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Revista Mexicana de
ORTOPEDIA PEDIÁTRICA
Vol. 13, Núm. 1
Enero-Diciembre 2011
pp. 10-19
Osteosarcoma
Dr. Luis Jair Sánchez-Torres,* Dra. Maricela Santos-Hernández**
Unidad Médica de Alta Especialidad. Hospital de Traumatología y Ortopedia No. 21
Centro Médico del Noreste. IMSS, Monterrey Nuevo León, México.
* Responsable del Servicio de Oncología Ortopédica.
** Departamento de Radiología e Imagen.
RESUMEN
El osteosarcoma es el más común de los tumores óseos malig-
nos primarios en niños y adolescentes. Clínicamente se presenta
con dolor, aumento de volumen y masa palpable. Las tres loca-
lizaciones más frecuentes son el fémur distal, la tibia proximal
y el húmero proximal. Antes de realizar una biopsia, debemos
completar el estudio de nuestro paciente con tomografía axial
computarizada de la lesión y del tórax (para buscar metástasis
pulmonares), resonancia magnética nuclear del sitio primario
que incluya las articulaciones proximal y distal (para investi-
gar metástasis saltarinas) y un gammagrama óseo de cuerpo
completo; posteriormente se planea la biopsia. Ésta debe rea-
lizarse en el hospital y por el cirujano que realizará el procedi-
miento definitivo. Hay muchos tipos de osteosarcoma, pero el
osteosarcoma convencional se diagnostica en el 75 a 90% de
los casos. El tratamiento incluye quimioterapia preoperatoria
(neoadyuvante) y cirugía con márgenes amplios. Una vez recon-
firmado el diagnóstico con el espécimen quirúrgico, verificado
márgenes quirúrgicos limpios y determinado el porcentaje de
necrosis tumoral obtenido, entonces se continúa con quimio-
terapia adyuvante. Cuando no es posible salvar la extremidad
afectada, la cirugía radical está indicada.
Palabras clave: Osteosarcoma, biopsia, diagnóstico, margen
quirúrgico, metástasis.
(Rev Mex Ortop Ped 2011; 1:10-19)
SUMMARY
Osteosarcoma is the most common primary malignant bone
tumor in children and adolescents. Clinically patients present
with pain, swelling and palpable mass. The three most fre-
quent locations are distal femur, proximal tibia and proximal
humerus. Before perform a biopsy, we must complete the study
of our patient with axial computed tomography of the lesion
and chest (to search for lung metastases), magnetic resonance
imaging of the primary site including the joint above and be-
low (looking for skip metastases), and a total body radionuclide
scan; then, to plane the biopsy. It must be taken in the hospi-
tal and by surgeon that will perform the definitive procedure.
There are many types of osteosarcoma, but conventional os-
teosarcoma is diagnosed in 75 to 90% of cases. The treatment
includes preoperative (neoadjuvant) chemotherapy and surgery
with wide margins. Once you have reconfirmed the diagnosis,
verified clear surgical margins, and determined the percentage
of tumor necrosis, to continue with adjuvant chemotherapy.
When is not possible to preserve the affected limb, radical sur-
gery is indicated.
Key words: Osteosarcoma, biopsy, diagnosis, surgical margin,
metastases.
(Rev Mex Ortop Ped 2011; 1:10-19)
TRABAJO DE REVISIÓN
Este artículo puede ser consultado en versión completa en
http://www.medigraphic.com/opediatria
El osteosarcoma es un tumor maligno formado por
células mesenquimales productoras de hueso y/o sus-
tancia osteoide.1
Aunque únicamente representa el
0.1% de todos los tumores,2
su importancia dentro
de la población pediátrica radica en que es el tumor
maligno primario de hueso más común en niños y
adolescentes.3-7
Más del 80% de los casos se presen-
tan entre los 5 y los 25 años de edad.2
INTRODUCCIÓN
El término sarcoma fue introducido por el cirujano in-
glés John Abernathy en 1804 y es derivado de raíces
griegas que significan excrecencia carnosa.8
En 1805 el cirujano francés Alexis Boyer (cirujano
personal de Napoleón), fue el primero en usar el térmi-
no osteosarcoma, distinguiéndolo además como enti-
dad de otras lesiones óseas como el osteocondroma.8,9
La causa del osteosarcoma es desconocida, aunque
se ha descubierto evidencia de que al menos en algu-
nos casos existe relación con ciertas anormalidades
genéticas.5,10
En diversos estudios se ha encontrado
una mutación del gen RB1 en el cromosoma 13q en el
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Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1911
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60-70% de los osteosarcomas y mutaciones del gen p
53 en el cromosoma 17 en al menos del 30 al 35% de
los ellos.6
Niños diagnosticados con retinoblastoma
tienen predisposición a padecer osteosarcoma.11,12
La
exposición a radiación, compuestos ambientales di-
versos y campos electromagnéticos, pueden causar
cáncer en la población pediátrica incluido precisa-
mente el osteosarcoma.6
Existe una muy discreta predilección masculina con
un pico de máxima incidencia en la segunda década
de la vida, experimentando posteriormente un des-
censo gradual en el número de casos.10
Se observa
nuevamente un segundo pico durante la séptima y
octava décadas, habitualmente asociado a la enfer-
medad de Paget o posterior a radiación.5
La región metafisaria de los huesos largos es la
ubicación predilecta del osteosarcoma primario y
únicamente el 30% de los casos ocurren en otras lo-
calizaciones esqueléticas.2
Se ha calculado que aproxi-
madamente la mitad de los casos se localizan en la
región de la rodilla (Figuras 1 y 2).10
Los signos y síntomas típicos del osteosarcoma in-
cluyen una historia de dolor, masa palpable y limita-
ción a la movilidad de la articulación adyacente.13
Los
pacientes generalmente manifiestan un antecedente
de trauma que ocasiona atención hacia la lesión en
cuestión.4
La prevalencia de fractura patológica tanto
al momento de hacer el diagnóstico como en el curso
de la administración de la quimioterapia preoperato-
ria es de entre un 5 a 10%.7,12,14
Los signos tardíos
de la enfermedad incluyen pérdida de peso, fiebre,
ataque al estado general,12
postración y datos de la
enfermedad metastásica, que en sarcomas es habi-
tualmente pulmonar. En la zona afectada el aumento
de volumen llega a ser tal que ocasiona la aparición de
estrías y red venosa colateral, limitando gradualmente
y hasta grados extremos la movilidad de la extremidad
afectada e incluso del paciente mismo (Figuras 3 y 4).
Puede presentarse ulceración de la piel, esto sucede
cuando es, la mayoría de las veces, en el marco y lo-
calización de algún procedimiento quirúrgico previo,
generalmente la biopsia.
Aunque el osteosarcoma es una enfermedad he-
terogénea con una amplia gama de presentaciones
patológicas, más o menos el 75% de las veces se le
clasifica como en etapa IIB (alto grado-extracomparti-
mental) al momento de hacer el diagnóstico primario.2
El tumor primario debe ser avalado inicialmente
mediante radiografía convencional en dos planos,13
asimismo es obligatorio complementar dicho estudio
por medio de cortes tomográficos y de resonancia
magnética nuclear, gammagrafía ósea y de manera
idónea con PET. En caso de requerirse, no se debe
dudar en solicitar una arteriografía o, mejor aún, una
angiotomografía (Figuras 5 y 6).
Para Söderlund et al el osteosarcoma típico de alto
grado es aquel de localización meta-epifisaria proxi-
mal de tibia y húmero o distal femoral con hallazgos
radiológicos combinados de destrucción ósea, reac-
ción perióstica espiculada e irregular y la existencia de
una masa de partes blandas. Una ubicación diferente
o la falta de alguna de estas tres características radio-
lógicas mencionadas se consideran como atípicas de
la enfermedad.15
La tomografía axial computarizada es de gran
utilidad en la búsqueda de fracturas no detectables
por radiología convencional, valoración adecuada de
zonas anatómicas complejas como la columna verte-
bral y la pelvis, localización de rupturas de la cortical
y extensión tumoral hacia partes blandas, conocer la
Figura 1. Osteosarcoma
de la tibia proximal
derecha. Radiografía
convencional.
F i g u r a 2 . P i e z a
quirúrgica producto
de resección amplia.
Osteosarcoma de la
figura 1.
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
12Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19
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relación de la neoplasia con los tejidos blandos y otras
estructuras adyacentes y de manera especial en la de-
tección de metástasis pulmonares (Figura 7).
