La sociedad del conocimiento se caracteriza por una economía donde el conocimiento reemplaza al trabajo, las materias primas y el capital como la principal fuente de productividad y crecimiento. Una de las herramientas más importantes son las tecnologías de la información y comunicación, especialmente Internet, que permiten el flujo global de información. Los rasgos clave incluyen una gran cantidad de información disponible, velocidad e interactividad, aunque también desigualdad y desorientación.