Con la llegada de las vacaciones de verano, a las familias de niños y adolescentes con TDAH se les plantea la duda de si continuar con la intervención terapéutica o no. Conocer las diferentes opciones que tienen a su alcance servirá para llevar una mejor organización.
2. Con la llegada de las vacaciones de verano, a las familias
de niños y adolescentes con TDAH se les plantea la duda de
si continuar con la intervención terapéutica o no.
Dada la relevancia y la necesidad de un tratamiento y una
intervención continuada y efectiva en el Trastorno por
déficit de Atención e Hiperactividad que atienda a las
dificultades y problemática que del trastorno se derivan
dentro de un tratamiento global multimodal, y siguiendo las
recomendaciones de las guías clínicas y los expertos
clínicos en la materia de la importancia de no interrumpir el
tratamiento psicopedagógico con los niños y niñas con
TDAH, consideramos siguiendo estas líneas de orientación,
que la intervención con los niños y niñas con TDAH debe
ser, y más en las fechas de verano donde el ritmo y la
organización se flexibilizan y se rompen las rutinas
adquiridas durante el curso, un pilar esencial de cara a
intervenir, trabajar y dotar a los niñas y niñas de
estrategias y habilidades de cara al reto del nuevo curso
escolar.
3. El campamento como espacio de aprendizaje I
Cada vez con más frecuencia se va incorporando la idea de los vínculos entre lo
que sería del ámbito lúdico y los aspectos estrictamente educativos. No parece
sensato en la actualidad el pensar que lo lúdico no tiene un importante
componente educativo.
Bien sabemos que el ser humano comienza su aprendizaje en el juego que
establece con el medio, aspecto por otra parte que es común en otras especies
animales, sobre todo en las más evolucionadas.
Pero por extrañas cábalas, probablemente de índole social o social-económico,
hay un momento en el desarrollo en que este vínculo entre lo lúdico y lo
educativo se rompe y empieza un tipo de enseñanza mucho más desarrollada
en su aspecto formal, con estructuras alejadas del juego y que sólo responden
a la formación parcializada del aprendizaje del sujeto.
Un campamento es una experiencia educativa de primer orden, pero con
algunas características particulares. La primera es que está limitada en un
corto periodo de tiempo. Además carece de un seguimiento posterior a largo
plazo, está separada y aislada de experiencias similares, no tiene profesores a
la usanza tradicional, se desarrolla normalmente en un medio desconocido y
más hostil que el cotidiano.
4. El campamento como espacio de aprendizaje II
Tiene, por otra parte, características que hacen que el sujeto esté más
comprometido con esa experiencia, dado que es algo que normalmente eligen
los propios/as chicos/as, están fuera del dominio y la normativa estrictamente
familiar, el nivel de tolerancia a las cosas, por otra parte propia de la
adolescencia, es mayor, dado que hay normas de carácter general adecuadas a
un tipo de convivencia de mayores responsabilidades que en el ámbito
doméstico, se vive fuera de la obligatoriedad reglada particular de cada familia,
hay una serie de normas, muchas de ellas pactadas por un acuerdo de
convención y de facilitación social, no hay exámenes, los horarios tienen que
ver con la posibilidad de realizar muchas más cosas; respetando el lógico
descanso, las actividades son, como hemos dicho, inusuales, se favorece el
contacto y el intercambio entre ellos, se fomenta de manera clara la
creatividad, se pondera la originalidad y la diversidad, se respeta y se potencia
el hecho diferencial, se mezclan los más variados aspectos y actividades en la
vida campamental: aire libre, deportes, juegos de habilidades, talleres activos
de todo tipo, salidas fuera del campamento…
Otra de las características que determinan la eficacia del aprendizaje en la
vivencia de un campamento estriba en el hecho singular de que se aprovechan
todos los agentes educativos existentes, así como todos los recursos didácticos
que puedan favorecer una mayor eficacia en la adquisición de los objetivos que
se marcan; son agentes educativos, desde el monitor/a hasta el especialista de
alguna actividad, pasando por personal de servicio o no vinculado directamente
al seguimiento de los chicos y chicas: personal de cocina, administrativos,
personas invitadas, encargados del mantenimiento de la instalación y los
propios acampados que, en la transmisión de algún tipo de conocimiento o
habilidad, realizan una labor educativa muy importante.
5. Qué beneficios se puede obtener de un campamento
1.- Descubrir capacidades:
Los campamentos de verano son una excelente opción para practicar con
habilidades diferentes a las desarrolladas en el colegio.
Muchas de estas propuestas ya se hacen eco de la importancia del desarrollo
de, por ejemplo, la inteligencia emocional para dar solución a cuestiones que
han cambiado en los momentos actuales, como la forma de socializarse.
2.- Contacto con la Naturaleza:
Las múltiples ocupaciones invernales, unido a las tareas diarias y el uso de las
nuevas tecnologías, sobre todo en las ciudades, impiden el contacto
permanente con el entorno Natural que nos rodea…
Los campamentos de verano son una opción ideal para estar en permanente
contacto con ese entorno natural que tan beneficioso es para todos, niños,
jóvenes, adolescentes y adultos.
3.- Aprender divirtiéndose:
El aprendizaje y la diversión no están reñidos y los campamentos de verano
son una excelente opción para ello, puesto que el aprendizaje se provoca y se
produce de una forma más lúdica, más centrada en la experimentación activa
que en el estudio deductivo y reflexivo.
4.- Consolidación de valores:
En los campamentos y colonias de verano se fortalecen valores como el
respeto, la amistad, el cuidado del medioambiente, la salud, relacionarse,
desarrollarse o ser útil a los demás.
6. Qué beneficios se puede obtener de un campamento
5.- Mejora de la autonomía y la toma de decisiones:
Cuando el niño o adolescente está solo, sin la protección permanente de los padres, debe
desarrollar su autonomía personal y esto conlleva una mejora directa en la toma de
decisiones.
Deberá responsabilizarse de su aseo personal, del cuidado de sus cosas, ayudará en tareas.
De la mano de este aumento de autonomía va unida la mejora de la autoestima porque se
verá capaz de hacer cosas que, bajo la protección de su familia, no eran necesarias.
6.- Colaboración:
En un campamento, la realización de actividades va a requerir de la colaboración y el
trabajo en equipo durante todo el tiempo.
El más pequeño tendrá la oportunidad de aprender a respetar, tolerar, entender y colaborar
a lo largo del desarrollo de las actividades en equipo que se realizan diariamente.
Aprender a colaborar mejor es un beneficio que le servirá en todo momento.
7.- Mejora de las relaciones y la comunicación:
En un campamento se potencian mucho las relaciones entre las personas y para
relacionarse es necesario comunicarse.
Y como todas las personas son nuevas y con perfiles heterogéneos, el niño tendrá que
buscar la forma ideal para comunicarse con cada uno de ellos. Esta interpelación
permanente mejorará su comunicación hacia el exterior y su forma de relacionarse con los
demás.
8.- Un tiempo de vacaciones para los padres
Los campamentos también permiten que los padres puedan estar solos por unos días, libres
de las innumerables obligaciones diarias con los hijos. Estar unos días alejados, padres e
hijos, también suele ser favorable para la relación.
Los niños aprenderán a dar más valor a lo que tienen (en todos los sentidos) y los padres
descansarán y renovarán sus energías.
7. Webgrafía
Mellado Santamaría A. Mellado
Santamaría J. L. `El campamento como
medio educativo` Revista INJUVE Nº 72,
documento 2.
`Beneficios de campamentos de verano`
http://www.guiainfantil.com/beneficios-
de-los-campamentos-de-verano.htm