1. Ruta de la impunidad
La forma en que se aplica la justicia en Guatemala genera opiniones, emociones y sensaciones de todo orden, pero con
toda certeza la más generalizada es la sensación de impunidad. Nadie cree en el sistema de justicia. ¿Qué decir de un
proceso de selección para presidente de la Corte Suprema de Justicia(CSJ) que se nota viciado por todas partes? ¿Por qué
la Corte de Constitucionalidad hubo de ordenar a la CSJ entrar en sesión permanente hasta elegir presidente para uno de
los tres poderes, sin duda la piedra angular de la edificación política del Estado?
CAROLINA ESCOBAR SARTI
En Guatemala se traza la ruta de la impunidad, con la misma voracidad que hace siglos se trazó en el Nuevo Mundo la ruta del oro.
Sabemos que la actual elección de la Presidencia de la CSJ es fundamental para la conformación de un estado de Derecho, como lo
serán luego la de contralor/a general de Cuentas; la de los magistrados de la CSJ, de la Corte de Apelaciones o del Tribunal Supremo
Electoral; y la de la Fiscalía General.
Sin embargo, entre la población ha llamado mucho más la atención la noticia sobre el uso de chalecos para motoristas, que la noticia
sobre la elección de presidente para la CSJ. Será porque muy poca gente sabe para qué sirve y cómo se come eso de la justicia en
Guatemala. Cuando algo no nos toca directamente la vida cotidiana o cuando nadie sabe para qué sirve ese algo, no nos interesa de
manera particular. De allí que los procesos de elección fundamentales para el país pasen inadvertidos a una mayoría ciudadana que no
se da cuenta de que es precisamente en esas elecciones, donde se cuecen todas las sopas de la corrupción y la impunidad de un Estado
clientelar como el nuestro.
Esta demora en la elección de presidente de la CSJ evidencia un estado de derecho secuestrado por los grupos de poder paralelo que
tienen muy claro dónde hay que lanzar el anzuelo. Llama la atención que en momentos tan trascendentales como este, o como cuando
los abogados de Ríos Montt faltaron el respeto al Tribunal que tenía a su cargo el juicio por genocidio, el Colegio de Abogados o la
Asociación de Jueces ni siquiera se pronuncien. ¿Las faltas a la ética profesional o los procedimientos inadecuados no son motivo
suficiente para que estas instancias se manifiesten públicamente?
El capital tradicional y el capital emergente se pelean por penetrar los espacios de elección como este de la CSJ o las Comisiones de
Postulación que tienen a su cargo la elección de altos funcionarios de Estado. Para estos grupos, colocar a su propio candidato
significa contar con un testaferro que sabrá cuidar y defender bien sus particulares intereses. Basta recordar la injerencia del Rey del
tenis en el ámbito de la justicia guatemalteca, sin que nadie hasta hoy haya hecho algo al respecto.
Si la impunidad sigue siendo la norma y la justicia —en su sentido amplio— sigue siendo confusa, lenta, clientelar y precaria, se
seguirá enviando un mensaje equivocado y nefasto a la ciudadanía: que a lo mejor es cierto que la injusticia, el crimen y la inseguridad
sean la ruta a seguir. Si los procedimientos están viciados desde la elección misma, los resultados y la rendición de cuentas no serán
muy diferentes. He allí la ruta donde comienza a construirse nuestro “estado de Derecho”.

2. Periodismo investigativo
Del 12 al 15 recién pasados secelebró en la ciudad de Río de Janeiro la Conferencia Global de
Periodismo Investigativo, convocada por la Red Mundial Abraji de Río e IPYS de Perú. Este evento
reunió a mil trescientos periodistas del mundo entero, de los cuales, gran parte eran brasileños. Fue
un verdadero honor poder participar de la inauguración de este evento, junto a Catalina Botero,
Relatora de Libertad de Expresión de la OEA, pero de igual forma fue impresionante escuchar
algunas de las experiencias y compartir con periodistas especialmente latinoamericanos.
FRANK LA RUE LEWY
Me parece que se reafirma la posición de que uno de los principales problemas de la democracia en el
mundo es la corrupción, la falta de transparencia y el abuso del poder, y ante esto, urge una reacción
ciudadana activa que exprese su indignación y demande la honestidad y honradez necesaria de los
funcionarios públicos. Esta participación activa de la ciudadanía solo se puede dar si está bien informada
para conocer y evaluar la dimensión de los excesos de poder o de la corrupción de sus gobiernos locales
y nacionales, y es aquí en donde el periodismo investigativo juega un papel especial.
