Los tsunamis son olas gigantescas que pueden medir entre 20 y 30 metros de altura y recorrer miles de kilómetros. Se forman típicamente por terremotos submarinos o deslizamientos de tierra bajo el mar. El tsunami de 2004 en el Océano Índico mató a cientos de miles de personas. Para detectar tsunamis se usan boyas o satélites. Aunque no se pueden evitar completamente, lo más importante es desalojar las zonas costeras cuando se detecta uno.