LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
Ensayo Lcdo. Galo Parrales Anzules
1. UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
MAESTRIA EN EDUCACIÓN INFORMÁTICA
ASIGNATURA: INFORMÁTICA EDUCATIVA Y TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA
COMUNICACIÓN APLICADA A LA EDUCACIÓN
FACILITADOR: MSc MITCHELL VÁSQUEZ BERMÚDEZ
NOMBRE: LCDO. GALO PARRALES ANZÚLES
GLOBALIZACIÓN Y TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN
EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Este ensayo realiza un análisis acerca del impacto de la globalización como producto de una
filosofía económica en la Educación Superior y por tanto desarrollo humano contemporáneo,
haciendo énfasis en los aportes científicos y tecnológicos y como estos se relacionan entre sí para
lograr no solo el desarrollo intelectual sino integral del ser humano.
También se hace referencia a la investigación científica y teorética (filosofía y ciencia) la
colaboración entre ambas y los aportes significativos al conocimiento científico y la solución de los
problemas de la sociedad. Finalmente se analizará el papel indispensable de la Universidad en la
formación de seres humanos no solo intelectuales sino integrales que apliquen sus conocimientos
por el bien personal, de su familia y de la sociedad.
La Globalización es un hecho irreversible en el que el hombre debe ser sujeto y no objeto. Los
pueblos deben trabajar en equidad en este proceso, a pesar de que esta equidad es casi imposible
si se mantienen las enormes diferencias entre los países desarrollados y los que están en vía de
desarrollo.
La Educación por tanto en este mundo globalizado debe consistir en un proyecto emancipador y
de autodesarrollo que libera al hombre de la dependencia y lo transforma en un ser crítico, capaz
de argumentar y proyectar su autenticidad, es decir una educación interdisciplinaria científica,
tecnológica y humanista. Hoy en día el reto de la globalización es un volver al humanismo integral,
que responda a la inquietud del hombre contemporáneo y permita aspirar a la implementación de
la justicia social en el mundo moderno.
Ciencia y Educación.
Ciencia viene del latín “scientia” que a su vez viene del verbo latino “scio” que traduce: conocer,
saber, tener conocimiento de. De este significado etimológico, podemos decir que ciencia es
cualquier conocimiento de las cosas por sus principios y causas. Sin embargo hoy el concepto es
generalizado, ciencia es sólo aquello que es objeto de investigación estrictamente científica. No
obstante a través del tiempo después de varias definiciones y a pesar de que etimológicamente el
termino ciencia lo propone como un “saber” podemos concluir que ciencia no es sólo un ámbito
específico de la metodología de las ciencias experimentales sino de las ciencias del espíritu.
Comprender y experimentar no es sólo una instancia científica sino que pertenece a todo la
evidencia de la experiencia humana del mundo.
El estudio de la ciencia es importante, pero no excluyente. No es y ni puede ser el principio y el fin
de la educación, así la interdisciplinariedad o formación integral debe ser una paideia en el cual
debería privilegiar la formación del hombre en sus diferentes relaciones política, social,
2. económica, científica y ética, es decir una educación que establezca una relación entre el
“percibir”, “reconocer” y “actuar”, donde el conocimiento, la ética y la acción pueden concluir en
una unidad con la ciencia como condición para preservar la vida y resolver los grandes problemas
actuales. En esta paideia la ciencia y el hombre no forman una dicotomía sino una unidad
indisoluble. Ella es una hechura del hombre, por tanto, debe servir al hombre y no esclavizarlo
bajo el yugo de sus resultados. Es simplemente un conocimiento puntual que permita al hombre,
responder, definir y explicar las condiciones y posibilidades de su historia, la misma que exige una
concienciación ética entre teoría y praxis, entre el ser y hacerse.
Los hombres de ciencia y los que la interpretan no deben perderse en la multiplicidad de las
opiniones, sino dominar la opinión apuntando la mirada en lo que absolutamente es: el hombre. Y
hacia esa dirección debería moverse la educación, si realmente se quiere concretar en la historia
contemporánea una revolución que desembocaría en una justicia social más equitativa y
distributiva.
Ciencia y Tecnología
La palabra técnica proviene del griego “techné” (arte) etimológicamente podríamos definirla como
una inteligente disposición y utilización de los instrumentos en orden a unos fines. El camino sería
el siguiente: Las percepciones y las intuiciones hacen posible los juicios, los juicios habilitan la
acción, y la acción se concretiza a través de la aplicación de los medios. Por tanto es una secuencia
interactiva y no aislada, pues sin ciencia no hay técnica, y sin teoría no hay o modelos no hay
ciencia.
