pacientes tenían presiones san- guíneas intraarteriales adecuadas, pero presiones de manguito ilegibles. Cuatro pacientes tuvieron presiones de mangui- to aproximadas a lo normal, pero tuvie- ron un gasto cardiaco inadecuado. Este estudio sugiere que las mediciones indirectas de presión sanguínea no siempre reflejan de forma precisa el estado hemodinámico de los pacientes críticos. Signos vitales: Temperatura El mayor volumen de investigación identificado durante la búsqueda de literatura trataba sobre diversos aspectos de la medición de temperatura. Estos estudios resaltan la gran gama de métodos y zonas del cuerpo que se utilizan para medir la temperatura (ver tabla tres). A causa del volumen de investigación, se resumirán las compara- ciones de diferentes métodos de medi- ción de temperatura como una revisión sistemática aparte. En este practice information sheet se resumen estudios que tratan aspectos de las temperaturas oral, rectal, axilar y timpánica. Cuestiones generales Aunque se ha prestado mucha atención a la precisión de la medición, un estudio evaluó el tacto como una criba para la fiebre y demostró que aunque las madres y estudiantes de medicina so- brestimaban la incidencia de fiebre al usar el tacto, raramente no percibían su presencia en un niño. Los resultados de este estudio quizás desafían el actual objetivo de la investigación sobre la precisión de las mediciones utilizando décimas de grados, cuando el simple tacto es una medida precisa para la fiebre. El uso de la temperatura como criterio de alta para una unidad quirúr- gica ambulatoria ha sido estudiado, pero los resultados sugieren que no es útil para valorar la disposición para el alta. Temperaturas orales Los estudios que evalúan las mediciones en las diferentes áreas de la boca recomiendan utilizar la cavidad sublin- gual derecha o izquierda, pues estas provocan registros de temperatura más altos. La evaluación del impacto de la terapia de oxígeno en temperaturas orales ha obtenido resultados contradictorios en cuanto a su importancia estadística, sin embargo ningún estudio demostró un efecto clínico importante. Igualmente, índices diferentes de flujo de oxígeno, de 2 litros a 6 litros por minuto, y gas inspirado calentado o enfriado, demostraron no influir en las mediciones de temperatura oral. Dos estudios demostraron que las frecuencia respira- toria elevada tenía una pequeña influen- cia en temperaturas orales, pero estos resultados fueron contradichos por otro estudio que demostró que ni la respira- ción rápida ni la profunda, solas o combi- nadas, tenían efectos importantes en temperaturas orales. Los estudios han demostrado que beber agua caliente o fría tenía un impacto importante en las temperaturas orales registradas, y se ha sugerido esperar de 15 a 20 minutos después de beber para asegurar la precisión. Fumar no cambia las mediciones de temperatura orales. Los investigadores han evaluado el tiempo requerido por los termómetros de mercurio para registrar de forma precisa la temperatura oral de la persona. Un estudio demostró que con adultos sanos, usar un tiempo de medición de dos minutos tuvo como resultado que el 27% de las lecturas de temperatura tuviesen un error de al menos 0.3°C. Un estudio que evaluó el tiempo de medición del termómetro en adultos afebriles y febriles, sugirió un tiempo de medida de seis minutos como un compromiso entre tiempo óptimo y los aspectos clínicos prácticos mientras que otro recomendó un tiempo de medición de siete minutos para asegurar que la mayoría de las temperaturas afebriles y febriles fuesen registradas correctamente. Sin embargo, una encuesta de enfermeras demostró que la mayoría dejaban el termómetro de mercurio en la boca durante menos de 3 minutos. Tabla dos Técnica de medición de presión sanguínea recomendada Según la información publicada, a continuación se expone un resumen de la práctica recomendada • El paciente debería estar sentado, haber descansado durante 5 minutos y apoyar el brazo al nivel del corazón. • Debería utilizarse un manguito de presión de un tamaño adecuado, y la cámara de aire debería rodear casi o completamente (por lo menos el 80%) el brazo. • Los pacientes no deberían haber fumado o ingerido cafeína durante los 30 minutos anteriores a las mediciones. • Las mediciones deberían tomarse con un esfigmomanómetro, un manómetro aneroide recientemente calibrado, o un sistema electrónico calibrado. • Deberían registrarse tanto la presión sanguínea sistólica como la diastólica. • La fase V de Korotkoff (desaparición del ruido) debería utilizarse para la lectura diastólica. • Debería hacerse un promedio de dos o más lecturas, separadas por 2 minutos, y tomarse más si difieren en más de 5mmHg.
