El documento proporciona recomendaciones sobre cómo contar historias de manera efectiva para niños de diferentes edades, desde bebés hasta mayores de 7 años. Se enfatiza la importancia de respetar el nivel de desarrollo del niño, usar una entonación adecuada, hacer que el niño participe, y permitir la repetición de historias familiares para facilitar la comprensión y el aprendizaje. También se discuten técnicas como el uso de libros ilustrados, canciones, y preguntas para enriquecer la experiencia.
1. Universidad Central Del Ecuador
Carrera de Parvularia
Msc. Cristina Orozco
Literatura infantil
Cómo Contar Bien Una Historia
Integrantes:
Myriam Gualoto
Carolina Escobar
Gissela Poveda
3. COMO CONTAR BIEN UNA HISTORIA
Para sacar el máximo partido de los
libros que se ofrece al niño se imponen
diversas reglas
hay que acordarse
sobre todo de que
las historias deben
tener siempre un
tema para divertir,
tanto para el niño
como para el
adulto que relata
respetar su
nivel
intelectual y
afectivo
tener en
cuenta su edad
y su nivel de
comprensión.
4. A un niño de esta edad no se le
cuenta de verdad una historia, sino
que se utilizan los libros para
ofrecerle una experiencia sensorial,
para captar su atención.
favorecer su comunicación con el
adulto y estimular su lenguaje
Para que los libros aporten una experiencia
sensorial al niño pequeño hay que dejarle
que lo agarre con sus manos dejarlo
mordisquear
Desde muy pequeño el niño es sensible
a la tonalidad de voz. Si varia nuestra
entonación, según las ilustraciones,
captaras mejor su atención
HASTA LOS 8 MESES
5. DESDE LO 18 MESES HASTA LOS 3 AÑOS
A partir de los 18 meses se puede empezar a
hacer que el niño participe en la historia
diciéndole, por
ejemplo:
“el perro entra en la cocina. Quiere comer. Pero ¿Dónde
esta su comida? Aquí, en su plato” para señalar el plato del
perro, el niño ha debido comprender la cuestión, distinguir
los objetos los unos de los otros y encontrar la respuesta
adecuada
6. RECOMENDACIONES NIÑOS
DE 2-3 AÑOS
Si sujeta el libro del revés las primeras veces, no
debemos corregirle, se sentirá ridiculizado y no
decidirá a hacerlo de nuevo.
También se puede utilizar los libros para ayudar al
niño a comprender los términos relacionados con
el espacio, diciéndole:“ves la pelota debajo del
armario(o encima, en lo alto de, debajo de, al lado
de”
7. CANCIONES INFANTILES
Entre los 18 meses y los 3 años, al niño le gusta mucho las
canciones infantiles y fácilmente puede aprender las palabras y los
gestos que deben hacer. De este modo relaciona las palabras con
los gestos.
MI CUERPITO
Esta es mi cabeza, esta es
mi cuerpito,
Estas son mis manos y
estos son mis pies,
Estos son mis hijos y
esta mi nariz,
Esta mi boca, que canta
plin, plin.
Estas orejitas sirven para
oír,
Y estas dos manitas para
aplaudir.
LOS DEDOS
Los deditos de la mano,
todos juntos estarán:
Si les cuentas uno a uno,
cinco son y nada más.
Los deditos de las manos,
estirados los verás;
Si te cuentas las dos
manos cinco y cinco
¿Qué será?
EL GATO GRANDE
Era un gato grande que
hacia ro ró,
Muy acurrucado en su
almohadón
Cerraba los ojos se hacia el
dormido
Movía la cola con aire
aburrido
Era un ratoncito chiquito,
chiquito
Que asomaba el morro por
un agujerito.
8. DE 3 A 5 AÑOS
A partir de los 3 años el niño está
preparado para interesarse por las
diversas historias que contienen un
principio, un elemento desencadenante
y un final. Empieza a gustarle los
cuentos populares (la cenicienta, la
caperucita roja, pinocho).
9. Es mejor haber
leído (o releído) la
historia.
Prever las palabras difícil de
comprender y tener preparada
una explicación sencilla.
No es conveniente reemplazar sistemáticamente
todas las palabras un poco complicadas por
palabras sencillas.
10. El niño debe ver el libro y la cubierta.
Después de la lectura del título, para suscitar su interés,
puedes preguntarle: << ¿qué te parece a ti que va a
pasar?>>.
Cuando leas, pasa los dedos sobre las palabras. Así le
ayudaras a tomar conciencia de que hay un lugar para
lo escrito y otro para lo oral.
La historia que cuentas está escrita sobre una línea, de
derecha a izquierda, y las palabras que dices están
representadas por curiosos pequeños signos que no
son dibujos, y que el niño va a querer descubrir pronto.
11. LA
ENTONACIÓN,
EL RITMO, LA
MÍMICA
Una historia puede quedar
totalmente deslucida si se
lee sin pasión, sin
entusiasmo ni sensibilidad
para lograr que los
sentimientos sean
vehículos de la historia.
Hay que dejar a
un lado la timidez,
y el miedo al
ridículo y ser
sensible y
receptivo al niño.