La búsqueda de un significado de vida exige una educación marcadamente puntual y obliga a
abrirse una educación puntual pero flexible, abierta y humanista, es decir, interdisciplinaria. Una
educación debe comprender que las nociones de teoría, de modelo y de naturaleza se refieren a la
realidad objetiva solo como una referencia no exhaustiva: ellas son solo perspectivas del ser, pues
su operatividad conlleva únicamente referencia al ser, y la técnica es aplicación y objetivación de
la teoría, por lo que exige el marco teórico en toda su amplitud, o por lo menos en el campo
específico de la acción técnica. Por tanto hay que comprender la verdadera naturaleza de la
ciencia y la técnica, que la ciencia es importante y la técnica es ciertamente un signo de unión
entre la ciencia y el hombre, aislarlas es oponerlas al hombre, desvirtuando su propio valor
semántico; operativo y cognoscitivo. La ciencia ya no es considerada como una simple descripción
de la naturaleza, independiente del hombre, sino como un enlace entre cuestiones teoréticas y de
la acción práctica, y de cómo el hombre pone los problemas.
Por tanto, hay que valorizar la ciencia y la técnica como las ciencias del espíritu. Tomar en cuenta
la capacidad de comprender los aportes de la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas en los más
vivos intereses de nuestra situación cultural y espiritual, romper con la crisis que desvirtúa los
valores y deja la existencia en una total incomunicabilidad. Abrirse una capacidad que simplifica la
organización metodológica de la vida y se abre a la esperanza.
Investigación científica y teorética
Investigar, es descubrir, hallar, averiguar lo que se ignora. Tiene como fin ampliar el conocimiento,
sin perseguir, en principio, ninguna aplicación práctica. Esta tarea le corresponde a la técnica, y lo
que se descubre debe ser entendido analizado, conceptualizado, sino permanecería en la mera
información. El conocimiento no es sólo comprender o explicar la naturaleza sino que se abre a la
dialéctica de la participación cuyo referto principal es el hombre, por lo que se exige las siguiente
3. componendas: la teorética y la ética, ya que no podemos aislar la investigación del elemento
humano, sus resultados, aunque independientes tienen que interactuar con el pensamiento,
conducta, las distintas culturas y comunidades humanas. Esto exige la interpretación de resultados
y esto nos abre irreversiblemente a la teoresis, es decir un puente que une los resultados de la
ciencia con el horizonte existencial.
La ciencia, en efecto, se obtiene a través de la investigación y la observación, un material
abundante precios sistemáticamente controlado y, en virtud de ello podemos aportar
informaciones, le corresponde a la teoresis problematizar sobre esos aportes y formular la
solución de los problemas fundamentales. Por tanto, es necesario reconocer la colaboración entre
la investigación científica y la teorética, que nos mas que la analiticidad del conocimiento, sin
pretender por razón de espacio, realizar una exhaustiva reflexión al respecto, nos detendremos
solamente sobre su dialéctica interna. A menudo el horizonte teorético tiende a veces a actuar en
un vacio especulativo que se circunscribe al solo acto epistémico.
Por tanto, la universidad de hoy debe comprender que el mundo no se salva solo con la ciencia y la
tecnología, romper con el mito que así como la ciencia ha tenido tanto éxito en el campo de la
naturaleza extrahumana, puede también resolver problemas de la sociedad humana con la sola
aplicación de sus métodos. Debe asumir que la investigación pura no es posible sin una entrañable
vinculación con los problemas del hombre. Sólo así la existencia precede la explotación y el
conocimiento la alineación.
Universidad, ciencia y tecnología
La Universidad no es solamente un claustro donde se hace ciencia y tecnología, sino un claustro en
el que está presente la formación humana e integral. Un claustro que rompe con el círculo
alienante de los condicionamientos e indica la dirección intencional y formativa que se inscriba en
las temáticas transformadoras del presente humano. Debe asumir su connatural misión de mediar
nuevos contenidos culturales con la tradición académica y a la vez ser fuente crítica que proyecta
nuevos contenidos programáticos, ideológicos, estructurales y culturales de la sociedad. Debe ser
un área de experiencia donde el alumno aprende, investiga, crea, proyecta cambios y asume en
primera persona todo ese saber y toda esa experiencia. Transforma el conocimiento en vivencia.
Sólo así la Universidad evidencia su propia esencia: una educación que lucha por el logro del
conocimiento, por el significado interpretativo de todo el saber, y por el deber ser.
De esta manera se puede concluir que la Globalización es un fenómeno producto de una filosofía
económica resultado de la ciencia y la tecnología debe contar con el ser humano no como un
objeto sino como un sujeto que forme parte de la misma y esto sólo se logra a partir de una
educación Superior integral e interdisciplinaria donde la ciencia y la tecnología, las investigaciones
científicas y teoréticas para su fundamentación vayan de la mano para formar individuos acordes
con las necesidades de este mundo contemporáneo con un completo desarrollo integral y valores
que permitan acoplarse al progreso tan acelerado del mundo en el que formamos parte.