La evaluación preoperatoria mediante resonancia
magnética tiene grandes aplicaciones al proporcio-
narnos información sobre afección intraarticular, de
la placa epifisaria del paquete neurovascular, así como
de la existencia de metástasis saltarinas.16
El gold estándar en el diagnóstico de los tumores
óseos lo representa la biopsia abierta;15
sin embargo,
cada vez ha tomado más fuerza el diagnóstico me-
diante aguja gruesa, o mejor todavía mediante aguja
fina. El mejor método de biopsia musculoesquelética
depende del diagnóstico diferencial, localización de
la lesión y de la habilidad del patólogo para hacer un
diagnóstico en una muestra tisular.17
La biopsia siem-
pre debe hacerse al final del estudio completo del pa-
ciente y en el centro hospitalario y por el cirujano que
realizará el procedimiento definitivo.
Figura 3. Osteosarcoma de gran tamaño a expensas del
fémur distal derecho.
Figura 4. Radiografía convencional del caso de la figura 3.
Figura 5. Osteosarcoma del húmero proximal derecho.
Radiografía convencional.
Figura 6. Osteosarcoma del húmero proximal derecho con
gran destrucción ósea y extensión a tejidos blandos.
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1913
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Los hallazgos histopatológicos del osteosarcoma
varían ampliamente. Los criterios esenciales que Li-
chtenstein sentó son: 1) La presencia de un estroma
francamente sarcomatoso y 2) la formación directa de
tumor, osteoide y hueso por este tejido conectivo malig-
no.10
El grado histológico del osteosarcoma se determi-
na según la escala de Broders, misma que es una escala
numérica del 1 al 4 en base a la celularidad de la lesión
(ligeramente aumentada, regular, aumentada, muy au-
mentada), su matriz osteoide (regular, irregular, irregular
y abundante), atipia citológica (mínima a ligera, ligera a
Figura 7. Metástasis pulmonares del osteosarcoma
presentado en las figuras 3 y 4. Imagen de tomografía axial
computarizada con ventana pulmonar.
Figura 8. Osteosarcoma del fémur distal izquierdo por
radiología convencional.
Figura 9. Incisión quirúrgica planeada para el tratamiento
definitivo. Caso figura 8.
Figura 10. Pieza quirúrgica del caso de la figura 8.
Figura 11. Cirugía
d e s a l v a m e n t o d e
la extremidad con
e n d o p r ó t e s i s n o
convencional. Caso de
las figuras 8, 9 y 10.
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
14Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19
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Este documento es elaborado por Medigraphic
moderada, moderada a importante, células muy pleo-
mórficas) y actividad mitótica (baja, baja a moderada,
moderada a alta, alta) (Figuras 8 a 11).
Los osteosarcomas se dividen en primarios y se-
cundarios. Dentro de los primarios encontramos al
convencional y sus respectivas variedades (osteo-
blástico, condroblástico, fibroblástico, al semejan-
te al histiocitoma fibroso maligno, al rico en células
gigantes, al de células pequeñas y al epitelioide), al
telangiectásico, al central de bajo grado, al mandibu-
lar, al multicéntrico, al intracortical, los de superficie
(parosteal, parosteal desdiferenciado, periostial y de
superficie de alto grado), así como al extraesquelético
o de partes blandas y aquel que se desarrolla en el
marco de algún desorden genético caracterizado por
inestabilidad cromosómica y asociados con el desa-
rrollo de varios tumores entre los que encontramos
precisamente al osteosarcoma (bajo estas condiciones
se encuentran los síndromes de Rothmund-Thomson,
Werner, Li-Fraumeni, retinoblastoma y de Bloom). El
85% de los osteosarcomas son primarios (proceso pa-
tológico óseo de novo).12
Los osteosarcomas secunda-
rios se pueden desarrollar de lesiones óseas benignas
(enfermedad de Paget, displasia fibrosa e infartos
óseos), ser inducidos por radiación o desarrollarse en
un condrosarcoma desdiferenciado.18
OSTEOSARCOMA CONVENCIONAL
Es la variedad de osteosarcoma más común (75-
90% de los casos),4,13
siendo una neoplasia intra-
medular de alto grado de malignidad que afecta
principalmente a la población masculina en una
relación 1.5-2.1. Su localización habitual es en la
región metafisaria de los huesos largos, principal-
mente del fémur (distal), la tibia y el húmero (proxi-
males).4
La mayor parte de los pacientes cursan su
segunda década de la vida.
Las características radiológicas del osteosarcoma
convencional incluyen destrucción ósea tanto medular
como cortical, reacción perióstica agresiva, masa de
partes blandas y la presencia de hueso tumoral den-
tro de la lesión destructiva o en su periferia, así como
dentro de la masa de partes blandas. Es importante
mencionar que no existe una imagen radiológica úni-
ca y a la vez patognomónica de osteosarcoma.
Desde el punto de vista histopatológico el osteosarco-
ma convencional revela células tumorales fusiformes muy
pleomórficas y otras poliédricas productoras de osteoide.
El tratamiento del osteosarcoma convencional con-
siste en quimioterapia preoperatoria, la resección con
márgenes amplios de la lesión y de acuerdo con el
porcentaje de necrosis tumoral logrado con el esque-
ma de quimioterapia inicial, continuarlo o modificar-
lo durante la adyuvancia. La enfermedad metastásica
afecta más frecuentemente a los pulmones, huesos y
nódulos linfáticos regional es y distantes.4
Las metás-
tasis saltarinas (skip metastases) son focos tumorales
intramedulares en el hueso afectado que se encuen-
tran distintivamente separados de la lesión primaria y
más adecuadamente identificadas mediante resonan-
cia magnética nuclear. Esta es la razón de que en la
evaluación inicial se requiera de dicho estudio involu-
crando la totalidad del segmento óseo afectado.4
Con-
siderando la definición de Enneking y Kagan, también
se consideran metástasis saltarinas a los focos tumora-
les más pequeños que se localizan sincrónicamente en
el lado opuesto de una articulación.19,20
Al igual que la
existencia al diagnóstico de metástasis pulmonares, las
metástasis saltarinas están asociadas a mal pronóstico.
OSTEOSARCOMA DE CÉLULAS PEQUEÑAS
Es un subtipo distintivo de osteosarcoma convencio-
nal compuesto por células pequeñas, redondas y azu-
les, el cual fue descrito por primera vez por Sim et al
en 1979.21
Representa de 1 a 4% de los osteosarco-
mas, no se observa predilección de género y su loca-
lización es similar a la observada en el osteosarcoma
convencional.4
Las características patológicas de este tumor son
similares a las del sarcoma de Ewing, ambas lesiones
están compuestas de células pequeñas y azules, con la
diferencia de que en el osteosarcoma se observa ade-
más la producción de osteoide. A este respecto, los
marcadores moleculares e inmunohistoquímicos son de
gran ayuda en la distinción entre estas dos neoplasias.4
Desde el punto de vista radiológico esta variedad
de osteosarcoma se manifiesta con un patrón de des-
trucción medular lítico, permeativo, con ruptura de la
cortical, masa de partes blandas y reacción perióstica
agresiva.4
OSTEOSARCOMA TELANGIECTÁSICO
Esta variedad de osteosarcoma fue descrita por Paget
en 1854 como un cáncer óseo medular con desarrollo
extenso de vasos y quistes llenos de sangre; posterior-
mente en 1903, Gaylord lo refiere como «aneurisma
óseo maligno».22,23
Algunos años más tarde, especí-
ficamente en 1922, Ewing lo clasifica ya como una
variedad histológica precisa.23
Se trata de una agresiva e infrecuente variedad
de osteosarcoma que se caracteriza por grandes
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1915
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cavidades llenas de sangre con delgados septos
en su interior, así como escasa producción de os-
teoide.22,23
Tanto radiológicamente como desde
el punto de vista histológico, el diagnóstico dife-
rencial debe efectuarse con el quiste óseo aneu-
rismático.22,24
Su presentación por género, edad
y sintomatología son los mismos que observamos
en el osteosarcoma convencional; sin embargo,
en el osteosarcoma telangiectásico es donde más
frecuente se presentan las fracturas patológicas.7,23
En las radiografías convencionales generalmente
encontramos destrucción ósea radiolúcida con ex-
pansión asimétrica del hueso afectado y en algu-
nas ocasiones reacción perióstica interrumpida, de
la misma manera la sensibilidad aumentada de la
tomografía computarizada ha demostrado matriz
ósea en aproximadamente el 85% de los casos, la
resonancia magnética nuclear y la existencia de ni-
veles líquidos en el 74% de ellos.24
OSTEOSARCOMA CENTRAL DE BAJO GRADO
Se trata de una variedad inusual de osteosarcoma que
se calcula y constituye menos del 2% de los casos.18,25
Característicamente suele diagnosticarse erróneamen-
te como displasia fibrosa.24
Desde el punto de vista clínico en esta variedad de
osteosarcoma habitualmente existe una larga historia
de dolor, molestias inespecíficas y tumefacción que
generalmente lleva a meses o incluso años de retraso
para establecer el diagnóstico. Radiológicamente pue-
de parecerse al osteosarcoma convencional, aunque
más habitualmente aparenta alguna lesión benigna
de bordes escleróticos y bien delimitados; es frecuente
la extensión de la lesión con adelgazamiento cortical.
