2. El Águila presente en el escudo de Franco no es un símbolo original del régimen sino que era ya utilizado en las armas de los Reyes Católicos. Éste era el Águila de San Juan que Isabel la Católica incorporó como soporte al escudo por la devoción al evangelista con la que la soberana añadió el lema «sub umbraalarumtuarum protege nos» (protégenos bajo la sombra de tus alas).
3. En la tradición heráldica española, el yugo, el haz de flechas y el nudo gordiano, fueron elementos que, junto con el ramo de granadas, y el lema Tanto Monta, conformaban la divisa personal propia más difundida de los Reyes Católicos. La significación de la divisa era por entonces de carácter galante, formando un juego mutuo simbólico fundado en las iniciales de los nombres de ambos esposos
4. La expresión nudo gordiano procede de una leyenda según la cual un campesino de Gordión (actual Anatolia) llamado Gordias llevaba sus bueyes atados al yugo con unas cuerdas anudadas de modo tan complicado que era imposible desatarlas. Éste hombre cumplió un augurio que promulgaba el hecho de que el futuro rey de Frigia vendría por la Puerta del Este acompañado de un cuervo que se posaría en su carro. Según las tradiciones, quien consiguiera desatar el nudo gordiano podría conquistar Oriente. Cuando Alejandro Magno (356–323 a. C.) se dirigía a conquistar el Imperio persa, en el 333 a. C., tras cruzar el Helesponto, conquistó Frigia, donde se enfrentó al reto de desatar el nudo. Solucionó el problema cortando el nudo con su espada. Esa noche hubo una tormenta de rayos, simbolizando, según Alejandro, que Zeus estaba de acuerdo con la solución, y dijo: «es lo mismo cortarlo que desatarlo». Efectivamente, Alejandro conquistó Oriente. El lema personal de Fernando el Católico, "Tanto monta“ (da lo mismo), hace alusión a este nudo: lo mismo es cortarlo que desatarlo.
5. La persona que diseñó el símbolo de la JONS fue el burgalés Escribano Ortega en el que convergían su cualidad de dibujante con su personalidad tradicionalista. En una cuartilla rayó la verticalidad oblicua de las flechas y la horizontalidad maciza del yugo y se dispuso a unirlos por su convergencia y así fue como renació el emblema al que Ramiro Ledesma adoptó como representativo de las nuevas JONS y que más tarde perduraría y sería adoptado por Falange en el momento mismo de la fusión el 13 de febrero de 1934 representada por Ramiro y José Antonio en un ático de la Gran Vía madrileña. Más tarde, José Antonio Primo de Rivera, el 19 de octubre del mismo año, en una comunicación entre otras cosas decía: “Oído el parecer del Consejo Nacional, esta Jefatura ha acordado lo siguiente: sobre el bolsillo izquierdo, en la misma camisa o en un trozo intercambiable de tela del mismo color, ira bordado el emblema de las cinco flechas y el yugo.” El yugo y el haz de flechas querían simbolizar una forma de vida y a una forma de gobernar, prudente y a la vez emprendedora
6. El víctor es un símbolo acuñado en el Antiguo Imperio romano y que derivó del crismón. A partir del Edicto de Milán en el año 313, el crismón aparecía en monedas, estandartes y con el tiempo pasó a formar parte también de los escudos de los legionarios romanos. Según la leyenda el emperador Constantino en sus sueños, la noche anterior a la batalla del Puente Milvio, se le apareció el crismón junto a las palabras de «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Al día siguiente éste sustituyó el águila imperial por el crismón y ganó la batalla. Poco a poco fue transformándose en los escudos romanos hasta adoptar otra forma muy diferente. Se había convertido en otro símbolo: el Víctor, Escudo de la Victoria o Victorioso.
7. En el año 1940 se creó el estandarte y guión que fueron empleados hasta su defunción por el dictador. La propia banda y los dos dragantes contenían las columnas de Hércules con fuste en plata, base y capitel corintio en oro y ambas timbradas con una corona imperial en la columna próxima al lado del mástil y una corona real abierta en la más alejada. La columna del lado más cercano al mástil aparecía colocada en el borde inferior, mientras que la otra lo estaba en el borde superior.
