1. GUÍA DE SEGURIDAD Y
BUENAS PRÁCTICAS EN
EL LABORATORIO
CENTRO POLITÉCNICO SUPERIOR
Universidad de Zaragoza
2. INDICE
Objeto . . . . . . . . . . 2
1. Normas generales de seguridad . . . . . 3
1.1. Normas generales de manipulación de los residuos . . 3
1.2. Normas generales de conducta . . . . . 4
1.3. Hábitos de trabajo en los laboratorios . . . 4
2. Buenas prácticas en el laboratorio . . . . . 5
a. Buenas prácticas en la utilización de recursos . . 5
b. Buenas prácticas en el manejo de residuos . . . 6
3. Equipos de protección colectiva en el laboratorio . . . 8
4. Equipos de protección individual . . . . . 13
5. Procedimientos de primeros auxilios y emergencia . . . 17
3.1. Accidentes . . . . . . . . 17
3.2. Vertidos . . . . . . . . 20
3.2.1. Procedimientos generales . . . 21
3.2.2. Ejemplos de procedimientos específicos . 22
3.3. Atmósfera contaminada . . . . . 24
3.4. Incendio . . . . . . . 24
3.5. Fuga de gases . . . . . . 25
6. Prevención del riesgo en el laboratorio. Protocolos de actuación . 26
4.1. Material de vidrio . . . . . . 26
4.2. Aparatos eléctricos . . . . . . 27
4.3. Aparatos con llama . . . . . . 28
4.4. Baños calientes y otros dispositivos de calefacción . 28
4.5. Baños fríos . . . . . . . 28
4.6. Refrigerantes . . . . . . 29
4.7. Estufas . . . . . . . 29
4.8. Botellas e instalación de gases . . . . 29
4.9. Centrífugas . . . . . . . 30
4.10. Pipetas . . . . . . . 30
4.11. Instrumental Analítico . . . . . 30
4.12. Operaciones Básicas . . . . . 32
7. Gestión de residuos . . . . . . . 38
5.1. Clasificación de residuos peligrosos . . . . 39
5.2. Envasado de residuos peligrosos . . . . 41
5.3. Etiquetado e identificación de envases . . . 42
5.4. Ficha de datos de seguridad . . . . . 43
5.5. Almacenamiento temporal . . . . . 44
8. Anexos
- Anexo I: Peligrosidad de los Productos Químicos . . 46
- Anexo II: Frases R y S . . . . . . 50
- Anexo III: Teléfonos de Interés . . . . 54
- Anexo IV: Laboratorios en el Centro Politécnico Superior . 56
- Anexo V: Plan de Autoprotección . . . . 58
9. Bibliografía . . . . . . . . 60
1
3. OBJETO
En esta guía se recopilan una serie de nociones básicas sobre seguridad y los
posibles riesgos que conlleva el trabajo en un laboratorio. Con ella se pretende facilitar el
trabajo seguro por lo que también se han incluido normas de conducta así como protocolos
de actuación en caso de accidente y cómo prevenirlos.
Se han considerado principalmente los riesgos producidos en un laboratorio
químico. Existen otro tipo de riesgos (eléctricos, mecánico, etc) derivados de la actividad
que se desarrolla en los laboratorios y que también son objeto de atención por parte de la
Unidad de Protección y Prevención de Riesgos (UPPR) de la Universidad de Zaragoza.
Esta unidad está en proceso de cambio, previéndose la diferenciación de dos unidades
correspondientes a Protección y Prevención.
El trabajo de la UPPR se centra en dos líneas fundamentales:
- Protección de bienes, donde desarrolla las labores clásicas de vigilancia, tanto
humana como electrónica, y el control de accesos a edificio y Campus.
- Labores propias de un Servicio de Prevención atendiendo a las áreas:
• Ergonomía y psicosociología
• Seguridad
• Higiene
• Vigilancia de la Salud de los Trabajadores
LABORATORIOS EN EL CENTRO POLITÉCNICO SUPERIOR
El Centro Politécnico Superior cuenta con una gran diversidad de laboratorios en
sus diferentes áreas de trabajo que se indican en el cuadro del Anexo IV.
2
4. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
1. NORMAS GENERALES DE SEGURIDAD
1.1. NORMAS GENERALES DE MANIPULACIÓN DE LOS RESIDUOS
Se exponen a continuación unas instrucciones generales para la manipulación de los
residuos.
• Siempre debe evitarse el contacto directo con los residuos, utilizando los equipos de
protección individual adecuados a sus características de peligrosidad. Esto es
especialmente importante en el caso de los guantes y de la protección respiratoria ya que
no existen equipos que protejan frente a todos los productos.
• Todos los residuos deberán considerarse peligrosos, asumiendo el máximo nivel de
protección en caso de desconocer sus propiedades y características.
• Cuando sea posible, se utilizará material que pueda ser descontaminado con facilidad sin
generar riesgos adicionales al medio ambiente. En caso contrario, se empleará material
de un solo uso que pueda ser eliminado por un procedimiento estándar después del
contacto con el producto.
• Nunca se ha de manipular residuos en solitario.
• Para los residuos líquidos, no se emplearán envases mayores de 25 litros para facilitar su
manipulación y evitar riesgos innecesarios.
• El transporte de envases de 25 litros o más se realizará en carretillas para evitar riesgos
de rotura y derrame. Se utilizará siempre carretilla para manipulación de cargas de más
de 10 metros lineales y más de tres kg de peso.
• El vertido de los residuos a los envases correspondientes se ha de efectuar de una forma
lenta y controlada. Esta operación será interrumpida si se observa cualquier fenómeno
anormal como la producción de gases o el incremento excesivo de temperatura. Para
trasvasar líquidos en grandes cantidades, se empleará una bomba, preferiblemente de
accionamiento manual; en el caso de utilizar una bomba eléctrica, ésta debe ser
antideflagrante. En todos los casos se comprobará la idoneidad del material de la bomba
con el residuo trasvasado.
• Una vez acabada la operación de vaciado se cerrará el envase hasta la próxima
utilización. De esta forma se reducirá la exposición del personal a los productos
implicados.
• Los envases no se han de llenar más allá del 90% de su capacidad con la finalidad de
evitar salpicaduras, derrames y sobrepresiones.
• Siempre que sea posible, los envases se depositarán en el suelo para prevenir la caída a
distinto nivel. No se almacenarán residuos a más de 170cm de altura.
• Dentro del laboratorio, los envases en uso no se dejarán en zonas de paso o lugares que
puedan dar lugar a tropiezos.
3
5. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
1.2. NORMAS GENERALES DE CONDUCTA
• Como norma higiénica básica, el personal debe lavarse las manos al entrar y salir del
laboratorio y siempre que haya habido contacto con algún producto químico.
• Debe llevar en todo momento las batas y ropa de trabajo abrochada y los cabellos
recogidos, evitando colgantes o mangas anchas que pudieran engancharse en los
montajes y material del laboratorio. No se debe trabajar separado de la mesa o la poyata,
en la que nunca han de depositarse objetos personales.
• El personal de nueva incorporación debe ser inmediatamente informado sobre las
normas de trabajo, plan de seguridad y emergencia del laboratorio, y características
específicas de peligrosidad de los productos, instalaciones y operaciones de uso habitual
en el laboratorio.
• No debe estar autorizado el trabajo en solitario en el laboratorio, especialmente cuando
se efectúe fuera de horas habituales, por la noche, o si se trata de operaciones con riesgo.
Cuando se realicen éstas, las personas que no intervengan en las mismas, pero puedan
verse afectadas, deben estar informadas de las mismas.
• Debe estar prohibido fumar, llevar maquillaje, beber e ingerir alimentos en el
laboratorio. Para beber es preferible la utilización de fuentes de agua a emplear vasos y
botellas. Caso de que aquellas no estén disponibles, nunca se emplearán recipientes de
laboratorio para contener bebidas o alimentos ni se colocarán productos químicos en
recipientes de productos alimenticios.
• Se debe evitar llevar lentes de contacto si se detecta una constante irritación de los ojos y
sobretodo si no se emplean gafas de seguridad de manera obligatoria. Es preferible el
uso de gafas de seguridad, graduadas o que permitan llevar las gafas graduadas debajo
de ellas.
1.3. HÁBITOS DE TRABAJO EN LOS LABORATORIOS
• Trabaja con orden, limpieza y sin prisa.
• Mantén las mesas de trabajo limpias y sin productos, libros, cajas o accesorios
innecesarios para el trabajo que se está realizando.
• Utiliza las campanas extractoras de gases siempre que sea posible.
• No utilices nunca un equipo de trabajo sin conocer su funcionamiento. Antes de iniciar
un experimento asegúrate de que el montaje está en perfectas condiciones.
• Si el experimento lo requiere, usa los equipos de protección individual determinados
(guantes, gafas).
• Utiliza siempre gradillas y soportes.
• No trabajes separado de las mesas.
• Al circular por el laboratorio debes ir con precaución, sin interrumpir a los que están
trabajando.
• No efectúes pipeteos con la boca: emplea siempre un pipeteador.
• No utilices vidrio agrietado, el material de vidrio en mal estado aumenta el riesgo de
accidente.
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6. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
• Toma los tubos de ensayo con pinzas o con los dedos (nunca con las manos). El vidrio
caliente no se diferencia del frío.
• Comprueba cuidadosamente la temperatura de los recipientes que hayan estado
sometidos a calor, antes de cogerlos directamente con las manos.
• No fuerces directamente con las manos cierres de botellas, frascos, llaves de paso, etc
que se hayan obturado. Para intentar abrirlos emplea las protecciones individuales o
colectivas adecuadas: guantes, gafas, campanas.
• Desconecta los equipos, agua y gas al terminar el trabajo.
• Deja siempre el material limpio y ordenado. Recoge los reactivos, equipos, etc al
terminar el trabajo.
• Emplea y almacena sustancias inflamables en las cantidades imprescindibles.
• Las campanas de gases son un medio de protección colectiva y no deben utilizarse para
almacenar productos.
2. BUENAS PRÁCTICAS EN EL LABORATORIO
En el desarrollo de la actividad en un laboratorio se contribuye a distintos problemas
ambientales, por lo que aquí se recopilan algunas buenas prácticas que permiten disminuir
estos problemas.
2.1. Buenas prácticas en la utilización de los recursos
1. Equipos y utensilios:
- Solicitar equipos que tengan los efectos menos negativos para el medio (con fluidos
refrigerantes no destructores de la capa de ozono, con bajo consumo de energía y
agua, baja emisión de ruido, etc).
