1. abedules Página 1 de 1
Abedules (Betula sp.)
Árboles de hoja caduca propios de zonas
húmedas de Europa y Norteamérica.
Descripción.- Son árboles esbeltos, con un
tronco delgado que suelen tender a la
vertical, y forman copas ligeras, de
aspecto abierto, gracias a las numerosas y
finas ramas y a sus hojas de pequeño
tamaño. Uno de los principales atractivos
de los Abedules es la corteza del tronco y
de las ramas adultas, ya que presentan
vistosas coloraciones (blancas o
cremosas en las especies europeas) y
tienen la particularidad de desprenderse
en tiras al estar renovándose durante toda
la vida del árbol. Se conocen más de
sesenta especies, en su mayoría,
repartidos, por el hemisferio norte del
planeta.
Característica común, ' Árboles esbeltos, con tronco delgado que suele tender a la
vertical, forman copas ligeras, de aspecto abierto'.
Porte.- En general, no son demasiado altos, si bien, los ejemplares de edad avanzada son
capaces de sobrepasar los 20 m. Poseen un aspecto esbelto y elegante, con troncos
delgados y rectos que soportan ramas no demasiado gruesas de las que parten otras
muy finas sosteniendo pequeñas y móviles hojas.
Hojas.- Son pequeñas, de forma triangular o romboide, con bordes aserrados y con un
color con tonalidades amarillo-doradas en otoño.
Flores.- Poco o nada vistosas, dado que se agrupan en conjuntos cilíndricos sin pétalos,
llamados amentos, a menudo en forma colgante.
Cuidados.- Frecuentemente, aparecen formando alineaciones en los jardines públicos.
Las especies europeas toleran ser plantadas en tierras ácidas, así como en las de
naturaleza arcillosa. Suelen vivir con tranquilidad en una situación norte, siempre que no
sea demasiado sombría.
Consejos.- Para disfrutar del atractivo de su corteza conviene plantarlos en grupo y, a
ser posible, delante de un fondo oscuro o en un terreno pendiente. Sin embargo, gozan
de un carácter suficiente para ser centro de interés si se los coloca aislados en un
césped. Abstenerse de plantar Abedules en las proximidades de pavimentos o
edificaciones, puesto que las raíces tienden a crecer de manera extendida.
Especies y Variedades:
B. Pubescens.- Abedul europeo. Poco utilizado en jardines.
B. Pendula.- Abedul europeo. Con apariencia graciosa por su corteza blanquecina con
rayas horizontales y por una multitud de finas ramas colgantes. Entre sus variedades,
'Tristis' de porte estrecho y alto con ramas colgantes. 'Youngii' abedul llorón, con un
aspecto péndulo en sus ramas.
B. Papyrifera.- Abedul americano. Con la corteza muy blanca.
B. Lutea.- Abedul americano. Con la corteza amarilla.
2. abetos Página 1 de 2
Abetos (Abies sp.)
Amplio género de árboles de porte cónico y
gran desarrollo. Existen gran número de
variedades cultivadas, en formas y tonalidades
foliares muy diversas, que se adaptan casi a
cualquier tipo de jardín.
Todas las partes de los abetos (ramas, hojas,
conos, tronco, etc) exudan resina en buenas
cantidades, por lo que resulta difícil manejarlos
o siquiera acercarse a estos árboles, sin quedar
impregnado por ella.
Los verdaderos abetos se distinguen de los
falsos - Picea sp - por su poderosa producción
de resina olorosa.
Porte.- Los abetos que pertenecen a la familia
de las Pináceas, son árboles de gran
desarrollo (en ejemplares adultos, 40 m o
más), de forma normalmente cónica y con
hojas - acículas - planas y recias, que en
muchas especies presentan dos bandas
claras o plateadas por su cara inferior y que
se insertan al tallo como si fueran una
ventosa.
Las especies silvestres, abundan por el
hemisferio norte, son demasiado vigorosas
como para crecer en un jardín de dimensiones
corrientes, por lo que deben plantarse en
parques, fincas o en manchas forestales.
Ahora bien, como sucede con una gran parte
de las coníferas (grupo
que engloba a cedros, pinos, cipreses, etc.) se han obtenido variedades cultivadas de
abeto que difieren de las especies progenitoras, por lo que, además de su marcado
aspecto decorativo, muchas de ellas sí son aptas para vegetar casi en cualquier jardín.
Hojas.- Son de tipo acícula, pequeñas, planas y rígidas. Las variedades utilizadas en
exclusiva para jardinería, además de formas diversas tienen tonalidades de hojas
realmente ornamentales.
Flores.- Los abetos emiten un tipo muy primitivo de 'flores', llamadas conos o estróbilos,
en las que los óvulos aparecen desnudos y reciben directamente el polen transportado
por el viento. En los abetos, los conos se presentan separados por sexos sobre un
mismo individuo, los masculinos en la parte inferior de las ramas y los femeninos, que
después se convierten en el cono fructífero, creciendo erectos sobre aquellos. En ambos
casos tienen una coloración llamativa.
3. abetos Página 2 de 2
Cuidados.- Los abetos de mayor desarrollo requieren localizaciones frescas, e incluso
frías, donde exista una pluviometría elevada. Con independencia de su tamaño, a estos
árboles les conviene vivir a cierta altura sobre el nivel del mar, desde los 700 m hasta
casi los 2000 m, siendo ideales para zonas de montaña.
Los abetos prefieren terrenos profundos y frescos, con abundante materia orgánica en
descomposición. La mayoría de las especies agradecen tener una humedad constante en
el terreno. La excepción la presentan 'el pinsapo' y 'el abeto griego', pues ambos se
encuentran adaptados a la vida en terrenos calcáreos donde el agua se escurre con
facilidad.
Especies y Variedades
Balsamea.- Vive en el Norte del Continente Americano. Es una árbol de forma cónica que
no crece demasiado - hasta 25 m - y tiene un precioso color verde oscuro. Es un gran
productor de resina olorosa que se utiliza en cosmética.
Concolor.- Vive en el Continente Americano, de crecimiento moderado, es uno de los
árboles que mejor soporta el sucio ambiente de la ciudad. Tiene hojas verde azuladas o
verde grisáceas, sin bandas inferiores plateadas. Muy oloroso. Es árbol de grandes
dimensiones, por tanto no es recomendable para jardines con poco espacio. La variedad
'Compacta' es de poco desarrollo, de forma irregular y coloración muy azulada, pero se
encuentra con dificultad en los viveros.
Forrestii.- Procede de China y no es un árbol de gran desarrollo - hasta 10 m - tiene
brotes de color rojizo muy llamativos y acículas de profundo color verde brillante por la
parte superior y blancas por la inferior. Sus conos, grandes y oscuros, son muy
decorativos.
Koreana.- Con origen en Corea, es un bello árbol de forma perfectamente cónica, con
agujas verde oscuras y brillantes en la cara superior y gris claro en la inferior. Los conos
son azules o purpúreos y aparecen ya en edades jóvenes.
Pinsapo.- Es el abeto español, solamente vive en el sur de España. Tiene unas acículas
cortas y rígidas, que crecen rodeando todo el tallo. Forma un cono de base ancha y no
es demasiado grande en su edad adulta - hasta 20 m - Crece en suelos calizos. La
variedad 'Glauca' tiene un color de follaje virado al azul claro y un crecimiento menor.
4. acacias Página 1 de 1
Acacias (Acacia sp.)
Son un numeroso grupo de
árboles pertenecientes a la
familia de las Leguminosas, de
pequeño o medio tamaño,
apropiados para regiones cálidas
o situaciones abrigadas.
Tienen hojas compuestas y
pequeñas inflorescencias -
agrupaciones de flores - en
general de color amarillo y
olorosas.
Hay acacias con hojas enteras,
planas y de forma lanceolada,
aunque lo normal es que sus
folios sean bipinnados, es decir,
formados por partes
independientes (folíolos) insertadas sobre un eje común.
En el caso de la acacia de madera negra 'Acacia melanoxylon' ambos tipos crecen
juntos en ramas y ejemplares jóvenes, con un follaje permanente.
Aunque las acacias son especies de climas o zonas cálidas, muchas de ellas tienen una
probada resistencia al frío intenso.
El verdadero problema es la nieve que causa roturas en las ramas por estar cubiertas de
hojas en el invierno. En zonas de frío sólo podrán ser plantadas en situaciones
abrigadas.
Las acacias se desarrollan bien en terrenos arenosos que por su porosidad resultan
bastante secos.
En sitios cercanos al mar, algunas especies son plantadas para favorecer la
consolidación de dunas y otros suelos arenosos.
Con la romántica forma de su gracia y encanto, y con la dulce fragancia de sus flores,
las acacias pueblan la región mediterránea, sureña y los dos archipiélagos.
Especies y Variedades.- La utilización de las acacias como árboles de jardín es muy
variable. Se detallan a continuación las más representativas y fáciles de distinguir
(cuestión que no resulta sencilla).
Acacia de las Indias.- Procede de la zona sur del Caribe, floreció por primera vez en
Europa en el Palacio de Farnesio de Roma.
Especie de porte arbustivo con espinas y con cabezuelas florales amarillas muy
olorosas.
Acacia Mimosa.- Oriunda de Australia y Tasmania, crece de forma natural en amplias
zonas de España donde es conocida simplemente por 'Mimosa'.
Es un árbol de tamaño mediano y forma irregular, con hojas compuestas de original
tono verde-gris mate. Florece con profusión al final del invierno y su fragancia es
delicada.
Acacia de Madera Negra.- Es una de las especies de mayor desarrollo, llega hasta los 10
metros de altura, presenta una copa esbelta y regular.
En los ejemplares jóvenes se pueden observar los dos tipos de hojas que posee.
5. acacias1 Página 1 de 1
Acacias Constantinopla (Albizia
Julibrissin)
Se trata de un árbol caducifolio
don grandes hojas compuestas
que le dan un aspecto ligero y
delicado, con una floración
espectacular.
Es conocida también como
'Árbol de la seda del Irán' y
'Acacia de Persia', procede del
mediterráneo oriental como es
fácil de imaginar.
Alcanza una altura máxima de 10
a 12 metros, en jardinería su
altura queda en la mitad. En
otoño pierde su delicado follaje
dado por la intensa división de
las hojas en pequeñas partes
independientes llamadas
folíolos, insertados de manera
ordenada a ambos lados de los nervios foliares. En conjunto el follaje tiene similitud al
de los helechos.
El tronco es corto y se ramifica a escasa altura desarrollando una estructura de ramas
numerosas.
Su floración tiene una gran vistosidad con estambres abiertos en corona, blancos en su
mitad inferior y rosa fuerte en la mitad superior.
A partir del mes de septiembre, de las ramas cuelgan legumbres de hasta 14 centímetros
de longitud.
La Acacia de Constantinopla requiere un ambiente cálido y pleno sol, con el terreno no
es muy exigente, aunque prefiere los de naturaleza alcalina y poco húmedo.
Existe una variedad conocida como 'Rosea', con flores de intenso color rosado y que
admite ser cultivada en regiones menos cálidas.
6. acacias2 Página 1 de 1
Acacias de tres Espinas
(Gleditsia Triacanthos)
Es un árbol oriundo del norte de
América, de hoja caduca
provisto de copa abierta y hojas
compuestas que le dan una
apariencia ligera.
Con follaje caducifolio, esta
armado con fuertes espinas que
aparecen incluso sobre el tronco
con los años.
Las flores insignificantes son
olorosas.
Como es una leguminosa, sus
frutos son legumbres que se
retuercen en forma de espiral
colgando de las ramas al final
del verano, pueden alcanzar los
25 centímetros de longitud.
Es un árbol de zonas meridionales, acepta casi cualquier terreno siempre que no sea
demasiado húmedo.
7. acebos Página 1 de 2
Acebos (Ilex sp.)
Arbustos de hoja permanente, existen un gran
número de variedades, apropiados para regiones
templadas y terrenos húmedos.
Crecen con frecuencia en zonas boscosas y son
cultivados en jardinería por la belleza de sus hojas y
por los llamativos frutos invernales que ofrecen.
Los frutos bastante exóticos, sólo los dan las
plantas hembras, ya que los acebos son vegetales
monosexuados - diodicos -, por lo que si se desea
disfrutar de ellos es necesario plantar especímenes
de ambos sexos.