Generalmente no encontramos reacción perióstica y/o
extensión a tejidos blandos. El diagnóstico histológico
de osteosarcoma central de bajo grado es extrema-
damente difícil, se semeja, además de a la displasia
fibrosa, al fibroma desmoplásico, al fibroma no osi-
ficante, al osteoblastoma, al fibroma condromixoide
y a otras lesiones reactivas no específicas,18
de ahí la
importancia de realizar una adecuada correlación clí-
nico-radiológica-histológica.
Aunque generalmente los pacientes son tratados
únicamente con cirugía y su pronóstico es significa-
tivamente mejor que en el osteosarcoma convencio-
nal, algunos pacientes desarrollan un osteosarcoma
secundario de alto grado dentro del tumor original
de bajo grado, o en el sitio del original en recurrencias
locales. Existe la probabilidad de que algunos casos
de displasia fibrosa con desarrollo secundario de os-
teosarcomas hayan sido, en realidad, osteosarcomas
de bajo grado que posteriormente sufrieron desdife-
renciación.24
OSTEOSARCOMA MANDIBULAR
Generalmente esta variedad de osteosarcoma se
presenta en pacientes de mayor edad que la de
aquéllos en los que la neoplasia se ubica en los
sitios convencionales y el 50% de ellos presenta
diferenciación condroblástica y la producción de
osteoide puede ser mínima y difícil de reconocer.
Aproximadamente la mitad de los pacientes tienen
lesiones catalogadas como grado 2 o intermedio
(escala de Broders).10
Radiológicamente suelen presentar áreas radiolú-
cidas o una combinación de estas con zonas radio-
densas.24
El pronóstico de los pacientes con osteosarcoma
mandibular generalmente es bueno y la diseminación
hematógena es inusual.10
Su aparición frecuentemen-
te se asocia a condiciones que lo predisponen como la
enfermedad de Paget o radiación previa.24
OSTEOSARCOMA INTRACORTICAL
El osteosarcoma intracortical fue primeramente des-
crito por Jaffe en 196025-27
y es una variedad extrema-
damente rara de esta patología, se llega a considerar
la menos común de ellas.28,29
Se calcula y representa
menos del 1% de los osteosarcomas.28
Desde el punto de vista clínico, aproximadamente
en la mitad de los casos reportados existe una historia
de trauma menor. Hay generalmente dolor moderado
y edema o hinchazón local que puede llegar a desa-
rrollar una masa palpable.28
Es más frecuente en hom-
bres que en mujeres.29
La apariencia radiológica habitual del osteosarco-
ma intracortical sugiere una lesión ósea benigna28,30
como el defecto fibroso cortical, un foco solitario de
osteomielitis (absceso de Brodie), adamantinoma, os-
teoma osteoide u osteoblastoma.30
Radiológicamente
se presenta como una zona intracortical radiolúcida
rodeada por una cortical engrosada,28
de localización
casi característicamente diafisaria. Su origen típico in-
tracortical lo separa tanto del osteosarcoma medular
convencional como de las variedades parosteal y pe-
riosteal.27
Microscópicamente revela a un osteosarcoma con-
vencional osteoblástico con áreas de osteoide tumo-
ral calcificado y descalcificado y formación focal de
cartílago.25
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
16Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19
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OSTEOSARCOMAS DE SUPERFICIE
Los osteosarcomas de superficie, o erróneamente
también llamados yuxtacorticales, son osteosarcomas
cuyo epicentro se localiza hacia afuera de la cortical
del hueso subyacente y que cursan con mínimo o au-
sente involucro medular. Existen diferentes tipos de
estas lesiones las cuales se caracterizan por una loca-
lización anatómica específica, por un tipo de matriz
predominante y un respectivo grado histológico ha-
bitual.24
Representan de un 4 a un 10% de todos los
osteosarcomas.31
La superficie del hueso incluye 3 distintas regiones:
la cortical, el periostio y los tejidos fibrosos inmedia-
tamente superficiales al periostio.25
La distinción entre localización parosteal y perios-
teal, basados en hallazgos clínicos y radiológicos, es
extremadamente difícil y arbitraria.25
OSTEOSARCOMA PAROSTEAL
Es una variedad infrecuente de osteosarcoma que
se origina en el área yuxtacortical de los huesos
largos, además es el subtipo más frecuente de
los osteosarcomas de superficie (75% de ellos).32
Aparentemente fue descrito por primera vez por
Geschicker y Copeland en 19514,33,34
bajo la de-
nominación de osteoma parosteal;4,25
el término
actual lo acuñaron en 1954 Dwinnell y colabora-
dores.24
Es un tumor que habitualmente es de bajo
grado de malignidad,4,32,33
se origina en la capa más
externa del periostio,4
y tiende a localizarse en la
cara posterior de la metáfisis distal del fémur;32,33
esto en aproximadamente el 50% de los casos.33
El 90% de ellos envuelven la región metafisaria y
solamente el 10% restante se ubica en las regiones
diafisarias, sucediendo casi exclusivamente en los
huesos largos.32
Otras zonas anatómicas afectadas
incluyen al húmero proximal, la tibia y el peroné.4
Tiene predilección femenina en una relación 3:225
y
su incidencia pico se ubica entre la segunda y cuar-
ta décadas de vida.4,32
Representa aproximadamen-
te entre un 4 y 5% de todos los osteosarcomas.25,34
Su apariencia radiológica está frecuentemente ca-
racterizada por una larga masa osificada y lobulada
que semeja una coliflor (más densa en su centro) y
que su ubica de manera yuxtacortical a expensas de la
capa más externa del periostio.4
En un 30% de los ca-
sos puede observarse el signo radiológico del cordón
o cuerda «string sign», el cual pone de manifiesto una
delgada formación radiolúcida periosteal que separa
al tumor de la cortical subyacente.25
Tanto por tomo-
grafía axial computarizada como por resonancia mag-
nética puede hacerse evidente involucro hacia partes
blandas o hacia canal medular, así como lesiones saté-
lites,25
mostrando además señales de baja intensidad
en imágenes obtenidas por este último método de
diagnóstico.4
Su diagnóstico diferencial tanto histológico
como radiológico es principalmente con la miositis
osificante.4
En cuanto al tratamiento quirúrgico podemos
apuntar que una resección marginal invariablemen-
te producirá una recurrencia (satelitosis). La resección
amplia con borde quirúrgico adecuado es el trata-
miento de elección. Con el número de recurrencias,
la incidencia de afección medular y desdiferenciación
hacia sarcoma de alto grado va en aumento.25
En los
casos en que existen múltiples recurrencias y el tama-
ño de la carga tumoral así lo demanda, puede llegar
a requerirse de un tratamiento radical. Incluso con
múltiples recurrencias, la frecuencia de diseminación
a distancia, usualmente hacia pulmones, es rara.25
Es importante mencionar que el término yuxtacor-
tical, habitualmente referido como una forma gené-
rica de mencionar a los osteosarcomas de superficie
en realidad debe considerársele como un sinónimo de
osteosarcoma parosteal («yuxta» en latín, «para» en
griego).25
OSTEOSARCOMA PERIOSTEAL
El osteosarcoma periosteal fue descrito inicialmente
por Lichtenstein en 1955 como la contraparte del
osteosarcoma central o intramedular;25
sin embar-
go, no fue sino hasta 1976 que Unni et al subdi-
vidieron al osteosarcoma de superficie (referido en
ese momento como yuxtacortical) en sus variantes
parosteal y periosteal.25,31
Es así como el osteosar-
coma periosteal ha sido definido como una entidad
clinicopatológica distintiva caracterizada por un
comportamiento menos agresivo que el del osteo-
sarcoma convencional.25
El osteosarcoma periosteal representa al 25% de
los osteosarcomas de superficie.31
Radiográficamente encontramos de manera ca-
racterística en el espesor de la cortical diafisaria, con
erosión cortical extrínseca y reacción perióstica per-
pendicular al eje mayor del hueso, extendiéndose den-
tro de la ancha base de la masa de partes blandas.31
En el diagnóstico diferencial se incluye al condro-
sarcoma yuxtacortical, al sarcoma de Ewing, osteo-
sarcoma parosteal y al osteosarcoma de superficie de
alto grado.