- Adquirir adaptadores de corriente para evitar el uso de pilas.
- Elegir los útiles más duraderos y con menos consumo, en su elaboración, de
recursos no renovables y energía.
- Adquirir extintores sin halones (gases destructores de la capa de ozono).
Actualmente están prohibidos.
2. Materiales y productos:
- Conocer el significado de los símbolos o marcas “ecológicas” como las ecoetiquetas
de AENOR Medio Ambiente, Angel Azul, Certificación ESC (Consejo de Gestión
Forestal), Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental, Etiqueta ecológica de la
Unión Europea, Cisne Escandinavo, etc.
- Elegir, en lo posible, materiales y productos ecológicos con certificaciones que
garanticen una gestión ambiental adecuada.
- Proponer la compra de pilas recargables o menos peligrosas (sin mercurio ni
cadmio).
- Utilizar, en lo posible, productos en envases fabricados con materiales reciclados,
biodegradables y que puedan ser reutilizados o por lo menos retornables a los
proveedores.
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7. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
- Evitar productos en aerosoles, los recipientes rociadores con otros sistemas tan
eficaces y menos dañinos para el medio.
- Comprar evitando el exceso de envoltorios y en envases de un tamaño que permita
reducir la producción de de residuos de envases.
3. Productos químicos de desinfección y limpieza:
- Conocer los símbolos de peligrosidad y toxicidad.
- Comprobar que los productos están correctamente etiquetados con instrucciones
claras de manejo (seguridad y protección del medio ambiente, requisitos de
almacenamiento, fechas de caducidad, actuaciones en caso de intoxicación, etc).
- Elegir los productos químicos y de desinfección y limpieza entre los menos
agresivos con el medio (detergentes biodegradales, sin fosfatos ni cloro; limpiadores
no corrosivos, sin cromo; etc)
4. Agua:
- No dejar correr el agua innecesariamente
- Evitar el despilfarro de agua cerrando bien los grifos
- Instalar en los grifos dispositivos de presión, difusores y temporizadores para
disminuir el consumo de agua
- Controlar la acometida de agua para detectar fugas y evitar sobreconsumos de agua
por averías y escapes.
5. Papel:
- Adquirir papel reciclado y sin blanqueadores a base de cloro
6. Energía:
- Al calentar emplear recipientes adecuados al tamaño de las placas calefactoras,
tapar, cuando sea posible, los recipientes. Si la placa calefactora es eléctrica se
puede apagar unos minutos antes de acabar el calentamiento para aprovechar el
calor residual.
- En el uso de frigoríficos, estufas y hornos cerrar bien las puertas, para evitar abrir
innecesariamente y evitar introducir productos aún calientes en los frigoríficos.
- Aprovechar al máximo la luz natural, acabar las paredes en blanco, colocar
temporizadores, emplear lámparas de bajo consumo.
- Regular los termostatos a la temperatura necesaria en cada caso.
ALMACENAMIENTO:
- Limitar la cantidad de productos peligrosos en los lugares de trabajo
- Almacenar los productos y materiales, según criterios de disponibilidad,
alterabilidad, compatibilidad y peligrosidad.
- Garantizar que los elementos almacenados puedan ser perfectamente identificados
- Cerrar herméticamente y etiquetar adecuadamente los recipientes de productos
peligrosos para evitar riesgos.
- Actualizar los listados de materiales y productos almacenados y gestionar las
existencias para evitar la caducidad de productos.
USO
- Conocer y aplicar las buenas prácticas medioambientales de laboratorio.
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8. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
- Evitar la mala utilización y el derroche
- Elegir entre los métodos y técnicas oficiales los más respetuosos con el medio (que
empleen productos menos tóxicos y menos peligrosos, y que consuman menor
cantidad de energía o agua, etc).
- Acondicionar un contenedor para depositar cada tipo de residuo en función de los
requisitos de gestión.
Equipos e instrumentos de laboratorio:
- Calibrar cuidadosamente los equipos para evitar fallos que produzcan residuos.
- Tener en funcionamiento los equipos el tiempo imprescindible para evitar la
emisión de ruido y consumo de energía.
Materiales y productos:
- Leer atentamente y seguir las instrucciones de uso de los productos.
- Cuidar la manipulación de reactivos y productos y también las muestras para evitar
errores que hagan necesaria la repetición del procedimiento y por lo tanto el
aumento de residuos.
- Conocer los riesgos y la peligrosidad para el medio ambiente de los productos
químicos empleados.
- Saber identificar y aplicar, en su caso, la normativa de seguridad ambiental
aplicable al envasado, etiquetado, almacenamiento y transporte de materias
químicas.
- Identificar los riesgos de contaminación medioambiental derivados de la utilización
incorrecta del instrumental y equipos de laboratorio.
- Utilizar los productos hasta agotarlos por completo de forma que queden vacíos los
envases para evitar contaminación.
- Reutilizar en lo posible las materias y también los envases.
2.2. Buenas prácticas en el manejo de residuos:
- Utilizar elementos que contengan materiales reciclados como plásticos y papel
reciclado
- Utilizar productos cuyos envases posean una elevada aptitud para ser reciclados.
- Separar correctamente los residuos.
- Seguir las pautas establecidas en el caso de residuos objeto de servicios de recogida
especial.
- Siempre que sea posible reutilizar los envases de los productos para envasar los
correspondientes residuos peligrosos.
VERTIDOS:
- Está prohibido verter a la red de colectores públicos:
materias que impidan el correcto funcionamiento o el mantenimiento de los
colectores.
Sólidos, líquidos o gases combustibles, inflamables o explosivos y tampoco
irritantes, corrosivos o tóxicos.
Microorganismos nocivos o residuos reactivos de forma que se infrinjan las
reglamentaciones establecidas al respecto.
- Reducir los vertidos:
Realizando los procesos cuidadosamente para evitar errores y repeticiones
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9. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
Estableciendo medidas para corregir situaciones de derrame
Evitar la necesidad de limpieza
Eligiendo los agentes de limpieza que permitan reducir la contaminación por
vertidos tanto en volumen como en peligrosidad.
Recogiendo los vertidos, segregándolos en origen, realizando
pretratamientos antes de verterlos o entregándolos a gestores autorizados.
- Reducir, en lo posible las emisiones de:
COV: reducir las emisiones manteniendo cerrados los recipientes de los
disolventes y usando las campanas extractoras adecuadamente.
CFC: Reduciendo el uso del aire acondicionado, manteniendo
adecuadamente los equipos de refrigeración que los contengan y evitando el
uso de aerosoles
Ruido: Empleando equipos y utensilios menos ruidosos y manteniéndolos
desconectados cuando no se estén utilizando
2. EQUIPOS DE PROTECCIÓN COLECTIVA EN EL LABORATORIO
Son elementos de ayuda en caso de emergencias (vertidos, salpicaduras, derrames, etc).
Deben mantenerse en buen estado y al alcance para que su uso pueda realizarse con la
rapidez requerida, así como debidamente señalizados.
Los equipos de protección colectiva más habituales son las vitrinas de gases, los
extractores, las duchas y lavaojos de emergencias.
VITRINAS EXTRACTORAS DE GASES
En el laboratorio se encuentran distintos dispositivos de
extracción localizada: las vitrinas extractoras de gases, las
campanas para disipar calor de los instrumentos y eliminar
humos y vapores desprendidos y los puntos de extracción
móviles. Las vitrinas se distinguen de los demás dispositivos
de extracción en que incluyen un encerramiento.
Las vitrinas extractoras capturan, contienen y expulsan las
emisiones generadas por sustancias químicas peligrosas.
Protegen contra proyección y salpicaduras y facilitan la
renovación del aire limpio.
8
10. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
El propósito de las vitrinas extractoras de gases es prevenir el vertido de contaminantes
en el laboratorio. Ello se consigue extrayendo el aire del laboratorio hacia el interior de la
campana, pasando por el operador.
Recomendaciones para la utilización de las vitrinas extractoras:
- Se debe trabajar, al menos, a 15cm del marco de la campana.
- Las salidas de gases de los reactores deben estar enfocadas hacia la pared interior, y
si fuera posible, hacia el techo de la campana.
- No se debe utilizar la campana como almacén de productos químicos. La superficie
de trabajo debe mantenerse limpia y diáfana.
- Hay que tener precaución en las situaciones que requieren bajar la ventana de
guillotina para conseguir una velocidad frontal mínimamente aceptable. La ventana
debe colocarse a menos de 5cm de la superficie de trabajo. En el 2006 se ha
revisado de nuevo las condiciones de aspiración y su sistema de seguridad (señal
acústica) y se ha colocado una pegatina indicando la altura del frente de la campana
a la que se debe trabajar para que la velocidad de captación sea de 0,5 m/sg. De esta
manera se estará trabajando dentro de los límites recomendados por la Guía para la
evaluación y prevención de los riesgos presentes en los lugares de trabajo
relacionados con agentes químicos del INSHT.
- Las vitrinas extractoras deben estar siempre en buenas condiciones de uso. El
operador no debería detectar olores fuertes procedentes del material ubicado en su
interior. Si se detectan, hay que asegurarse de que el extractor está en
funcionamiento.
- Se deberá realizar un mantenimiento preventivo de las vitrinas para que la velocidad
siga estando dentro de los márgenes de seguridad, además de prestar especial
atención a los conductos para evitar fugas.
Sin embargo hay que tener en cuenta que:
- Las vitrinas aspiran y extraen el aire climatizado del laboratorio ocasionando un
gasto energético que hay que considerar.
- No aseguran la protección del operador frente a los microorganismos y los
contaminantes presentes en el laboratorio.
CAMPANAS LOCALIZADAS
Las utilidades de estos equipos son:
- facilitan la renovación del aire
- eliminan los productos no deseables del ambiente.
En muchos casos es aconsejable instalar pequeñas campanas o
rendijas en lugar de utilizar vitrinas. Por ejemplo, en ensayos
fisicoquímicos que pueden implicar desprendimientos de
humos, es más recomendable instalar alguno de los elementos
mencionados que alojar los aparatos en el interior de una
vitrina inhabilitándola para otros usos, aparte del coste de
construcción que, de utilizar vitrinas, es mucho más elevado.