Descripción.- Ilex es el nombre que los latinos daban
a las encinas, debido al parecido de las hojas de
ambos, actualmente es el nombre que reciben este
género de plantas leñosas. En Europa sólo vive de
forma silvestre el 'acebo común', al que se suman
varias especies originarias del Cáucaso, Turquía,
Islas Canarias, y diversas zonas de Norteamérica,
China y Japón.
Porte.- La estructura de los acebos suele estar
formada por uno o unos pocos troncos nada
gruesos, de los que parten ramas secundarias que
cubren toda la extensión de los troncos.
Hojas.- Suelen tener hojas con espinas, las cuales nacen de los laterales del limbo,
aunque muy a menudo no las presentan o lo hacen en cantidad muy pequeña. Las hojas
son de tipo coriáceo, es decir, están recubiertas de una capa cérea que les da
consistencia rígida y proporciona una apariencia lustrosa. Las hojas del acebo común
europeo - I. aquifolium - son de color verde oscuro, tonalidad que también disfrutan
otras especies y variedades de acebos. El tamaño de las hojas es otro factor de gran
variabilidad, así como la forma de aquellas, que suele ser desde ampliamente ovalada
hasta muy angosta.
Frutos.- El color de los frutos es muy variado, si es rojo en la mayoría de los casos,
también aparecen negros, amarillos, anaranjados o pardos.
Por las razones expuestas, los acebos se ofrecen como plantas de jardín, de carácter
rústico, con una enorme versatilidad que viene dada por la amplia variedad de sus
formas y por el hecho de resultar atractivos en todas las épocas del año.
Desafortunadamente, los acebos son plantas de crecimiento lento, por lo que suben de
precio según sea su tamaño.
Cuidados.- Dada su procedencia leñosa, conviene situarlos bajo otros árboles o en
zonas con ciertas dosis de sombra. Esto no significa, que no toleren exposiciones
soleadas siempre que el suelo se mantenga húmedo. Como norma, prefieren zonas
frescas o frías antes que otras más cálidas. Precisan un terreno rico en materia
orgánica, de carácter ácido, con suficiente humedad todo el año, y que no esté expuesto
8. acebos Página 2 de 2
a la acción de rayos solares que dañan sus raíces. En primavera o en otoño, no deben
faltar aportes de estiércol descompuesto, turba o mantillo.
Consejos.- La presencia de un pequeño grupo de acebos en una zona del jardín
boscosa y hasta umbría, es suficiente para crear un ambiente natural y silvestre.
Siempre resulta atractiva la combinación de distintas variedades e híbridos. Estos
arbustos pueden combinarse con plantas propias del sotobosque y, en particular, con
típicas de terrenos ácidos (rododendros, azaleas, pieris, etc). Se pueden cultivar acebos
en recipientes pequeños, pudiendo así disfrutar de ellos en terrazas, patios y balcones.
La Poda no es necesaria, sin embargo, admiten esta operación de forma severa.
Especies y Variedades:
Acebo común (Ilex aquifolium).- Arbusto o árbol pequeño, de hoja perenne, con
crecimiento lento, llega a superar los 10 m. de altura. Tiene hojas coriáceas de color
verde oscuro, con más o menos espinas. En las plantas hembra, sus insignificantes
flores dan pequeños frutos esféricos en invierno. Los ejemplares silvestres están
protegidos por la Ley tanto en su arranque como en la corta de ramas.
Acebo canario (Ilex canariensis).- Originario de Canarias (Tenerife y Gomera) e islas
Madeira, vive en torno a los 700 m. de altitud. Llega a medir 15 m. Generalmente, sus
hojas carecen de espinas.
Acebo cornudo (Ilex cornuta).- Arbusto redondeado que alcanza 3m. de altura, con
hojas grandes acabadas en apéndices espinosos más anchos que el resto del limbo.
Acebo crenata (Ilex crenata).- Arbusto de origen oriental, con forma compacta, se han
obtenido numerosas variedades para jardinería. Esta especie exhibe frutos negros.
9. agracejos Página 1 de 2
Agracejos (Berberis sp.)
Los agracejos tienen su origen en Europa, comprenden un gran número de especies de
arbustos espinosos muy resistentes, tienen variado follaje, y suelen dar pequeños
frutos coloreados en otoño e invierno.
Entre los agracejos se encuentran arbustos de tallas muy distintas, que recorren desde
unos pocos centímetros hasta los dos metros.
Muchos de ellos presentan una densa estructura de ramas delgadas, largas y
arqueadas, con lo que forman un porte redondeado y lo bastante cerrado para resultar
compactos.
Las hojas con su dilatada diversidad, a menudo presentan una marcada diferencia entre
las dos caras, presentan diseños alargados y redondeados, tiernos y coriáceos,
espinosos o inermes, de tonos profundos, pálidos, rojos o cobrizos.
Existen agracejos de hoja perenne y caduca. Las especies caducas ofrecen atractivas
coloraciones otoñales.
Las flores aparecen en racimos apretados que cuelgan de las ramas mediante unos
pecíolos o rabos no muy cortos. Las tonalidades oscilan entre el amarillo y el
anaranjado, teñidos en tonos rojizos cuando aún se encuentran en estado de botón.
Estos arbustos viven bien en todo tipo de terreno, incluso si es pobre, aunque esta
circunstancia influye negativamente en su desarrollo.
Cuando son cultivados en libre crecimiento, conviene podar las ramas viejas cada tres o
cuatro años, estimulando de esta forma la expansión de las más jóvenes.
Algunos agracejos se utilizan como setos de altura media, dado que son plantas muy
ramificadas y soportan bien la poda. Hay especies que se adaptan sin problemas a
situaciones de sombra y otras se brindan para ser plantadas en solitario sobre el
10. agracejos Página 2 de 2
césped.
Especies y Variedades.-
Berberis Darwinii.- Procede de Patagonia, llega a medir hasta metro y medio de altura, y
presenta hojas perennes espinosas parecidas a las de la encina, sus flores vienen en
racimos de color amarillo intenso con los rabos rojos. Las bayas son azules.
Se desarrolla en un suelo húmedo y ácido.
Berberis Julianae.- Es un arbusto que llega a medir hasta dos metros, con hojas
estrechas de color verde brillante durante la primavera y el verano, transformándose en
rojo en otoño. Las flores son amarillas, en racimos apretados que luego dan pequeñas
bayas alargadas azuladas.
Soporta bien la sombra y admite la poda por lo que se pueden conseguir arbustos muy
compactos.
Berberis Vulgaris.- Es un arbusto que crece por encima de los dos metros. Las hojas
son verdes y caducas. Las flores amarillas antes del verano, dan bayas rojas en el
otoño.
La variedad 'Atropurpurea' tiene hojas de color marrón rojizo volviéndose intensamente
púrpuras en otoño.
11. Álamos, Chopos (Populus sp.)
Árboles altos y esbeltos, apropiados para fincas o
grandes jardines. Tienen un desarrollo rápido, forman copas
amplias y regulares que los hacen interesantes incluso en
solitario. Llegan a alcanzar los 30 m.
Los chopos - nombre sinónimo de álamo tienen hojas
acorazonadas, a veces con lóbulos más o menos marcados,
unidas a la rama por largos y delgados pecíolos. Casi todos
se sustentan sobre una estructura de tronco y ramas
tendente a la vertical y vestida en la mayor parte de su
longitud. Esto da como resultado árboles esbeltos y
dotados de amplias copas cuyo follaje tiembla al menor
soplo de brisa. Posiblemente su mayor defecto estriba en lo
quebradizo de su madera, consecuencia de su alta velocidad
de crecimiento, si bien las roturas de ramas se producen en
su mayoría por efecto de podredumbres causadas por
heridas de poda o ataques de larvas xilófagas o comedoras
de madera. De otro modo resultan muy flexibles, cualidad con la que logran salir bien
librados del empuje de vientos fuertes. Emiten discretas flores masculinas y femeninas en
individuos distintos. En otoño, las hembras dispersan grandes cantidades de semillas,
provistas de un apéndice algodonoso.
Cuidados.- Para un álamo cualquier situación es buena, a menudo se plantan en lugares
expuestos a las inclemencias más duras, precisamente para paliar sus efectos. Quizás se
encuentren más cómodos en una naturaleza húmeda, si bien tienen la capacidad de
prosperar, dependiendo de la especie, en los terrenos pesados, calcáreos, arenosos y
hasta en los marcadamente pobres.
Especies y Variedades.-
Álamo blanco, Chopo blanco.- Árbol muy decorativo por el contraste que se produce entre
el verde profundo de la cara superior de las hojas y el blanco velloso de la inferior. La
forma de las hojas es muy variable y en su expresión más lobulada se asemejan a la de los
arces. El tronco y las ramas son también blanquecinos. Desarrolla una copa abierta que se
vuelve más estrecha y esbelta en la variedad 'Bolleana', la cual goza de otra gran ventaja,
que es la menor emisión de vástagos en el área de influencia de las raíces, lo que en la
especie tipo se puede convertir en un problema grande. Los chopos blancos resisten sin
inmutarse las duras condiciones de salinidad derivadas de la cercanía del mar. Además,
son capaces de crecer en un suelo arenoso costero soportando eventuales
encharcamientos por agua de mar en su sistema radicular. Es una de las especies más
resistentes a situaciones difíciles y comprometidas.
Álamo gris o cano.- Híbrido entre el álamo blanco y el álamo temblón. Es un árbol de porte
elegante y majestuoso, si vive en un terreno húmedo puede llegar a alcanzar un gran
tamaño. Las hojas se parecen a las del álamo blanco, sobre todo en la pubescencia o
pilosidad de la cara inferior, aunque las del gris nunca son lobuladas, sino que presentan
una forma ligeramente ovalada y de bordes ondulosos. El tronco es blanco en su mitad
superior y de marcada rugosidad en la inferior. Emite chupones o vástagos en las raíces
superficiales.
Álamo negro, Álamo de Italia, Chopo Lombardo.- Árbol esbelto de copa amplia vestido con
hojas romboideas y aserradas en los bordes. Son característicos los abultamientos
suberosos (hechos del mismo tejido que la corteza) de su tronco, por lo general bastante
más rugoso que el de las otras especies. Una de las variedades más esbeltas es 'Italica',
de porte perfectamente columnar. Es un árbol de gran valor ornamental.
Álamo Chino.- Crece sólo hasta 15 m de altura, sin embargo es uno de los álamos más
duros. Las hojas son de color verde claro y ramas ligeramente péndulas. 'Fastigiata' es
una variedad de porte columnar.
12. alerce Página 1 de 1
Alerce (Larix sp.)
Conífera de silueta cónica y rápido
crecimiento, excepcionalmente entre las
coníferas, pierde toda su hoja en otoño
después de exhibir vivos tonos dorados.
Existen varias especies de alerces en el
mundo - Norteamérica, Asia, Rusia, Japón,
Europa - Especialmente, nos interesa el
Alerce europeo, 'L. decidua', procedente de
los Alpes, y el japonés 'L. kaempferi'; entre
ambos sólo existen ciertas diferencias de
aspecto.
Los alerces desarrollan sus hojas agujas en
brotes verticilados dispuestos al modo de
las varillas de un paraguas. Este follaje es
de color pardo rojizo en primavera, verde no
muy oscuro después y se vuelve amarillo dorado en el otoño. resultando muy
ornamental. La desnuda silueta invernal de este árbol no es en absoluto aburrida, ya que
muestra una típica estructura de tronco recto y ramas horizontales que van
disminuyendo de longitud a medida que suben de altura. Las pequeñas piñas de estos
árboles pasan, antes de madurar, por una fase en la que son de un bonito color verde.
Cuidados.- Requieren una situación soleada y con suficiente espacio para su desarrollo.
El terreno ha de ser profundo y rico. No les gustan los suelos secos ni demasiado
húmedos y rechazan la presencia de cal. La superficie en torno a sus pies debe
mantenerse con las hojas caídas e incluso es bueno añadirle algo de mantillo una vez al
año, en otoño.
Consejos.- Los alerces viven cómodamente hasta en alturas de 2300 m sobre el nivel del
mar. No son aptos para pequeños jardines. Es una especie de aprovechamiento forestal.
13. araucarias Página 1 de 1
Araucarias (Araucaria sp.)
Coníferas de crecimiento vertical y
ramas estratificadas.
Llegan a alcanzar los 30 metros, son
silueta piramidal, que en algunas
especies con los años se vuelve
redondeada.
Las hojas tienen forma de escama, y
se disponen alrededor de los tallos
cubriéndolos por completo.