Hay que utilizar
también los
recursos de la voz
y el cuerpo.
Las mímicas del
narrador contribuyen
a captar las
emociones de los
protagonistas: una
amplia sonrisa, una
mueca, una mirada
maliciosa, una cara
sorprendida o
acobardada.
El relato con un
ritmo, ni demasiado
lento (porque se
correría el riesgo de
provocar desinterés
en el niño) ni
demasiado rápido
(porque le haría
perder el hilo).
No hay que contar la
historia en <<yo>>:
debe haber un
elemento de
distanciamiento que
tranquilice al niño. El
niño puedes entonces
oír las peores
atrocidades sin sentir
demasiada angustia.
12. AL NIÑO LE GUSTA QUE SE LE CUENTE
MUCHASVECES LA MISMA HISTORIA
Esta
repetición que
puede parecer
aburrida al
adulto permite
al niño
verificar una y
otra vez la
veracidad de
sus
predicciones.
Jack trepa siempre
en el mismo
momento por la
alubia mágica.
Pulgarcito acaba
siempre por
encontrar su casa
gracias a lo
guijarros que ha
ido dejando a lo
largo del camino.
La nariz de
pinocho se alarga
cada vez que dice
una mentira.
Esta
repetición
estimula
también su
memoria y
le ayuda a
contar él
mismo la
historia al
adulto.
También se puede utilizar los
libros con ilustraciones para
invitar al niño a identificar a
los animales, primeramente a
los animales domésticos,
después de los animales
salvajes. Lo mismo para las
hortalizas y las frutas,
primero las de aquí, después
las de otros lugares. O para
los colores, empezando por
los colores primarios,
después sus matices.
También se puede abordar
las nociones de tiempo, de
cantidad, de tamaños.
13. Permite al niño
sacar más
provecho de las
historias.
Haciéndole
preguntas
ocasionalmente se
le ayuda a
progresar en sus
habilidades de
comprensión, a
extraer
enseñanzas, y a
sacar conclusiones
partiendo de lo que
se ha dicho en la
historia.
Pero hay que evitar
hacer demasiadas
preguntas al niño,
porque el riesgo de
perder el hilo de la
historia y en tal
caso
desinteresarse por
ella.
Una pregunta que
empieza ¿por qué?
O por ¿cómo?
Exige al niño
elaborar una
respuesta, lo que
no sucede con una
pregunta que no
sólo requiera un sí
o un no.
Cuando el niño
hace preguntas
sobre las
emociones de los
personajes (<<¿por
qué está
enfadado?>>), Es
mejor decirle que
intente explicarlo él
mismo antes de
darle la explicación.
<<Sí, está
enfadado. ¿Por
qué?>>. Se puede
volver a las páginas
anteriores para que
el niño trate de
encontrar una
respuesta.
Muchos cuentos
tradicionales terminan
por <<Y fueron felices y
tuvieron numerosos
hijos>> o <<fueron
felices y comieron
perdices>>. Cuando el
niño entiende esta
frase, comprende que
la puerta se cierra
sobre el universo
mágico y que la historia
ha terminado.
Entonces se puede
pregunta al niño qué es
lo que más le ha
gustado, cuál ha sido
su personaje preferido,
que hubiera hecho él
en su lugar, qué es lo
que puede pasar
después….
LECTURA INTERACTIVA
14.
15. El niño empieza gradualmente a
comprender e interiorizar los hechos
más significativos de una historia, y a
recordar los pasajes y palabras que
explican una situación.
Las historietas se convierte para el niño
en un juego de anticipación y a la vez en
una verificación de hipótesis
A los 5-6 años
16. A los 7 años o más
Le gusta que haya un escenario,
que se utilicen accesorios que
hagan efectos de iluminación o
de sombras chinescas sobre el
muro.
La lectura en alternancia con el
adulto le ayuda a mantener su
motivación
17. LEER UNA HISTORIA O CONTARLA
¡Es preferible leer una historia palabra por
palabra o contarla con nuestras propias
palabras
entonces el niño
sigue más
fácilmente nuestro
relato.
permite al niño captar
que existe una
relación entre la
historia y el escrito
enriquecen el
vocabulario del
niño
se innova a la
imaginación
del niño
18. A continuación, exponemos algunos trucos, propios de un
narrador profesional, que nos pueden ayudar a mantener el interés
del niño. Cuando narramos una historia o un cuento
Escoged una historia que os guste.
Escoged una historia que tenga la duración adecuada para la edad del niño.
Si es demasiado larga, le aburrirá.
Si es demasiado corta no tendrá el tiempo para apreciarla y se sentirá
frustrado.
Si el niño se distrae, esta menos atento a la historia; pedidle que mantenga el
libro, con ello se suele conseguir que recobre su atención. Seguid la historia
con vuestras propias palabras para cambiar el ritmo y suscitar asa en el
interés.
Haced que el niño participe en la historia con preguntas, haciendo gestos.
Haced que se mueva si la historia lo permite.
Un niño pequeño no puede quedarse sentado y formal durante mucho tiempo.