Así, los humos y gases calientes provenientes de baños calientes de aceite y de agua,
placas calefactoras, muflas, estufas y cromatógrafos de gases, podrían ser retirados por una
pequeña campana situada sobre ellos. Que el tiraje sea natural o forzado dependerá de las
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11. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
características de la contaminación generada, de su ubicación y de la del propio laboratorio.
Los sistemas de aplicación directa de la extracción localizada deben instalarse
inmediatamente próximos a los focos de emisión de contaminantes, ya que con una
adecuada velocidad de captación, se consiguen retiradas eficaces de aquéllos. Este es el
caso de las campanas móviles conectadas a una red de extracción para llevar a cabo
aspiraciones localizadas en operaciones en las que estén implicados pequeños montajes.
Teóricamente la velocidad de captación necesaria depende de la velocidad de producción
del contaminante, su peligrosidad, su temperatura, su densidad, y de la existencia o no de
corrientes de aire que interfieran. En la práctica, y en líneas generales, la retirada eficaz de
gases o vapores exige velocidades de captación del orden de los 0,6-0,7 m/s en su zona de
generación.
Si se trata de polvo, se recomiendan velocidades que oscilan desde 1,5 m/s hasta 2 m/s, en
función de la naturaleza del polvo y de cómo se genere. En casos particulares, como puede
ser una producción de humos desde un foco caliente y sin interferencias por corrientes de
aire, bastan velocidades del orden de los 0,3 m/s. Por el contrario, si lo humos son
producidos en abundancia y poseen marcada peligrosidad, pueden requerirse captaciones de
hasta 1 m/s en su foco de generación.
Existe además un requisito indispensable para la instalación de estos sistemas: Entre el
captador (rendija, campana, etc.) y el foco de emisión no deben realizarse manipulaciones
ni por supuesto encontrarse en ningún momento la zona respiratoria del personal. Es el
inconveniente de realizar la captación en un ambiente abierto en lugar de efectuarla en un
recinto cerrado, como era en el caso de las vitrinas de gases. Las ventajas que presentan
frente a éstas los sistemas de aplicación directa son su bajo coste y la retirada eficaz de
contaminantes moviendo caudales de aire relativamente bajos a mayor velocidad.
LAVAOJOS
Es un sistema que debe permitir la descontaminación rápida y eficaz de los ojos y que
está constituido básicamente por dos rociadores o boquillas capaces de proporcionar un
chorro de agua potable para lavar los ojos o la cara, una pileta provista del correspondiente
desagüe, de un sistema de fijación al suelo o a la pared y de un accionador de pie (pedal) o
de codo.
El chorro proporcionado por las boquillas debe ser de baja presión para no provocar
daño o dolor innecesario. El agua debe ser potable y es recomendable que sea templada.
Recomendaciones de uso:
- Las lentes de contacto deben extraerse lo más
pronto posible para lavar los ojos y eliminar las
sustancias químicas peligrosas. En todo caso es
muy recomendable no usar lentes de contacto en
el laboratorio.
- El agua no se debe aplicar directamente sobre el
globo ocular, sino a la base de la nariz, esto hace
que sea más efectivo el lavado de los ojos,
extrayendo las sustancias químicas (los chorros
potentes de agua pueden volver a introducir
partículas en los ojos).
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12. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
- Se debe forzar la apertura de los párpados para asegurar el lavado detrás de los
mismos.
- Hay que asegurarse de lavar desde la nariz hacia las orejas; ello evitará que penetren
sustancias químicas en el ojo que no está afectado.
- Deben lavarse los ojos y párpados durante, al menos, 15 minutos.
- Después del lavado, es conveniente cubrir ambos ojos con una gasa limpia o estéril.
- Se deben realizar revisiones periódicas de mantenimiento.
NEUTRALIZADORES
Otros elementos de actuación y protección para actuaciones de emergencia en caso de
derrames o vertidos accidentales son los agentes neutralizadores. Los neutralizadores y
absorbentes o adsorbentes necesarios estarán en función de la actividad del laboratorio y de
los productos utilizados. Normalmente debe disponerse de agentes específicos para ácidos,
bases, disolventes orgánicos y mercurio, lo que constituye el denominado “equipo básico”.
Así mismo es recomendable disponer de materiales altamente adsorbentes para control
físico de vertidos que no requieran tratamientos especiales o como complemento de éstos.
Los laboratorios de Ingeniería Química disponen de sepiolita (tierra absorbente y
adsorbente) para absorber/adsorber pequeños derrames de líquidos, pero no neutralizan.
DUCHAS DE SEGURIDAD
Constituyen el sistema de emergencia más
habitual para casos de proyecciones con riesgo de
quemaduras químicas e incluso si se prende
fuego en la ropa (en este caso su aplicación sería
posterior a la manta ignífuga). A continuación se
resumen las características más importantes que
se requieren de una ducha de seguridad.
- La ducha deberá proporcionar un caudal
de agua suficiente para empapar al sujeto
completa e inmediatamente.
- El agua suministrada debe ser potable,
procurando que no esté fría
(preferiblemente entre 20 y 35° C) para
evitar el riesgo que supone enfriar a una
persona quemada en estado de shock y
también que la poca aceptación del agua
fría cause una eliminación insuficiente del
contaminante, al acortar el periodo de
ducha. Así mismo es conveniente que
disponga de desagüe (facilita
enormemente su mantenimiento).
- El cabezal debe tener un diámetro suficiente para impregnar totalmente al sujeto
(20cm), con orificios grandes que impidan su obstrucción por la formación de
depósitos calcáreos. La distancia desde el suelo a la base del cabezal de la ducha
11
13. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
debe permitir el acomodo de la persona erguida, (por ejemplo, de 2 a 2,3m). La
separación desde la pared al cabezal debería ser suficiente para acomodar, en caso
necesario, a dos personas (por ejemplo, no inferior a 60cm). También es
recomendable que la distancia desde el suelo al pulsador no supere los 2m.
- La válvula de apertura debe ser de accionamiento rápido, por lo que no deben
utilizarse los grifos convencionales. El pulsador/accionador debe ser fácilmente
atrapable. Los modelos más adecuados son aquellos que tienen un accionador
triangular unido al sistema mediante una barra fija (mejor que con cadena). Los
pulsadores de pie no suelen utilizarse dada la facilidad de pisarlos inadvertidamente
dando lugar al accionamiento involuntario del sistema y al riesgo de tropezar con
ellos; una excepción son los sistemas que se accionan al situarse sobre una
plataforma.
- Las llaves de paso de agua de la instalación deben estar situadas en un lugar no
accesible para el personal, al objeto de evitar que se corte el suministro de manera
permanente por existencia de fugas u otras anomalías, que, por otra parte, deben ser
inmediatamente comunicadas y reparadas. De este modo, las llaves se cerrarán
exclusivamente en el momento de efectuar la reparación.
- Es útil disponer de un sistema de alarma acústica o visual que se ponga en marcha al
utilizar el equipo y así permita, que el resto de personal se entere de que existe un
problema, y pueda acudir en auxilio. Las duchas colocadas en vestuarios o lavabos
pueden realizar las funciones subsidiarias de las duchas de seguridad, especialmente
en casos de laboratorios de poca superficie y para pequeñas quemaduras o
salpicaduras en la ropa, ya que al hallarse fuera de la vista, permiten a la persona
afectada despojarse de aquella sin ningún tipo de complejos.
Actualmente se están colocando duchas de telefonillo.
EXTINTORES
Si no es factible controlar los pequeños incendios que se
producen en el laboratorio, por su ubicación, características,
persistencia o extensión, con mantas ignífugas o textiles mojados,
hay que recurrir a los extintores. Los extintores son aparatos que
contienen un agente o sustancia extintora que puede ser
proyectada y dirigida sobre el fuego por acción de una presión
interna.
Dado que existen distintos tipos de fuego, que se clasifican
según se trate de sólidos, líquidos, gases o metales, debe decidirse
en cada caso el agente extintor adecuado: agua pulverizada o a
chorro, polvo, polvo polivalente, espuma o CO2.
El polvo seco está constituido por bicarbonato, fosfato
monoamónico y silicona.
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14. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
CLASES DE
AGENTES EXTINTORES
FUEGO
MANGUERA
BIE NIEVE
POLVO POLVO
CARBÓNICA
SECO POLIVALENTE
AGUA AGUA ESPUMA CO2
CHORRO PULVERIZADA FÍSICA
A SÓLIDOS BUENO BUENO BUENO ACEPTABLE BUENO ACEPTABLE
B LÍQUIDOS NO ACEPTABLE BUENO BUENO BUENO ACEPTABLE
C GASES
NO Extingue
ACEPTABLE ACEPTABLE ACEPTABLE
ACEPTABLE Limita propag.
D METALES NO* NO* NO* NO* NO* NO*
Para su uso en el laboratorio, la experiencia demuestra que los más prácticos y
universales son los de CO2, ya que, dada la presencia de instrumental eléctrico delicado y
productos químicos reactivos, otros agentes extintores podrían producir agresiones
irreparables a los equipos o nuevos focos de incendios. Debe tenerse en cuenta, además,
que el extintor portátil, que debe ser de fácil manejo y poco peso, puede volcar, romper o
proyectar el material de vidrio que se halla en las poyatas, generando, asimismo, nuevos
focos de incendio, vertidos o reacciones imprevistas. Es totalmente desaconsejable la
utilización de extintores no adecuados a las características del material que arde, ya que
pueden favorecer el desarrollo del incendio. La utilización de extintores portátiles en los
laboratorios debe valorarse cuidadosamente, sobretodo si se trata de fuegos muy
localizados que afecten solamente a áreas reducidas de los mismos. Téngase en cuenta que,
a los inconvenientes citados, deben añadirse los problemas de limpieza posterior.
3. EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL (EPIs)
En el laboratorio se realizan operaciones muy diversas en las que se manipulan gran
variedad de productos de diferentes características. En este apartado se recogen los equipos
de protección individual a los que hay que recurrir cuando no existe la certeza de que los
medios de protección colectivos ofrecen el máximo de seguridad.
PROTECCIÓN DE LOS OJOS: GAFAS
Las gafas tienen el objetivo de proteger los
ojos del trabajador. La protección ocular debe
considerarse como muy importante y llevar en
todo momento dentro del laboratorio una
adecuada protección ocular.
