2. Edith Zirer es una mujer judía que vive en las
afueras de Jaifa. Cuenta cómo fue liberada del
campo de concentración de Auschwitz cuando
tenía 13 años de edad. Había pasado allí tres.
3. "Era una gélida mañana de invierno de 1945,
dos días después de la liberación –nos narra
—. Llegué a una pequeña estación ferroviaria
entre Czestochowa y Cracovia. Me eché en un
rincón de una gran sala donde había docenas
de prófugos, todavía con el traje a rayas de los
campos de exterminio.
4. Él me vio. Vino con una gran taza de té, la
primera bebida caliente que probaba en varias
semanas. Después me trajo un bocadillo de
queso, hecho con un pan negro, exquisito. Yo
no quería comer. Estaba demasiado cansada.
Me obligó.
5. Luego me dijo que tenía que caminar para
poder subir al tren. Lo intenté, pero me caí al
suelo. Entonces me tomó en sus brazos y me
llevó durante mucho tiempo, kilómetros, a
cuestas, mientras caía la nieve.
6. Recuerdo su chaqueta de color marrón y su
voz tranquila que me contaba la muerte de sus
padres, de su hermano, y me decía que
también él sufría, pero que era necesario no
dejarse vencer por el dolor y combatir para
vivir con esperanza.
7. Su nombre se
me quedó
grabado para
siempre en mi
memoria: …..
Karol
Wojtyla.
9. Por si alguno no sabe quien es,
… el es nuestro maravilloso Papa
Juan Pablo II.
Que maravillosa historia de esperanza!
10. Como podemos no dar gracias
por tan maravilloso Papa que nos
dió “Dios”, que siempre luchó,
como le dijo aquel día, a aquélla niña.
La única tragedia que nos puede pasar,
es no ser santos.