1. Lazarillo de Tormes un ejemplo de vida.
El Lazarillo de Tormes es una novela picaresca española hecha en el siglo XVI y escrita
anónimamente, muy innovadora al hacer uso de la narración en primera persona,
esta obra se sitúa en la edad media y muestra la forma de vida presentada durante
siglo XVI que a mi punto de vista es muy difícil, pues aproximadamente todo el
tiempo se debían obedecer órdenes, caminar ciudades enteras, robar y mentir para
poder vivir, luchar por cada bocado de comida y aguantar maltratos,
verdaderamente mucho para un simple niño.
La historia de Lázaro Tormes ha marcado mi vida exponencialmente, mientras leía
sus malaventuras notaba algunas pequeñas similitudes y diferencias con el siglo XXI,
por ejemplo, la explotación infantil o esclavitud por parte de gente perversa, el
abandono de niños puesto a que los padres no cuentan con recursos suficientes para
su bienestar, dejándolos así solos en un mundo de violencia y vicios mortales, pero
sobre todo la discriminación social que ha azotado a la humanidad desde inicios del
siglo X, después de esto la única diferencia que paso por mi cabeza fueron los siglos,
no obstante puedo afirmar que fue muy interesante ver los cambios morales de
lázaro atreves de la obra, de amo en amo, sufriendo golpes e injusticias ,que gran
hombre se formó, fuerte y persevero ¿recuerdas la frase de los errores se aprende?
Púes valla que todos aprendimos de sus errores. Esta de menos decir que El Lazarillo
de Tormes es una crítica a la sociedad y una reflexión para la moral, una joya para
literatura española y una esperanza para los desesperados, es la vida real, la tuya y
la mía. Quiero afirmar que la narración en primera persona es un maravilloso
instrumento ya que nos lleva a personificar al protagonista y como tal hacer la obra
más profunda e intrigante.
Vivimos tan poco que no nos damos cuenta de lo que pasa por nuestras narices, a
quien herimos o a quienes volvemos más fuertes. Esta obra deja mucho que decir,
mucho que pensar, en fin, me complace concluir afirmando que el tiempo y los
obstáculos nos fortalecen, debemos agradecer que con el paso de los años las cosas
han cambiado, pues nuestra vida diaria es muy fácil a comparación de la vista en la
obra. Existen innumerables problemas y diferencias en este mundo tan pequeño
pero todo tiene solución, “no hay mal que por bien no venga” o “nada es para
siempre” que tal si en vez de quejarnos de lo que no tenemos valoramos y dejamos
de ser tan gruñones.