Las 'flores' crecen en grupos
esféricos, a menudo en especímenes
distintos según su sexo.
Con origen en el hemisferio sur (Australia y continente americano), dotada de un aire
ancestral que la faculta para adornar residencias y cualquier tipo de vivienda.
Se desarrollan en lugares cálidos, próximos al mar o en cualquier región donde no sea
demasiado frío el invierno.
En zonas muy soleadas o calurosas habrá que mantener una buena humedad en el suelo
durante los primeros años posteriores a la plantación.
Las araucarias se adaptan bien a cualquier tipo de suelo que no sea demasiado seco ni
se encuentre permanentemente húmedo.
Especies y Variedades.-
Araucaria Araucana.- Se desarrolla en Chile, con aspecto sobresaliente por sus ramas
cilíndricas gruesas, constituidas por hojas en forma de larga escama terminadas en
puntas fuertes y duras.
Araucaria Bidwillii.- Se desarrolla en Australia, tiene un crecimiento más moderado que
las otras especies, llega a medir 25 metros. Puede vivir con comodidad en una maceta.
Araucaria Excelsa.- Se desarrolla en Chile, quizás sea la especie más común en los
jardines españoles. Presenta una típica silueta piramidal con ramas de crecimiento
horizontal dispuestas en verticilos. Se utiliza también como especie de interior.
14. arboljudas Página 1 de 1
Árbol de Judas (Cercis siliquastrum)
Árbol de hoja caduca y discreto
desarrollo, con copa esférica y
estructura redondeada, que ofrece una
llamativa y densa floración al principio
de la primavera, anunciando su llegada.
Es un pequeño árbol de forma irregular y
silueta redondeada, que reúne varios
atractivos que lo hacen interesante
durante todo el año. En primavera se
cubre literalmente de flores rosa-magenta,
que no sólo aparecen sobre
sus ramas jóvenes sino que
lo hacen también en distintos puntos de la madera más vieja, incluido el pequeño tronco
principal. Además, florece antes o justo cuando las hojas empiezan a brotar, lo que
constituye a hacer más visible su floración. En el resto de la primavera y en el verano
ofrece su pequeña silueta repleta de hojas en forma de corazón (por lo que también se le
llama árbol del amor), que son de un bonito color verde pálido. En otoño se cubre de
oscuros frutos con aspecto de legumbre, llamados silicuas - de ahí su nombre específico
- y adquiere preciosos tonos amarillentos. En invierno su desnudez deja al descubierto
una corteza oscura, fuertemente estriada, y el graciosos estilo de sus ramas
zigzagueantes. El árbol de Judas, en campo abierto y sin poda, no suele sobrepasar los 5
o 6 m de altura. Si bien, existen ejemplares mayores como los del Retiro de Madrid.
Cuidados.- A pleno sol o en sombra, el árbol de Judas progresa. No le importan las
difíciles condicionas urbanas, a las que se adapta sin inmutarse. Tolera bien al suelo
donde vive, que puede ser ácido, calcáreo o neutro; admite siempre los terrenos
bastante húmedos siempre que su nivel de agua no suponga encharcamiento.
Consejos.- Es ideal para pequeños jardines o rincones románticos, así como para formar
avenidas o jalonar algún camino. Es frecuente ver este árbol en calles y parques
públicos. Su fresca y temprana floración primaveral tiene un enorme valor, ya que
después de un invierno, la contemplación de la redondeada silueta del árbol de Judas
cuajada de flores es el mejor anuncio de llegada de la primavera.
15. arbolpagodas Página 1 de 1
Árbol de las Pagodas (Sophora
Japonica)
Árbol emparentado con las
Acacias, de hoja caduca y
procedencia oriental, con
dilatada floración y notable aire
exótico.
Hasta los 15 o 20 metros de
altura crece con velocidad
moderada, después más
lentamente.
La copa es amplia, con ramas
separadas, que se vuelve
redonda con la edad.
Tiene hojas compuestas de
pequeños folíolos, lo que unido
a la ligera estructura de sus
ramas, da como resultado una
sombra tenue y agradable.
Se trata de una leguminosa emparentada con las Acacias, de hecho sus flores presentan
la típica forma asimétrica de esta familia.
Florece en pleno verano y durante varias semanas (seis - ocho semanas) en racimos de
flores de color blanco - crema.
Cuidados.- Aunque no es exigente con el terreno, se desarrolla mejor en suelos sueltos,
sin humedad permanente.
Aguanta bien el frío y el viento, pero gusta de exposiciones soleadas.
Debe crecer en un espacio suficientemente amplio para la envergadura de su copa.
Especies y Variedades.- Existe la variedad 'Pendula' con ramas colgantes y mucho
menor desarrollo que su especie progenitora, siendo muy parca en su floración.
16. arbolpanuelos Página 1 de 1
Árbol de los Pañuelos
(Elaeagnus Angustifolia)
Árbol de hoja caduca, con
aire oriental, en su
floración se adorna con
grandes hojas modificadas
de color blanco.
Con origen en China, se
ramifica muy cerca del
suelo, y llega a medir hasta
los 10 metros de altura.
La forma de sus hojas es
parecida a las del avellano,
pero poseen el verde
fresco de un tilo recién
cortado, aunque su parte
inferior aparece
recubierta de un denso tomento (pilosidad) blanquecino.
Lo que verdaderamente llama la atención de este árbol son las flores, es decir, las falsas
hojas que las acompañan, llamadas brácteas.
Al final de la primavera, el árbol se cubre de pequeñas flores redondeadas a las que
acompañan, dos brácteas de color netamente blanco que dan la sensación de ser
pañuelos colgados de sus ramas.
Las brácteas son casi de la misma forma que las hojas verdaderas y tienen la
particularidad de ser una de ellas varias veces mayor que la pareja que le acompaña en
la misma flor.
Las hojas y su bella forma de florecer, hacen del árbol de los pañuelos una especie muy
atractiva que puede ser cultivada en cualquier jardín, sin importar sus dimensiones.
Este árbol es una especie más apropiada para zonas rústicas que para ambientes
urbanos. La atmósfera contaminada de la ciudad puede afectar tanto a su desarrollo
como a su floración.
17. arbolparaiso Página 1 de 1
Árbol del Paraíso (Elaeagnus angustifolia)
Árbol de pequeño tamaño, caducifolio, con
follaje en tono grisáceo y una olorosa floración
primaveral. Es apto para jardines de reducidas
dimensiones y ambiente urbano.
Se trata de un pequeño arbolito, a veces con
forma de arbusto, de aspecto frágil que, a
partir de un tronco corto, se ramifica
profusamente. Es nativo de Asia, aunque
desde antiguo ha sido plantado al sur de
Europa, por lo que se adapta bien a la mayor
parte de las condiciones climáticas españolas.
Las hojas, largas y estrechas, son de
color verde-gris en una tonalidad semejante al olivo.
Están recubiertas de escamas plateadas en sus dos caras, siendo la superior más verde
que la inferior, cuyo tono es pálido. Su tonalidad gris-plateada se hace visible desde una
larga distancia.
La floración se produce en grupos poco numerosos de pequeñas flores. Tiene lugar en
las semanas de la segunda mitad de la primavera, en tono amarillo y es dulcemente
olorosa.
Fructifica en bayas redondeadas, las cuales sirven de alimento a los pájaros en invierno.
El árbol del Paraíso debe ser podado para que forme un pequeño tronco; sin esta
operación lo más probable es que se ramifique desde la base y tenga aspecto de
arbusto.
Cuidados.- Agradece estar a pleno sol, donde destaque su coloración. Crece bien en
todo tipo de terreno, incluso si es pobre y seco. No le gusta la humedad persistente.
Consejos.- Es posible mantenerlo en unas dimensiones aceptables gracias a su
adaptabilidad a las tijeras. Se puede plantar junto a otros vegetales leñosos de color
verde oscuro, y también se planta en zonas donde se quiera controlar la erosión del
suelo, como son, por ejemplo, los taludes de carreteras y autovías.
18. arces Página 1 de 2
Arces (Acer sp.)
Árboles de hoja caduca, interesantes por sus
tamaños variados dentro de un interminable
surtido de formas y tipos, muchos de los
cuales ofrecen espectaculares coloraciones
otoñales.
El género 'Acer' agrupa a un gran número de
vegetales leñosos con una formidable
variación en cuanto a su talla y tipo de hoja.
Las tonalidades verdaderamente rojas,
cobrizas o doradas que adquieren algunos
arces en la época otoñal son casi siempre
épicas en el mundo de la jardinería, ya que
quien ha visto a algunos de estos arces en las
semanas previas a la caída de sus hojas, ha
contemplado un espectáculo difícil de olvidar.
Porte.- Se caracterizan por la abundante ramificación de su copa, que suele ser de forma
regular, a veces redondeada. Las ramas y hojas se disponen en sentido opuesto (crecen
en dos direcciones contrarias respecto de la rama de la que brotan) y poseen unos
curiosos frutos dorados de un ala membranosa y dispuestos por pares, a los que se
conoce con el nombre de 'sámara'.
Hojas.- La peculiaridad más conocida de estos árboles son sus hojas, esas hojas
lobuladas en forma de palma que en las especies japonesas casi tienen hasta 'dedos', y
cuya silueta luce orgullosa en la bandera de Canadá. Desde luego, en el numeroso grupo
de arces hay una gran variación en la forma de sus folios e, incluso, existen arces sin
hojas lobuladas, pero el diseño básico de todas ellas es siempre el mismo.
Frutos.- La peculiar forma de fructificación se llama 'sámara'. La semilla es acompañada
por un ala membranosa que, al ser desprendida en su madurez, ayuda a una más lejana
dispersión de la simiente. Todas las especies de este género de árboles producen pares
de sámaras, lo que resulta un evidente rasgo distintivo entre especies en función de su
tamaño, disposición y coloración.
Este género de árboles se reparte, de forma natural, por el hemisferio norte, donde se
encuentran las tres grandes zonas de las que provienen todos los arces que se utilizan
en jardinería, y que comprenden también los que han dado lugar a las variedades de
jardinería obtenidas por el hombre. Estas zonas son: Norte del Continente Americano,
Europa, Este Asiático.
Cuidados.- Pueden ser plantados en casi cualquier punto de la geografía española,
siempre que sus raíces dispongan de una mínima humedad.
Dentro de la amplitud de especies existen también distintas adaptaciones a los tipos de
terrenos, pero puede decirse que los arces crecen bien en casi todos ellos, prefiriendo
los que conserven una cierta humedad y tengan la suficiente materia orgánica como para
ser algo ácidos. Algunos soportan los de tipo calcáreo.
Los ejemplares cultivados en recipientes es mejor que vivan en uno de barro cocido, sin
barniz ni esmalte, este tipo de material conserva fresca la temperatura del sustrato, con
lo que el arce vivirá mejor en tiempo cálido. En este caso, habrá de vigilar la humedad del
suelo para que no sea demasiado escasa por efecto de la transpiración.
Especies y Variedades.-
19. arces Página 2 de 2
Arces japoneses.- Se trata de una especie de pequeño tamaño, muchas de ellas
arbustos, pero con apariencia de árbol. 'A. Palmatum' se caracteriza por sus hojas
divididas en forma de dedos y por tener los lóbulos muy puntiagudos. Los hay de hoja
verde y también otros con la hoja cobriza todo el año, que se vuelve roja en otoño, como
es el caso de la variedad 'Atropurpureum'. La variedad 'Disectum' tiene las hojas
profundamente hendidas, mientras que la variedad 'Disectum Atropurpureum' reúne en
un sólo arbolito las dos cualidades. La variedad 'A. japonicum ' es un árbol de mayor
tamaño con un rico colorido otoñal.
Arces americanos.- Uno de los arces más conocidos es el 'A. Negundo' que tiene las
hojas compuestas por tres o cinco folíolos en vez de palmeadas, con hojas matizadas de
blanco. Crece rápidamente y soporta las condiciones urbanas, pero vive pocos años.
Arces europeos.- 'A. campestre' es un arbolito de hojas discretas que se utiliza a veces
como seto por su resistencia a la poda.
El falso plátano 'A. pseudoplatanus' es un árbol de dimensiones importantes con
variedades tan hermosas como 'Brillantissimun', con hojas de color dorado y que no
alcanza la talla de su progenitor.
El arce real 'A. platanoides', de gran desarrollo, soporta las duras condiciones de la vida
en la ciudad.