13
15. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
Debe utilizarse siempre cuando se Y cuando se realizan las siguientes
maneja (o lo hace un compañero): operaciones:
- material de vidrio a presión reducida - fusión
- materiales criogénicos - taladrado
- material de vidrio a presión elevada - lijado/triturado
- explosivos - serrado
- sustancias cáusticas, irritantes o
corrosivas
- sustancias biológicas con riesgos
para la salud
- materiales radiactivos
- luz ultravioleta
- sustancias químicas tóxicas
- sustancias carcinogénicas
- materiales inflamables
- luz láser
Las personas que utilicen lentes correctoras pueden llevar gafas de protección ocular
sobre las primeras sin que perturben el ajuste de las mismas.
Las personas que utilicen lentes de contacto en el laboratorio deben ser conscientes de
los peligros potenciales que supone:
- será prácticamente imposible retirar las lentes de contacto de los ojos después de
que se haya derramado una sustancia química en el área ocular.
- Las lentes de contacto interferirán con los procedimientos de lavado de emergencia
- Las lentes de contacto pueden atrapar y recoger humos y materiales sólidos en el
ojo.
- Si se produce la entrada de sustancias químicas en el ojo y la persona se queda
inconsciente, el personal de auxilio no se dará cuenta de que lleva lentes de
contacto.
Por estos motivos se recomienda encarecidamente no usar lentes de contacto en el
laboratorio.
PROTECCIÓN DE LA PIEL
A) GUANTES
Los guantes deben usarse como protección cutánea
por riesgos mecánicos y manipulación de sustancias:
- Corrosivas, irritantes, de elevada toxicidad o de
elevado poder de penetración a través de la piel.
- Elementos calientes o fríos.
- Objetos de vidrio cuando hay peligro de rotura.
A la hora de elegir un tipo de guantes de seguridad es
necesario conocer su idoneidad, en función de los
productos químicos utilizados.
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16. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
- Nitrilo: Son guantes con buena resistencia frente a los químicos en general. Son
resistentes a la gasolina, queroseno y otros derivados del petróleo. Para prevenir las
alergias al látex algunos guantes, utilizados en actividades sanitarias, se fabrican de
nitrilo, ya que presentan igual barrera de protección frente a patógenos sanguíneos y
tres veces más resistencia al punzonado que los guantes de látex. Sin embargo no se
recomienda su uso frente a cetonas, ácidos oxidantes fuertes y productos químicos
orgánicos que contengan nitrógeno.
- Vinilo: Son muy usados en la industria química porque son baratos y desechables,
además de duraderos y con buena resistencia al corte. Ofrecen una mejor resistencia
química que otros polímeros frente a agentes oxidantes inorgánicos diluidos. No se
recomienda usar los frente a cetonas, éter y disolventes aromáticos o clorados.
Algunos ácidos concentra dos endurecen y Plastifican los guantes de PVC. No
ofrecen una buena protección frente a material infeccioso y además no ofrecen la
sensibilidad táctil del látex.
- Látex: proporciona una protección ligera frente a sustancias irritantes (algunas
personas pueden tener alergia a este material).
- Caucho natural: protege frente a sustancias corrosivas suaves y descargas
eléctricas.
- Neopreno: Son excelentes frente a productos químicos, incluidos alcoholes, aceites
y tintes. Presentan una protección superior frente a ácidos y bases y muchos
productos químicos orgánicos. Otra característica es su flexibilidad y dexteridad. No
se recomienda su uso para agentes oxidantes. Al igual que los de nitrilo puede
utilizarse como sustituto del látex, pues ofrecen protección frente a patógenas
sanguíneos y una mayor resistencia al punzonado.
- Algodón: absorbe la transpiración, mantiene limpios los objetos que se manejan y
retarda el fuego.
- Zatex: cuando se manipulan pequeños objetos muy calientes. Este material es un
buen sustituto del amianto en los guantes.
Cuando se trabaja con materiales extremadamente corrosivos, como el ácido
fluorhídrico, se debe llevar guantes gruesos y tener mucho cuidado cuando se revisan
agujeros, pinchazos y rasgaduras.
B) BATA DE LABORATORIO
Sirve para proteger la ropa y la piel de sustancias
químicas que puedan derramarse o producir salpicaduras.
Existen diversos tipos de bata que proporcionan diferente
protección:
- Algodón: protege frente a objetos volantes, esquinas
agudas o rugosas y es un buen retardante del fuego.
- Lana: protege de salpicaduras o materiales triturados,
pequeñas cantidades de ácido y pequeñas llamas.
- Fibras sintéticas: protege frente a chispas, radiación
IR o UV. Sin embargo, las batas de laboratorio de
fibras sintéticas pueden amplificar los efectos
adversos de algunos peligros del laboratorio. Además,
algunas fibras sintéticas funden en contacto con la
llama. Este material fundido puede producir ampollas
15
17. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
y quemaduras en la piel y emitir humos irritantes.
- Tela aluminizada y refractaria: protege frente a la radiación de calor.
La UPPR proporciona batas a PDI y PAS de diseño especial, de algodón y poliéster
con puños elásticos y no llevan tira detrás.
C) PROTECCIÓN DE LOS PIES
La protección de los pies está diseñada para prevenir heridas producidas por sustancias
corrosivas, objetos pesados, descargas eléctricas y para evitar deslizamientos en suelos
mojados.
Los zapatos de tela absorben fácilmente los líquidos. Si se derrama una sustancia
química en un zapato de tela, hay que quitárselo inmediatamente.
Se recomienda llevar zapatos que cubran y protejan completamente los pies. En el
laboratorio no se deben llevar sandalias, zuecos, tacones altos o zapatos que dejen el pie al
descubierto. Existen zapatos de laboratorio, cerrados y blancos.
PROTECCIÓN DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS
Estos equipos de protección tratan de impedir que el contaminante penetre en el
organismo a través de estas vías.
Los equipos dependientes del medio ambiente utilizan el aire
del ambiente y lo purifican, es decir, retienen o transforman los
contaminantes presentes en él para que sea respirable.
Presentan dos partes claramente diferenciadas: el adaptador facial
y el filtro. El adaptador facial tiene la misión de crear un espacio
herméticamente cerrado alrededor de las vías respiratorias, de
manera que el único acceso a ellas sea a través del filtro. Existen
diferentes filtros según los productos químicos que se utilicen y
se tienen diferentes tamaños de poro según el tamaño de partícula.
La mascarilla auto filtrante es un tipo especial de protector
respiratorio que reúne en un solo cuerpo inseparable el adaptador
facial y el filtro. No son adecuadas para la protección de gases o
vapores sino que es más apta para la protección frente a partículas
sólidas y aerosoles.
Los filtros de las mascarillas tienen fecha de caducidad. Suelen
caducar a los seis meses para uso continuado (cuando están saturados),
pero a veces este periodo puede ampliarse. A veces la saturación
puede detectarse por el olor.
16
18. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
PROTECCIÓN ACÚSTICA
Los protectores auditivos son elementos de protección
personal, utilizados para reducir el ruido que percibe una
persona situada en un ambiente ruidoso. Se debe llevar
protección acústica cuando el nivel de ruido sea superior a
85 decibelios.
Las áreas con excesivo ruido se deben anunciar con
símbolos indicando que se requiere protección acústica. Los
protectores acústicos deben estar disponibles fácilmente y
ser de caucho natural.
Entre estos tipos de protección acústica se incluyen:
- Auriculares: proporcionan protección básica aislando el oído frente al ruido.
- Tapones: proporcionan una protección mayor frente al ruido y son más cómodos
que los auriculares y más baratos.
4. PROCEDIMIENTOS DE PRIMEROS AUXILIOS Y EMERGENCIA
Los procedimientos de actuación en caso de primeros auxilios y emergencia pueden
salvar vidas.
Las personas que sufran accidentes deben comunicarlo al responsable de la asignatura.
Las manos deben lavarse siempre antes (si es posible) y después de aplicar los
primeros auxilios, para evitar riesgos de infección y transmisión de enfermedades.
Antes de prestar los primeros auxilios, se debe utilizar guantes de látex (o de otro tipo
si se tiene alergia), si es posible.
4.1. ACCIDENTES
El laboratorio debe disponer de una organización de primeros auxilios adecuada al
número de trabajadores y riesgo existente, según el RD 486/97 sobre lugares de trabajo. En
nuestro caso se tendrá en cuenta el número de trabajadores y no el de todos los alumnos,
pues supondría sobredimensionar dicha organización. Todo el personal debe recibir
formación sobre la conducta a seguir en caso de accidente, siendo recomendable la
presencia de personas con conocimientos de socorrismo.
4.1.1. Norma general
En un lugar bien visible del laboratorio debe colocarse toda la información necesaria
para la actuación en caso de accidente: qué hacer, a quién avisar, números de teléfono, tanto
interiores como exteriores (emergencia, servicio de prevención, mantenimiento,
ambulancias, bomberos, mutua, director del laboratorio), direcciones y otros datos que
puedan ser de interés en caso de accidente, especialmente los referentes a las normas de
actuación.
En caso de accidente debe activarse el sistema de emergencia (PAS: Proteger, Avisar,
Socorrer). Al comunicarse, se debe dar un mensaje preciso sobre:
• Lugar donde ha ocurrido el accidente.
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19. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
• Tipo de accidente (intoxicación, quemadura térmica o química, herida, etc.).
• Número de víctimas.
• Estado aparente de las víctimas (consciencia, sangran, respiran, etc.).
• No colgar antes de que el interlocutor lo haya autorizado, ya que puede necesitar
otras informaciones complementarias.
• Disponer de una persona del laboratorio que reciba y acompañe a los servicios de
socorro con el fin de guiarlos rápidamente hasta el lugar del accidente.
4.1.2. Botiquín de primeros auxilios
- El botiquín de primeros auxilios debe estar presente en cualquier laboratorio
- Debe incluir una serie de artículos seleccionados especialmente para efectuar un
tratamiento de emergencia en aso de cortes, quemaduras, lesiones en los ojos o
enfermedad inmediata
- El botiquín de primeros auxilios debe revisarse semanalmente para asegurarse de
que se han repuesto los artículos utilizados
- Los supervisores de laboratorio son los responsables del mantenimiento de su
contenido
- No debe administrarse ninguna medicación oral del botiquín de primeros auxilios.
4.1.3. Mareos o pérdida de conocimiento debido a una fuga tóxica que persista
Trasladar al accidentado a un lugar seguro y dejarlo recostado sobre el lado izquierdo.
Aflojarle la ropa o todo aquello que pueda oprimirlo, verificando si ha perdido el sentido y
si respira; tomarle el pulso. Activar el PAS y, practicar, si es necesario, la reanimación
cardio-respiratoria. No suministrar alimentos, bebidas ni productos para activar la
respiración.