15. Son las representaciones escultóricas que existen de todo tipo del dictador: eran bustos, estatuas ecuestres, etc., que, durante el régimen, se colocaban en las plazas o lugares emblemáticos de muchas ciudades españolas. En cuanto al número y significación de estas estatuas en cada uno de los periodos del franquismo, se ha propuesto una interpretación según la cual hasta el año 1959 (sobre todo en los años cuarenta) se pretendía legitimar el régimen y "perpetuar la memoria de la victoria"; en los años sesenta se rendía "homenaje particular a Franco y a su obra" (en un espíritu coinicidente con el de la conmemoración de los XXV Años de Paz -1964-); y en el último periodo (prolongado tras la muerte de Franco hasta 1978) se pretende "fijar la memoria" con un "objetivo inmovilista".[27
16. Los monumentos y placas por los «Caídos por Dios y por España» se colocaron en muchos pueblos, la mayor parte de ellas en el exterior de las iglesias, y contenían una lista de nombres de los muertos de ese pueblo pertenecientes al bando nacional y seguida del grito de ¡Presentes! similar al de José Antonio Primo de Rivera. Las placas solían estar hechas de mármol y rematadas con bronce o con algún otro tipo de metal aunque las había de muchos tipos. En ocasiones las placas se colocaban en las paredes de las iglesias o lugar del fallecimiento de las víctimas que aparecían en éstas si había alguna pared cerca, si no se solía también hacer un monumento en forma de cruz o en obelisco de baja altura y allí grababan los nombres o bien adosaban la placa al monumento. En muchos municipios se ha optado por trasladar este tipo de monumentos a los cementerios, y en algún caso se han reconvertido en homenajes a los "caídos" de ambos bandos.
17.
18.
19. MONUMENTOS El Arco de la Victoria de Madrid (erróneamente denominado a veces «Puerta de la Moncloa» por tener cierta similitud con las puertas de Alcalá, Toledo, etc.) es un monumento construido entre 1953 y 1956 por orden de Francisco Franco como conmemoración de su victoria en la Guerra Civil. Está situado en el distrito de Moncloa - Aravaca y tiene casi 40 metros de altura. En su interior se encuentran diversos planos y una maqueta de la Ciudad Universitaria, a la que administrativamente pertenece.
22. Valle de los Caídos Franco fue el que ordenó la construcción de este mausoleo donde se enterró a José Antonio Primo de Rivera después de un traslado a hombros desde Alicante a San Lorenzo de El Escorial, símbolo de la memoria de la monarquía hispánica. Franco a su muerte también sería enterrado allí. Según el decreto fundacional de 1 de abril de 1940, el monumento y la basílica se construyeron para “perpetuar la memoria de los caídos de nuestra gloriosa Cruzada [...] La dimensión de nuestra Cruzada, los heroicos sacrificios que la Victoria encierra y la trascendencia que ha tenido para el futuro de España esta epopeya, no pueden quedar perpetuados por los sencillos monumentos con los que suelen conmemorarse en villas y ciudades los hechos salientes de nuestra historia y los episodios gloriosos de sus hijos”.
23. El Cerro de los Ángeles, es el centro geográfico de la Península Ibérica. En el verano de 1936, milicianos republicanos fusilaron la imagen de Jesús y dinamitaron el monumento del Sagrado Corazón de Jesús reduciéndolo a ruinas. Después de la Guerra Civil, el Gobierno franquista dio orden de construir un nuevo monumento, réplica del anterior, que comenzó a edificarse en 1944. Este nuevo monumento fue inaugurado en el año 1965 y diez años más tarde se inauguraba también la cripta, obra no existente en el proyecto anterior. El monumento muestra a Cristo, con los brazos abiertos, invitando a todos los hombres a ir hacia Él. Está rematado con la leyenda Reino en España. Lo que quedó del anterior monumento (la base y el arranque del pedestal) se conserva. El nuevo monumento se levantó a unas decenas de metros del anterior, formando una explanada entre ambos monumentos.
24. REVISTAS Número 1 de la revista Vértice. Ofrecía, tras el Sumario, tres páginas de retratos donde, a toda plana, aparecen José Antonio, el Generalísimo y Manuel Hedilla. Primer plano del rostro del Ausente, ligeramente desenfoncado, y sobreimpreso con grandes tipos: «JOSÉ ANTONIO». Franco, montado sobre su caballo, en fotografía con dedicatoria autógrafa, fechada dos meses antes: «A la revista Vértice, Francisco Franco. Salamanca, 7-2-937», y el pie «El Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado español y Generalísimo de los Ejércitos Azules de Tierra, Mar y Aire, que desde hace nueve meses combaten por España, contra las fuerzas internacionales de la anti-patria».