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1917
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OSTEOSARCOMA DE SUPERFICIE DE ALTO GRADO
Es el subtipo de osteosarcoma de superficie más raro
y fue descrito por Francis et al en 1964.35,36
Clínicamente tienen las mismas manifestaciones que
el osteosarcoma convencional, es decir, principalmente
masa palpable y dolor que generalmente son de me-
nos de un año de evolución y a diferencia de lo que
habitualmente sucede con el osteosarcoma parosteal.36
Desde el punto de vista radiológico existen ciertas
diferencias tanto con el osteosarcoma parosteal como
con el periosteal. El osteosarcoma de superficie de
alto grado se presenta con una mineralización de apa-
riencia inmadura a manera vellosa o de pelusa, la que
predominantemente se observa en la base de la le-
sión estando el tumor sujeto al hueso subyacente me-
diante una base ancha; en el osteosarcoma periosteal,
esta mineralización se presenta a manera espiculada
y perpendicular al eje mayor del hueso afectado. La
afección cortical del hueso subyacente a la lesión es
común.36
La localización más común del osteosarcoma
de superficie de alto grado es en la diáfisis femoral,
a diferencia del osteosarcoma parosteal que es en la
cara posterior de la metáfisis distal del mismo hueso
y con respecto al osteosarcoma periosteal, su locali-
zación más común es en la metáfisis proximal de la
tibia.31,36
En lo que se refiere al osteosarcoma perios-
teal, el osteosarcoma de superficie de alto grado es
más propenso a invadir el canal medular,31
además de
ser más extenso. La afección a huesos planos es rara.37
Esta variedad o subtipo de osteosarcoma presenta
la misma apariencia histológica que la de un osteosar-
coma clásico.37
Debe diferenciarse del osteosarcoma
parosteal desdiferenciado, en este último coexisten el
osteosarcoma bien diferenciado de bajo grado y el
osteosarcoma de alto grado al momento del diagnós-
tico, o bien, cuando la lesión inicial es de bajo grado
y la recurrencia presenta zonas catalogadas como de
alto grado.36
Su pronóstico es similar al del osteosarcoma con-
vencional,36,37
pero peor que el del osteosarcoma pe-
riosteal.31
OSTEOSARCOMA PAROSTEAL DESDIFERENCIADO
Se trata de una variedad de osteosarcoma de alto gra-
do (Grado 3-4 escala de Broders) que coexiste con
un osteosarcoma parosteal de bajo grado, ya sea al
momento de su presentación (sincrónico), o al pre-
sentarse una recurrencia (metacrónico). En términos
generales la conducta del osteosarcoma parosteal
desdiferenciado es más maligna que la del osteosar-
coma parosteal habitual, pero menos maligna que la
del osteosarcoma de superficie de alto grado.38
Aunque la incidencia de desdiferenciación a osteo-
sarcoma de alto grado en pacientes con osteosarco-
ma parosteal recurrente es significativa, reconocer la
coexistencia de tumor de bajo y alto grado es rara en
pacientes vistos por primera vez.39
El tratamiento de elección es quirúrgico con már-
genes amplios y quimioterapia.38
OTRAS VARIEDADES DE OSTEOSARCOMA
OSTEOSARCOMA MULTICÉNTRICO
El osteosarcoma multicéntrico es un tumor óseo agre-
sivo y sintomático que tiene un pronóstico pobre,
incluso con tratamiento multimodal incluidos radio-
terapia y poliquimioterapia.40
Fue descrito por primera
vez por Silverman en 1936,41,42
y se trata de múltiples
tumores primarios (dos o más) en ausencia de enfer-
medad metastásica pulmonar,40
pudiendo ser sincró-
nica o metacrónica; sin embargo, existe la duda si se
trata efectivamente de múltiples focos primarios, o si
estamos frente a una enfermedad ósea metastásica
de un osteosarcoma unifocal habitual.
Los factores que soportan la hipótesis de múltiples
lesiones óseas que representan múltiples tumores
primarios son: 1) lesiones óseas de apariencia simul-
tánea y simétrica en áreas típicas de osteosarcoma
unicéntrico, 2) las mismas características histológicas
y tamaño, 3) las lesiones óseas metastásicas en os-
teosarcoma unicéntrico no son comunes, 4) ausencia
de enfermedad de Paget o exposición a sustancias ra-
diactivas o carcinogénicas y 5) evidencia limitada de
metástasis pulmonares en radiografías de tórax.40
OSTEOSARCOMA EXTRAESQUELÉTICO
O DE PARTES BLANDAS
Se trata de un tipo de tumor realmente raro que su-
pone menos del 4% de todos los osteosarcomas y
aproximadamente el 1.2% de los sarcomas de tejidos
blandos.43,44
Se presentan habitualmente durante la
quinta y sexta décadas de la vida y se localiza en las
partes blandas sin anclajes óseos ni periósticos.43
El
primer reporte de esta neoplasia lo hizo Wilson en
1941.44,45
Es un tumor mesenquimal maligno que pro-
duce osteoide, hueso o cartílago.43,46
Generalmente cursan asintomáticos salvo la apari-
ción de una masa que crece progresivamente con la
aparición gradual de molestias dolorosas e hipersensi-
bilidad.43
Tumores grandes y tardíos pueden ulcerar la
Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma
18Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19
www.medigraphic.org.mx
piel, lo cual generalmente ocurre posterior a la biopsia
o a algún tratamiento quirúrgico previo.46
Se localiza
más frecuentemente en el muslo,44,46
seguidos de los
grandes músculos de las cinturas pélvica y escapular,46
aunque puede presentarse en cualquier parte del cu-
erpo.44
Existen hipótesis sobre traumatismos, fracturas,
miositis osificante o aplicación de inyecciones como
agentes etiológicos.46
El tratamiento de elección consiste en quimiote-
rapia agresiva y resección con márgenes adecuados.
OSTEOSARCOMA SECUNDARIO A ENFERMEDAD
DE PAGET
Sir James Paget describió inicialmente osteosarcomas
desarrollados en huesos pagéticos en su primer escri-
to sobre osteítis deformante en 1876.47
Se trata de un
padecimiento metabólico que se puede presentar de
manera monostótica o poliostótica y que afecta con
mayor frecuencia al esqueleto axial.48
El osteosarcoma pagetoide, como se le conoce, es
una complicación de la enfermedad de Paget, el cual
se observa más frecuentemente en casos severos y de
larga evolución y debe ser sospechado en pacientes
cuyo dolor empeore o se haga resistente a medica-
mentos analgésicos, o también que presente alguna
alteración en el patrón habitual de dolor que la en-
fermedad ocasione. El cuadro característico es el de
un paciente de entre 65 y 70 años de edad, con una
historia de padecer por 25 a 30 años de enfermedad
de Paget poliostótica.49
La distribución encontrada para el osteosarcoma
desarrollado en pacientes con enfermedad de Paget
es diferente a la del osteosarcoma primario; el fémur,
la pelvis, el cráneo y el húmero son los lugares más
frecuentemente afectados en este grupo de pacientes
sustancialmente menos jóvenes.47
Al existir predilec-
ción por presentarse la transformación sarcomatosa
en el esqueleto axial y con ello la menor posibilidad de
resecar adecuadamente una lesión, además de las cir-
cunstancias generales de pacientes en este grupo de
edad, el pronóstico es más pobre que el de pacientes
adolescentes donde habitualmente se presenta el os-
teosarcoma. En estas circunstancias el diagnóstico es
más retardado y con ello es más frecuente encontrar
enfermedad metastásica.50
CONCLUSIONES
La importancia del osteosarcoma dentro de la po-
blación pediátrica radica en que representa al tumor
primario maligno de hueso más frecuente en niños y
adolescentes. Un diagnóstico y manejo multidiscipli-
nario oportuno hacen la diferencia primero en cuan-
to a expectativas de vida y posteriormente en cuanto
a la posibilidad de salvar la extremidad afectada. El
diagnóstico debe presumirse de manera inicial por
clínica o radiología convencional y complementarse
con el resto de los estudios auxiliares de diagnósti-
co. Se debe realizar la biopsia hasta el final de un
ejercicio clínico completo y debe hacerse tanto en el
centro hospitalario como por el cirujano que realiza-
rá el procedimiento definitivo; una vez confirmado el
diagnóstico, comenzar quimioterapia agresiva para
preparar así la resección de la neoplasia. El porcentaje
de necrosis tumoral obtenido durante la quimiotera-
pia neoadyuvante, la existencia o no al momento de
hacer el diagnóstico de metástasis pulmonares o sal-
tarinas, así como también el haber logrado márgenes
quirúrgicos negativos durante el procedimiento ele-
gido, son los elementos pronósticos principales para
estos pacientes.