4.1.4. Electrocución
La electrocución o choque eléctrico tiene lugar cuando, por un contacto eléctrico directo
o indirecto, una persona pasa a formar parte de un circuito eléctrico, transcurriendo por su
organismo una determinada intensidad eléctrica durante un tiempo. La intensidad depende
del voltaje y de la resistencia del organismo, que a su vez, depende del camino recorrido y
de factores fisiológicos. Las acciones a llevar a cabo cuando alguien queda "atrapado" por
la corriente son las siguientes:
• Cortar la alimentación eléctrica del aparato causante del accidente antes de
acercarse a la víctima para evitar otro accidente y retirar al accidentado.
• Activar el PAS y, practicar, si es necesario, la reanimación cardiorespiratoria.
• No suministrar alimentos, bebidas ni productos para activar la respiración.
4.1.5. Heridas (pequeños cortes, hemorragias y quemaduras)
a) Pequeños cortes y quemaduras
- Lavar con agua y jabón
- Colocar una gasa limpia en la herida
b) Hemorragias importantes
- Llamar inmediatamente al servicio médico
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20. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
- Tranquilizar al herido
- Acostarle, ello reduce las posibilidades de desvanecimiento
- NO ELIMINAR NINGÚN OBJETO INCRUSTADO
- Ejercer presión directamente en la herida con un vendaje estéril o gasa limpia
- Si esto no controla la hemorragia, elevar la herida, si es posible, sobre el nivel del
corazón
- Si la hemorragia es importante, elevar las piernas del herido y cubrirle con una
manta.
- NO APLICAR NUNCA UN TORNIQUETE
c) Quemaduras térmicas
Las quemaduras de primer grado (como quemaduras solares o por vapor) se
caracterizan por presentar dolor, enrojecimiento e hinchazón. El procedimiento a seguir
ante este tipo de quemaduras es:
- Aplicar corriente de agua fría sobre el área de la quemadura o sumergirla en agua
fría durante, al menos, 5 minutos.
- Cubrir la quemadura con una venda estéril o gasa limpia.
- NO APLICAR NINGÚN UNGÜENTO, SPRAY O POMADA
d) Quemaduras químicas
Ponte gafas de seguridad y guantes para protegerte mientras prestas asistencia a
alguien que haya tenido contacto con sustancias químicas peligrosas.
PIEL OJOS
- Quitar la ropa al herido - Quitar las lentes de contacto lo más
- Quitar los zapatos; las sustancias químicas rápidamente posible para eliminar por
lavado cualquier sustancia química
pueden acumularse en los zapatos
peligrosa que hubiera entrado en los ojos.
- Lavar el área con grandes cantidades de En todo caso siempre evitar llevar lentes de
agua durante al menos 15 minutos contacto en el laboratorio.
(fregadero, ducha o manguera)
- Se debe forzar la apertura de los párpados
- NO APLICAR NINGÚN UNGÜENTO, para asegurar un lavado efectivo del
SPRAY O POMADA PARA LAS interior del ojo
QUEMADURAS EN LAS ÁREAS
AFECTADAS - Asegurarse de lavar desde la nariz hasta el
exterior de los oídos, ello evitará que los
- Cubrir con un material limpio y seco o productos químicos arrastrados por el
estéril lavado vuelvan a entrar en el ojo o en el
- Para grandes áreas, llamar al Servicio otro ojo no afectado
Médico - Lavar los ojos y los párpados con
abundante agua o con una disolución
durante un mínimo de 15 minutos
- Cubrir los dos ojos con una gasa limpia o
estéril
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21. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
4.1.6. Intoxicación digestiva
Debe tratarse en función del tóxico ingerido, para lo cual se debe disponer de
información a partir de la etiqueta y de la ficha de datos de seguridad. La actuación inicial
está encaminada a evitar la acción directa del tóxico mediante su neutralización o evitar su
absorción por el organismo. Posteriormente, o en paralelo, se tratan los síntomas causados
por el tóxico. Es muy importante la atención médica rápida, lo que normalmente requerirá
el traslado del accidentado, que debe llevarse a cabo en condiciones adecuadas. No debe
provocarse el vómito cuando el accidentado presenta convulsiones o está inconsciente, o
bien se trata de un producto corrosivo o volátil. Para evitar la absorción del tóxico se
emplea carbón activo o agua albuminosa. Existe una lista de antídotos recomendada por la
UE (Anexo III de la Resolución 90/329/03). En caso de pequeñas ingestiones de ácidos,
beber solución de bicarbonato, mientras que se recomienda tomar bebidas ácidas (refrescos
de cola) en el caso de álcalis.
- Si la persona está consciente y es capaz de tragar, suministrarle agua o leche
- Si presenta náuseas, no continuar con la administración de de líquidos
- Si la persona está inconsciente, colocar la cabeza, o todo el cuerpo, sobre el costado
izquierdo. Prepárese para empezar un masaje cardio-respiratorio.
- Toma las precauciones para no exponerte al envenenamiento químico vía boca-boca.
Conviene recordad que NO SE DEBE PIPETEAR NUNCA CON LA BOCA.
4.1.7. Inhalación de productos químicos
- Ventilar el área y trasladar al intoxicado al aire libre
- Llamar al Servicio Médico
- Si el intoxicado no respira, aplicar un masaje cardio-respiratorio mientras llega el
Servicio Médico
- Toma las precauciones para no exponerte al envenenamiento químico vía boca-
boca. Utiliza un resucitador boca-máscara, si fuera posible.
- Si el intoxicado respira, déjele tapado y mantenga el aporte de aire
- Acostar al intoxicado sobre la espalda
- Colocar una mano debajo de su cuello y levantarlo
- Con la palma de la otra mano sobre la frente, hacer girar la cabeza o inclinarla hacia
atrás el máximo posible
- Si se requiere un mayor aporte de aire, puede conseguirse abriendo la mandíbula
inferior
- Tratar las quemaduras químicas de los ojos y piel
4.2.VERTIDOS
En caso de vertidos o derrames debe actuarse rápidamente, recogiendo
inmediatamente el producto derramado evitando su evaporación y daños sobre las
instalaciones. El procedimiento a emplear está en función de las características del
producto: inflamable, ácido, álcali, mercurio, etc., existiendo actualmente absorbentes y
neutralizadores comercializados.
En caso de vertidos de productos líquidos en el laboratorio debe actuarse
rápidamente para su neutralización, absorción y eliminación. La utilización de los equipos
20
22. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
de protección personal se llevará a cabo en función de las características de peligrosidad del
producto vertido (consultar con la ficha de datos de seguridad). De manera general se
recomienda la utilización de guantes y delantal impermeables al producto, y de gafas de
seguridad.
4.2.1. Procedimientos generales
a) Líquidos inflamables
Los vertidos de líquidos inflamables deben absorberse con carbón activo, sepiolita u
otros absorbentes específicos que se pueden encontrar comercializados. No emplear nunca
serrín, a causa de su inflamabilidad.
El vertido de 500 ml de éter etílico (350 g) por rotura de una botella, por ejemplo,
que no se recogiera adecuadamente, podría llevar a unas concentraciones ambientales de
este compuesto, en un laboratorio de 100 m3, del orden de 1250 ppm (3550 mg/m3),
superiores al valor TLV-TWA (400 ppm, 1210 mg/m3), pero no alcanzarían el Lll, fijado en
el 1,9% (19000 ppm). Recordar lo expuesto respecto a estos cálculos al hablar de los gases
inflamables.
b) Ácidos
Los vertidos de ácidos deben neutralizarse con la máxima rapidez ya que tanto el
contacto directo, como los vapores que se generen, pueden causar daño a las personas,
instalaciones y equipos. Para su neutralización lo mejores emplear los absorbentes-
neutralizadores que se hallan comercializados y que realizan ambas funciones.
Caso de no disponer de ellos, se puede neutralizar con bicarbonato sódico. Una vez
realizada la neutralización debe lavarse la superficie con abundante agua y detergente.
El vertido de 20 ml de ácido clorhídrico 36% (12 M), puede representar el paso al
ambiente de 8,5 g de HCl, que en el laboratorio de 100 m3 usado como referencia, puede
generar una concentración ambiental de 85 mg/ m3; téngase en cuenta que el valor TLV-C
(techo) (ACGIH, USA, 1996) para este compuesto es de 7,5 mg/m3.
c) Bases
Se emplearán para su neutralización y absorción los productos específicos
comercializados. Caso de no disponer de ellos, se neutralizarán con abundante agua a pH
ligeramente ácido. Una vez realizada la neutralización debe lavarse la superficie con
abundante agua y detergente.
d) Otros líquidos no inflamables ni tóxicos ni corrosivos
Los vertidos de otros líquidos no inflamables ni tóxicos ni corrosivos se pueden
absorber con sepiolita.
e) Eliminación
En aquellos casos en que se recoge el producto por absorción, debe procederse a
continuación a su eliminación según el procedimiento específico recomendad para ello o
bien tratarlo como un residuo a eliminar según el plan establecido en el laboratorio.
21
23. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
4.2.2. Ejemplos de procedimientos específicos
Mercurio
Absorber con polisulfuro cálcico, amalgamantes (existe comercializados en forma
de estropajos) o azufre. Si se ha depositado en ranuras, se pueden intentar sellarla con una
laca fijadora; también es posible su recogida mediante aspiración con una pipeta Pasteur,
guardando el metal recogido en un recipiente cerrado, a poder ser protegido con agua y
sellado con glicerina.
La recuperación del mercurio o la neutralización de u vertido es importante ya que
de esta manera se evita un foco de contaminación permanente. Téngase en cuenta que la
división del mercurio en pequeñas gotas aumenta su capacidad de evaporación, junto con la
cercanía de focos de calor o la incidencia de luz solar.
La evaporación de 10 mg de mercurio, equivalente a un volumen inferior a 1 µl, en
un laboratorio de 100 m3 representaría una concentración ambiental de 0,1 mg/m3 cuando el
valor TLV-TWA es de 0,025 mg/m3.
Otros ejemplos
En el siguiente cuadro se resumen algunos procedimientos de absorción y
neutralización de productos químicos y de familias de ellos. De manera general, previa
consulta con la ficha de datos de seguridad y no disponiendo de un método específico, se
recomienda su absorción con un adsorbente o absorbente de probada eficacia (carbón
activo, vermiculita, soluciones acuosas u orgánicas, etc.) y a continuación aplicarle el
procedimiento de destrucción recomendado. Proceder a su neutralización directa en
aquellos casos en que existan garantías de su efectividad, valorando siempre la posibilidad
de generación de gases y vapores tóxicos o inflamables.
