2. La imagen inolvidable del Padre
que nos ha dejado Jesús en la
parábola del hijo pródigo lleva
consigo este rasgo de la bondad:
con la vista de su hijo que vuelve
a casa, el padre siente que se le
enternecen las entrañas y que se
apodera de él la compasión (Lc
15,20).
3. El Dios de Jesús no es insensible ante los dolores humanos. El
ha querido libremente ser en realidad misericordioso y
compasivo. Es el Dios de los pequeños y de los desesperados. Su
bondad y misericordia no tienen límites. Así es Dios.
4. El ser bondadoso
no equivale a ser
blando,
condescendiente
con la injusticia,
o indiferente
ante lo que está
bien o está mal
en las actitudes y
en las palabras
de quienes nos
rodean.
5. La bondad, va más allá de un simple
ofrecimiento de cosas materiales en
condiciones precarias, para fomentar
este valor en nuestra vida podemos
considerar que debemos:
- Sonreír
- Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y
positivo La bondad tiene tendencia a
ver lo bueno de los demás, no por
haberlo comprobado, sino porque
evita enjuiciar las actitudes de los
demás bajo su punto de vista.
-Tratar a los demás como quisiéramos
que nos trataran: con amabilidad,
educación y respeto.
6. - Visitar a nuestros amigos: especialmente a los que están enfermos, los que
sufren un fracaso económico o aquellos que se ven afectados en sus relaciones
familiares.
- Procurar dar ayuda a los menesterosos, sea con trabajo o económicamente.
- Servir desinteresadamente.
7. La bondad tiene
tendencia a ver lo
bueno de los
demás, no por
haberlo
comprobado, sino
porque evita
enjuiciar las
actitudes de los
demás bajo su
punto de vista.
8. No permitas jamás
que alguien venga a
ti y se aleje sin ser
mejor y más feliz.
Conviértete en la
expresión de la
bondad de Dios
Bondad sobre tu
rostro que asome
por tus ojos;
Bondad en tu
sonrisa y en tu
saludo.
9. Ofrece a los niños,
a los pobres
a los que sufren,
una sonrisa de
gozo.
Dales no solo tus
cuidados,
también tu
corazón.
Beata Madre Teresa de
Calcuta
11. A Jesús nadie le ve, a nosotros sí. La bondad
no existe, los seres bondadosos, sí. Tú eres el
Jesús Bondad que los otros quieren ver
12. Y entonces la bondad se
convertirá en una luz que
llene de claridad el corazón
de quien sufre para
descubrir que para Dios no
hay distinción de personas y
que todos somos iguales. El
bueno trata a todos por igual
13. La bondad es una
inclinación natural a
hacer el bien, con
una profunda
comprensión de las
personas y sus
necesidades,
siempre paciente y
con ánimo
equilibrado.
14. La bondad no se
detiene a buscar las
causas, sino a
comprender las
circunstancias que
han puesto a la
persona en la
situación actual, sin
esperar
explicaciones ni
justificación y en
procurar el
encontrar los
medios para que no
ocurra nuevamente.
15. La bondad tiene tendencia a ver
lo bueno de los demás, no por
haberlo comprobado, sino
porque evita enjuiciar las
actitudes de los demás bajo su
punto de vista, además de ser
capaz de "sentir" de alguna
manera lo que otros sienten,
haciéndose solidario al ofrecer
soluciones.
16. La bondad no tiene medida, es
desinteresada, por lo que jamás
espera retribución.
Nuestro actuar debe ir
acompañado de un verdadero
deseo de servir, evitando hacer las
cosas para quedar bien... para que
se hable bien de nosotros.
18. Jesús experimenta en su vida la cercanía del amor de
Dios y lo comunica con toda sencillez. El no multiplica
sus palabras e ideas sobre Dios, sino que lo vive y lo
da a conocer con sus actitudes concretas de amor y
de perdón.
19. Entre los rasgos más característicos de Jesús está su
compasión con las miserias humanas.
Los numerosos milagros de Jesús son resultado de una
compasión que tiende a aliviar eficazmente los
sufrimientos. Son expresión de un amor que se acerca
lo más que puede a los seres queridos, y desea
participar en sus sufrimientos y remediarlos.
20. Y si túy yo
fuéramos
iguales a él,
¿qué verían
en nosotros
los demás?