El arce 'Crimson King' tiene hojas de color granate, con el defecto de estar sin ellas
demasiados meses en invierno.
El arce de Montpellier 'A. monspessulanum', tiene hojas formadas por tres pequeños
lóbulos, vive en regiones mediterráneas.
Los arces europeos, salvo excepciones, no se tiñen de rojo como los otros, sino que
tienden a ofrecer tonalidades amarillas o doradas en el otoño.
20. camelias Página 1 de 2
Camelias (Camellia Japonica)
Son arbustos muy ramificados de lento crecimiento, con hojas permanentes y vistosa
floración invernal o primaveral.
En ocasiones tienen un solo tronco principal, pero lo normal es que sin la intervención
de la poda, se ramifique desde la base aun poseyendo un eje central predominante.
El crecimiento es lento, por tanto su madera es dura y resistente, alcanzando en la
madurez entre tres y cuatro metros de altura.
Las camelias son plantas muy vistosas durante todo el año, poseen gran número de
hojas de profundo color verde satinado. Las hojas tienen una consistencia recia, con el
limbo muy liso, y finamente dentadas en los bordes; crecen sobre cortos pecíolos.
Cuando las camelias florecen comienza un precioso espectáculo, según sus variedades,
esto se produce en tres períodos escalonados entre octubre - diciembre, diciembre -
marzo, marzo - mayo.
Las flores suelen ser de gran tamaño, con un diámetro medio entre seis u ocho
centímetros, lo que en algunos casos las hace 'mirar' hacia abajo.
Los arbustos las producen desde edades tempranas en un gran número, pero sobre
todo cuando se han establecido bien en el terreno.
Las camelias poseen, según variedades, distintos tipos de flores, en función del número
de pétalos.
El abanico de colores oscila entre el blanco más puro y luminoso y el rojo carmesí
rabioso. Entre estos dos extremos se encuentran todo tipo de tonos rosas y rojos, con
diseños que incluyen pétalos jaspeados.
Los centros de las de flor sencilla son de color amarillo vivo. No es extraño encontrar
camelias que emitan flores de tono distinto, por ejemplo unas blancas y otras rosas.
Las camelias carecen de fragancia.
Cuidados.- Las camelias requieren un suelo de naturaleza ácida, áreas templadas, y
prefieren situaciones de sombra total o parcial.
21. camelias Página 2 de 2
En lugares don riesgo de heladas, es necesario que se encuentren protegidas del primer
sol matutino para que no se malogren los botones de flor.
El terreno debe ser rico en materia orgánica en descomposición y se benefician de
aportaciones anuales (en otoño y en primavera) de estiércol semidescompuesto, turba o
mantillo.
Hay que evitar el riego con agua demasiado calcárea.
La poda no es necesaria hacerla salvo que se quiera dar a la planta una forma recogida
o regular, circunstancia que la camelia admite sin problemas.
La poda se efectúa justo después de la floración.
En España, las zonas donde mejor se han adaptado son en Galicia (sobre todo en
Pontevedra) y el occidente del Principado de Asturias.
Especies y Variedades.- Existen más de 3.000 variedades diferentes de la Camellia
japonica, número que cada año va en aumento con la aparición de otras nuevas. Razón
por la que es necesario visitar los viveros en épocas de floración si se desea adquirir
uno de estos arbustos y observar las diferentes cualidades de las que haya disponibles.
Camellia Sasanqua.- Es una especie similar a la Camellia japonica, se diferencia de ella
por su floración más temprana que se sitúa en torno al otoño y principios de invierno.
Tiene numerosas variedades.
22. castano Página 1 de 1
Castaño de Indias
(Aesculus
Hippocastanum)
Es uno de los árboles
ornamentales más
conocidos y populares
gracias a su habitual
presencia en parques y
jardines públicos, donde no
es rara que forme
alineaciones en avenidas y
paseos.
Los castaños de Indias se
extendieron por los
jardines de toda Europa a
partir del
siglo XVIII, en gran medida por su fuerte participación en el modélico parque de Versalles
y también por los innegables atributos ornamentales que poseen así como por gozar de
una excelente velocidad de crecimiento.
Es un árbol elegante, con una espectacular floración primaveral, que cubre todo el
volumen de su redondeada copa, y una temprana coloración dorada otoñal. El tronco es
corto y fuerte, y sostiene un ramaje amplio y abierto, que se cubre, salvo en invierno, con
hojas de atrevido diseño y buen tamaño. Alcanza de 20 a 25 m de altura en su edad adulta.
Cuidados.-
Es de las especies menos exigentes, por lo que prospera en casi cualquier terreno y tanto
en áreas de litoral, no demasiado expuestas, como en aquellas otras de talante
montañoso.
Requiere lugares donde tenga suficiente espacio para desarrollarse. Está especialmente
indicado para crecer, en solitario o en alineaciones, sobre amplios espacios de césped.
Especies y variedades.-
A. X. Carnea es un híbrido entre el castaño de Indias común y otra especie americana.
Flores en color rojo intenso, crecimiento más bajo que el común y hojas algo más
oscuras que parecen estar arrugadas. Es curioso que, pese a ser fruto de un cruce entre
dos especies, las castañas de este árbol reproducen siempre las características propias
del híbrido.
Briotii es una variedad de la especie A. X. Carnea con flores dobles muy aparentes. No
produce frutos.
23. cedros Página 1 de 1
Cedros (Cedrus sp.)
Populares árboles del grupo de las
coníferas, dotados de una característica
silueta piramidal y con diferentes
tonalidades de hoja según especies.
Los cedros son árboles de gran
longevidad. Se estima que los cedros de
los bosques naturales de Turquía y en el
Líbano superan los 2000 años de vida. Los
cedros más antiguos de Europa,
introducidos en las épocas de las
Cruzadas, tienen como máximo 700 años.
Hojas.- Como coníferas que son, tienen hojas perennes, que en este caso adquieren el
aspecto de una aguja aplanada corta, reunidas sobre pequeños pedúnculos en forma de
verticilos, es decir, de la misma manera que se disponen las varillas de un paraguas. En
ramas jóvenes, dichas agujas pueden aparecer en solitario.
Flores.- Las inflorescencias (agrupaciones de flores) también son típicas de conífera: las
masculinas son erguidas y cilíndricas, de color amarillo, capaces de envolver al árbol en una
nube de polen; las femeninas son piñas en forma de barrica y al madurar se deshacen en
semillas aplanadas, dejando a la vista el eje central o raquis. Las piñas femeninas son muy
decorativas cuando están verdes, ya que se sitúan en la cara superior de las aplanadas
ramas, haciéndose muy visibles.
Los cedros son poseedores de una corteza muy bella, que se hace más y más evidente con
el paso de los años. Además, suman a este atractivo el típico modo de unión de las ramas al
tronco principal que tienen muchas coníferas, que lo hacen de forma perpendicular a éste,
cediendo hacia el suelo a medida que crecen y se cargan de peso.
Cuidados.- Se adaptan a casi cualquier tipo de terreno que sea suficientemente poroso para
evitar encharcamientos de agua.
Requieren espacios amplios para permitir el desarrollo total de sus copas.
Especies y Variedades.-
C. Atlantica. Cedro del Atlas.- Originario del norte de Africa, en la cordillera de Atlas. De
forma cónica en su juventud, tiende a aplanarse por la parte superior y a abrir las ramas
estratificadamente en la madurez. Su follaje presenta un color verde oscuro (no tanto como
el cedro del Líbano). Se utiliza mucho ornamentalmente. La variedad 'Glauca' es un árbol de
gran valor estético, con hojas - agujas- en tonalidades azul pálido, las ramas se doblan hacia
arriba en sus extremos (en las primeras decenas de años de su existencia).
C. Deodara. Cedro del Himalaya.- Es la única especie no originaria de la cuenca
mediterránea. Es el cedro de más delicada textura, con ramas caídas en sus extremos y
cubiertas de finas hojas de color verde tierno. Es el cedro que crece a mayor velocidad.
Mantiene la silueta piramidal a veces truncada en el extremo por algún rayo, durante la
mayor parte de su vida.
C. Libani. Cedro del Líbano.- Es el legendario árbol que formaba bosques inmensos en este
país del Mediterráneo Oriental. Es de color verde oscuro, crece con silueta piramidal al
principio de su larga vida, para con los años hacerse un árbol con ramas abiertas y
dispuestas en pisos, de aspecto más chaparreto que el cedro de Atlas. Ha sido muy
cultivado por el extraordinario valor de su madera.
24. cerezos Página 1 de 2
Cerezos ornamentales (Prunus sp.)
Numeroso grupo de árboles, interesantes por
su temprana y bellísima floración, así como
por el reducido tamaño de algunas especies.
También presentan cortezas decorativas.
El género Prunus comprende más de 400
especies de árboles, repartidas por el
hemisferio norte de Asia, Europa y América.
Pertenecen a la gran familia de las Rosáceas
(en donde están incluidos, rosales, manzanos,
perales, espinos de fuego, etc).
Entre los cerezos, nos interesa los llamados
'ornamentales' que destacan
por su floración y que no están exentos de otras interesantes cualidades decorativas. Los
'cerezos ornamentales' son árboles de discreto desarrollo que forman, a partir de un tronco
corto y ramificado, copas generalmente esféricas y abiertas.
Flores.- Muchos de ellos se cubren, antes de la aparición de las hojas en primavera o a la
vez que ella, de delicadas flores blancas o rosas compuestas por cinco pétalos de textura
finísima que casi parecen de papel. Esta es una destacada característica muy valorada en
horticultura ornamental, ya que el espectáculo que supone ver uno o varios de estos
árboles completamente cubiertos de flores en la época en la que el invierno termina es,
cuando menos, conmovedor.
Es el mismo efecto, a menor escala, que puede ser contemplado cada año en el Valle de
Jerte (entre las provincias de Salamanca y Cáceres) cuando miles de cerezos ofrecen su
floración a cuantos se acercan a contemparla.
Hojas.- Los cerezos ornamentales, además de su forma rechoncha y coqueta, exhiben un
follaje encantador constituido por hojas de color verde tierno que visten al árbol hasta
otoño, momento en que muchos de ellos nos brindan cálidas coloraciones propias de esta
estación.
En el invierno, en su desnudez, muchos de estos árboles ofrecen cortezas bellamente
coloreadas y marcadas con estrías, que contribuyen a minimizar la monotonía propia de la
estación fría.
Los cerezos ornamentales, se nos muestran como un interesante grupo de árboles con un
tamaño adaptable a todo tipo de jardines, con una forma muy atractiva y dotados de una
llamativa y espectacular floración primaveral, sin desmerecer, en absoluto, el resto del año.
Cuidados.- Su ubicación ha de estar suficientemente iluminada. La especie que mejor
soporta la sombra es el 'Pissardii' ciruelo ornamental de hoja roja.
Todos los Prunus se decantan por un terreno profundo y fresco, que drene bien agua y no
sea demasiado calcáreo. Los terrenos encharcables o muy arcillosos están contraindicados
para estos árboles.
Especies y Variedades.-
- Especies de flor -
25. cerezos Página 2 de 2
P. Sargentii.- Nativo de Japón y Corea. Mide hasta 15 m, con temprana floración en color
rosa profundo, atractiva coloración foliar y corteza interesante. Es uno de los más fuertes y
resistentes cerezos japoneses.
P. Serrulata.- Procede del Este Asiático, mide hasta 8 m. De esta especie se han obtenido
más de 100 variedades de vistosas floraciones fragantes. Destacan: <a> 'Amanogawa' con
silueta alta y estrecha. <b> 'Kiku Shidare Zacura' de porte llorón. <c> 'Kwanzan' el más
popular de todos ellos, con flores dobles colgantes que nacen en apretados ramilletes.
- Especies de hoja -
P. Pissardii.- Actualmente demasiado conocido, el cerezo ornamental de hoja roja posee
todo el atractivo de una bella floración en blanco o en rosa pálido a la que se suma el
original tono de su follaje que resulta ideal para realizar contrastes. Puede ser plantado a la
sombra.
P. Padus.- Llega a medir hasta 15 m. Este cerezo realiza la brotación en un tono verde fresco
para, de manera paulatina, ir variando el color hacia el granate. En primavera, tiene flores
pequeñas reunidas en ramilletes.
- Especies de corteza decorativa -
Estos cerezos no son tan espectaculares como otros en cuanto a floración. Los más
destacados son: <a> 'P. Serrula' de corteza brillante tono rojizo. <b> 'P. Rufa'. <c> 'P.
