Los bosques de República Dominicana: tipos, orígenes y problemas ecológicos
1. Introducción
Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida. Son el hábitat de multitud de
seres vivos, regulan el agua, conservan el suelo y la atmósfera, suministran multitud de
productos útiles y contribuye a la biodiversidad de las diferentes especies.
Objetivo general
Dar a conocer los bosques en República Dominicana, mediante su investigación, para
poder dar a entender los tipos, orígenes, problemas que se presentan en este, y
destacados en la materia.
.
Los bosques
Los bosques de las llanuras se dividen en seco, semihúmedos, húmedos y nublados. La
formación dominante está determinada por la precipitación y el sustrato.
Bosque seco
El bosque seco crece en las zonas áridas y semiáridas del suroeste y noroeste del país.
En el suroeste ocupa los llanos de Azua, las partes mas bajas del valle de San Juan, la
hoya del lago Enriquillo y el procurrente de Barahona, incluyendo el Parque[pic]
Nacional Jaragua. En el noroeste se despliegan extensiones de este tipo de bosque en el
valle del Yaque del Norte, entre [pic]Santiago y Monte Cristi, y en las colinas que se
alzan al sur y al norte de este valle. Asimismo, existe en la costa y en la parte oeste de la
cordillera Septentrional.
En las áreas de bosque seco dominan las temperaturas altas (superiores a 25 °C y una
vegetación compuesta por un alto porcentaje de especies de cactus, y de árboles y
arbustos con espinas. Las épocas de sequía, en las que la mayor parte de los árboles
pierde sus hojas, son prolongadas y se extienden, generalmente, de enero a marzo.
Algunas de las especies propias son la bayahonda (Prosopis juliflora), el cambrón
(Acacia maracantha), el almácigo (Bursera simaruba), el cayuco (Pilosecereus
polygonus), el guayacán, (Guaiacum officinale), el guayacancillo o vera (Guaiacum
sanctum) y el guaconejo (Amyris diatripa).
Bosque semihúmedo
El bosque semihúmedo es una transición entre el bosque seco y el bosque húmedo, por
lo que combinan características y especies propias de ambas formaciones boscosas. El
porcentaje de especies que pierden sus hojas durante tiempos de sequía es mucho menor
que el del bosque seco. Los sitios con mayores extensiones de este bosque se encuentran
en el este y suroeste del país. La parte terrestre del Parque Nacional del Este, por
ejemplo, está compuesta, casi en un ciento por ciento de bosque semihúmedo,
2. localizado en menor proporción en las inmediaciones de Bávaro e Higüey. En el
suroeste se destacan las elevaciones medianas de la sierra de Neiba, con Los Pinos del
Edén, y de la sierra de Bahoruco, específicamente el Puerto Escondido y en Las
Mercedes, en la vertiente sur. También hay grandes extensiones en la parte central del
Parque Nacional Jaragua y en la costa del mar Caribe, entre Barahona y Enriquillo.
Algunas de las especies vegetales propias del bosque semihúmedo son la Quiebracha
(Krugiodendron ferreum), la parida (Thounia triofoliata), el guayacancillo o vera
(Guaiacum sanctum), la uva de sierra (Cocoloba diversifolia), la canelilla (Myrcianthes
cf. Montana) la carga agua (Eurythroxylum), el Guayacan (Guaiacum officinale), la
vainilla o bejuco de lombriz (Vanilla sp.) el sangre de toro (Maytenus buxifolia), el
guanito (Cocothrinax sp.),el guaconejo (Amyris elemifera),el candelón (Acacia
skleroxyla), el almácigo (Bursera simaruba) y el copey (Clusia rosea).
Bosque húmedo
El bosque húmedo está presente en todas las montañas, incluyendo las cordilleras
Septentrional y Central, y las sierras de Neiba y Bahoruco; también en la loma de Isabel
Torres, en Puerto Plata, y en algunas zonas de la Cordillera Oriental. [pic]Aunque
generalmente crece entre los 500 y los 1,500 m de altura, también se encuentra en
algunas zonas menos elevadas, como Los Haitises, El Choco (en la costa norte, cerca de
Cabarete), en la loma Quita Espuela y en algunas partes de la península de Samaná.
[pic]
El bosque húmedo se compone, principalmente, de árboles con hojas grandes. Se
mantiene siempre verde y el estrato arbóreo o dosel es muy denso y no pasan por
temporadas prolongadas de sequía. Las especies arbóreas dominantes son la cola (Mora
abbotti), el caco cimarrón (Sloanea berteriana), el aceituno (Tabebuia berterii), la sabina
sin olor (Cyrilla racemiflora), y el camarón (Cyathea arbórea), entre otras.
