2. El síndrome de Down, también conocido como
trisomía 21, es una anomalía donde un material
genético sobrante provoca retrasos en la forma
en que se desarrolla un niño, tanto mental como
físicamente. Afecta a uno de cada 800 bebés
nacidos en EE.UU.
Los rasgos físicos y los problemas médicos
asociados al síndrome de Down varían
considerablemente de un niño a otro. Mientras
que algunos niños con síndrome de Down
necesitan mucha atención médica, otros llevan
vidas sanas.
3. ¿Cómo afecta a los niños el
síndrome de Down?
Los niños con síndrome de Down tienden a compartir ciertos rasgos
físicos, como perfil facial plano, ojos achinados, orejas pequeñas y
protrusión lingual.
El bajo tono muscular (médicamente conocido comohipotonía) también es
propio de los niños con síndrome de Down, sobre todo de los bebés, que
son muy flácidos. Aunque es algo que puede y suele mejorar con el
tiempo, la mayoría de los niños con síndrome de Down alcanzan los hitos
evolutivos en el plano de la motricidad (como sentarse, gatear y caminar)
más tarde que los demás niños.
Al nacer, los niños con síndrome de Down suelen tener una estatura
promedio, pero tienden a crecer a un ritmo más lento y acaban siendo más
bajos que los demás niños de su edad. En los lactantes, su escaso tono
muscular puede contribuir a que tengan problemas de succión y
alimentación, así como estreñimiento y otros trastornos digestivos. Lo niños
pueden presentar retrasos en la adquisición del habla y de las habilidades
básicas para cuidar de sí mismos, como comer, vestirse y aprender a usar el
baño.
4. Tratamiento para el Síndrome de
Down
El tratamiento para el Síndrome de Down es específico para
cada una de las anomalías, teniendo en cuenta que el
objetivo general de éste es ofrecer al niño y a su familia
todas las oportunidades para superar las dificultades
inherentes al problema, y adaptar al paciente al nivel de
escolarización que pueda asumir.
Durante el desarrollo, en el nacimiento y a lo largo de la vida
del individuo con Síndrome de Down, se observan
alteraciones que pueden complicar, a veces seriamente, su
salud física y deterioran su calidad de vida. Muchas de
estas complicaciones pueden prevenirse si se las tiene en
cuenta y se tratan precozmente, aplicando un programa
específico de medicina preventiva.
5. Actividades estimulantes para el
desarrollo motriz grueso
El desarrollo motriz se divide en dos, la motricidad
gruesa y la motricidad fina. La motricidad gruesa se
refiere a todos los movimientos que se requieren
para el cambio de posición, por ejemplo, mover la
cabeza, los brazos o las piernas, entre otras partes
del cuerpo. El desarrollo motriz grueso es
importante ya que sin ello no podríamos mover los
músculos grandes del cuerpo. Desde muy
pequeños empezamos a intentar mover nuestros
músculos para luego llegar a desarrollar diferentes
habilidades y hasta el desarrollo fino que es el
movimiento de los músculos pequeños, como los
que se usan para escribir.
6. Después de nacer lo primero que hacemos es tratar
de mover la cabeza. Por eso uno de los ejercicios
que uno puede hacer para ayudar al niño para que
mueva la cabeza, es ponerlo boca abajo, apoyando
el cuerpo en los brazos y las piernas. Después de
ponerlo así al bebé, se le puede mostrar algún
juguete que le guste o algo brillante que pueda
gustarle. Así para que pueda ver el juguete, el bebé
tendrá que girar la cabeza e inclusive tal vez tendrá
que erguirse para alzarla y ver el objeto.
Una vez que ya pueda girar o mantener erguida la
cabeza y hasta pueda sostener su cuerpo con los
brazos, uno le puede ayudar para que gire; es
decir, que si esta boca abajo, gire para estar boca
arriba y viceversa. Esto le puede ayudar después
para el gateo.