  • 5. Volume 3, Issue 3, page 5, 1999 Temperatura axilar La investigación existente sobre las temperaturas axilares es muy limitada. Un estudio evaluó las mediciones de temperatura axilares en mujeres ancia- nas, y encontró una gran variación entre los individuos. Mientras que las temperaturas axilares medias eran de aproximadamente 36°C, la amplia gama de temperaturas que se dieron impidió la identificación de una cifra única que pudiese ser considerada la temperatura axilar “normal”. Otro estudio evaluó la influencia de infusiones intravenosas, por medio de las extremi- dades superiores de los neonatos, sobre las temperaturas axilares y demostró que tenía poca importancia en términos de precisión de la temperatura. Temperatura timpánica Ha habido mucha investigación sobre las mediciones de la temperatura timpánica, desde la influencia de infecciones y cerumen en la precisión de la medición hasta la técnica optima. Algunos estudios han evaluado el impacto de la otitis media en las temperaturas timpánicas y sugieren que tiene poco efecto; mientras que algunos estudios han demostrado una diferencia estadística importante entre las temperaturas timpánicas de gente con otitis media unilateral, esta diferencia fue aproximadamente de 0.1°C y por lo tanto de poca importancia clínica. La presencia de cerumen influye en las lecturas de la temperatura timpá- nica, y mientras que los resultados son variables, sugieren que una proporción importante de las lecturas de tempera- tura tomadas en el oído taponado serán más de 0.3°C más bajas que cuando el oído no está taponado. Estudios que han evaluado la técnica sugieren que debería realizarse un estiramiento del pabellón auricular (tirón de orejas) durante la medición de las temperaturas timpánicas, ya que se ha demostrado que esto endereza el canal auditivo externo. El fracaso en el tirón de orejas implica que los termómetros de infrarrojos sólo se dirijan parcialmente a la membrana timpánica. La técnica del tirón en adultos se ha descrito como “pulling the pinna” (pabellón auricular) hacia arriba y hacia atrás, y en niños es “pulling the pinna” hacia atrás. Evaluaciones del impacto de la tempera- tura ambiente sobre las temperaturas timpánicas sugieren que mientras un ambiente caliente puede afectar significa- tivamente a las lecturas, el frío no tiene gran efecto. El análisis del coste de los diferentes métodos de medición de temperatura sugiere que las mediciones por infra- rrojos pueden ser las más rentables a pesar de los grandes gastos iniciales. Estos ahorros son el resultado de la capacidad de lecturas rápidas de estos instrumentos, y los ahorros en costes laborales resultantes. Temperatura rectal Muchos estudios han comparado los diferentes métodos de medición de tem- peratura, y normalmente las temperatu- ras rectales se utilizan como la compara- ción estándar. Sin embargo, estos estu- dios se resumirán en una revisión siste- mática aparte. La cuestión documentada más comúnmente relacionada con la medición de la temperatura rectal es la de perforación rectal, que resulta un ries- go principalmente para los neonatos y para los niños. Otras complicaciones documentadas incluyen peritonitis como consecuencia de la perforación rectal, y un caso de migración intra-espinal de un termómetro rectal en un niño de dos años, que se rompió durante una medi- ción de la temperatura rectal rutinaria. Una revisión de los registros hospita- larios de diez años identificó a 16 niños ingresados en una unidad quirúrgica con termómetros rectales rotos o retenidos. Como respuesta a este problema se recomendaron preferentemente las medi- ciones de temperatura axilares frente a las rectales. Con la aparición de los termómetros timpánicos por infrarrojos, estas complicaciones parece que serán menos frecuentes. Las diferentes áreas del cuerpo que han sido utilizadas para medir la temperatura corporal son: • boca • axila • membrana timpánica • recto • superficie de la piel • arteria pulmonar • nariz • ingle • esófago • tráquea • vejiga • orina Una amplia gama de instrumentos se han utilizado para medir estas temperaturas, e incluyen: • termómetro de cristal de mercurio • termómetro electrónico • catéter de la arteria pulmonar • tubo endotraqueal con sonda de temperatura • catéter urinario con sonda de temperatura • termómetro de cristal líquido • termómetros desechables • termómetros por infrarrojos (timpánicos) Tabla tres Medición de temperatura Versión original traducida al castellano por: Lucía García Grande Traducción revisada por: Mercedes Vicente Hernández Bajo la coordinación del Centro Colaborador Español del Instituto Joanna Briggs para los Cuidados de Salud Basados en la Evidencia
