1. ADIBÚ EN LA CIUDAD ENCANTADA
Hace muchos años atrás, en un lejano lugar de Europa vivía un duende en
una choza, llamado Adibú, era un duende que se convirtió en un ser muy
temido por ser el amigo del Ogro, que era sirviente de los príncipes de ese
entonces, Benjamín e Isabel en el Palacio de Baviera, ellos estaban
cansados de la actitud del Ogro y si seguía así, pensaban en echarlo del
palacio. Adibú se sentía muy mal de que nadie le hablara porque todas las
personas le tenían miedo y odio a la vez solo por ser amigo del temido Ogro.
Un día Adibú decidió terminar con todo lo que le estaba pasando y fue donde
la Bruja Blanca, ella era buena, hacia hechizos que ayudaban a las personas
y trataba de combatir el mal con los poderes sobrenaturales que poseía.
Cuando llego Adibú al lugar en donde atendía la Bruja Blanca, y le contó lo
que le ocurría, le dijo que se sentía muy solo, todos le tenían miedo y que ya
no quería seguir siendo el amigo del Ogro, pero no sabía cómo decírselo, ya
que él es muy agresivo, La Bruja Blanca escuchó todo lo que le decía el
pequeño duende, ella ya sabía cómo arreglar su problema, pero le dijo que
volviera al otro día para preparar las pociones que le servirían.
Al día siguiente Adibú fue donde la Bruja Blanca, y ella le dijo que ya tenía
lista las pociones. Llamó a sus ayudantes, las hadas Naida y Nissa, ellas le
entregaron la poción terminada al duende, La Bruja Blanca le dijo que la
poción que hicieron las hadas era para que el Ogro pudiera cambiar su
genio, ser más respetuoso y amable.
Adibú estaba muy contento porque por fin consiguió la poción para cambiar
el genio de su amigo el Ogro. Fue al Palacio de Baviera y se encontró con el
Ogro, entregándole la poción. El un poco desconfiado se la tomó y a la hora
después le hizo efecto, ya que trato muy bien a todas las personas, era
amable con los príncipes, los hacia reír, tanto así que ellos lo ascendieron en
su cargo y ahora es el ayudante de Benjamín, el príncipe.
2. Años después de lo ocurrido, Adibú se convirtió en un duende muy querido
por todos los seres que vivían en ese lugar tan alejado de la sociedad y pudo
conseguir un gran trabajo en el Palacio de Baviera, gracias a la bondad del
Ogro, que además se convirtió en príncipe debido a la muerte de Benjamín e
Isabel. Como príncipe, el Ogro convirtió el lugar donde vivía, en la ciudad
encantada donde viven todos los seres sobrenaturales.