Maackii'.
26. cipreses Página 1 de 1
Cipreses (Cupressus sp.)
Estas coníferas de característica silueta
cilíndrica están muy unidas desde antiguo a las
culturas del Mediterráneo. Pueden alcanzar
gran longevidad, sobre todo en áreas cálidas
de suelos secos.
Todo el mundo evoca en su mente al leer o
escuchar la palabra 'ciprés' la inconfundible
silueta columnar que le es característica y que,
a la vez, es asociada de modo invariable con
los cementerios. Es muy probable que esta
asociación se deba a que los antiguos persas
veneraban a este árbol precisamente por
vencer a la muerte (en el sentido de vivir
durante largo tiempo). Así, al ser bautizados
mucho
después, la especie mediterránea fue llamada 'sempervirens'.
Los cipreses crean su densa silueta gracias a una forma de crecimiento muy particular. Las
hojas son escuamiformes (como escamas) y crecen unas sobre otras ramificándose a
medida que se desarrollan. Este desarrollo solo se interrumpe en las semanas con los días
más cortos del año, por lo que llegan a crecer más de medio metro al año.
No se les debe confundir con los 'Falsos Cipreses' cuyo nombre genérico es
'Chamaecyparis' que forman ramitas parecidas pero que son más planas, al contrario que
los cipreses verdaderos, que las tienen cilíndricas. Además, los frutos de éstos son
mayores con la piel suave y brillante, no rugosa como la de los falsos; ambos son esféricos.
Cuidados.- Prefieren situaciones muy soleadas y secas, aunque toleran la proximidad e
influencia del mar. Temen el frío riguroso y las nevadas, que suelen tener consecuencias
desastrosas para la integridad de su silueta. Al estar bien adaptados a suelos secos, no son
susceptibles a carencias de agua una vez establecidos. Prefieren suelos de naturaleza
suelta y arenosa, pero se acomodan a un amplio abanico de terrenos siempre que no sean
demasiado húmedos.
Especies y Variedades.-
C. Arizonica.- Oriundo de las zonas semidesérticas de Arizona. Silueta cónica estrecha, que
se hacen bien con la edad. Característico tono gris azulado de su follaje. En algunos casos
sufre el ataque de un hongo que hace morir parte de sus ramas. Es una especie de
demostrada resistencia. 'Fastigiata' es una variedad de porte más esbelto y color más claro.
C. Macrocarpa.- Oriundo de la península californiana de Monterey, donde crece en gran
número cerca de la costa y forma ejemplares muy extraños debido a las inclemencias que
sufren en esas posiciones tan poco resguardadas. De lento crecimiento, es una especie
ideal como cortavientos. 'Goldcrest' es una variedad de coloración completamente dorada,
muy llamativa. No se planta a la sombra para que no pierda tan bello matiz de color.
C. Sempervirens.- Ciprés mediterráneo, ciprés de los cementerios. Oriundo del Sur de
Europa y de toda la cuenca mediterránea. De rápido crecimiento, silueta columnar y color
oscuro. Se conocen algunas variedades de esta especie, todas con su porte columnar
característico y diversos matices de follaje, entre las que destaca 'Stricta' con forma
perfectamente cilíndrica y muy estrecha.
27. cipresfalso Página 1 de 3
Ciprés Falso (Chamaecyparis sp.)
Género de coníferas del que existen para
jardinería un número extraordinario de
variedades cultivadas con interminables diseños
y tonalidades de hoja. Muchos de ellos son
apropiados para pequeños jardines.
De este género de coníferas, 'Chamaecyparis',
existen varios cientos de variedades con siluetas,
colores o disposición de las hojas tan distintas
que se diría tienen que ver entre sí. Lo más
asombroso es que toda este diversidad, que
puede encontrarse en la mayor parte de los
viveros, ha sido obtenida a partir de tan sólo
cuatro especies puras de este árbol, dos
americanas y dos japonesas.
Pueden encontrarse cipreses falsos que crecen
hasta alturas considerables con su típico porte
cónico, otros que forman árboles mucho más
abiertos, redondeados o desparramados, los
hay con la hoja verde oscuro, verde tierno,
amarillo dorado, verde grisáceo e incluso
varios la tienen azulada. Entre ellos también
hay muchos ejemplares enanos que presentan
variaciones importantes unos respecto de los
otros, uno de estos arbolitos ostenta el ritmo
más lento de crecimiento entre los árboles
(exceptuando el bonsai), con casi 70 años de
edad apenas supera los 3 m de altura. Como en
la mayor parte de las coníferas, estos árboles
experimentan cambios en su coloración en
función de la estación del año en que se
encuentren.
La razón de tanta diversidad se debe a que los 'Chamaecyparis' tienen una tendencia
natural a dar mutaciones y formas distintas de manera espontánea. Esto sucede en
ocasiones sólo sobre unas ramas o una parte del ejemplar, pero, cuando ocurre así, es fácil
que el viverista esté atento y dispuesto a obtener algunos esquejes, enraizarlos y ver,
pasado un tiempo, cuál es su aspecto y comportamiento.
Por esta razón, las variedades no se multiplican nunca por medio de semillas, sino que se
hace siempre a través de métodos vegetativos.
A menudo se confunden los cipreses falsos con los verdaderos, entre otras razones porque
las especies tipos tienen también porte columnar y las hojas poseen ese estilo como de
escamas que crecen unas sobre otras. Aunque su apariencia les confunde, no ocurre lo
mismo con sus hábitos, que son completamente opuestos. Al contrario que el ciprés, los
'Chamaecyparis' se desarrollan en suelos con humedad y viven alejados de la influencia
marina, a veces en regiones tan septentrionales como Alaska y a buena altura en las
28. cipresfalso Página 2 de 3
montañas, en las que soportan todo tipo de frías inclemencias, incluida la nieve. Estos
hábitos de vida diferencian el uso que se les puede dar en los jardines.
Cuidados.- Se adaptan a situaciones cálidas y relativamente cercanas al mar pero con la
precaución de administrarles la suficiente humedad requerida en el suelo. Se les debe
proteger sobre todo de los vientos marinos, así como de aquellos otros que sean de
carácter seco o cálido (como el viento del sur).
El terreno habrá de tener bastante humedad durante todo el año, estando bien drenado. Se
desarrollan mejor con una cierta dosis de materia orgánica e incluso con un suelo de
tendencia ácida.
Las variedades enanas o de crecimiento más discreto se utilizan mucho en rocallas o
composiciones hechas exclusivamente a base de coníferas y enriquecidas con brezos.
Estos cipreses falsos de poco desarrollo son una buena opción para jardines de reducido
tamaño y admiten ser plantados en recipientes.
Especies y Variedades.-
Debido a la enorme variedad es imposible reseñar aquí siquiera un número representativo
de las variedades de cipreses falsos, por lo que sólo se incluyen algunas de las más
utilizadas o conocidas de las que cada especie posee.
Ch. Lawsoniana. Ciprés de Lawson.-
Descubierto a mediados del siglo XIX en el noroeste del continente americano. Crece con
cierta velocidad, dando ejemplares esbeltos de forma cónica que se visten de ramas hasta
el suelo. Es un precioso árbol para plantar en una pradera. Entre las variedades más
características:
<a> Ch. L. 'Alumii' y Ch. L. 'Columnaris'. Dos variedades de porte columnar y follaje azulado.
Ambas alcanzan poca altura y su crecimiento es algo lento.
<b> Ch. L. 'Green Pillar'. Forma cónica y color verde brillante. No muy alta.
<c> Ch. L. 'Lanei' y Ch. L. 'Lutea'. Ambas variedades se destacan por el tono amarillo dorado
de sus hojas, sobre todo en situaciones luminosas. Bello efecto invernal y crecimiento
mediano.
<d> Ch. L. 'Tamariscifolia'. Variedad con ramas arqueadas y porte ancho. Forma matas no
más altas de 5 m y con hojas muy divididas de color verde azulado.
Ch. Nootkatensis.-
Oriundo de Alaska, porte piramidal con ramas ligeramente péndulas de color verde
apagado. Prefiere suelos algo ácidos.
Ch. N. 'Pendula'. Árbol de gran desarrollo pero con un crecimiento lento. De sus ramas casi
horizontales caen cortinas de hojas que le dan un aspecto muy particular.
Ch. Obtusa.-
Oriundo de Japón. Porte piramidal y lento crecimiento. Ramas horizontales con hojas
ligeramente caídas de color verde oscuro.
<a> Ch. O. 'Crippsii'. Coloración amarillo dorado en ramas más abiertas que otras
variedades. Crecimiento lento y desarrollo mediano.
<b> Ch. O. 'Nana Gracilis'. Variedad enana, tan alta como ancha. Hojas verde oscuro que le
dan aspecto como de algodón de azúcar. Es la que ostenta el récord de crecimiento más
lento.
Ch. Pisifera.-
Con origen en Japón. Porte cónico de base ancha y con ramas abiertas.
<a> Ch. P. 'Filifera Aurea'. Variedad enana de crecimiento desparramado que presenta
ramas con aspecto de hilo de color dorado. Muy original.
29. cipresfalso Página 3 de 3
<b> Ch. P. 'Nana'. Variedad enana. Crece en forma de cojín con unas ramas muy densas de
color verde pálido. No llega al metro de altura.
30. codeso Página 1 de 1
Codeso, Lluvia de oro
(Laburnum anagyroides)
Árbol caducifolio de la familia de
las Leguminosas con discreto
desarrollo y rica floración
amarilla. Es oriundo de nuestro
continente, donde se le encuentra
en bosques de zonas
montañosas.
El codeso, también llamado
'ébano falso', es un pequeño
árbol de ramas delgadas y copa
abierta e irregular. Tiene
graciosas hojas compuestas por
tres folíolos (partes
independientes de una hoja)
elípticos de color verde tierno.
Las flores, lo más espectacular
de este árbol, son de color
amarillo vivo
y cuelgan, en largos racimos de hasta 30 cm de longitud, de las ramas del árbol mediada la
primavera. Cada una de estas flores tiene la forma típica papolinácea de la mayoría de las
leguminosas. Como tal, después de florecer, emite unas legumbres pardas o marrones
donde están contenidas las semillas. Es característico del codeso el color y textura de la
corteza del tronco y ramas, que son lisas y verdosas. El inconveniente de este hermoso
árbol como especie de jardín es que todas sus partes son tóxicas, por lo que ha de evitarse
plantarlo en jardines familiares donde haya niños pequeños.
Cuidados.-
El codeso es indicado para zonas de sombra no muy densa producida por otros árboles
mayores, puede vivir en regiones norteñas de nuestra geografía ya que las situaciones
calurosas le perjudican. Vegeta bien en cualquier terreno que esté enriquecido, sea poroso
y preferentemente calcáreo.
En algunos jardines públicos se hacen túneles con codesos que, al florecer, producen un
efecto excepcional lleno de luz y colorido. Es una especie ideal para pequeños jardines
urbanos o de zonas residenciales. Puede ser plantado en maceta.
Especies y Variedades.-
Además del L. Anagyroides existe otro codeso llamado de Escocia.
L. Alpinum tiene hojas de mayor tamaño y legumbres más largas.
Un cruce entre estas dos especies, ha dado lugar al L.X.Watereri 'Vosii', que es el más
indicado para jardinería por sus numerosas y largas espigas de flores vivamente
coloreadas.
31. enebros Página 1 de 3
Enebros (Juniperus sp.)
Los enebros forman un amplísimo grupo de
plantas, muy variadas en cuanto a su porte y
a la textura y color de sus hojas, que brindan
por ello una inagotable fuente de soluciones
ornamentales.
Están englobados dentro del conjunto de las
coníferas, que son las plantas superiores
vivas más antiguas de nuestro planeta. Y,
entre ellas, los enebros son, sin duda, el
género más diversificado por la mano del
hombre, al ofrecer un alto número de
variedades dotadas de características
asombrosamente distintas entre sí, que los
cualifican como especies jardineras de
primer orden.
En España viven algunas especies silvestres, entre las que destaca la J.Sabina por su
amplia distribución y gran arraigo en nuestras culturas populares. Las 'Sabinas' son
capaces de sobrevivir en las más duras condiciones ambientales, superando sequías o
localizaciones tan difíciles como las abiertamente expuestas al viento o las de carácter
montañés. El enebro común 'J. Communis' es algo menos sufrido pero también ocupa
lugares de suelos pobres o muy rocosos.