La libertad de expresión y su corolario del Derecho de Acceso a la Información solo puede entenderse
cuando uno comprende que esta libertad va vinculada al derecho de ejercer la libertad de pensamiento y
opinión. La información que recibimos debe ser de “diversidad de medios y pluralismo de posiciones”,
para que seamos nosotros quienes determinemos con objetividad nuestras propias conclusiones.
El periodismo investigativo es el que puede descubrir la información en los rincones de secretividad del
Estado, organizarla y hacerla entendible para el gran público que debe recibirla. Es por eso que se
considera a la libertad de expresión, en general, un mecanismo de participación ciudadana importante en
toda democracia, pero al periodismo, y en particular al periodismo investigativo, un elemento fundamental
para que esa participación esté bien informada.
Por supuesto que esta labor también es una de las tareas más peligrosas del mundo, y por eso una de
las prioridades en este foro global fue la de plantear las obligaciones del Estado, en establecer
mecanismos de protección contra la violencia y la persecución legal de las y los periodistas. Lo que se
protege es el derecho de la sociedad de tener Acceso a la Información.
En Guatemala está creciendo el riesgo de ser periodista, tanto por amenazas físicas como por la
posibilidad de casos de acoso judicial utilizando las figuras de difamación, calumnia e injuria, y es por ello
que en el mundo entero se está proponiendo la despenalización de estas figuras legales, así como la
creación de mecanismos de protección de periodistas coordinados entre autoridades de Estado,
representantes de la prensa y de organizaciones de sociedad civil. También es importante advertir sobre
formas escandalosas de periodismo que se presentan como periodismo investigativo sin serlo.
En el foro global se dieron varios premios. Y en América Latina se dio el primer lugar a nuestros amigos
de El Faro, de El Salvador, a quienes felicitamos.

3. Imposible callar
El extractivismo voraz es una de las vías más perversas con que el capitalismo opera en Guatemala, sus impulsores nos
quieren convencer de que es positivo para el desarrollo social y económico del país pero la realidad nos muestra que las
beneficiadas son las grandes empresas nacionales y transnacionales que tienen a su servicio un Estado racista,
misógino, militarista y clasista que incumple los derechos sociales, políticos, ambientales y económicos de la población.
El extractivismo está profundizando el empobrecimiento de las grandes mayorías
FRANCISCA GÓMEZ GRIJALVA | 15 ene 2014 00:00
porque continúa con el despojo solapado de tierras en manos de comunidades rurales y la explotación de la fuerza
laboral de los pueblos. También está provocando más conflictividad social al imponerse contra la voluntad de miles de
mujeres y hombres, en consecuencia, está causando divisiones familiares, rompimiento de la organización comunitaria y
el debilitamiento de la agencia social y política de las mismas.
Ante este escenario es imposible abrazar el silencio, muchas voces hemos decidido denunciar y visibilizar las nefastas
consecuencias de los proyectos extractivistas, porque varios han incurrido en graves violaciones a los derechos humanos
de las mujeres y pueblos que reivindican sus derechos a decidir sobre sus bienes naturales y sus territorios.
Las empresas extractivistas acostumbradas a imponer su voluntad, están actuando de forma arcaica contra quienes
cuestionamos los efectos negativos de sus ambiciones en la vida social de la ciudadanía guatemalteca. Un ejemplo claro
es la demanda civil interpuesta por Cementos Progreso, contra mi persona, a partir de la publicación de mi columna de
opinión ¿Agua o cemento? el 6 de febrero del 2012: http://www.prensalibre.com/opinion/Aguacemento_0_860913929.html
En dicho escrito me solidaricé con las 12 comunidades maya kaqchikel que defienden la vida, su derecho al agua y a un
entorno sano libre de contaminaciones.
Entre los abogados de Cementos Progreso que iniciaron las diligencias ante un juzgado del ramo civil figura Mario
Fuentes Destarac, en el expediente que se me entregó me citan para prestar declaración jurada y reconocimiento de
documentos privados. Esta empresa deja claro que el objetivo de la prueba anticipada es para “preparar juicio posterior
contra mi” (sic).