  • 6. Volume 3, Issue 3, page 6, 1999 Translated and disseminated by: For further information contact: • The Joanna Briggs Institute for Evidence Based Nursing and Midwifery, Margaret Graham Building, Royal Adelaide Hospital, North Terrace, South Australia, 5000. http://www.joannabriggs.edu.au, ph: 08) 8303 4880 fax: (08) 8303 4881 • NHS Centre for Reviews and Dissemination, Subscriptions Department, Pearson Professional, PO Box 77, Fourth Avenue, Harlow CM19 5BQ UK. • AHCPR Publications Clearing House, PO Box 8547, Silver Spring, MD 20907 USA “The procedures described in Best Practice must only be used by people who have appropriate expertise in the field to which the procedure relates. The applicability of any information must be established before relying on it. While care has been taken to ensure that this edition of Best Practice summarises available research and expert consensus, any loss, damage, cost, expense or liability suffered or incurred as a result of reliance on these procedures (whether arising in contract, negligence or otherwise) is, to the extent permitted by law, excluded”. Agradecimientos This publication was produced based on a systematic review of the research literature undertaken by The Joanna Briggs Institute under the guidance of a review panel of clinical experts, and was led by Mr. David Evans – Coordinator of Reviews, The Joanna Briggs Institute; Mr. Brent Hodgkinson – Research Officer, The Joanna Briggs Institute; and Ms Judith Berry – Nursing Director, The Royal Adelaide Hospital. The Joanna Briggs Institute would like to acknowledge and thank the review panel members whose expertise was invaluable throughout this activity. The review panel members were: • Ms Judith Berry • Ms Heidi Silverston • Mr Peter Le-Gallou • Ms Deb Henrys • Ms Kathy Read • Ms Lee Hussie • Ms Sue Edwards • Ms Annette Heinmann • Ms Hazel Morrison • Mr Lyell Brougham Recomendaciones Debido a la falta de evidencia con relación a la mayoría de las cuestiones más amplias sobre observación del paciente, estas recomendaciones han sido elaboradas por el panel de expertos, y han sido clasificadas en el nivel IV de recomendación (opinión de expertos) • Las observaciones de pacientes específicas, su frecuencia y duración, deberían basarse más en la evaluación clínica que sólo en el protocolo. • La observación de pacientes debería realizarse tan a menudo como indique el estado clínico del paciente. • Los médicos principiantes deberían validar su evaluación clínica con un médico más experimentado. • Los signos vitales no deberían utilizarse como una forma de garantizar visitas frecuentes de la enfermera. • Cuando los exámenes visuales o la inspección del paciente es todo lo que requiere el estado clínico del paciente, esto debería considerarse como una forma aceptable de observación del paciente. • Los profesionales de salud deberían estar entrenados para realizar una observación del paciente de forma estandarizada dentro de cada institución, y conocer los riesgos y limitaciones asociados a esta actividad. • La pulsioximetría debería considerarse un signo vital en situaciones en que una evaluación y monitorización precisa es crítica. Otras cuestiones importantes apuntadas por el panel de expertos son: • Las áreas clínicas deberían identificar quién tiene la responsabilidad de determinar la frecuencia y naturaleza de las observaciones de los pacientes. • Las tendencias en las observaciones son más importantes que las mediciones individuales. • Lo que ocurre con la información después de ser recogida es tan importante como la precisión de los parámetros individuales. Implicaciones para la práctica Mientras que existe mucha investigación sobre aspectos específicos de la observación de los pacientes, como la precisión de las mediciones individuales, hay poca investigación que trate sobre cuestiones más amplias de la forma más eficaz y efectiva para monitorizar el progreso de los pacientes. Sin embargo, existe una necesidad de las áreas clínicas de determinar el papel de la observación del paciente dentro de su entorno, con particular referencia a los cuatro parámetros tradicionales de los signos vitales para garantizar que: 1. la observación es adecuada al estado clínico del paciente; 2. las tecnologías disponibles se utilizan adecuadamente, para complementar o incluso sustituir los modos menos efectivos de observación del paciente; y 3. la observación inadecuada, basada en la costumbre más que en la necesidad, debería reducirse. Otras cuestiones identificadas durante la revisión sistemática que tienen un impacto sobre la práctica clínica son: 1. el término “observación” debería utilizarse preferentemente para “signos vitales”, ya que esto refleja mejor la diversidad de lo que puede constituir la monitorización del paciente; 2. el recto no debería ser la primera elección para la medición de temperatura; 3. los parámetros de signos vitales normales no garantizan un estado fisiológico normal; 4. los programas formativos serían probablemente efectivos para mejorar la técnica de medición de la presión sanguínea de los profesionales de salud; y 5. aunque muchos factores pueden tener poca influencia en la precisión de las mediciones de signos vitales, puede existir un efecto acumulativo, y por lo tanto las organizaciones deberían promover un método estándar para todas las mediciones