Hojas.-
Lo primero que llama la atención al ver un enebro son sus hojas, al no ser planas, es decir,
opuestas en su constitución a las de árboles del estilo del castaño, la encina o el roble, y
más bien en la línea del resto de las coníferas, que las tienen en forma de aguja, lámina o
escama.
Curiosamente, los enebros poseen dos tipos de follaje, agujas y escamas, los cuales
pueden presentarse en plantas distintas o sobre un mismo espécimen, en el que ocupan
diferentes posiciones en función de la juventud o madurez de la rama. Y es este follaje el
que hace del enebro una planta insólita.
Las especies y variedades que tienen hojas en su coloración natural ofrecen un interesante
tono verde o verde-gris que se torna rojo o cobrizo en la estación fría. Más llamativas aún
son las tonalidades de las variadísimas formas cultivadas, que nos sorprenden con el tinte
dorado, amarillo, gris o completamente azulado de sus hojas.
Porte.-
Las tallas o porte de esta conífera sobrepasan con creces cualquier expectativa. En general
no son plantas de excesivo desarrollo, con la excepción de unos pocos casos, y más bien
se destacan por sus formas enanas o de muy lento crecimiento, entre las cuales
encontramos arbustos postrados que crecen a ras del suelo, columnares con diferentes
siluetas y plantas desgarbadas cuyo porte es difícil de clasificar.
Frutos.-
Muchos enebros poseen el aliciente de ofrecer unos frutos carnosos llamados bayas (algo
muy excepcional en el mundo de las coníferas) que adornan la planta en otoño e invierno.
Para disfrutar de ello es necesario que la planta sea hembra, ya que estos arbustos nunca
presentan ambos sexos en un mismo ejemplar (poco corriente entre las coníferas).
Las bayas de enebro han dado nombre a una popular bebida alcohólica, la ginebra, a la cual
32. enebros Página 2 de 3
prestan un peculiar aroma que la hace inconfundible.
Cuidados.-
Los enebros prefieren situaciones abiertas y soleadas pero son extremadamente adaptables
a otras muchas. Se les puede ver creciendo en los lugares más difíciles del jardín, justo
donde otras plantas de similares características no logran prosperar, y superan con
facilidad situaciones comprometidas exigiendo a cambio unos mínimos cuidados. Crecen a
la sombra siempre que no sea demasiado densa, salen adelante en plantaciones
abigarradas donde la competencia radicular es muy alta, se defienden con vigor frente a
ubicaciones de terrenos pobres o desfavorecidos y prosperan ante cualquier dificultad.
Los enebros prefieren un tipo de suelo arenoso y bien drenado, pero son capaces de
adecuarse a casi todos. Vegetan bien en terrenos calizos, ácidos, pobres y hasta soportan
los moderadamente pesados, lo único que temen y les impide un óptimo desarrollo es un
terreno donde el agua no se filtre con facilidad. Si son plantados en recipientes, práctica
normal, se les debe dotar de un sistema de drenaje eficaz si no se quiere ver malogrado su
crecimiento.
Al igual que la inmensa mayoría de este grupo vegetal, los enebros prefieren no ser
molestados con las tijeras, ahora bien, esto no quita que alguno de ellos pueda ser rebajado
para contener su crecimiento o hacerlo más compacto. Esta poda ligera se realiza mejor
sobre ramas aún tiernas, es decir, que no hayan alcanzado la madurez del leño, lo cual se
aprecia con facilidad por el color verde de los tallos. En este caso se recomienda efectuar la
operación simplemente con los dedos pulgar e índice (lo que se llama un pinchazo).
Especies y Variedades.-
Dado el alto número de variedades existentes, reseñar todos o tan siquiera un porcentaje
representativo de los enebros disponibles en jardinería, resulta imposible. Señalar que la
mayor parte de las formas cultivadas proceden de Juniperus Chinensis y de J. Virginiana,
aunque existen muchas otras extraídas de las demás especies. A continuación, se hace un
breve listado de las formas más conocidas.
J. Communis.-
Vive en el hemisferio norte, América, Asia y Europa, es el vegetal leñosos con mayor
distribución de todos los países del mundo. Se trata de un arbusto o arbolito de hasta 6 m
de altura, con forma columnar o algo más abierta y follaje gris plateado compuesto por
hojas aciculares muy rígidas. Las bayas maduran al cabo de 3 años. Admite casi cualquier
suelo y situación.
Compressa es la variedad estrella de esta especie, es un arbusto enano de crecimiento
lentísimo que rara vez llega a superar 1 m de altura. Posee un corte columnar cerrado y
denso que llama la atención por su uniformidad. Hojas en color verde grisáceo.
Depressa Aurea no suele superar el metro y medio de altura pero llega a los cinco metros de
ancho. Tono fuertemente dorado.
Repanda es un arbusto desparramado que lanza sus ramas en todas las direcciones. Es de
escasa altura y amplia anchura, por lo que se utiliza como cubre-suelos.
J. Chinensis.-
Es una de las especies más diversificadas que incluye desde arbustos postrados hasta
árboles de gran altura. Prefiere suelos calizos y es muy sensible a ambientes húmedos que
pueden causarle la muerte en poco tiempo.
Pfitzeriana Aurea es un arbusto muy conocido, con forma columnar abierta que alcanza los
4 o 5 m de alto y posee un tono dorado muy atractivo que decae un poco en invierno al
recibir menos insolación.
Pyramidalis es una variedad con el porte que le da nombre y un rápido crecimiento. Es de
color azul grisáceo y tiene un follaje muy rígido que hace daño al tocarlo. Mide hasta 4 m de
alto.
J. Conferta.-
33. enebros Página 3 de 3
Es un enebro de crecimiento postrado, ideal como cubre-suelos o para pender de un muro
rocoso. Hojas punzantes en color verde vivo.
J. Horizontalis.-
Es una planta de crecimiento rastrero como claramente indica su nombre, y por ello se
utiliza para tapizar suelos y taludes. Posee muchas formas, a veces difíciles de diferenciar.
Bar Harbor crece muy pegado al suelo, con ramas flexibles de color azulado, y llega a
alcanzar los 4 m de anchura. Es una excelente planta para zonas costeras de primera línea.
Blue Chip es uno de los mejores enebros horizontales por su coloración invernal gris-púrpura.
Glauca excelente tapizante que llega a extenderse 4 m en todas las direcciones y tiene un
vivo color azulado.
J. X Media.-
Híbrido que ha dado numerosas formas cultivadas, muchas de las cuales tienen un porte
semi-postrado, es decir, emiten sus ramas cerca del suelo creciendo escandalosamente.
Hetzii es de tonalidad gris azulada.
Old Gold está teñido de un color dorado oscuro en las puntas de sus ramas.
J. Sabina.-
Arbusto europeo de hábitos alpinos y porte desparramado que crece hasta 3 o 4 m y tiene
hojas de color verde oscuro con aspecto de escama. Admite los ambientes propios de las
ciudades y es madre de algunas interesantes variedades cultivadas. De ella se extrae un
aceite esencial utilizado en medicina.
J. Squamata.-
Es un pequeño arbusto de crecimiento bajo pero no postrado. Posee hojas duras en forma
de aguja de tonos generalmente verde claro o verde azulado; los extremos de las ramitas
tienen tendencia a doblarse hacia el suelo, lo que es una característica de la especie.
Blue Star es de lento crecimiento y por ello no alcanza más que discretas proporciones. Sus
hojas puntiagudas están teñidas de un precioso tono azulado.
J. Virginiana.-
Ha dado lugar a numerosas formas cultivadas entre las que se encuentran árboles esbeltos
de buena talla en su edad adulta y otros de crecimiento rastrero. Los tonos foliares van
desde el verde oscuro hasta el verde grisáceo.
Skyrocket es el enebro de Virginia con el porte más columnar y compacto, su tono es gris
cenizo.
34. espinoblanco Página 1 de 1
Espino Blanco, Majuelo
(Crataegus sp.)
Árboles rústicos, a veces
cultivado como seto espinoso,
desarrollan una copa densa e
impenetrable cubierta de hojas
menudas y lobuladas.
Su aspecto es el de una copa
esférica creciendo sobre un
corto y fuerte tronco.
Con los años no supera los
cinco o seis metros de altura.
Las flores, de pequeño tamaño,
se reúnen en apretados
ramilletes que cubren el árbol en
primavera y están dotadas de un
agradable aroma.
Los frutos aparecen después del verano, siendo éstos esféricos, pequeños y colorantes
en tonos rojos o anaranjados.
El Majuelo se adapta bien a cualquier tipo de terreno no demasiado seco. Admite podas
severas para mantener su forma.
Es muy indicado para jardines de montaña y también para los de condiciones urbanas.
Especies y Variedades.-
Crataegus Monogyna.- Es el más común de los espinos, con flores blancas o
ligeramente rosadas en primavera. Desde final del verano, tiene abundantes frutos en
color rojo.
Crataegus Oxyacantha.- Con varias formas cultivadas, la más vistosa es la 'Paul´s
Scarlet' con racimos llenos de flores, con intenso color rosa o rojo, no tiene frutos.
35. espinofuego Página 1 de 1
Espino de Fuego
(Pyracantha sp.)
Arbusto espinoso de hoja
perenne, de porte
irregular que se ramifica
desde su base, dando
lugar a una mata densa
cubierta por hojas
elípticas o estrechamente
ovaladas de color verde
oscuro por el haz (parte
superior) y algo más
pálidas por el envés.
Pertenece a la familia de
las Rosáceas, por lo que
poseen abundantes
floraciones a la que siguen frutos vivamente coloreados.
Las menudas flores, que aparecen al final de la primavera o principio del verano, se
disponen sobre apretados racimos umbeliformes (colocadas como la tela de una
sombrilla) muy numerosos y teñidos en colores blanquecinos.
Las flores dan lugar a numerosos grupos de frutos esféricos de pequeño tamaño que
cuelgan de todas las ramas del arbusto en colores rojo, anaranjado o amarillo. Estos
frutos es una de las más apreciadas características.
El espino de fuego se adapta a las más diversas condiciones del terreno. Las
situaciones iluminadas son las mejores para este arbusto, aunque algunas especies
soportan una sombra densa e incluso la ausencia total de luz solar directa.
Para contener su alocado crecimiento, se recomienda una poda regular (dos veces al
año) de los extremos de las ramas, después de la brotación primaveral y en verano, al
término de la floración.
Los espinos de fuego forman setos inexpugnables que pueden ser recortados para
darles aspecto geométrico sin que esto altere la capacidad de dar frutos abundantes.
Circunstancia que origina que se utilicen como muro orientado al norte.
Especies y Variedades.-
Pyracantha Atalantioides.- Con origen en el este asiático, llega hasta los seis metros de
altura, con flores de mayo a julio y frutos a partir de noviembre que perduran todo el
invierno.
Pyracantha Coccinea.- Es la especie más difundida, con flores parecidas a las del
majuelo y frutos en tonos variados.
36. eucaliptos Página 1 de 1
Eucaliptos (Eucalyptus sp.)
Los eucaliptos son árboles de rápido
crecimiento, atractiva silueta en la
madurez, hoja persistente y, más o
menos según la especie, exuberante
y colorista floración.
Muchas personas al hablar de
'Eucaliptos' realizan de inmediato una
asociación con Australia. Y no podría
ser de otra forma, ya que esta
gigantesca isla es la cuna y único
hábitat natural de las cerca de 600
especies de este género de plantas
leñosas.
De ellos, tan solo unos pocos, algo más de 200, se conocen o han sido estudiados lo
suficiente como para poder ser incluidos en jardinería.
Desarrollan troncos delgados y esbeltos al principio, que se vuelven fuertes y poderosos,
con increíbles contrafuertes en la base, cuando se hacen viejos. La corteza se está
renovando durante toda la vida del árbol, desprendiéndose en tiras largas que contribuyen a
aumentar su atractivo y su exótico aspecto.
Todos los eucaliptos tienen dos tipos de hojas, las juveniles, más amplias, sedosas y
claras, y las adultas, duras y estrechas. Las flores se forman en cápsulas especiales que no
se abren hasta que están maduras, en ese momento una especie de tapadera se desprende
para dejar al descubierto los órganos sexuales. Precisamente es este sistema el que da
nombre al género 'Eucalyptus', que en griego quiere decir "bien tapado". Al abrirse, las
flores muestran una poblada corona de estambres que, según la especie, están coloreados
en blanco, amarillo, anaranjado e incluso en rabiosos tonos rojos.
