1. La reproducción en las plantas
BIOGRAFÍAS UNIDAD
1. Rudolf Jakob Camerarius
Rudolf Jakob Camerarius o Camerer fue un botánico y médico alemán, que nació y murió
en la localidad de Tübingen, entre los años 1665 y 1721.
Camerarius se doctoró en Medicina en la prestigiosa Universidad de Tübingen, llegando
a ser profesor de medicina en dicha Universidad, pero su gran afición por la Botánica,
junto con su espíritu investigador y analítico, le llevaría a ocupar el puesto de director del
jardín botánico de Tübingen.
En consonancia con el pensamiento racionalista que se impuso en el siglo XVII, Camera-
rius introdujo en sus investigaciones el método experimental, con lo que llegaría a una
serie de grandes descubrimientos en el campo de la botánica.
Mientras que algunos investigadores habían observado que las plantas parecían tener
3. Reproducción sexual
alguna forma de sexualidad, llegando incluso a intuir el papel del polen como agente de
fertilización, Camerarius no se limitó a exponer una teoría, sino que realizó el trabajo
experimental con el que consiguió demostrar empíricamente que las plantas eran criatu-
ras sexuales.
A partir del estudio de diferentes tipos de plantas, Camerarius comprobó como las plantas
femeninas que no se colocaban cercanas a plantas masculinas podían producir frutos,
pero sin semillas. También realizó experimentos en los que mutilaba determinados órga-
nos sexuales de plantas hembras, verificando que no se formaban semillas.
Los resultados de sus investigaciones sobre los órganos reproductivos de las plantas fue-
ron presentados en su obra De sexu plantarum epistola, en 1694, y atrajeron la atención
inmediata de todo tipo de personas. Camerarius fue el primer botánico que demostró
que las plantas con flores tienen sexo y que el polen es necesario para la formación de la
fertilización y de la semilla
Evidentemente, la idea de que podría haber una diferencia sexual en las plantas causó el
asombro general y la teoría de Camerarius fue combatida ferozmente, dado que suponía
un resquebrajamiento del orden preestablecido. Su teoría fue considerada como «La
invención más salvaje y singular desarrollada por la mente de un poeta». El propio Came-
rarius fue llegado a calificar como hereje por parte de los sectores más retrógrados de la
sociedad de su tiempo. La controversia se prolongó durante años, hasta que finalmente
quedó reconocido que las plantas tenían órganos sexuales y podían pasar a un escalón
más alto entre los seres vivos.
La evidencia del carácter sexual de las flores hizo que adquiriera gran importancia como
criterio de clasificación de las plantas. El trabajo de Camerarius sobre la sexualidad de las
flores permitió el desarrollo posterior de la botánica en manos de uno de sus investiga-
dores más influyentes: Carl von Linneo.
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