Bosque nublado
El bosque nublado se encuentra en las zonas de condensación de las nubes en los
diferentes sistemas montañosos. Su altura y ubicación presentan particularidades en
cada montaña. Por ejemplo, en la cordillera Septentrional se ubica en alturas menores de
1,000 m, como las lomas Quita Espuela y Guaconejo, mientras que, en la sierra de
Neiba, ocupan gran parte del firme, en alturas que oscilan entre 1,700 y 2,200m. En la
cordillera Central está ubicado, generalmente, en elevaciones separadas del macizo
central de la cordillera, como Ébano Verde, y lomas Nalga de Maco, La Humeadora y
La Baracoa. En los flancos norte y sur de la sierra de Bahoruco se pueden apreciar dos
franjas de bosque nublado y, en las partes superiores e inferiores de estas franjas,
poblaciones de pinos.
Los bosques nublados permanecen cubiertos de nubes o niebla durante casi todo el
tiempo, lo que mantiene una humedad muy elevada. En estas formaciones boscosas
encontramos una gran diversidad de especies vegetales, como cedro (Cedrela odorata),
3. capá (Petitia domingensis) y guaraguao (Buchenavia capibata), entre otros. También
hay muchos helechos arborescentes (Cyathea spp.), y varios otros helechos, musgos y
epifitas o plantas que crecen en los árboles. Asimismo, de acuerdo con la altura y las
condiciones climáticas particulares, predominan otras especies. Por ejemplo, la palma
Manacla (Prestoea montana) se encuentra en alturas menores y cañadas con alta
humedad, mientras que el palo de viento (Schefflera tremula) domina los bosques
nublados en las alturas mayores. En el Bahoruco oriental hay una notable presencia del
ébano (Magnolia hamori), especie endémica de esta zona. Resulta interesante,
igualmente, la existencia de un bosque nublado oeste en la cima de la loma Nalga de
Maco, al oeste de la cordillera Central. Esto se debe a que los fuertes vientos no
permiten un crecimiento alto de la vegetación.
Pinares
Los pinares están compuestos, predominantemente, de pino criollo (Pinus occidentalis),
especie endémica de La Española. El pino crece en forma natural desde los 800 m de
altura en adelante, sobre todo en zonas con suelos pobres y en elevaciones superiores a
los 2,000 m es casi la única especia arbórea. Tiene una gran capacidad de adaptación, de
allí que, en áreas alteradas [pic]por el fuego u otros desastres naturales o inducidos, el
pino sea el árbol pionero.
Se distinguen dos tipos de pinares: los densos, con sotobosque bien desarrollado, y los
pinares abiertos, casi siempre producto de incendios forestales. Debido a que los pinos
maduros tienen cierta resistencia al fuego, cuando se incendia un pinar denso se quema
el sotobosque, pero los ejemplares grandes sobreviven, convirtiéndose en un pinar
abierto; bajo la sombra de este pinar abierto se puede desarrollar un nuevo sotobosque
y, al cabo de diez o veinte años, este pinar abierto puede convertirse nuevamente en un
pinar denso.
En las zonas bajas de alta pluviosidad el pinar es transitorio, debido a que los árboles
latifoliados que se desarrollan a su sombra llegan a dominarlo, y al desaparecer el pino,
se forma un bosque latifoliado. Algunas especies notables son el conde del pino, un
parasito de este árbol, y el palo de cotorra (Brunellia comocladifolia).
Fauna
Dependiendo del bosque, las especies de animales varían. En sentido general, se pueden
encontrar en los bosques diferentes tipos de aves como la Cúa, el flamenco, el gavilán,
la cotorra, la garza y gaviotas, gran variedad de reptiles (iguanas, cocodrilos, el
solenodonte) manatíes, murciélagos, jutías, tortugas etc. Etc.
Los diferentes bosques en un recorrido
A medida que se suben las montañas, la temperatura disminuye y la precipitación
aumenta; igualmente varía la vegetación. Para ilustrar el cambia de la vegetación en
relación con la altura, se puede hacer un recorrido imaginario por la sierra de Bahoruco,
cuyos bosques están mejor conservados que los de otros sistemas montañosos del país.
Se sube por la vida panorámica Cabo Rojo-Aceitillar: en la parte baja domina el bosque
4. seco, que luego se convierte en un bosque semihumedo y más arriba en un bosque
húmedo. Al llegar a la altura de 1,000 m termina el bosque húmedo y comienza el pinar,
que cubre la mayor parte del firme de la sierra.
Origen de los bosques
A lo largo de miles de años la roca desnuda se descompone por acción del clima y del
tiempo, formando partículas de suelo. Cuando se forma suficiente suelo, las primeras
plantas pueden prender. Al morir y descomponerse, estas plantas pasan a formar parte
del suelo y lo enriquecen con su materia orgánica. Gracias a ellas, otras plantas más
complicadas y grandes pueden desarrollarse. Así, se entra a una etapa de arbustos y, por
último, crecen grandes árboles que forman el bosque.
Otros bosques se forman a partir de las aguas. Cuando las plantas acuáticas mueren
forman suelo en los pantanos. Cuando se acumula suficiente materia orgánica, pueden
prender las primeras plantas terrestres, como los juncos. De a poco, los juncos dan lugar
a plantas mayores, arbustos y por último, a los árboles.