Cuidados.-
Prefieren los ambientes soleados y cálidos, y toleran la proximidad del mar. España es un
país de climatología perfecta para estos árboles y de ello dan fe las cerca de 125 especies
distintas (muchas representadas por un único ejemplar) que viven en territorio nacional.
Admiten casi cualquier tipo de terreno con la condición de que no se encharque.
Aunque existen especies de porte arbustivo, hay que considerar que los ejemplares que se
pueden encontrar normalmente en viveros adquieren en pocos años grandes dimensiones,
por lo que sólo son apropiados para jardines y fincas extensos o para parques.
37. falsaacacia Página 1 de 1
Cladrastris, Falsa acacia americana
(Cladrastis lutea)
Árbol de hoja caduca, oriundo de la
zona sudeste de Estados Unidos, que
no llega a alcanzar grandes
dimensiones y posee una atractiva
floración.
Sobre un corto y fuerte tronco se abre
una copa amplia y redondeada, que
es casi tan ancha como alta y está
formada por hojas pinnadas
(construidas a base de otras más
pequeñas) que crecen a ambos lados
de un eje de buen tamaño y color
verde pálido.
La propia corteza de tronco y
ramas resulta atractiva por su tono gris y su textura lisa, similar a la de las hayas, con lo que
la silueta invernal de este árbol no pierde interés.
La falsa acacia americana ofrece en junio su espectacular floración. Al contrario de las
verdaderas, posee flores con el aspecto típico de las Leguminosas (como las del guisante o
las alubias). En la 'Cladrastris' las flores se agrupan en largos racimos colgantes, similares a
los de glicina, que son de un color blanco puro y gozan de un agradable perfume que se
hace más patente con el calor. Estas flores no empiezan a aparecer hasta que el árbol no
alcanza los 10 años de edad. Los frutos, en forma de legumbre, se hacen patentes a final del
verano y penden de sus ramas hasta bien entrado el invierno. En el otoño sus hojas toman
tonalidades amarillas similares a las de los álamos.
Cuidados.-
Es una especie amante del sol y apropiada para zonas cálidas de nuestra geografía. Admite
cualquier terreno normal de jardín. Una vez establecido, este árbol soporta la sequía y el
calor intenso, así como una cierta alcalinidad en el suelo. Curiosamente, es capaz de
adaptarse también a suelos con un cierto grado de humedad permanente.
Es un árbol ideal para jardines de pequeñas y medianas dimensiones, donce crezca con su
particular lentitud. También es indicado para crecer en una maceta.
38. falsosabetos Página 1 de 2
Falsos Abetos (Picea sp.)
Forman un amplio grupo de árboles de aspecto y
hábitos similares a los verdaderos abetos pero
aún más duros y resistentes que éstos.
Una característica de estos árboles es la forma
cónica ya desde su infancia y pasa a ser,
después de muchos años, algo desaliñada o
desgarbada. Poseen hojas linares - acículas -
cortas y duras, que se disponen alrededor del
tallo en sentido espiral, uniéndose a él por medio
de un corto pecíolo que persiste en la rama tras
la caída de la hoja. Esta es una de las maneras de
distinguir un abeto de una Picea, ya que los
primeros insertan sus acículas directamente en el
tallo.
Las 'flores' suelen aparecer en ramas distintas
del árbol según los sexos: las femeninas dan
lugar a conos o piñas que cuelgan hacia el
suelo y, una vez maduras, caen a él sin
desintegrarse. Esta es otra forma de distinguir
un abeto verdadero de otro falso, al producir
los primeros conos verticales que, al madurar,
se deshacen con facilidad dejando en la rama el
raquis o eje que las ha sostenido. No deja de
ser interesante estas dos diferencias, que
ayudan a muchos aficionados a averiguar si lo
que tienen plantado en el jardín es una 'Picea' o
un 'Abeto', cuestión con frecuencia no resuelta.
Los falsos abetos crecen en estado natural
formando bosques inmensos, y
lo hacen en los límites superiores de altura sobre el nivel del mar y de altitud geográfica
de todos los árboles. Esto significa que los encontramos poblando las altas laderas de
grandes cadenas montañosas, como las del Himalaya, centro de China, o bien
extendiéndose por las duras regiones de Alaska o de Noruega. Están acostumbrados al
frío intenso y a soportar la nieve sobre sus ramas durante largas semanas.
La procedencia de los falsos abetos es variada, muchas especies tienen su origen en
China, otras en Japón, muchas en el Continente Americano, solamente dos especies son
europeas.
La importancia de estos árboles como especies madereras ha sido y es muy notable, lo
que ha dado lugar a plantaciones masivas de falsos abetos foráneos en el continente
europeo. De las 'Picea' se obtiene la trementina, substancia resinosa de gran
distribución y uso en industrias modernas de muy diversa índole.
39. falsosabetos Página 2 de 2
Cuidados.- Estos árboles son apropiados para regiones de ambiente húmedo (el aíre
seco es perjudicial para ellos). Resultan ideales como especies para situar en jardines
de montaña aun cuando las condiciones invernales sean duras.
Como árboles de bosque que son, tienen preferencia por terrenos con abundancia en
materia orgánica en descomposición, bastante frescos a lo largo del año pero sobre
todo en verano.
Cuando uno de estos ejemplares se encuentra en una pradera, debería mantenerse su
base cubierta de forma permanente con una buena capa de mantillo, pues así se
favorece un desarrollo perfecto evitando crecimientos raquíticos y pérdidas de
coloración.
Especies y variedades.-
Picea abies. Falso abeto, Picea de Noruega, Árbol de Navidad.-
Es un árbol de forma cónica que conserva sus ramas bajas durante toda la vida. Vive
muchos años y crece unos 50 m. Ha dado lugar a numerosas variedades cultivadas muy
interesantes para el jardín. Entre variedades, se citan: <a> 'Clandrassiliana' variedad de
crecimiento enano (no supera los 2 m de altura en su edad adulta), con porte
redondeado, más ancho que alto, sobre el que destacan las puntas de sus ramas. Brotes
en verde tierno y follaje en tono oscuro. <b> 'Gregoryana' variedad de crecimiento enano
con porte globular muy cerrado en tono verde claro. <c> 'Nidiformis' puede que sea la
variedad más conocida de cultivo de 'P. abies'. Crece hasta 2.5 o 3 m de altura, se
caracteriza por su copa ancha y abierta, inspiradora de su nombre.
P. Breweriana.-
Es un falso abeto, oriundo de las montañas de Oregón, debe su nombre al botánico
americano W.H.Brewer. Es una especie de gran belleza, con un esbelto porte cónico
constituido por ramas arqueadas de las que cuelgan largos flecos de ramillas
secundarias cubiertas de acículas, si bien para apreciar este efecto es necesario esperar
algunos años.
P. Glauca.-
Picea nativa de Alaska, Canadá y el Norte de Estados Unidos. Árbol extremadamente
resistente tanto a condiciones de frío como de calor y sequedad. La variedad 'Conica' es
de porte muy compacto y mantiene perfecta la forma que le da su nombre, color verde
tierno de efecto precioso, lo que le ha valido una amplia distribución y fama en jardines
europeos y americanos. Por desgracia es muy sensible a los ataques de araña roja, por
lo que es imprescindible revisar constantemente su estado. Hasta 3 m de altura.
P. Engelmanii.-
Oriunda del norte del continente americano. De porte cónico con el extremo muy
apuntado, de color azulado, con un especial atractivo como árbol de jardín.
P. Omorika.-
Llamada Picea de Serbia, de silueta cónica, con ramas que se dirigen en oblicuo hacia el
cielo y están cubiertas de acículas en color verde oscuro. Es adaptable a diversas
condiciones de suelo, incluidos los de naturaleza calcárea.
P. Pungens. Picea del Colorado.-
Atractivo árbol de color azul plateado, con rápido crecimiento en sus años jóvenes que
decae con el paso del tiempo. De ella se han obtenido bellas formas cultivadas de tonos
marcadamente azules. Entre las variedades: <a> 'Koster' con una deliciosa tonalidad
azulada de sus agujas, siendo un árbol vigoroso y resistente. <b> 'Globosa' mantiene un
tono azulado propio de la especie, con forma redondeada de discretas dimensiones
(hasta 1.5 m) que la hace adecuada para pequeños jardines.
40. fresnos Página 1 de 2
Fresno (Fraxinus sp.)
Árboles de hoja caduca y copa redondeada,
propios de zonas templadas de toda Europa y
Asia con algunas especies oriundas de
América. Son leñosos de tamaño pequeño a
medio, por lo que se adaptan bien a jardines
de dimensiones no excesivas.
El mayor atractivo viene dado por el bello
follaje del que hacen gala y que se inscribe en
una copa regular, de forma esférica, en
general poco densa, y que arroja una sombre
ligera y fresca. Las hojas son compuestas, es
decir, están constituidas por pequeñas hojas
falsas (llamadas folíolos) que se unen de
manera independiente a un pecíolo común.
Dichos folíolos, siempre en número impar, son de silueta lanceolada, con los bordes algo
aserrados y de tono verde tierno, lo que contribuye a dotar al árbol de un aspecto liviano
y casi vaporoso.
El tronco y las ramas son también muy decorativas puesto que están dotados de un
color verde-gris uniforme sobre el que se destaca, en invierno, la conspicua negrura de
las grandes yemas que esperan su apertura en el extremo de cada ramita. Las ligeras
estrías que adornan el tronco, delgado y esbelto, son el complemento ideal, sobre todo
en la estación invernal, del delicado porte de estos árboles.
Los fresnos no poseen flores coloreadas, ya que es el viento quien se encarga de
transportar el polen de unas flores a otras. Éstas, con forma de filamentos colgantes,
aparecen en primavera antes que las hojas, dando pronto como resultado densos
racimos de semillas aladas que permanecen verdes durante meses, antes de alcanzar la
madurez.
Cuidados.-
Los fresnos están acostumbrados a terrenos húmedos y frescos, adaptándose a la
perfección a los de naturaleza arcillosa. Admiten ser podados incluso de manera
drástica, aunque lo mejor es mantener su bella copa íntegra.
Especies y Variedades.-
Fraxinus Angustifolia. Fresno de Hoja Estrecha.-
Árbol de origen europeo similar al fresno común pero de menor tamaño y hojas con la
característica que le da nombre. Crece sobre suelos muy húmedos.
F. Excelsior. Fresno Común.-
Propio de gran parte de Europa y Asia pero sin presencia en la zona mediterránea. Crece
20 m o más, aunque para ello necesita muchos años. Apenas se tiñe de amarillo en
otoño.
F. Ornus. Fresno del Maná.-
En toda Europa. Árbol de pequeña talla que se diferencia del resto de fresnos por poseer
flores coloreadas en blanco y fragantes. De sus ramas rezuma una especie de resina
dulce utilizada con fines medicinales.
41. fresnos Página 2 de 2
F. Pennsylvanica. Fresno de Pensilvania.-
Origen americano. Alcanza una talla similar al fresno común, creciendo rápido en su
juventud y luego de forma más lenta. Con el paso de los años su copa se hace abierta y
muy ligera.
42. ginkgos Página 1 de 1
Ginkgo (Ginkgo Biloba)
El elegante porte de este árbol y el peculiar diseño
de sus hojas hacen de él una especie de gran
interés en jardinería, a lo que se suma su
antigüedad en el mundo de los vegetales
superiores.
Este árbol es la especie arbórea más singular de
cuantas viven en la actualidad sobre la Tierra. Ha
sido capaz de sobrevivir a los sucesivos períodos
glaciares, así como a los enormes cambios
producidos en la fauna y flora en todo este
tiempo. La prueba se encuentra escrita en piedra:
Los numerosos restos fosilizados de ginkgo han
sido localizados y datados nada menos que en
200 millones de años de antigüedad.
El ginkgo puede llegar a alcanzar unos 30 m de
altura, aunque esto varía en función
del clima, configurando una copa amplia y abierta, a base de largas ramas cuando es
joven, que se vuelve casi cónica y más densa en su edad adulta.
Las hojas de diseño original, tienen aspecto de abanico con nervios finamente marcados
en ambas caras y una hendidura que separa el limbo en dos partes, y que se hace más
evidente en individuos jóvenes. El follaje del ginkgo, de tono verde metálico, se torna en
otoño amarillo dorado durante unos días para, curiosamente, caer de forma simultánea.
Los ginkgos son árboles dioicos, es decir, los sexos se dan en ejemplares separados.