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Correspondencia:
Dr. Luis Jair Sánchez Torres,
Isaac Garza 200 Ote.,
Esquina Hermenegildo Galeana Norte.
Centro. 64000. Monterrey, México.
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Osteosarcoma

  • 1. 10 www.medigraphic.org.mx Revista Mexicana de ORTOPEDIA PEDIÁTRICA Vol. 13, Núm. 1 Enero-Diciembre 2011 pp. 10-19 Osteosarcoma Dr. Luis Jair Sánchez-Torres,* Dra. Maricela Santos-Hernández** Unidad Médica de Alta Especialidad. Hospital de Traumatología y Ortopedia No. 21 Centro Médico del Noreste. IMSS, Monterrey Nuevo León, México. * Responsable del Servicio de Oncología Ortopédica. ** Departamento de Radiología e Imagen. RESUMEN El osteosarcoma es el más común de los tumores óseos malig- nos primarios en niños y adolescentes. Clínicamente se presenta con dolor, aumento de volumen y masa palpable. Las tres loca- lizaciones más frecuentes son el fémur distal, la tibia proximal y el húmero proximal. Antes de realizar una biopsia, debemos completar el estudio de nuestro paciente con tomografía axial computarizada de la lesión y del tórax (para buscar metástasis pulmonares), resonancia magnética nuclear del sitio primario que incluya las articulaciones proximal y distal (para investi- gar metástasis saltarinas) y un gammagrama óseo de cuerpo completo; posteriormente se planea la biopsia. Ésta debe rea- lizarse en el hospital y por el cirujano que realizará el procedi- miento definitivo. Hay muchos tipos de osteosarcoma, pero el osteosarcoma convencional se diagnostica en el 75 a 90% de los casos. El tratamiento incluye quimioterapia preoperatoria (neoadyuvante) y cirugía con márgenes amplios. Una vez recon- firmado el diagnóstico con el espécimen quirúrgico, verificado márgenes quirúrgicos limpios y determinado el porcentaje de necrosis tumoral obtenido, entonces se continúa con quimio- terapia adyuvante. Cuando no es posible salvar la extremidad afectada, la cirugía radical está indicada. Palabras clave: Osteosarcoma, biopsia, diagnóstico, margen quirúrgico, metástasis. (Rev Mex Ortop Ped 2011; 1:10-19) SUMMARY Osteosarcoma is the most common primary malignant bone tumor in children and adolescents. Clinically patients present with pain, swelling and palpable mass. The three most fre- quent locations are distal femur, proximal tibia and proximal humerus. Before perform a biopsy, we must complete the study of our patient with axial computed tomography of the lesion and chest (to search for lung metastases), magnetic resonance imaging of the primary site including the joint above and be- low (looking for skip metastases), and a total body radionuclide scan; then, to plane the biopsy. It must be taken in the hospi- tal and by surgeon that will perform the definitive procedure. There are many types of osteosarcoma, but conventional os- teosarcoma is diagnosed in 75 to 90% of cases. The treatment includes preoperative (neoadjuvant) chemotherapy and surgery with wide margins. Once you have reconfirmed the diagnosis, verified clear surgical margins, and determined the percentage of tumor necrosis, to continue with adjuvant chemotherapy. When is not possible to preserve the affected limb, radical sur- gery is indicated. Key words: Osteosarcoma, biopsy, diagnosis, surgical margin, metastases. (Rev Mex Ortop Ped 2011; 1:10-19) TRABAJO DE REVISIÓN Este artículo puede ser consultado en versión completa en http://www.medigraphic.com/opediatria El osteosarcoma es un tumor maligno formado por células mesenquimales productoras de hueso y/o sus- tancia osteoide.1 Aunque únicamente representa el 0.1% de todos los tumores,2 su importancia dentro de la población pediátrica radica en que es el tumor maligno primario de hueso más común en niños y adolescentes.3-7 Más del 80% de los casos se presen- tan entre los 5 y los 25 años de edad.2 INTRODUCCIÓN El término sarcoma fue introducido por el cirujano in- glés John Abernathy en 1804 y es derivado de raíces griegas que significan excrecencia carnosa.8 En 1805 el cirujano francés Alexis Boyer (cirujano personal de Napoleón), fue el primero en usar el térmi- no osteosarcoma, distinguiéndolo además como enti- dad de otras lesiones óseas como el osteocondroma.8,9 La causa del osteosarcoma es desconocida, aunque se ha descubierto evidencia de que al menos en algu- nos casos existe relación con ciertas anormalidades genéticas.5,10 En diversos estudios se ha encontrado una mutación del gen RB1 en el cromosoma 13q en el www.medigraphic.org.mx
  • 2. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1911 www.medigraphic.org.mx 60-70% de los osteosarcomas y mutaciones del gen p 53 en el cromosoma 17 en al menos del 30 al 35% de los ellos.6 Niños diagnosticados con retinoblastoma tienen predisposición a padecer osteosarcoma.11,12 La exposición a radiación, compuestos ambientales di- versos y campos electromagnéticos, pueden causar cáncer en la población pediátrica incluido precisa- mente el osteosarcoma.6 Existe una muy discreta predilección masculina con un pico de máxima incidencia en la segunda década de la vida, experimentando posteriormente un des- censo gradual en el número de casos.10 Se observa nuevamente un segundo pico durante la séptima y octava décadas, habitualmente asociado a la enfer- medad de Paget o posterior a radiación.5 La región metafisaria de los huesos largos es la ubicación predilecta del osteosarcoma primario y únicamente el 30% de los casos ocurren en otras lo- calizaciones esqueléticas.2 Se ha calculado que aproxi- madamente la mitad de los casos se localizan en la región de la rodilla (Figuras 1 y 2).10 Los signos y síntomas típicos del osteosarcoma in- cluyen una historia de dolor, masa palpable y limita- ción a la movilidad de la articulación adyacente.13 Los pacientes generalmente manifiestan un antecedente de trauma que ocasiona atención hacia la lesión en cuestión.4 La prevalencia de fractura patológica tanto al momento de hacer el diagnóstico como en el curso de la administración de la quimioterapia preoperato- ria es de entre un 5 a 10%.7,12,14 Los signos tardíos de la enfermedad incluyen pérdida de peso, fiebre, ataque al estado general,12 postración y datos de la enfermedad metastásica, que en sarcomas es habi- tualmente pulmonar. En la zona afectada el aumento de volumen llega a ser tal que ocasiona la aparición de estrías y red venosa colateral, limitando gradualmente y hasta grados extremos la movilidad de la extremidad afectada e incluso del paciente mismo (Figuras 3 y 4). Puede presentarse ulceración de la piel, esto sucede cuando es, la mayoría de las veces, en el marco y lo- calización de algún procedimiento quirúrgico previo, generalmente la biopsia. Aunque el osteosarcoma es una enfermedad he- terogénea con una amplia gama de presentaciones patológicas, más o menos el 75% de las veces se le clasifica como en etapa IIB (alto grado-extracomparti- mental) al momento de hacer el diagnóstico primario.2 El tumor primario debe ser avalado inicialmente mediante radiografía convencional en dos planos,13 asimismo es obligatorio complementar dicho estudio por medio de cortes tomográficos y de resonancia magnética nuclear, gammagrafía ósea y de manera idónea con PET. En caso de requerirse, no se debe dudar en solicitar una arteriografía o, mejor aún, una angiotomografía (Figuras 5 y 6). Para Söderlund et al el osteosarcoma típico de alto grado es aquel de localización meta-epifisaria proxi- mal de tibia y húmero o distal femoral con hallazgos radiológicos combinados de destrucción ósea, reac- ción perióstica espiculada e irregular y la existencia de una masa de partes blandas. Una ubicación diferente o la falta de alguna de estas tres características radio- lógicas mencionadas se consideran como atípicas de la enfermedad.15 La tomografía axial computarizada es de gran utilidad en la búsqueda de fracturas no detectables por radiología convencional, valoración adecuada de zonas anatómicas complejas como la columna verte- bral y la pelvis, localización de rupturas de la cortical y extensión tumoral hacia partes blandas, conocer la Figura 1. Osteosarcoma de la tibia proximal derecha. Radiografía convencional. F i g u r a 2 . P i e z a quirúrgica producto de resección amplia. Osteosarcoma de la figura 1.
