2. CONCIENCIA PSICOLÓGICA
La conciencia psicológica es un
darse cuenta de la presencia de sí
mismo; de las cosas y los hechos
que se encuentran fuera del yo, y
de la reflexión resultante de los
propios actos y de las realidades
existentes en el mundo que le
rodea. De este aspecto psicológico
resulta la Conscientización.
3. Mediante procesos de enseñanza o de
sensibilización, las personas se dan
cuenta de lo que acontece en el mundo
natural y social.
CONCIENCIA MORAL
La Conciencia Moral se refiere a
nuestra capacidad para reconocer
la diferencia entre el bien y el
mal y actuar en conformidad
con el bien, de acuerdo a un
conjunto de normas y valores
que hemos interiorizado como
miembros de una sociedad
determinada en un tiempo histórico.
4. La conciencia moral es percibir,
tanto cognitiva como afectivamente,
que a nuestro alrededor hay
“otros” con necesidades y
padecimiento, a lo que no somos
indiferente, pues de algún modo nos
afectan, preocupan y duelen.
Según Hostos, la conciencia es esa
fuerza que nace de las que juntas
tienen la sensibilidad, la razón y la
voluntad.
5. Cuando decimos que hay un
debilitamiento de la conciencia moral
en nuestra sociedad, lo que
queremos decir es que estamos
perdiendo la capacidad para
darnos cuenta, para sentirnos
involucrados ante las violaciones de
los valores morales que ocurren a
nuestro alrededor; para experimentar
un sentido de deber, para deliberar
moralmente y para tener una
voluntad de acción respecto a ello.
6. SON CUATRO DIMENSIONES:
1. LA SENSIBILIDAD MORAL
2. EL JUICIO o IMPERATIVO MORAL
3. LA DELIBERACIÓN MORAL
4. LA VOLUNTAD DE ACCIÓN
MORAL
7. 1. LA SENSIBILIDAD MORAL
La moral es, sobre todo, un
fenómeno de sensibilidad; de estar
receptivos, de captar o percibir y de
sentirnos involucrados con el
bienestar humano. Esa sensibilidad
significa estar siempre vueltos
hacia el bien, vivir preocupados y
ocupados haciendo el bien; en
pocas palabras vivir la moral. La
base de la conciencia moral esta
en la sensibilidad moral.
8. Usted puede ser una persona muy docta
en asuntos de moral, incluso tener
gran capacidad para el razonamiento
moral, pero si la falta la sensibilidad no
hay conciencia moral.
La sensibilidad moral es un acto
del “corazón”, es decir de nuestra
dimensión afectiva, que nos permite
captar y sentirnos afectados ante
situaciones en las que está en juego el
bienestar humano. Ser sensible, implica
que no sólo captamos cognitiva o
contemplativamente una situación sino
que la “vivimos”; nos sentimos
involucrados en ella y movidos a actuar.
9. Desde esta perspectiva, la
sensibilidad moral consiste en
ligar nuestros afectos a la idea
del bien. Cuando los valores
se interiorizan no solo
verbal sino afectivamente, es
decir ligados a los afectos, se
desarrolla la conciencia moral
10. 2. IMPERATIVO MORAL o JUICIO
Es aquella dimensión que nos permite declarar
y ordenar lo bueno y lo malo; lo justo y
lo injusto; lo honesto y lo deshonesto:
etc. En tales acciones y situaciones.
l Es la capacidad que le permite hacer
estimaciones o prescripciones sobre las
acciones o relaciones humanas a la luz de
un valor moral (%)
Si voy por la calle y observo a una persona
con una necesidad, pero sigo de largo, mi
conciencia es muy débil porque percibí,
sentí, pero no me sentí obligado a hacer
algo al respecto.
11. Mientras que la persona que tiene su
conciencia moral mejor desarrollada,
inmediatamente que siente, reconoce un
deber que se expresa en un juicio: “Debo
de ayudar a esa persona; es lo correcto; es
mi deber”. La conciencia implica, pues, un
juicio o imperativo moral que afirma una
obligación o deber y prescribe un
comportamiento, a la luz de lo dado en la
sensibilidad moral. Una vez que me digo
“hay que ayudar a esa persona”, puedo
pasar de inmediato a la acción, o puedo
reflexionar antes de actuar.
12. Este imperativo de comportamiento
depende del grado de interiorización
del valor involucrado en la norma.