22
24. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
Ejemplos de procedimientos de neutralización y absorción de vertidos de productos químicos
23
25. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
4.3. ATMÓSFERA CONTAMINADA
La atmósfera de un laboratorio puede ser tóxica o explosiva después de un
accidente/incidente: rotura de un frasco, vertido de un reactivo, fuga de un gas, etc.
Las acciones a llevar a cabo para el control del riesgo son las siguientes:
Si la contaminación es débil
• Abrir todas las ventanas.
• Poner en marcha la vitrina con la pantalla totalmente abierta.
Si la contaminación es importante
• Activar el sistema de emergencia.
• Evacuar el personal del local.
• Avisar a bomberos.
• Cerrar todos los aparatos con llama si el producto contaminante es volátil e
inflamable.
• Abrir las ventanas.
• Si ha tenido su origen en un vertido, absorberlo con el absorbente indicado para
dicho vertido y guardarlo en un recipiente estanco, lavando y aclarando con agua
corriente, siempre empleando guantes. Si no se dispone del absorbente adecuado,
emplear papel adsorbente mineral
• Prohibir la entrada al local hasta que la concentración ambiental de la sustancia
peligrosa en la atmósfera deje de ser un riesgo.
• Hiperventilar durante un periodo de tiempo largo.
4.4. INCENDIO
Una parte importante de las instrucciones generales de seguridad en el laboratorio
están destinadas a la prevención y protección contra incendios. El conjunto de una
adecuada prevención y una rápida detección y actuación son las armas más eficaces para la
reducción del riesgo de incendio. Deben considerarse siempre todas las medidas
encaminadas en este sentido (normas de trabajo, instalaciones adecuadas, alarmas, sistemas
contraincendios automáticos, elementos de primera intervención, etc.), ajustadas a las
características y necesidades de cada laboratorio.
El riesgo de incendio estará previsto en el plan de emergencia. Si es alto y/o la
ocupación del laboratorio elevada, debe disponer de dos salidas con puertas que se abran
hacia el exterior. Cuando concluya la evacuación del laboratorio, deben cerrarse las puertas,
a no ser que existan indicaciones en sentido contrario por parte de los equipos de
intervención.
El laboratorio debe estar dotado de extintores portátiles (agua pulverizada, CO2,
polvo) adecuados a los tipos de fuegos posibles, debiendo el personal del laboratorio
conocer su funcionamiento a base de entrenamiento. Los extintores deben estar colocados a
una distancia de los puestos de trabajo que los hagan rápidamente accesibles, no debiéndose
colocar objetos que puedan obstruir dicho acceso.
Son especialmente útiles para el control de pequeños incendios en el laboratorio las
mantas ignífugas. Si el fuego prende la ropa, utilizar también la manta o la ducha de
seguridad, procurando que el desplazamiento sea mínimo.
24
26. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
4.5. FUGA DE GASES
La revisión periódica de las conexiones de las botellas y de la instalación de gases
en su caso, es la medida preventiva más eficaz para la prevención de fugas que puedan ser
causa de una situación de emergencia. Esta revisión debe realizarse con agua jabonosa o
productos o detectores específicos para el gas; nunca empleando focos de ignición (cerillas,
mecheros). De manera general, caso de detectarse una fuga en una botella, se recomienda la
secuencia de actuación indicada en el cuadro:
Actuación en caso de una fuga de gas en una botella Actuación en fuga de gas en una instalación fija
25
27. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
5. PREVENCIÓN DEL RIESGO EN EL LABORATORIO.
PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN
En el laboratorio, además de los riesgos intrínsecos de los productos químicos y de
los generados por las operaciones que con ellos se realizan, deben considerarse también los
que tienen su origen en las instalaciones, material de laboratorio y equipos existentes en el
mismo.
En el anexo V se recoge la información contenido en el folleto de Plan de
Autoprotección de la Universidad de Zaragoza.
El laboratorio dispone normalmente de una serie de instalaciones o servicios
generales de gas, agua, aire comprimido, vacío, electricidad, etc. de los cuales el
responsable del laboratorio debe tener constancia que cumplen las normativas de carácter
estatal, autonómico o local que les afecten, que se hallen en buen estado y estén sometidas a
un mantenimiento adecuado que garantice tanto el cumplimiento de la reglamentación
comentada, como un riesgo nulo o escaso de provocar daños al personal que las utiliza en
su trabajo en el laboratorio.
4.1. MATERIAL DE VIDRIO
Es un elemento fundamental en el trabajo de laboratorio ya que presenta una serie
de ventajas: transparencia, manejabilidad, facilidad de diseño y sencillez en la preparación
de montajes, permitiendo, además, su moldeabilidad por calentamiento y la fabricación de
piezas a medida. Los riesgos asociados a la utilización del material de vidrio en el
laboratorio son:
• Cortes o heridas:
o producidos por rotura del material de vidrio debido a su fragilidad
mecánica, térmica, cambios bruscos de temperatura o presión interna.
o como consecuencia del proceso de apertura de ampollas selladas, frascos con
tapón esmerilado, llaves de paso, conectores etc., que se hayan obturado.
• Explosión, implosión e incendio por rotura del material de vidrio en operaciones
realizadas a presión o al vacío.
Las medidas de prevención adecuadas frente a estos riesgos son:
• Examinar el estado de las piezas antes de utilizarlas y desechar las que presenten el
más mínimo defecto.
• Desechar el material que haya sufrido un golpe de cierta consistencia, aunque no se
observen grietas o fracturas.
• Efectuar los montajes para las diferentes operaciones (reflujos, destilaciones
ambientales y al vacío, reacciones con adición y agitación, endo y exotérmicas, etc.)
con especial cuidado, evitando que queden tensionados, empleando soportes y
abrazaderas adecuados y fijando todas las piezas según la función a realizar.
• No calentar directamente el vidrio a la llama; interponer un material capaz de
difundir el calor (p.e., una rejilla metálica).
• Introducir de forma progresiva y lentamente los balones de vidrio en los baños
calientes.
• Utilizar aire comprimido a presiones bajas (0,1 bar) para secar los balones.
• Evitar que las piezas queden atascadas colocando una capa fina de grasa de silicona
entre las superficies de vidrio y utilizando siempre que sea posible tapones de
plástico.
26
28. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
• Para el desatascado de piezas deben utilizarse guantes de resistencia mecánica y
protección facial o bien realizar la operación bajo campana con pantalla protectora.
Si el recipiente a manipular contiene líquido, debe llevarse a cabo la apertura sobre
un contenedor de material compatible, y si se trata de líquidos de punto de
ebullición inferior a la temperatura ambiente, debe enfriarse el recipiente antes de
realizar la operación.
• Para sacar la pera de seguridad de una pipeta, hacerlo ejerciendo la fuerza en un
punto de la pipeta cercano a la pera, para evitar roturas.
• En el caso de tubos de refrigerante unidos a alguna pieza de vidrio cuya extracción
resulta complicada, es preferible cortar un trozo de goma para evitar roturas.
4.2. APARATOS ELÉCTRICOS
La instalación eléctrica del laboratorio debe estar diseñada en el proyecto de obra de
acuerdo con el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) y en función de sus
líneas de trabajo, del tipo de instrumental utilizado y teniendo en cuenta las futuras
necesidades del laboratorio. Este aspecto debe ser contemplado en todas las modificaciones
que se realicen. Por otro lado, la incorporación de nuevo instrumental debe tener en cuenta
sus requerimientos eléctricos.
Los conductores deben estar protegidos a lo largo de su recorrido y su sección debe
ser suficiente para evitar caídas de tensión y calentamientos. Las tomas de corriente para
usos generales deben estar en número suficiente y convenientemente distribuidas con el fin
de evitar instalaciones provisionales.
De entre los distintos aparatos que tienen conexión eléctrica, es recomendable
disponer de líneas específicas para los equipos de alto consumo.
Los riesgos asociados a la utilización de instrumental eléctrico son:
• Electrocución por contacto directo o indirecto, generado por todo aparato que tenga
conexión eléctrica.
• Inflamación o explosión de vapores inflamables por chispas o calentamiento del
aparato eléctrico.
Los consejos para la prevención de estos riesgos son:
• Disponer de un cuadro general, preferiblemente en cada unidad de laboratorio, con
diferenciales y automáticos.
• Disponer de interruptor diferencial adecuado, toma de tierra eficaz e interruptor
automático de tensión (magnetotérmico).
• Distribución con protección (automático omnipolar) en cabeza de derivación.
• Instalar la fuerza y la iluminación por separado, con interruptores.
• Emplear instalaciones entubadas, siendo las > 750 V, rígidas.
• Aplicación del código de colores y grosores.
• No emplear de modo permanente alargaderas y multiconectores (ladrones).
• Mantener las distancias al suelo según las características del local.
• Usar circuitos específicos para aparatos especiales.
• En áreas especiales (húmedas y laboratorios de prácticas) emplear bajo voltaje (24
V), estancos, tapas, etc. Emplear seguridad aumentada para el trabajo de manera
permanente con inflamables. Utilizar índice de protección correspondiente al tipo de
área (motor, etc).
• Efectuar el mantenimiento adecuado y realizar inspecciones y comprobaciones
periódicas.
27
29. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
4.3. APARATOS CON LLAMA
El trabajo con llama abierta genera riesgos de incendio y explosión por la presencia
de gases comburentes o combustibles, o de productos inflamables en el ambiente próximo
donde se utilizan.
Para la prevención de estos riesgos son acciones adecuadas:
• Suprimir la llama o la sustancia inflamable, aislándolas, o garantizar una ventilación
suficiente para que no se alcance jamás el límite inferior de inflamabilidad.
• Calentar los líquidos inflamables mediante sistemas que trabajen a una temperatura
inferior a la de autoignición (p.e., baño maría).
• Utilizar equipos con dispositivo de seguridad que permita interrumpir el suministro
de gases en caso de anomalía.
• Mantenimiento adecuado de la instalación de gas.
• Prestar especial atención al rellenar los mecheros de alcohol.
