5. • La preparación de Luisa para su primera Comunión, es dirigida, con mucha
solidez y firmeza por la señora de Raffin. Aprende de memoria los cuatro
Evangelios y los Salmos de David. El 6 de junio de 1833 Luisa recibe por primera
vez el Cuerpo de Cristo en la Catedral de Nevers.
6. • "Desde mi primera comunión permanecí bajo la acción divina" confiesa cincuenta
años después.
• A los 13 años de edad ella se transforma: ¡de aturdida, se vuelve tranquila y
reflexiva bajo la influencia de la acción divina hasta el punto de hacer esfuerzos
para no parecer tan recogida en público!
7. • Siendo adolescente se apasiona por los escritos de Santa Teresa de Ávila; en
1861 añade el nombre de Teresa al suyo.
• En la noche, después de una larga jornada, le gusta rezar y alabar con los
salmos de David contemplando el Loire.
8. • Una amistad espiritual la une a su tía quien le da a conocer el voto al Sagrado
Corazón a través del convento de Los Pájaros de París (congregación de
Nuestra Señora).
9. • A los 17 años, frecuenta el convento de Los Pájaros, en París, allí se impregna
de la devoción al Corazón de Jesús, la vive como una verdadera renovación de
su fe, bajo la dirección de los Padres Jesuitas
10. • A los 22 años cae, por primera vez, gravemente enferma. Su tía le lanza este
reto: "¿Si Jesús te dijera ‘quieres permanecer clavada en la cruz conmigo y no
descender de ella, sino después de la muerte' qué le dirías? "SÍ, y de todo
corazón", respondió. Jesús tomó en serio este ofrecimiento y se dignó
compartirle su trono glorioso, allí permaneció ella los últimos treinta años de su
vida.
11. • A los 23 años Luisa pronuncia el voto al Sagrado Corazón (hoy la Oblación). Ese
voto le dio sentido a su existencia, así confiesa más tarde: "Mi voto al Sagrado
Corazón hizo mi vida, hizo la Pía Unión"
12. • A los 28 años, Luisa radica en Montluçon, donde comienza un activo apostolado.
• Para su intenso apostolado, Luisa Teresa encuentra colaboradoras
incondicionales,
y fue así como Luisa Teresa, pudo responder a las necesidades de su tiempo:
orfanatorios, catecismo, obras de las iglesias pobres, adoración reparadora,
ejercicios espirituales para todos, visitas familiares y al hospital, actividades a favor
de los soldados, apostolado de la oración, bibliotecas, construcciones de capillas,
unión de sacerdotes diocesanos, obra de los Samueles...