  • 3. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma 12Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19 www.medigraphic.org.mx relación de la neoplasia con los tejidos blandos y otras estructuras adyacentes y de manera especial en la de- tección de metástasis pulmonares (Figura 7). La evaluación preoperatoria mediante resonancia magnética tiene grandes aplicaciones al proporcio- narnos información sobre afección intraarticular, de la placa epifisaria del paquete neurovascular, así como de la existencia de metástasis saltarinas.16 El gold estándar en el diagnóstico de los tumores óseos lo representa la biopsia abierta;15 sin embargo, cada vez ha tomado más fuerza el diagnóstico me- diante aguja gruesa, o mejor todavía mediante aguja fina. El mejor método de biopsia musculoesquelética depende del diagnóstico diferencial, localización de la lesión y de la habilidad del patólogo para hacer un diagnóstico en una muestra tisular.17 La biopsia siem- pre debe hacerse al final del estudio completo del pa- ciente y en el centro hospitalario y por el cirujano que realizará el procedimiento definitivo. Figura 3. Osteosarcoma de gran tamaño a expensas del fémur distal derecho. Figura 4. Radiografía convencional del caso de la figura 3. Figura 5. Osteosarcoma del húmero proximal derecho. Radiografía convencional. Figura 6. Osteosarcoma del húmero proximal derecho con gran destrucción ósea y extensión a tejidos blandos.
  • 4. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1913 www.medigraphic.org.mx Los hallazgos histopatológicos del osteosarcoma varían ampliamente. Los criterios esenciales que Li- chtenstein sentó son: 1) La presencia de un estroma francamente sarcomatoso y 2) la formación directa de tumor, osteoide y hueso por este tejido conectivo malig- no.10 El grado histológico del osteosarcoma se determi- na según la escala de Broders, misma que es una escala numérica del 1 al 4 en base a la celularidad de la lesión (ligeramente aumentada, regular, aumentada, muy au- mentada), su matriz osteoide (regular, irregular, irregular y abundante), atipia citológica (mínima a ligera, ligera a Figura 7. Metástasis pulmonares del osteosarcoma presentado en las figuras 3 y 4. Imagen de tomografía axial computarizada con ventana pulmonar. Figura 8. Osteosarcoma del fémur distal izquierdo por radiología convencional. Figura 9. Incisión quirúrgica planeada para el tratamiento definitivo. Caso figura 8. Figura 10. Pieza quirúrgica del caso de la figura 8. Figura 11. Cirugía d e s a l v a m e n t o d e la extremidad con e n d o p r ó t e s i s n o convencional. Caso de las figuras 8, 9 y 10.
  • 5. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma 14Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19 www.medigraphic.org.mx Este documento es elaborado por Medigraphic moderada, moderada a importante, células muy pleo- mórficas) y actividad mitótica (baja, baja a moderada, moderada a alta, alta) (Figuras 8 a 11). Los osteosarcomas se dividen en primarios y se- cundarios. Dentro de los primarios encontramos al convencional y sus respectivas variedades (osteo- blástico, condroblástico, fibroblástico, al semejan- te al histiocitoma fibroso maligno, al rico en células gigantes, al de células pequeñas y al epitelioide), al telangiectásico, al central de bajo grado, al mandibu- lar, al multicéntrico, al intracortical, los de superficie (parosteal, parosteal desdiferenciado, periostial y de superficie de alto grado), así como al extraesquelético o de partes blandas y aquel que se desarrolla en el marco de algún desorden genético caracterizado por inestabilidad cromosómica y asociados con el desa- rrollo de varios tumores entre los que encontramos precisamente al osteosarcoma (bajo estas condiciones se encuentran los síndromes de Rothmund-Thomson, Werner, Li-Fraumeni, retinoblastoma y de Bloom). El 85% de los osteosarcomas son primarios (proceso pa- tológico óseo de novo).12 Los osteosarcomas secunda- rios se pueden desarrollar de lesiones óseas benignas (enfermedad de Paget, displasia fibrosa e infartos óseos), ser inducidos por radiación o desarrollarse en un condrosarcoma desdiferenciado.18 OSTEOSARCOMA CONVENCIONAL Es la variedad de osteosarcoma más común (75- 90% de los casos),4,13 siendo una neoplasia intra- medular de alto grado de malignidad que afecta principalmente a la población masculina en una relación 1.5-2.1. Su localización habitual es en la región metafisaria de los huesos largos, principal- mente del fémur (distal), la tibia y el húmero (proxi- males).4 La mayor parte de los pacientes cursan su segunda década de la vida. Las características radiológicas del osteosarcoma convencional incluyen destrucción ósea tanto medular como cortical, reacción perióstica agresiva, masa de partes blandas y la presencia de hueso tumoral den- tro de la lesión destructiva o en su periferia, así como dentro de la masa de partes blandas. Es importante mencionar que no existe una imagen radiológica úni- ca y a la vez patognomónica de osteosarcoma. Desde el punto de vista histopatológico el osteosarco- ma convencional revela células tumorales fusiformes muy pleomórficas y otras poliédricas productoras de osteoide. El tratamiento del osteosarcoma convencional con- siste en quimioterapia preoperatoria, la resección con márgenes amplios de la lesión y de acuerdo con el porcentaje de necrosis tumoral logrado con el esque- ma de quimioterapia inicial, continuarlo o modificar- lo durante la adyuvancia. La enfermedad metastásica afecta más frecuentemente a los pulmones, huesos y nódulos linfáticos regional es y distantes.4 Las metás- tasis saltarinas (skip metastases) son focos tumorales intramedulares en el hueso afectado que se encuen- tran distintivamente separados de la lesión primaria y más adecuadamente identificadas mediante resonan- cia magnética nuclear. Esta es la razón de que en la evaluación inicial se requiera de dicho estudio involu- crando la totalidad del segmento óseo afectado.4 Con- siderando la definición de Enneking y Kagan, también se consideran metástasis saltarinas a los focos tumora- les más pequeños que se localizan sincrónicamente en el lado opuesto de una articulación.19,20 Al igual que la existencia al diagnóstico de metástasis pulmonares, las metástasis saltarinas están asociadas a mal pronóstico. OSTEOSARCOMA DE CÉLULAS PEQUEÑAS Es un subtipo distintivo de osteosarcoma convencio- nal compuesto por células pequeñas, redondas y azu- les, el cual fue descrito por primera vez por Sim et al en 1979.21 Representa de 1 a 4% de los osteosarco- mas, no se observa predilección de género y su loca- lización es similar a la observada en el osteosarcoma convencional.4 Las características patológicas de este tumor son similares a las del sarcoma de Ewing, ambas lesiones están compuestas de células pequeñas y azules, con la diferencia de que en el osteosarcoma se observa ade- más la producción de osteoide. A este respecto, los marcadores moleculares e inmunohistoquímicos son de gran ayuda en la distinción entre estas dos neoplasias.4 Desde el punto de vista radiológico esta variedad de osteosarcoma se manifiesta con un patrón de des- trucción medular lítico, permeativo, con ruptura de la cortical, masa de partes blandas y reacción perióstica agresiva.4 OSTEOSARCOMA TELANGIECTÁSICO Esta variedad de osteosarcoma fue descrita por Paget en 1854 como un cáncer óseo medular con desarrollo extenso de vasos y quistes llenos de sangre; posterior- mente en 1903, Gaylord lo refiere como «aneurisma óseo maligno».22,23 Algunos años más tarde, especí- ficamente en 1922, Ewing lo clasifica ya como una variedad histológica precisa.23 Se trata de una agresiva e infrecuente variedad de osteosarcoma que se caracteriza por grandes
