1. Circularidades
Con las ruedas varadasen algún punto lateral del radio de una rotonda, siento no estar
encerrado entre señales de prohibición. Hasta ahí he llegado derrapando, bailoteando mi
chotis particular encima de un plato, sin meta ni rumbo. Entre pompas parsimoniosas ajenas al
desaire y al adviento. Lejos de la espesura de cualquier pozo apagado ansioso de restos y
cadáveres, continúo dándole vueltas al borde de la misma copa, en la idéntica vibración.
Desplegando por delante de mi antebrazo, cual escudo griego, el retumbo de una eufórica
pandereta. El cuadro de mandos está marcando 0, la velocidad de escape hacia ninguna parte.
Y se muestra equidistante con la esfera de mi reloj de pulsera: ¡Oh!, no, son las 0:00h en
punto.Carente de faro,desprovistode brújula.
Apretando con fuerza la parte superior del volante, quede prensado entre mis manos
resquebrajadas hasta saltar por los aires el anillo anular. Como en pedacitos de miga de uno,
redondeados, rodeándome aligustres. Echando con encono un vistazo hacia lo más contiguo
del infinito, sin artilugios ni agujeritos, han topado mis ojos con el rumor circundante de cada
noche. Desde donde se ilumina la más magna y hermosa de las sombras. Buscando a través de
las órbitas para encontrar ese instante donde descansa el movimiento del cuello, impactando
enla diana. Suficientementellenaypequeñaparapoderreflejarme de cuerpoentero.
He desabrochado uno a uno todos los botones para poder observar el rosetón desde
el interior, convencido con sus matices. Es una forma de abandonar presto en segundos la
corriente vertical de una noria nodriza. Errando giros sin parar. Al fin y al cabo he consentido
quedar arrumbado por un millón de arandelas y soportar así la carga del apriete. Andando
como loharía uncompás singoniómetro,dejandode serinanimado.
Me he acercado en pelotas a donde se escucha lo remoto, profiere lo lejano; donde se
otea mejor lo imperceptible, se exhibe lo impalpable. He perdido el flotador que deforma el
sitio que ocupas, del que se propagan ondas en periodos afines, en la idéntica vibración.
Lanzando un disco con el último gestoelegante he percibido mejor el vacío: concéntrico del fin
porque empiezaen el puntoque acaba.
sábado,25 de noviembre de 2017
Félix Sánchez
Un ciudadanomás.