Los errores en el juicio moral los
cometemos porque no estamos claros
acerca del valor, es decir no tenemos
un concepto claro u apropiado del
mismo; o no tenemos sensibilidad
o claridad sobre la acción o relación
a ser juzgada, es decir nos faltan
elementos de juicio o no tenemos
plena conciencia de las circunstancias.
13. Una persona puede actuar
impulsada por el imperativo moral o
puede entrar en un proceso de
reflexión y hacerse preguntas
como:
¿Cual es la forma más apropiada de
ayudarla?
¿Cuál es la acción más apropiada
para hacer el bien?
14. 3. LA DELIBERACIÓN MORAL
Es la actividad de la conciencia
dirigida a seleccionar el mejor
curso de acción frente a otros
posibles.
La deliberación ocurre entre la
sensibilidad y el juicio por un lado
y la acción por otro. En lugar de
responder a lo que de inmediato
nos sugiere la sensibilidad y nos
dicta el juicio del deber,
15. posponemos la acción para entrar en
un proceso de examen interior o
compartido con otros, para entonces
decidir y actuar.
La deliberación es fundamentalmente
una actividad de diálogo que la persona
lleva a cabo consigo misma o con
otros. Implica un proceso de discusión
analítica y crítica en el que se analizan
posiciones en conflictos en torno a un
asunto controvertido que se plantea en
una situación concreta.
16. La deliberación tiene como fin
determinar qué curso de acción o
práctica es la correcta para favorecer
o alcanzar un cierto valor que se
tiene como bueno o justo.
La deliberación busca determinar cual
es en una situación específica y
concreta, el medio más adecuado
para alcanzar ese fin.
17. 4. VOLUNTAD MORAL
La voluntad es la capacidad para
hacer, mantener e implantar
decisiones, es decir elegir y actuar. Es un
momento del proceso de pensamiento
orientado a la acción.
La voluntad es una capacidad para
uno mismo organizarse de modo
que el movimiento en una cierta
dirección o hacia una meta pueda
ocurrir. Implica el dominio de la propia
conducta.
18. El ser humano que actúa se le
presentan diversos cursos de acción.
Cada curso de acción tiene su
abogado, su estímulo o motivo.
Cuando escogemos el curso de
acción más acorde con nuestra
jerarquía de afectos y valores, es
decir con nuestro proyecto de vida,
la voluntad se torna racional.
19. La voluntad es nuestra
capacidad para cuidar de
nosotros mismos y de otros. La
voluntad es moral cuando, al
hacer decisiones o elegir,
obedece a los valores y fines
morales; es decir a un ideal del
bien que la persona ha
adoptado.
20. CONCIENCIA MORAL Y
CONCIENCIA ÉTICA
¿Qué es conciencia ética?
¿Cuál es la diferencia entre conciencia
moral y conciencia ética?
La conciencia moral se refiere a nuestra
capacidad para reconocer la diferencia
entre el bien y el mal y actuar en
conformidad con el bien y de acuerdo a
un conjunto de principios y valores
que hemos desarrollado como
21. miembros de una determinada comunidad
(familia, iglesia, pueblo).
Conciencia moral significa que
experimentamos la actividad humana
desde valores morales particulares, nos
sentimos obligados a actuar conforme a
ellos y en efecto así lo hacemos. Como
parte de nuestro desarrollo, prácticamente
todos desarrollamos una conciencia
moral, es decir, construimos valores y
algún tipo de sensibilidad y capacidad de
juicio, deliberación y acción.
22. La conciencia ética surge cuando la
conciencia comienza a examinarse a
si mismo para mejorarse.
Si usted tiene conciencia
ética, entonces usted le pregunta a
su conciencia moral: ¿qué has
hecho, verdaderamente? ¿Sientes a
través de esos
valores, juzgas, razonas, actúas a
través de esos valores? Si no lo estás
haciendo, no estás desarrollando la
conciencia ética
23. Eso es lo que hace la conciencia ética,
es como un espejo donde la conciencia
moral se mira para mejorarse, para
descubrir sus contradicciones y
limitaciones, para entonces mejorarse.
La conciencia ética es la conciencia de la
conciencia moral; o más simplemente, la
autoconciencia. La autoconciencia moral
o conciencia ética no nos dice como
actuar; pero mejora la conciencia moral
haciéndola más clara en sus
contenidos, mejorando sus procesos y
haciéndola más coherente.