Preocupa que Mario Fuentes Destarac, abogado, constitucionalista y columnista del diario elPeriódico, haya sido
partícipe de este ataque orquestado contra mí, él sabe que es inconstitucional y viola un derecho humano fundamental.
La jueza Lucrecia Gamboa de Valvert, al dar trámite a la demanda presentada contra mí, se extralimitó en sus facultades
legales al emitir una resolución que vulnera y amenaza mi derecho a emitir libremente mi pensamiento. Ha violado el
artículo 35 de la Constitución, la Ley de emisión del pensamiento, el artículo 13 numeral 1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y artículo 2, numerales 1,2 y 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
ratificados por el Estado de Guatemala.
Rechazo este tipo de represión contra mi persona y exijo al Estado de Guatemala que garantice el respeto a la vida y la
libertad de expresión.

4. Guatemala es más grande
Seguimos en la coyuntura de la posguerra y aún nos quedan unos años para salir de ella, con todo y sus operadores
doctrinarios en el ejercicio del poder político, económico, religioso o académico. Arrastramos una Constitución que va
quedando rezagada ante las demandas de los nuevos tiempos, en un país que solo puede hablar de la democracia
pendiente. La población crece a ritmo acelerado en un país empobrecido (que no es lo mismo que pobre), y las
proyecciones apuntan a que seremos 25 millones en la pequeña Guatemala del 2025.
CAROLINA ESCOBAR SARTI | 16 ene 2014 00:00
Hay casi dos millones de mujeres y hombres guatemaltecos de todas las edades fuera de nuestras fronteras,
principalmente en Estados Unidos. La mayoría se fue porque este país los escupió y jamás les ofreció las condiciones
idóneas para su desarrollo. Paradójicamente, las remesas que envían los migrantes en el exterior son nuestro principal
rubro de ingreso económico. Mientras, los partidos políticos siguen siendo instancias agotadas que solo se representan a
sí mismas, divorciadas cada vez más de la gente.
Esto, en un contexto de tres Guatemalas. La primera, en una burbuja que no entiende que no entiende nada, que
desconoce lo que significa la conciencia y no tiene idea del país donde vive; la segunda, en una situación de
sobrevivencia cotidiana que le impide darse el lujo de pensar en su país o siquiera en su propio futuro, para centrarse en
un presente de miseria en todos los órdenes; la tercera, la de gente con menos doctrina y más conciencia que conoce su
país, que se ha preocupado por leerlo y saberlo, y aún tiene ganas y esperanza de que algo pase por aquí.
Pero, si en el siglo XXI, con una globalización que formalmente se instaló en el mundo hace medio siglo, y con fronteras
tan porosas, seguimos creyendo que Guatemala se ha hecho sola, tenemos que ir a la historia. En El Salvador ha habido
elecciones que nos afectan de muchas maneras, en Costa Rica está por suceder lo mismo y Honduras recién vivió un
proceso electoral; el gran Brasil se ha levantado como una potencia en el mismo continente que nosotros habitamos;
Mujica. en Uruguay. está sembrando en el mundo una nueva forma de gobernar, y Ecuador está en el ojo del huracán.
Todo eso sucediendo en esta región, con un México blindado en el centro y abandonado en su periferia, y un EE. UU.
que comienza a recuperarse en lo económico pero que no deja de dar señales de decadencia en aspectos de índole
política, entre otros.
Y más allá, pero a la vuelta de la esquina de este punto azul que es la Tierra en el Universo, están Siria, Líbano y un
medio oriente en permanente convulsión; una Unión Europea que voltea su mirada a América Latina, liderada por
Alemania en lo económico, mostrando un electrocardiograma diverso en sus posibilidades, visiones y formas de vivir la
democracia. Una Inglaterra mesurada pero nunca desprevenida, y una Rusia liderada por un Putin de colmillos afilados,
todos conscientes de la emergencia de China e India como potencias. Guatemala hay que resolverla adentro, sin duda,
pero sin dejar de verla en el contexto de tanto que la define.