Esto no deja de ser importante en esta especie, ya que los frutos producidos por las
hembras exhalan un olor muy desagradable al madurar, cuestión a tener en cuenta a la
hora de situar uno de estos árboles cerca de una vivienda.
Cuidados.-
Admite todo tipo de situaciones, desde las más luminosas hasta las de carácter umbrío.
Se adapta a terrenos de cualquier naturaleza que no sufran encharcamientos. Debido a
una cierta lentitud en su asentamiento, durante los dos primeros años se vigilarán sus
necesidades de agua en tiempo cálido y ventoso.
Se debe ubicar en un espacio con suficiente amplitud para su desarrollo. En jardinería
pública se utiliza como árbol de alineación de calles, donde crece insensible ante las
más adversas condiciones de contaminación urbana.
43. hamamelis Página 1 de 1
Hamamelis (Hamamelis Mollis)
Arbusto abierto dotado de una peculiar
floración invernal olorosa y que no
desmerece el resto del año gracias a su
forma y a los bellos colores otoñales que
presenta.
Este arbusto caducifolio procedente de
China, llamado también 'avellano o nogal
de las grujas', posee un porte muy
ramificado en plantas de hasta 3 m de alto
por otro tanto de ancho. Su aspecto más
peculiar lo constituye
la característica floración que cubre sus ramas durante los meses de invierno. Cada flor
está formada por cuatro largos, estrechos y quebrados pétalos amarillos o anaranjados y
otros tantos cortos, redondeados y pequeños sépalos (unas piezas no sexuales de la flor)
marrones, en cuyo centro se disponen las diminutas partes reproductivas. Varias flores
se reúnen en apretados grupos que recubren la práctica totalidad del ramaje repartidos
por él de forma irregular. La floración, dotada de un agradable perfume, es muy duradera,
produciéndose en fechas variables, siempre en invierno y en función de cada región y del
tiempo atmosférico, sin que se vea afectada por las inclemencias del tiempo.
En primavera se cubre de hojas grandes y esféricas similares a las de los avellanos. El
follaje mantiene un oscuro color verde hasta la llegada del otoño, en el que cambia hacia
vivos tonos amarillentos.
Cuidados.-
Es mejor que crezca protegido por las copas no muy densas de árboles cercanos o bien
que la sombra de la vivienda lo cubra en las horas centrales del día.
Precisa terrenos con abundancia de materia orgánica, profundos y frescos, que sean
capaces de retener suficiente humedad en verano y libres de cal. Aportaciones anuales
de mantillo, estiércol descompuesto o turba en otoño, ayudan a mantener estas
peculiaridades.
Los hamamelis resultan perfectos como componentes de zonas boscosas o de carácter
silvestre del jardín, en donde encuentran su mejor escenario.
Las ramas de este arbusto son utilizadas para la decoración interior de las casas,
cortadas y puestas en un jarrón con agua cuando las yemas florales dan indicios de
apertura.
Especies y Variedades.-
Dos variedades de cultivo son: 'Brevipetala' con flores anaranjadas y 'Pallida' con flores
color amarillo.
44. hayas Página 1 de 1
Haya (Fagus Sylvatica)
Árbol europeo de gran porte y provisto de
un follaje liso y suave que lo hace muy
atractivo e interesante. Debe disponer de
espacio suficiente para su desarrollo, por
lo que está indicado para grandes
jardines y parques.
El haya está emparentada con los robles
y los castaños, cuya familia, las
Fagáceas, domina las zonas boscosas de
la franja templada de nuestro planeta.
En Europa central y meridional es un árbol que constituye bosques casi en solitario,
aunque cubre áreas mucho menos extensas que los otros representantes de la familia.
Crece sobre las laderas norte de zonas montañosas, sin importarle la naturaleza del
suelo donde arraiga.
Este árbol alcanza en su madurez más de 30 m de altura, desarrollando una tupida copa
de silueta cónica, con ramas estratificadas en horizontal que tiende a hacerse
redondeada con la edad. Es característica su corteza lisa de color gris brillante, la cual
contribuye a realzar su aspecto invernal. Las hojas, caducas, son de reducido tamaño, de
color verde claro mate y con los bordes enteros y ondulados. Los frutos, llamados
hayucos, se asemejan a pequeñas castañas de corte triangular. Antes de la caída otoñal,
las hayas se tiñen de llamativos tonos ocres.
Se conocen muchas variedades cultivadas del haya que llegan a diferir bastante de la
especie tipo. Muy interesantes en jardinería resultan aquellas de follaje rojizo o purpúreo,
dotadas de gran presencia y elegancia. También existen hayas péndulas y de porte
columnar.
Cuidados.-
El haya es propia de la llamada España húmeda, ya que precisa esta cualidad tanto en el
suelo como en el aire. No obstante, puede prosperar en lugares con densa población de
árboles que ayuden a mantener una mínima humedad ambiental, y siempre, sobre todo
en sus primeros años, protegido de los rayos del sol en las horas centrales del día.
Es necesario que el terreno guarde un buen nivel de humedad todo el año, pero por lo
demás, no es exigente, tolerando tanto la alcalinidad como la acidez, aunque sean muy
marcadas.
Su resistencia a la poda ha hecho que sea utilizado frecuentemente para componer setos
y pantallas vegetales formales, lo que es muy habitual en países del centro y norte de
Europa.
Especies y Variedades.-
Existen diversas variedades de hoja roja o purpúrea, todas de alto valor decorativo, que
reciben distintas denominaciones, atendiendo también a la tonalidad más o menos clara
de esa coloración.
Como más representativas, cabe citar: Atropurpurea Macrophylla y Riversii, ambas
impresionantes cuando son adultas, sin olvidar la forma llorona Purpurea Pendula. El
haya Dawyck tiene porte columnar mientras que Zlatia se distingue por el tono amarillo
de sus hojas.
45. jacaranda Página 1 de 1
Jacaranda (Jacaranda Mimoosifolia)
Árbol de medianas proporciones
apropiado sólo para zonas geográficas
cálidas y muy recomendable en
jardinería por su atractiva silueta y
vistosa floración.
La jacaranda es un árbol de
procedencia sudamericana que crece
espontáneo en países como Brasil y
Argentina. Debido a este origen, se
planta en las
zonas mediterránea y sur peninsulares, así como en los archipiélagos, lugares donde las
condiciones climáticas resultan muy agradables a estos árboles: los vetustos ejemplares
del parque María Luisa, en Sevilla, o los plantados en las calles de Santa Cruz de Tenerife,
dan buen testimonio de ello. Se trata de una especie de porte irregular que crece a
moderada velocidad formando una copa abierta y ramificada cuyo techo se sitúa en torno
a los 20 m, aún cuando esta altura sea sólo alcanzada por ejemplares viejos criados en
las mejores condiciones.
Las hojas tienen bastante semejanza con las de algunas acacias y, en concreto, con las
de la acacia mimosa, de donde le viene su nombre específico. Están formadas por
numerosos folíolos (falsas hojas independientes) de pequeño tamaño situados a ambos
lados de los nervios, haciendo que el aspecto general de la copa sea vaporoso y liviano.
Aunque es un árbol caducifolio, es muy poco el tiempo en que se encuentra sin hojas,
apenas ocho semanas en primavera.
A su porte romántico se suma el atractivo de poseer una bellísima floración muy
duradera. Entre los meses de mayo y julio se cubre de grupos de flores tubulares de un
vistoso y brillante tono malva. El efecto es en verdad llamativo y resulta muy ornamental.
En ocasiones, dependiendo de la localización pueden verse jacarandas sin hojas
exhibiendo sus panículas (tipo concreto de agrupación floral) en un alarde de
espectacularidad. Los frutos que se derivan de esta floración son unas curiosas vainas
planas y redondeadas, lignificadas por completo en su madurez.
Cuidados.-
La jacaranda vive mejor en la cercanía de la costa, aunque a resguardo de vientos
marinos fuertes; en todo caso, es necesario que su ubicación no supere unos pocos
centenares de metros sobre el nivel del mar. Tiene que gozar siempre de una situación
soleada.
Prefiere un terreno con buena capacidad de drenaje, puesto que el exceso de agua
perjudica la buena formación del árbol. El suelo, no debe ser escaso en materia orgánica.
Es un árbol resistente a las condiciones urbanas por lo que está indicado en plantaciones
de alineación.
46. laurel Página 1 de 1
Laurel (Laurus Nobilis)
Árbol perenne que presenta un follaje cerrado y oscuro y
una impecable adaptación a la poda. Su nombre ha estado
unido a muchos personajes de la historia.
Este árbol es originario de la cuenca mediterránea y gusta,
por tanto, de condiciones climáticas cálidas. Sin embargo,
resulta bastante adaptable y sobrevive dignamente en
ambientes menos favorables.
Las hojas son estrechas y coriáceas, a veces con el borde
ondulado, y están repletas de un aceite esencial de
conocido aroma, apreciable con facilidad al deshacerlas
entre los dedos.
La corteza de tronco y ramas es de tono muy oscuro, áspera antes que arrugada, lo que
contribuye a darle ese aire imponente que le caracteriza. Los sexos se localizan en
plantas distintas, por lo que las hembras producen frutos, que son unas pequeñas bayas
esféricas y oscuras de reducido tamaño. En todo caso, las flores son diminutas y se
disponen en las axilas de las hojas en apretados ramilletes.
Los laureles crecen de forma pausada pero, con el tiempo, pueden llegar a una altura y
dimensiones considerables.
Las guirnaldas de laurel pintadas, bordadas o esculpidas, han adornado, y aún hoy lo
hacen, multitud de lugares y edificios públicos y, en distinta medida, documentos, sellos
o escudos.
Cuidados.-
Los laureles prefieren situaciones soleadas debido a su origen mediterráneo. No
obstante, se adaptan a la perfección a aquellas de carácter sombrío; de hecho, parecen
necesitar de la protección de una sombra durante los primeros años de su vida.
Son aptos para cualquier terreno que tenga una inmejorable capacidad de drenaje y
admiten la poda incluso cuando esta es realmente estricta.
Los laureles son bastante resistentes a las condiciones urbanas, por lo que pueden
utilizarse en jardines de ciudad, plazas, terrazas y balcones.
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Laurel Real (Prunus Laurocerasus)
Arbusto perenne provisto de lustrosas
hojas, utilizado para la formación de setos
y capaz de adaptarse a la poda más
severa.
Conocido también como 'laurel cerezo o
lauro', el laurel real pertenece al género
botánico que engloba a los cerezos y
ciruelos frutales y ornamentales. Sin
embargo, estos dos arbustos no se
distinguen por unas floraciones
espectaculares, sino que se cultivan
sobre todo por la permanente silueta que
les dan las brillantes hojas que los
cubren.
Las hojas del laurel real son grandes y
alargadas, de color verde oscuro y
brillante y con los bordes apenas
aserrados.
Florece en primavera y, en ocasiones, repite la floración en otoño. Las axilas de las hojas
emiten delgadas y esbeltas inflorescencias cubiertas de diminutas flores blancas y algo
olorosas.
Los frutos, parecidos a cerezas de pequeño tamaño, pasan por un intenso tono rojo
antes de llegar a la madurez, en la que adquieren color negro. Dejado en crecimiento
libre, el laurel real es un arbusto abierto y de silueta homogénea que puede alcanzar
hasta 10 m de altura. La corteza es muy oscura y lisa, completando muy bien su aspecto
general.
Cuidados.-
El laurel real prospera mejor en sombra parcial, excepto en áreas costeras.
Es un arbusto poco exigente en cuanto a terreno, admitiendo cualquiera que no sea
encharcadizo.
La poda, utilizando la tijera de dos manos, deja cortes en la mayor parte del limbo de las
hojas, por lo que algunos jardineros recomiendan, si se tiene paciencia suficiente,
efectuarla con la tijera de una mano sobre cada una de las ramitas.
El laurel real es un clásico en la construcción de setos y figuras geométricas de parques
y jardines públicos. En jardinería privada, este arbusto ha sido desplazado por una
conífera de rápido crecimiento 'El ciprés Leyland'.
Especies y Variedades.-
Otto Luyken es una variedad cultivada bastante famosa y extendida. Se distingue de la
especie tipo por sus hojas largas y agudas y por la tendencia postrada de su
crecimiento, lo que le ha llevado a ser utilizado como planta tapizante en determinadas
situaciones. Posee una floración idéntica a la de su progenitor.