  • 6. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1915 www.medigraphic.org.mx cavidades llenas de sangre con delgados septos en su interior, así como escasa producción de os- teoide.22,23 Tanto radiológicamente como desde el punto de vista histológico, el diagnóstico dife- rencial debe efectuarse con el quiste óseo aneu- rismático.22,24 Su presentación por género, edad y sintomatología son los mismos que observamos en el osteosarcoma convencional; sin embargo, en el osteosarcoma telangiectásico es donde más frecuente se presentan las fracturas patológicas.7,23 En las radiografías convencionales generalmente encontramos destrucción ósea radiolúcida con ex- pansión asimétrica del hueso afectado y en algu- nas ocasiones reacción perióstica interrumpida, de la misma manera la sensibilidad aumentada de la tomografía computarizada ha demostrado matriz ósea en aproximadamente el 85% de los casos, la resonancia magnética nuclear y la existencia de ni- veles líquidos en el 74% de ellos.24 OSTEOSARCOMA CENTRAL DE BAJO GRADO Se trata de una variedad inusual de osteosarcoma que se calcula y constituye menos del 2% de los casos.18,25 Característicamente suele diagnosticarse erróneamen- te como displasia fibrosa.24 Desde el punto de vista clínico en esta variedad de osteosarcoma habitualmente existe una larga historia de dolor, molestias inespecíficas y tumefacción que generalmente lleva a meses o incluso años de retraso para establecer el diagnóstico. Radiológicamente pue- de parecerse al osteosarcoma convencional, aunque más habitualmente aparenta alguna lesión benigna de bordes escleróticos y bien delimitados; es frecuente la extensión de la lesión con adelgazamiento cortical. Generalmente no encontramos reacción perióstica y/o extensión a tejidos blandos. El diagnóstico histológico de osteosarcoma central de bajo grado es extrema- damente difícil, se semeja, además de a la displasia fibrosa, al fibroma desmoplásico, al fibroma no osi- ficante, al osteoblastoma, al fibroma condromixoide y a otras lesiones reactivas no específicas,18 de ahí la importancia de realizar una adecuada correlación clí- nico-radiológica-histológica. Aunque generalmente los pacientes son tratados únicamente con cirugía y su pronóstico es significa- tivamente mejor que en el osteosarcoma convencio- nal, algunos pacientes desarrollan un osteosarcoma secundario de alto grado dentro del tumor original de bajo grado, o en el sitio del original en recurrencias locales. Existe la probabilidad de que algunos casos de displasia fibrosa con desarrollo secundario de os- teosarcomas hayan sido, en realidad, osteosarcomas de bajo grado que posteriormente sufrieron desdife- renciación.24 OSTEOSARCOMA MANDIBULAR Generalmente esta variedad de osteosarcoma se presenta en pacientes de mayor edad que la de aquéllos en los que la neoplasia se ubica en los sitios convencionales y el 50% de ellos presenta diferenciación condroblástica y la producción de osteoide puede ser mínima y difícil de reconocer. Aproximadamente la mitad de los pacientes tienen lesiones catalogadas como grado 2 o intermedio (escala de Broders).10 Radiológicamente suelen presentar áreas radiolú- cidas o una combinación de estas con zonas radio- densas.24 El pronóstico de los pacientes con osteosarcoma mandibular generalmente es bueno y la diseminación hematógena es inusual.10 Su aparición frecuentemen- te se asocia a condiciones que lo predisponen como la enfermedad de Paget o radiación previa.24 OSTEOSARCOMA INTRACORTICAL El osteosarcoma intracortical fue primeramente des- crito por Jaffe en 196025-27 y es una variedad extrema- damente rara de esta patología, se llega a considerar la menos común de ellas.28,29 Se calcula y representa menos del 1% de los osteosarcomas.28 Desde el punto de vista clínico, aproximadamente en la mitad de los casos reportados existe una historia de trauma menor. Hay generalmente dolor moderado y edema o hinchazón local que puede llegar a desa- rrollar una masa palpable.28 Es más frecuente en hom- bres que en mujeres.29 La apariencia radiológica habitual del osteosarco- ma intracortical sugiere una lesión ósea benigna28,30 como el defecto fibroso cortical, un foco solitario de osteomielitis (absceso de Brodie), adamantinoma, os- teoma osteoide u osteoblastoma.30 Radiológicamente se presenta como una zona intracortical radiolúcida rodeada por una cortical engrosada,28 de localización casi característicamente diafisaria. Su origen típico in- tracortical lo separa tanto del osteosarcoma medular convencional como de las variedades parosteal y pe- riosteal.27 Microscópicamente revela a un osteosarcoma con- vencional osteoblástico con áreas de osteoide tumo- ral calcificado y descalcificado y formación focal de cartílago.25
  • 7. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma 16Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19 www.medigraphic.org.mx OSTEOSARCOMAS DE SUPERFICIE Los osteosarcomas de superficie, o erróneamente también llamados yuxtacorticales, son osteosarcomas cuyo epicentro se localiza hacia afuera de la cortical del hueso subyacente y que cursan con mínimo o au- sente involucro medular. Existen diferentes tipos de estas lesiones las cuales se caracterizan por una loca- lización anatómica específica, por un tipo de matriz predominante y un respectivo grado histológico ha- bitual.24 Representan de un 4 a un 10% de todos los osteosarcomas.31 La superficie del hueso incluye 3 distintas regiones: la cortical, el periostio y los tejidos fibrosos inmedia- tamente superficiales al periostio.25 La distinción entre localización parosteal y perios- teal, basados en hallazgos clínicos y radiológicos, es extremadamente difícil y arbitraria.25 OSTEOSARCOMA PAROSTEAL Es una variedad infrecuente de osteosarcoma que se origina en el área yuxtacortical de los huesos largos, además es el subtipo más frecuente de los osteosarcomas de superficie (75% de ellos).32 Aparentemente fue descrito por primera vez por Geschicker y Copeland en 19514,33,34 bajo la de- nominación de osteoma parosteal;4,25 el término actual lo acuñaron en 1954 Dwinnell y colabora- dores.24 Es un tumor que habitualmente es de bajo grado de malignidad,4,32,33 se origina en la capa más externa del periostio,4 y tiende a localizarse en la cara posterior de la metáfisis distal del fémur;32,33 esto en aproximadamente el 50% de los casos.33 El 90% de ellos envuelven la región metafisaria y solamente el 10% restante se ubica en las regiones diafisarias, sucediendo casi exclusivamente en los huesos largos.32 Otras zonas anatómicas afectadas incluyen al húmero proximal, la tibia y el peroné.4 Tiene predilección femenina en una relación 3:225 y su incidencia pico se ubica entre la segunda y cuar- ta décadas de vida.4,32 Representa aproximadamen- te entre un 4 y 5% de todos los osteosarcomas.25,34 Su apariencia radiológica está frecuentemente ca- racterizada por una larga masa osificada y lobulada que semeja una coliflor (más densa en su centro) y que su ubica de manera yuxtacortical a expensas de la capa más externa del periostio.4 En un 30% de los ca- sos puede observarse el signo radiológico del cordón o cuerda «string sign», el cual pone de manifiesto una delgada formación radiolúcida periosteal que separa al tumor de la cortical subyacente.25 Tanto por tomo- grafía axial computarizada como por resonancia mag- nética puede hacerse evidente involucro hacia partes blandas o hacia canal medular, así como lesiones saté- lites,25 mostrando además señales de baja intensidad en imágenes obtenidas por este último método de diagnóstico.4 Su diagnóstico diferencial tanto histológico como radiológico es principalmente con la miositis osificante.4 En cuanto al tratamiento quirúrgico podemos apuntar que una resección marginal invariablemen- te producirá una recurrencia (satelitosis). La resección amplia con borde quirúrgico adecuado es el trata- miento de elección. Con el número de recurrencias, la incidencia de afección medular y desdiferenciación hacia sarcoma de alto grado va en aumento.25 En los casos en que existen múltiples recurrencias y el tama- ño de la carga tumoral así lo demanda, puede llegar a requerirse de un tratamiento radical. Incluso con múltiples recurrencias, la frecuencia de diseminación a distancia, usualmente hacia pulmones, es rara.25 Es importante mencionar que el término yuxtacor- tical, habitualmente referido como una forma gené- rica de mencionar a los osteosarcomas de superficie en realidad debe considerársele como un sinónimo de osteosarcoma parosteal («yuxta» en latín, «para» en griego).25 OSTEOSARCOMA PERIOSTEAL El osteosarcoma periosteal fue descrito inicialmente por Lichtenstein en 1955 como la contraparte del osteosarcoma central o intramedular;25 sin embar- go, no fue sino hasta 1976 que Unni et al subdi- vidieron al osteosarcoma de superficie (referido en ese momento como yuxtacortical) en sus variantes parosteal y periosteal.25,31 Es así como el osteosar- coma periosteal ha sido definido como una entidad clinicopatológica distintiva caracterizada por un comportamiento menos agresivo que el del osteo- sarcoma convencional.25 El osteosarcoma periosteal representa al 25% de los osteosarcomas de superficie.31 Radiográficamente encontramos de manera ca- racterística en el espesor de la cortical diafisaria, con erosión cortical extrínseca y reacción perióstica per- pendicular al eje mayor del hueso, extendiéndose den- tro de la ancha base de la masa de partes blandas.31 En el diagnóstico diferencial se incluye al condro- sarcoma yuxtacortical, al sarcoma de Ewing, osteo- sarcoma parosteal y al osteosarcoma de superficie de alto grado.