Problemas ecológicos
Deforestación
Durante la época colonial una gran parte de los bosques húmedos de los valles y
llanuras costeras fueron arrasados para establecer plantaciones de caña de azúcar. Los
bosques de las montañas quedaron casi intactos hasta el siglo XX. El dictador Rafael
Leonidas Trujillo pagó la mayor parte de la deuda externa con la exportación de
madera. Pocos años después de su muerte, la Organización De la Naciones Unidas para
la Agricultura (FAO) realizó un estudio de cobertura boscosa del país y determinó que
si los aserraderos seguían destruyendo los bosques al ritmo de ese momento, en pocos
años el país quedaría completamente desforestado A causa de la este surgió la erosión,
la cual es la degradación del ecosistema, transformándolo en un desierto, provocado por
la actividad de agentes naturales.
Como consecuencia, el gobierno de entonces ordenó el cierre total de los aserraderos y
un país exportador de madera se convirtió en importador. Ante este suceso, el gobierno
empezó a crear leyes y empezó a declarar parques nacionales para la protección de los
bosques.
La legislación en el sector ambiental procuró, mediante leyes y ayuda de todo el sector,
crear un sistema justo en el Sistema de Áreas Protegidas, el artículo 33 en la Ley
General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, cita los diferentes cuidados de la
Áreas Protegidas, como la preservación de sus recursos naturales, la protección de sus
escenarios y paisajes etc. Etc.
Mapa de Áreas Protegidas
Estadísticas
¿Bosque o desierto?
5. El 67% del territorio nacional debería estar cubierto por algún tipo de bosque, lo que
indica que no poseemos ni la tercera parte del bosque que el país debe tener.
El flagelo de los incendios forestales continúa afectando centenares de miles de
hectáreas de bosque, deteriorando su calidad, reduciendo su capacidad protectora, e
imprimiendo graves daños a la biodiversidad, todo esto a causa de la agricultura
itinerante, los incendios forestales, la producción de carbón y leña, la ganadería y los
cortes clandestinos.
Se ha ignorado al bosque como un factor de crecimiento económico, sin tomar en
cuenta que la destrucción del mismo afecta la capacidad productiva de la tierra y la
producción de los alimentos básicos.
Por eso hay que dar a conocer la importancia de la deforestación, colaborar con el
medio ambiente, e inducir a otras personas a que nos ayuden.
Principales biólogos y botánicos de República Dominicana
Eugenio de Jesús Marcano Fondeur fundador de las Sociedades de Botánica, de
Entomología, de Orquideología, de la Academia de Ciencias, y miembro de número de
varias instituciones nacionales, entre éstas del Colegio Dominicano de Ingenieros y
Arquitectos (CODIA), de la cual es miembro de honor, en el capítulo de mecánica de
suelos. Su dedicación a la ciencia, su admirable vocación de servicio y su lucha
incansable a favor de los recursos naturales han sido reconocidas a través de infinidad
de certificados, pergaminos, bandejas y placas
Dr. Fernando Luna Calderón, dominicano, es biólogo humano y paleopatólogo,
egresado del Smithsonian Institution en Washington, D.C. .Desde 2000, ha sido director
del Museo de Historia Natural. Ha realizado cientos de excavaciones arqueológicas en
todo el territorio nacional. Ha publicado el Atlas de Patología Osea y muchos otros
libros en colaboración con importantes figuras de la arqueología dominicana,
venezolana, italiana y española, además de artículos científicos en revistas nacionales y
extranjeras.
Rafal María Moscoso Puello, nació en Santo Domingo el 17 de febrero de 1874.
Naturalista, botánico, educador profesor de la Universidad de Santo Domingo (1945),
director del Instituto Botánico de este centro docente desde el 15 de abril de 1941 hasta
su fallecimiento el 12 de octubre de 1951 en Santo Domingo. Fue el primer dominicano
que realizó investigaciones completas sobre la flora nacional. Después de establecerse
en Santiago de los Caballeros en 1907, realizó allí gran parte de sus investigaciones. A
éstas se suman las investigaciones realizadas en los alrededores de Santo Domingo y en
diferentes regiones del país, como en el Pico Diego de Ocampo, San José de las Matas,
Línea Noroeste y en el Morro de Montecristi.
Conclusión
En la realización de este trabajo, nos enfocamos en los bosques dominicanos, sus tipos y
en que lugares se encuentran, mostrando la importancia de este, y como este influye al
país en sus diferentes sectores o ámbitos, teniendo en cuenta que estos son necesarios
para el progreso del país y que hay que aprender a conservarlos.
6. Bibliografía
• Enciclopedia de la Republica Dominicana (Editora Océano).
• Mundodominicano.net.
• Suncaribbean.net.
• Quisqueyavirtual.edu.do.