5. Libertad responsable
Recientemente pareciera que todo mundo ha redescubierto la importancia de la libertad de expresión, pero también es
evidente que existen muchas confusiones sobre el ejercicio de este derecho y las limitaciones que conlleva y a veces se
quieren justificar actitudes de agresión, usándolo como excusa. En principio, hay que dejar claro que la libertad de
expresión es un derecho muy amplio que abarca bastante más de lo que algunos reconocen como aceptable, incluyendo
el uso de lenguaje irónico o de burla, si se trata de temas públicos o políticos,
FRANK LA RUE LEWY | 16 ene 2014 00:00
pero nunca puede considerarse que un acto de agresión pueda entenderse como ejercicio de una libertad fundamental o
un derecho humano. En este sentido, la agresión que sufriera esta semana la vicepresidenta de la República por quienes
le tiraron harina, no puede jamás justificarse como libertad de expresión porque constituye un acto violento en sí mismo,
aunque no tenga graves consecuencias físicas; en este sentido constituye parte del ámbito del derecho penal como falta
o como delito.
De igual forma, las protestas sociales son legítimas manifestaciones de la opinión y voluntad de sectores sociales, y por
ello están reconocidas como un derecho en la Constitución de la República y constituyen también parte de la
interpretación del ejercicio de la libertad de expresión. Pero debe enfatizarse que dicha protesta social debe ser por
naturaleza pacífica para ser considerada como el ejercicio de un derecho. Si hay actos de agresión por terceros, o abuso
de la fuerza por las fuerzas de seguridad, serán ellos los responsables de los incidentes que se ocasionen en el
desarrollo de una de estas marchas o manifestaciones.
Ahora bien, en el ámbito mismo de las expresiones, también hay limitaciones, y es por eso que el artículo 19 del PIDCP,
en su inciso 3, establece que “el ejercicio del derecho previsto… entraña deberes y responsabilidades especiales. Por
consiguiente puede estar sujeto a ciertas restricciones”. Lo cual implica que en la libertad de expresión no se trata de
poder usar expresiones que hagan daño a los derechos de otros.
Las limitaciones a la libertad de expresión tienen tres requisitos:
1. Deben estar establecidas por ley previa y no pueden ser decisiones políticas o administrativas del momento;
2. Deben ser necesarias para: a. “asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás”.
b. b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la moral o la salud públicas y c) deberá prohibirse por ley
“toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la
violencia”.
3. Las limitaciones deben ser proporcionales a las necesidades de protección establecida.
En este sentido las expresiones de cualquier persona, incluyendo periodistas, pueden ser de cualquier naturaleza e
incluso irónicas como el caso de las caricaturas, pero no pueden pasarse al extremo de violar los derechos humanos de
otros, o convertirse en actos de agresión.

6. En caída
En Guatemala todos los gobiernos tienen tres años efectivos para realizar sus planes de trabajo.
Equivocadamente el cuarto año es absorbido por la dinámica electoral que paraliza algunas
funciones del Gobierno y distrae a los diputados del Congreso de la República. Hoy nos
encontramos frente a un gobierno que parece que nunca pudo afianzarse en el ejercicio del poder,
salvo para los intereses personales de sus miembros, y en este tercer año de gobierno se percibe en
caída y franco deterioro estando a la mitad de su período.
FRANK LA RUE LEWY
Ninguna de sus promesas de campaña se cumplen efectivamente, la reforma fiscal ni siquiera permitió
alcanzar las metas de recaudación tributaria, que no se siente, por la incapacidad de ejecución de los
ministerios y por el endeudamiento interno; la reforma constitucional fue tirada por la borda por el Cacif;
el Pacto Hambre Cero nunca despegó y la desnutrición aumentó por haber desmantelado la
infraestructura humana y todos los programas de atención social establecidos por el gobierno anterior; el
sistema de salud sigue en crisis profunda y la intervención del IGSS solo fue la justificación para
incrementar la corrupción.
El desgaste de credibilidad del Gobierno y del Congreso, por los escándalos de corrupción, socava
progresivamente lo que queda de credibilidad en la institucionalidad del Estado; se percibe con angustia
y preocupación una progresiva militarización de las instituciones y el sentimiento de inseguridad de la
población permanece. Algunos consideran que parte de los titubeos del gobierno se debe a que es un
gobierno bicéfalo, en el que hay que poner de acuerdo dos cabezas distintas y diversidad de intereses.