  • 8. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-1917 www.medigraphic.org.mx OSTEOSARCOMA DE SUPERFICIE DE ALTO GRADO Es el subtipo de osteosarcoma de superficie más raro y fue descrito por Francis et al en 1964.35,36 Clínicamente tienen las mismas manifestaciones que el osteosarcoma convencional, es decir, principalmente masa palpable y dolor que generalmente son de me- nos de un año de evolución y a diferencia de lo que habitualmente sucede con el osteosarcoma parosteal.36 Desde el punto de vista radiológico existen ciertas diferencias tanto con el osteosarcoma parosteal como con el periosteal. El osteosarcoma de superficie de alto grado se presenta con una mineralización de apa- riencia inmadura a manera vellosa o de pelusa, la que predominantemente se observa en la base de la le- sión estando el tumor sujeto al hueso subyacente me- diante una base ancha; en el osteosarcoma periosteal, esta mineralización se presenta a manera espiculada y perpendicular al eje mayor del hueso afectado. La afección cortical del hueso subyacente a la lesión es común.36 La localización más común del osteosarcoma de superficie de alto grado es en la diáfisis femoral, a diferencia del osteosarcoma parosteal que es en la cara posterior de la metáfisis distal del mismo hueso y con respecto al osteosarcoma periosteal, su locali- zación más común es en la metáfisis proximal de la tibia.31,36 En lo que se refiere al osteosarcoma perios- teal, el osteosarcoma de superficie de alto grado es más propenso a invadir el canal medular,31 además de ser más extenso. La afección a huesos planos es rara.37 Esta variedad o subtipo de osteosarcoma presenta la misma apariencia histológica que la de un osteosar- coma clásico.37 Debe diferenciarse del osteosarcoma parosteal desdiferenciado, en este último coexisten el osteosarcoma bien diferenciado de bajo grado y el osteosarcoma de alto grado al momento del diagnós- tico, o bien, cuando la lesión inicial es de bajo grado y la recurrencia presenta zonas catalogadas como de alto grado.36 Su pronóstico es similar al del osteosarcoma con- vencional,36,37 pero peor que el del osteosarcoma pe- riosteal.31 OSTEOSARCOMA PAROSTEAL DESDIFERENCIADO Se trata de una variedad de osteosarcoma de alto gra- do (Grado 3-4 escala de Broders) que coexiste con un osteosarcoma parosteal de bajo grado, ya sea al momento de su presentación (sincrónico), o al pre- sentarse una recurrencia (metacrónico). En términos generales la conducta del osteosarcoma parosteal desdiferenciado es más maligna que la del osteosar- coma parosteal habitual, pero menos maligna que la del osteosarcoma de superficie de alto grado.38 Aunque la incidencia de desdiferenciación a osteo- sarcoma de alto grado en pacientes con osteosarco- ma parosteal recurrente es significativa, reconocer la coexistencia de tumor de bajo y alto grado es rara en pacientes vistos por primera vez.39 El tratamiento de elección es quirúrgico con már- genes amplios y quimioterapia.38 OTRAS VARIEDADES DE OSTEOSARCOMA OSTEOSARCOMA MULTICÉNTRICO El osteosarcoma multicéntrico es un tumor óseo agre- sivo y sintomático que tiene un pronóstico pobre, incluso con tratamiento multimodal incluidos radio- terapia y poliquimioterapia.40 Fue descrito por primera vez por Silverman en 1936,41,42 y se trata de múltiples tumores primarios (dos o más) en ausencia de enfer- medad metastásica pulmonar,40 pudiendo ser sincró- nica o metacrónica; sin embargo, existe la duda si se trata efectivamente de múltiples focos primarios, o si estamos frente a una enfermedad ósea metastásica de un osteosarcoma unifocal habitual. Los factores que soportan la hipótesis de múltiples lesiones óseas que representan múltiples tumores primarios son: 1) lesiones óseas de apariencia simul- tánea y simétrica en áreas típicas de osteosarcoma unicéntrico, 2) las mismas características histológicas y tamaño, 3) las lesiones óseas metastásicas en os- teosarcoma unicéntrico no son comunes, 4) ausencia de enfermedad de Paget o exposición a sustancias ra- diactivas o carcinogénicas y 5) evidencia limitada de metástasis pulmonares en radiografías de tórax.40 OSTEOSARCOMA EXTRAESQUELÉTICO O DE PARTES BLANDAS Se trata de un tipo de tumor realmente raro que su- pone menos del 4% de todos los osteosarcomas y aproximadamente el 1.2% de los sarcomas de tejidos blandos.43,44 Se presentan habitualmente durante la quinta y sexta décadas de la vida y se localiza en las partes blandas sin anclajes óseos ni periósticos.43 El primer reporte de esta neoplasia lo hizo Wilson en 1941.44,45 Es un tumor mesenquimal maligno que pro- duce osteoide, hueso o cartílago.43,46 Generalmente cursan asintomáticos salvo la apari- ción de una masa que crece progresivamente con la aparición gradual de molestias dolorosas e hipersensi- bilidad.43 Tumores grandes y tardíos pueden ulcerar la
  • 9. Sánchez-Torres L J y col. Osteosarcoma 18Rev Mex Ortop Ped 2011; 13(1); 10-19 www.medigraphic.org.mx piel, lo cual generalmente ocurre posterior a la biopsia o a algún tratamiento quirúrgico previo.46 Se localiza más frecuentemente en el muslo,44,46 seguidos de los grandes músculos de las cinturas pélvica y escapular,46 aunque puede presentarse en cualquier parte del cu- erpo.44 Existen hipótesis sobre traumatismos, fracturas, miositis osificante o aplicación de inyecciones como agentes etiológicos.46 El tratamiento de elección consiste en quimiote- rapia agresiva y resección con márgenes adecuados. OSTEOSARCOMA SECUNDARIO A ENFERMEDAD DE PAGET Sir James Paget describió inicialmente osteosarcomas desarrollados en huesos pagéticos en su primer escri- to sobre osteítis deformante en 1876.47 Se trata de un padecimiento metabólico que se puede presentar de manera monostótica o poliostótica y que afecta con mayor frecuencia al esqueleto axial.48 El osteosarcoma pagetoide, como se le conoce, es una complicación de la enfermedad de Paget, el cual se observa más frecuentemente en casos severos y de larga evolución y debe ser sospechado en pacientes cuyo dolor empeore o se haga resistente a medica- mentos analgésicos, o también que presente alguna alteración en el patrón habitual de dolor que la en- fermedad ocasione. El cuadro característico es el de un paciente de entre 65 y 70 años de edad, con una historia de padecer por 25 a 30 años de enfermedad de Paget poliostótica.49 La distribución encontrada para el osteosarcoma desarrollado en pacientes con enfermedad de Paget es diferente a la del osteosarcoma primario; el fémur, la pelvis, el cráneo y el húmero son los lugares más frecuentemente afectados en este grupo de pacientes sustancialmente menos jóvenes.47 Al existir predilec- ción por presentarse la transformación sarcomatosa en el esqueleto axial y con ello la menor posibilidad de resecar adecuadamente una lesión, además de las cir- cunstancias generales de pacientes en este grupo de edad, el pronóstico es más pobre que el de pacientes adolescentes donde habitualmente se presenta el os- teosarcoma. En estas circunstancias el diagnóstico es más retardado y con ello es más frecuente encontrar enfermedad metastásica.50 CONCLUSIONES La importancia del osteosarcoma dentro de la po- blación pediátrica radica en que representa al tumor primario maligno de hueso más frecuente en niños y adolescentes. Un diagnóstico y manejo multidiscipli- nario oportuno hacen la diferencia primero en cuan- to a expectativas de vida y posteriormente en cuanto a la posibilidad de salvar la extremidad afectada. El diagnóstico debe presumirse de manera inicial por clínica o radiología convencional y complementarse con el resto de los estudios auxiliares de diagnósti- co. Se debe realizar la biopsia hasta el final de un ejercicio clínico completo y debe hacerse tanto en el centro hospitalario como por el cirujano que realiza- rá el procedimiento definitivo; una vez confirmado el diagnóstico, comenzar quimioterapia agresiva para preparar así la resección de la neoplasia. El porcentaje de necrosis tumoral obtenido durante la quimiotera- pia neoadyuvante, la existencia o no al momento de hacer el diagnóstico de metástasis pulmonares o sal- tarinas, así como también el haber logrado márgenes quirúrgicos negativos durante el procedimiento ele- gido, son los elementos pronósticos principales para estos pacientes. Referencias 1. Picci P, Sangiorgi L, Caldora P, Benassi MS, Campanacci M: Histopatología del osteosarcoma. Rev Esp Cir Osteoart 1995; 30(178): 211–216. 2. Brenner W, Bohuslavizki KH, Eary JF. PET Imaging of osteo- sarcoma. J Nucl Med 2003; 44(6): 930-942. 3. Marina N, Gebhardt M, Teot L, Gorlick R. Biology and ther- apeutic advances for pediatric osteosarcoma. The Oncolo- gist 2004; 9: 422-441. 4. Murphey MD, Robbin MR, McRae GA, Flemming DJ, Tem- ple HT, Kransdorf MJ. The many faces of osteosarcoma. RadioGraphics 1997; 17(5): 1205-1231. 5. Hicks MJ, Roth JR, Kozinetz CA, Wang LL. 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