4.4. BAÑOS CALIENTES Y OTROS DISPOSITIVOS DE CALEFACCIÓN
Los principales riesgos que presentan son quemaduras térmicas, rotura de
recipientes de vidrio ordinario con desprendimiento de vapores, vuelcos, vertidos, emisión
incontrolada de humos en los baños de aceite y generación de calor y humedad ambiental
en los baños de agua. También es importante el riesgo de contacto eléctrico indirecto por
envejecimiento del material.
Para prevenir estos riesgos las principales acciones a tomar son:
• No llenar completamente el baño hasta el borde.
• Asegurar su estabilidad con ayuda de soportes.
• No introducir recipientes de vidrio ordinario en el baño, utilizar vidrio tipo Pyrex.
• Disponer de un termostato de seguridad para limitar la temperatura.
• Utilizar dispositivos aislantes térmicos que no contengan amianto.
• Cuando su uso sea continuado, disponer de extracción localizada.
• Llevar a cabo un mantenimiento preventivo con revisiones periódicas, que deben
aumentar de frecuencia con el uso y la antigüedad del dispositivo. Prestar especial
atención a las conexiones eléctricas.
4.5. BAÑOS FRÍOS
Normalmente, los contactos puntuales y poco intensos con el líquido refrigerante no
producen daños ya que la evaporación es instantánea, pero un contacto prolongado es
peligroso. Los principales riesgos que presentan son: quemaduras por frío y
desprendimiento de vapores. También hay que tener en cuenta que si se emplean para el
control de reacciones exotérmicas, cualquier incidente que anule su función puede generar
un incendio, una explosión o la emisión de sustancias tóxicas al ambiente.
Son normas generales para la prevención de estos riesgos:
• No introducir las manos sin guantes protectores en el baño frío.
• Manipular la nieve carbónica con la ayuda de pinzas y guantes térmicos.
• Introducir los recipientes en el baño frío lentamente con el fin de evitar una
ebullición brusca del líquido refrigerante.
• Emplear los baños de acetona con nieve carbónica preferiblemente en la vitrina.
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30. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
4.6. REFRIGERANTES
Los refrigerantes funcionan normalmente con circulación de agua corriente a través
de conexiones mediante tubos flexibles, aunque en algunos casos se emplea un circuito
cerrado, con enfriamiento del agua en un baño refrigerado.
Los riesgos más habituales en el uso de refrigerantes son: rotura interna con entrada
de agua en el medio de reacción que puede provocar incendio, explosión o emisión de
productos tóxicos, fuga de vapores por corte en el suministro de agua e inundación en el
caso de desconexión del tubo.
Disponer de un sistema de seguridad que interrumpa el aporte de calor en caso de
que se corte el suministro de agua, asegurarse de que los tubos están bien sujetos, y
renovarlos periódicamente, son medidas eficaces para la prevención de los riesgos
mencionados.
4.7. ESTUFAS
Presentan riesgos de explosión, incendio e intoxicación si se desprenden vapores
inflamables en la estufa, de sobrecalentamiento si se produce un fallo en el termostato y de
contacto eléctrico indirecto.
El control del riesgo en la utilización de las estufas se basa en las siguientes
recomendaciones:
• Si se utiliza una estufa para evaporar líquidos volátiles debe disponerse de un
sistema de extracción y retención por filtrado o por condensación de los vapores
producidos. Si los vapores que se desprenden son inflamables, es recomendable
emplear estufas de seguridad aumentada o con instalación antideflagrante.
• Emplear estufas con sistemas de seguridad de control de temperaturas (bimetal, por
ejemplo).
• Efectuar un mantenimiento adecuado, comprobando además la ausencia de
corrientes de fuga por envejecimiento del material y correcto estado de la toma de
tierra.
4.8. BOTELLAS E INSTALACIÓN DE GASES
En el laboratorio se suelen utilizar gases a presión suministrados a través de una
instalación fija o directamente de la botella (bombona). En ambos casos hay que observar
determinadas precauciones y disponer de un protocolo de utilización. Las posibles
situaciones de fugas e incendios deben estar contempladas en el plan de emergencia del
laboratorio. La utilización de botellas, aún disponiendo de instalación de gases fija, es
relativamente corriente.
Son situaciones de riesgo características en el empleo de gases a presión, disueltos o
licuados:
• Caída de la botella, rotura de la válvula o golpe.
• Intoxicación en caso de fuga de un gas tóxico, irritante o corrosivo de una botella o
de la instalación.
• Fuga de un gas explosivo.
• Fuga de un gas inerte.
• Incendio en la boca de una botella de un gas inflamable.
Control del riesgo:
• Mantener las botellas fijas sujetándolas con una cadena a un soporte sólido.
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31. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
• Disponer de un plan de actuación para casos de fugas e incendio en la boca de la
botella.
• Observar las precauciones adecuadas a las características del gas manipulado.
4.9. CENTRÍFUGAS
Riesgos:
• Rotura del rotor o de los tubos.
• Heridas en caso de contacto con piezas o partes en movimiento.
• Explosión por una atmósfera inflamable.
• Formación de bioaerosoles.
Control del riesgo:
• Repartir la carga simétricamente.
• La centrífuga debe llevar un mecanismo de seguridad de tal manera que no pueda
ponerse en marcha si la tapa no está bien cerrada e impidiendo su apertura sí el rotor
está en movimiento.
• Disponer de un procedimiento de actuación para el caso de roturas y/o formación de
bioaerosoles.
4.10. PIPETAS
Riesgos:
• Contacto o ingestión de un líquido tóxico o corrosivo.
• Cortes por rotura.
Control del riesgo:
• Prohibir pipetear con la boca.
• Utilizar siempre guantes impermeables al producto manipulado.
• Utilizar bombas de aspiración manual de caucho o cremallera que se adapten bien a
las pipetas a utilizar.
• Para algunas aplicaciones y reactivos es recomendable utilizar un dispensador
automático de manera permanente.
• Introducir la pera de seguridad sujetando la pipeta por la parte más cercana al
extremo donde se va a introducir.
4.11. INSTRUMENTAL ANALÍTICO
Cromatógrafo de gases
El cromatógrafo de gases suele trabajar a temperaturas elevadas, a veces cíclicamente, y
puede producir un cierto nivel de contaminación ambiental cuando se trabaja con detectores
no destructivos.
Riesgos:
• Disconfort por el calor desprendido por el aparato.
• Quemaduras térmicas al realizar algunas operaciones en el detector, la columna o el
inyector.
• Contaminación ambiental.
• Pinchazos en la manipulación de jeringas.
• Fugas de gases inflamables, especialmente hidrógeno.
• Contactos eléctricos indirectos en aparatos antiguos.
Control del riesgo:
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32. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
• Disponer de un sistema de climatización adecuado para disipar el calor producido
por los aparatos.
• Utilizar guantes resistentes al calor cuando se realicen manipulaciones en zonas
calientes.
• Conectar la salida del divisor de flujo del inyector de capilares y de los detectores
destructivos y no destructivos al exterior.
• Adecuado mantenimiento preventivo.
La mayor parte de estas instrucciones son extensivas a los espectrómetros de masas, tanto
si utilizan la cromatografía de gases como fase previa o no.
Cromatógrafo de líquidos de alta resolución (HPLC)
Riesgos:
• Vertidos y contactos dérmicos en la preparación del eluyente.
• Contaminación ambiental si se emplean eluyentes volátiles.
Control del riesgo:
• Manipular los eluyentes adecuadamente, empleando guantes si existe posibilidad de
contacto dérmico en las operaciones de trasvase.
• Emplear material de vidrio resistente en el tratamiento previo del eluyente,
especialmente en las operaciones al vacío.
• Dificultar el paso del eluyente al ambiente mediante el uso de tapones de caucho y
parafina en las entradas y salidas de eluyente.
Espectrofotómetro de absorción atómica
Riesgos:
• Quemaduras químicas en la manipulación de ácidos concentrados empleados en el
tratamiento previo (digestión) de las muestras a analizar.
• Desprendimiento de vapores irritantes y corrosivos.
• Quemaduras térmicas con la llama, horno de grafito y zonas calientes en general.
• Fugas de gases: acetileno y otros.
• Posible formación de hidrógeno cuando se utiliza el sistema de generación de
hidruros.
• Radiaciones UV.
Control del riesgo:
• Realizar las digestiones ácidas en vitrinas.
• Utilizar guantes, gafas y equipos de protección personal adecuados.
• Sistema de extracción sobre la llama o horno de grafito.
• Buena ventilación general cuando se trabaja con el generador de hidruros.
• Tomar las precauciones adecuadas para trabajar con acetileno.
• No mirar directamente a la llama ni a las fuentes de emisión (lámparas).
Espectrofotómetro UV-visible e infrarrojo, fluorímetro, balanza, pHmetro, polarógrafo y
otros aparatos de electroanálisis, autoanalizadores, microscopios, agitadores, etc.
Los riesgos asociables a esta instrumentación son básicamente de contacto eléctrico,
quemadura térmica si hay zonas calientes, formación de ozono cuando se utilizan lámparas
o radiaciones a determinadas longitudes de onda, etc.
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33. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
Los procedimientos para reducir los riesgos existentes en la instrumentación se
basan de una manera general en:
• Instalación adecuada.
• Mantenimiento preventivo eficaz.
• Instrucciones de uso y procedimientos normalizados de trabajo con las adecuadas
instrucciones de seguridad que contemplen la especificidad de cada técnica. Por
ejemplo: en el caso de la electroforesis a alto voltaje debe prestarse especial
atención al riesgo eléctrico, en la cromatografía de capa fina al riesgo de cortes con
los bordes de las placas, al riesgo de golpes en los aparatos con partes móviles
(tener especial cuidado con la robotización de los laboratorios de análisis clínicos),
al de contacto con los reactivos (riesgo químico) empleados en los autoana ¡izado
res y con las muestras (riesgo biológico), etc.
4.12. OPERACIONES BÁSICAS
Cualquier operación del laboratorio en la que se manipulen productos químicos
presenta siempre unos riesgos. Para eliminarlos o reducirlos de manera importante es
conveniente, antes de efectuar cualquier operación, hacer una lectura crítica del
procedimiento a seguir, asegurarse de disponer del material adecuado, manipular siempre la
cantidad mínima de producto químico, llevar las prendas y accesorios de protección
adecuados (si son necesarias) y tener previsto un plan de actuación en caso de incidente o
accidente. A continuación se revisan una serie de operaciones habituales en el laboratorio
químico, relacionando los posibles riesgos existentes y las correspondientes actuaciones
para su eliminación o reducción.