Yo considero que es tricéfalo, pues también manda y decide un sector del ejército, que representa las
posiciones más duras y es así como se entiende que se cometan errores tan graves como las demandas
penales presentadas por la vicepresidenta y el presidente contra Jose Rubén Zamora Marroquín,
presidente de elPeriódico; partiendo de bases jurídicas absurdas, por ejemplo acusándolo de delitos que
ya no existen en Guatemala como el de desacato, que además fuera eliminado de la legislación penal
por ser violatorio de la Libertad de Expresión.
Lo ocurrido a Jose Rubén es un acto de intimidación y de provocación a la prensa guatemalteca que
traerá consecuencias muy duras para el país a nivel internacional y que confirma la campaña de silencio
que se quiere imponer a partir de la intimidación y el miedo, que refleja precisamente lo que hace un
gobierno autoritario de corte militar.
Es inconcebible que en noviembre 2013 el Gobierno anunciara un plan de protección de periodistas con
la presencia de Unesco y el 13 de diciembre, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se
celebrara una sesión especial sobre protección de periodistas, en el que se me pidió hacer una propuesta
como relator especial, convocada conjuntamente por Francia y Guatemala. ¿Cómo se verá el país hoy
ante estos organismos?

7. 09/01/14 - 00:00 OPINIÓN
ALEPH
Gobiernos de un año
A finales del año 2013 se anunció en medios de comunicación que el año 2014 sería un año
“preelectoral”. Para cuando eso fue dicho, las piedras, postes y árboles de las carreteras estaban ya
pintados de morado y rojo, hecho que habíamos notado desde inicios del año en mención. También
había vallas publicitarias regadas por todo el país, mostrando rostros y consignas que representan a
los partidos políticos que participarán en la contienda electoral del 2015. Ya habíamos visto cómo el
presupuesto de la Nación
CAROLINA ESCOBAR SARTI
se había negociado en función de las obras que capitalizarán votos en las próximas elecciones, y
también atestiguamos que se había sobrehipotecado al país a través de un préstamo que servirá para
seducir electores en el mismo sentido. Todo eso sucediendo a ritmo acelerado casi tres años antes de
las elecciones. Si son cuatro los años de gobierno, pero a partir del segundo ya comienza el olor a
campaña y se pasa a un tercer año preelectoral cargado de proselitismo y propaganda, para cerrar en un
cuarto año de insostenible tensión y ruido electoral, podemos afirmar que el partido oficial trabaja en
realidad un año y los partidos de oposición, ninguno. No importa si es desde el poder Ejecutivo, el
Legislativo o el Judicial, la mayoría de políticos se la pasa con un pie en las siguientes elecciones, para
no perder el jugoso hueso que están royendo.
Es así que Guatemala, tan necesitada de una visión de largo plazo acompañada de acciones también de
largo aliento, termina siendo gobernada un año sí, tres no, un año sí, otros tres no, y así sucesivamente.
Difícil imaginar que así se levante un país. Acabo de escuchar a un joven decir que está harto de esto, y
comparó estos hechos con lo sucedido en nuestro país vecino de El Salvador, donde solo el mismo año
de elecciones se comienza a oler en serio una campaña electoral. ¿Qué dice el anodino Tribunal
Electoral de Guatemala de todo esto?
Mientras la Ley Electoral y de Partidos Políticos no sufra una reforma profunda, de nada servirán los
parches que le ponen en el Legislativo. Y parece la historia del perro que se muerde la cola, porque los
mismos diputados que están obligados a sancionar o vetar las reformas a las leyes, son los interesados
en que estas no cambien. Quizás ya deberíamos de inventar un lugar distinto para la creación y
aprobación de leyes, porque con esta clase política en el Congreso, nunca pasaremos de zope a gavilán.
Mientras no podamos seguirle la ruta al dinero que levanta y sepulta a los partidos políticos; mientras no
se pongan piso y techo para los dineros de las campañas; mientras no se determinen, regulen y respeten
los tiempos de campaña; mientras el Tribunal Supremo no asuma por completo su papel rector en este
tema; mientras el Congreso represente intereses sectoriales y partidarios y no intereses ciudadanos,
opiniones como esta caerán en el vacío de un Estado débil que no tiene la posibilidad de regular sus
procesos y mecanismos democráticos. ¿Cuándo llegará un partido que haga las cosas diferentes?