Trasvases de líquidos
Los trasvases se pueden realizar por vertido libre, con sifón o con la ayuda de una
bomba. En el primer caso puede haber riesgos de vertido de líquidos e intoxicación por
vapores. Para la prevención de estos riesgos es aconsejable:
• Emplear una bomba o un sifón para trasvases de gran volumen.
• Utilizar gafas o pantallas de protección facial cuando se trasvasen productos
irritantes o corrosivos. Para trasvasar ácidos y bases se recomiendan los guantes de
PVC (cloruro de polivinilo) o de policloropreno. En todo caso deberá comprobarse
siempre que los guantes sean impermeables al líquido trasvasado.
• Suprimir las fuentes de calor, llamas y chispas en la proximidad de un puesto donde
se realicen trasvases de líquidos inflamables. Si la cantidad de producto a trasvasar
es importante, debe realizarse la operación en un lugar específico acondicionado
especialmente y con ventilación suficiente.
• Volver a tapar los frascos una vez utilizados.
Cuando la operación de trasvase es mediante sifón o bombeo puede haber riesgo de
explosión por sobrepresión. Para evitar este riesgo, la alternativa es, evidentemente, la
utilización del vaciado por gravedad. Si se emplea una bomba puede equiparse con
dispositivos de seguridad para evitarlo. También en este caso deberá comprobarse siempre
la adecuación de la bomba al producto a trasvasar: Compatibilidad de materiales, corrosión,
contaminación, riesgo de explosión, etc.
Al trasvasar cantidades importantes de líquidos no conductores debe valorarse
siempre el problema de la electricidad estática.
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34. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
Operaciones con vacío
Entre las diferentes operaciones en que se puede utilizar el vacío destacan la
evaporación, la destilación, la filtración y el secado (en desecadores) Estas operaciones
presentan riesgos de implosión del aparato y proyección de material, aspiración de un
líquido y mezcla imprevista de productos que reaccionen violentamente.
Para el control de estos riesgos es recomendable:
• Utilizar recipientes de vidrio especiales capaces de soportar el vacío (paredes
gruesas o formas esféricas) e instalar el aparato en un lugar donde no haya riesgo de
que sufra un choque mecánico.
• Recubrir con una cinta adhesiva o una red metálica o plástica el recipiente en
depresión.
• El paso de vacío a presión atmosférica debe hacerse de manera gradual y
lentamente.
• Tener en cuenta que cuando se utiliza para el vacío una trompa de agua y se cierra
lentamente el grifo de alimentación, puede tener lugar un retorno de agua al
recipiente donde se hace el vacío; si este recipiente contiene algún producto capaz
de reaccionar con el agua, la reacción puede ser violenta. Para evitarlo hay que
cerrar primero la llave que debe colocarse entre el aparato sometido a vacío y la
trompa. También es útil colocar entre ellos un recipiente de seguridad.
Evaporación al vacío
Se llevan a cabo normalmente en evaporadores rotativos (rotavapor) que permiten el
calentamiento y la agitación por rotación de la muestra tratada al vacío, debiéndose tener en
cuenta las siguientes precauciones.
• Los balones no deben llenarse excesivamente y debe evitarse un sobrecalentamiento
de la mezcla tratada por evaporación. Si existe la posibilidad de que se formen
productos inestables (p.e., peróxidos) no se llevará la mezcla a sequedad.
• Debe esperarse el enfriamiento del balón que contenga la mezcla antes de eliminar
el vacío. Este enfriamiento progresivo se puede lograr apartando la muestra del
baño, mientras se mantiene la agitación.
• Para evitar que los vapores eliminados deterioren la bomba de vacío o bien
contaminen el agua en caso de emplear trompas de agua se puede colocar una
trampa refrigerada.
Destilación al vacío
En las destilaciones a vacío, la ebullición del líquido debe regularse mediante un
tubo capilar que haga borbotear aire o un gas inerte, en función de los requerimientos de
ausencia de oxígeno o humedad. Conviene verificar que en el transcurso de la operación no
se produzca una obturación del capilar por inicio de cristalización, por ejemplo. Si se utiliza
refrigerante de paso estrecho también debe vigilarse que no ocurra la obturación en él.
La calefacción no debe empezar hasta que el vacío se ha establecido, a fin de evitar
el desencadenamiento espontáneo de la ebullición, con riesgo de la pérdida de producto y
contaminación general del sistema.
Al concluir la destilación debe enfriarse el sistema antes de detener el vacío, ya que
la introducción del aire en un balón caliente podría producir inflamaciones o explosiones
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35. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
del residuo obtenido en la destilación. El paso del vacío a la presión normal debe hacerse de
manera lenta, pudiéndose emplear para ello el capilar usado en la regulación del vacío.
Filtración al vacío
Los matraces para la filtración al vacío deben ser de vidrio de elevada calidad,
hallarse en excelente estado de conservación y deben fijarse con solidez evitando tensiones.
Si la filtración es defectuosa por las características propias de los productos manipulados
debe considerarse que un aumento de vacío no va a mejorar el rendimiento ni el tiempo de
filtrado; sí, en cambio, el riesgo de implosión. Puede ser aconsejable la aplicación de otras
medidas como la presión o el filtrado en pequeñas cantidades con el fin de evitar la
colmatación del fritado o del filtro de papel. En este último caso debe estarse siempre
pendiente de su posible rotura.
Secado al vacío
Los desecadores deben colocarse en lugares poco expuestos a golpes y caídas, fuera
del alcance de la luz solar, especialmente cuando contienen productos inestables. Cuando se
hallan al vacío no deben ser jamás transportados. Cuando se emplee un desecador al vacío
debe protegerse mediante redes metálicas o de un material cuya resistencia haya sido
contrastada. Deben lubrificarse adecuadamente los bordes de contacto y las llaves. Entre el
desecador y la trompa de vacío debe colocarse un matraz o borboteador de seguridad a fin
de evitar los posibles retornos del agua que podrían afectar los productos que tiene el
desecador y reaccionar violentamente con los deshidratantes colocados en éste.
MEZCLA DE PRODUCTOS O ADICIÓN DE UN PRODUCTO
Puede tener lugar una reacción imprevista acompañada de un fenómeno peligroso
(explosión, proyección).
Para el control de este riesgo es recomendable disponer de un protocolo de
actuación y de información sobre la identidad y peligrosidad de los productos que se
manipulan. Por otro lado, cuando se trata de la adición de un reactivo, la velocidad debe de
ser proporcionada a la reacción producida. Debe ser especialmente lenta si la reacción es
exotérmica, provoca espuma, ocurre o puede ocurrir una polimerización rápida, etc.
De una manera general, todas las reacciones exotérmicas están catalogadas como
peligrosas ya que pueden ser incontrolables en ciertas condiciones y dar lugar a derrames,
emisión brusca de vapores o gases tóxicos o inflamables o provocar la explosión de un
recipiente.
Para controlar estos riesgos cuando se trabaja a una temperatura a la que las
sustancias reaccionan inmediatamente, es recomendable controlar la reacción adicionando
los reactivos en pequeñas cantidades. También es recomendable emplear un termostato para
controlar y no sobrepasar la temperatura indicada. Si la reacción es muy peligrosa, se
emplean en ella cantidades importantes de producto (nivel planta piloto) o bien requiere un
control muy ajustado de la temperatura, los termostatos se colocan en cascada para reforzar
la seguridad. En todo caso debe existir un protocolo de actuación para el caso de pérdida
del control de la reacción.
Otros tipos de reacciones consideradas peligrosas son las siguientes:
• Compuestos que reaccionan violentamente con el agua.
• Compuestos que reaccionan violentamente con el aire o el oxígeno (inflamación
espontánea)
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36. Guía de seguridad y buenas prácticas en el laboratorio
• Sustancias incompatibles de elevada afinidad.
• Reacciones peligrosas de los ácidos.
• Formación de peróxidos y sustancias fácilmente peroxidables
• Reacciones de polimerización.
• Reacciones de descomposición.
EXTRACCIÓN CON DISOLVENTES VOLÁTILES
Extracción en caliente
La extracción líquido-sólido o líquido-líquido en caliente es una operación
relativamente rutinaria en los laboratorios de química. El caso más habitual es la extracción
con el sistema soxhlet. Dado que para ella se suelen emplear líquidos volátiles inflamables,
cualquier sobrepresión en el montaje o una fuga de vapor puede provocar un incendio.
Téngase en cuenta que siempre que se manipulen substancias de estas características se
presenta riesgo de incendio y explosión.
Los sistemas para el control de estos riesgos son:
• Calentar el sistema de extracción empleando un baño maría o en un baño de aceite a
una temperatura suficiente, pero no más alta, para asegurar la ebullición del
disolvente.
• Realizar la operación en vitrina.
• Disponer de un sistema de actuación (extintor manual adecuado, manta ignífuga,
etc.) próximo al lugar de la operación.
• Cuando la extracción sea de larga duración es recomendable disponer de un sistema
de control del agua de refrigeración frente a posibles cortes.
Extracción líquido-líquido
En la mayor parte de los procesos de extracción líquido-líquido a temperatura
ambiente, una de las fases es un compuesto orgánico volátil, normalmente un disolvente
inflamable, por lo que habrá que aplicarle las recomendaciones generales frente a la
utilización de este tipo de compuestos que ya se han citado (sobrepresión, presencia de
vapores inflamables).
Si se emplea un embudo de decantación con agitación manual, existe además el
problema del contacto directo con los productos y la posibilidad de proyecciones de
líquidos e inhalación de concentraciones elevadas de vapores al aliviar la presión del
embudo (generada por la vaporización durante la agitación) a través de la válvula de la
llave de paso. En esta operación es recomendable usar guantes impermeables, ropa de
protección y gafas, y si las sustancias que intervienen en el proceso tienen características de
peligrosidad elevadas, realizar la operación en vitrina, aunque ello represente incomodidad.
Extracción sólido-líquido
La extracción sólido-líquido (procedimiento mediante el cual se retiene el producto
a extraer de un líquido en un sólido adsorbente o impregnado por un absorbente) presenta
un uso cada vez más extendido. El procedimiento, por sus propias características (poca
cantidad de muestra y, en consecuencia, de productos a manipular, posibilidad de
automatización, etc.) presenta pocos problemas. Los riesgos más característicos son los
derivados de la utilización de presión y vacío en los sistemas semiautomatizados y de
manipulación inadecuada en caso de obstrucción del cartucho o del disco de extracción.
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