El documento describe la vida de José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Describe cómo José vivió en Nazaret y cumplió la voluntad de Dios en eventos como la Anunciación, el nacimiento de Jesús, la adoración de los pastores y los Magos, la huida a Egipto, y la vida oculta de la Sagrada Familia. José es presentado como un hombre justo y silencioso que siempre obedeció los planes de Dios.
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José. el padre de jesús
1.
2. Galilea es la región norte del país de Israel. Es una
tierra fértil, poblada por gentes entusiastas,
trabajadoras y amigas de recibir mensajes
transformadores. Jesús vivirá aquí la mayor parte de su
vida y sus apóstoles en su mayoría serán también de
este lugar.
Nazaret era un pueblo tranquilo donde vivían José y
María y también donde vivirá Jesús como obrero
humilde y pobre.
Mateo facilita en su Evangelio la única biografía de José
que existe: "José era un hombre justo" (Mt 1,19). Justo
quiere decir en la terminología bíblica y teológica:
cumplidor de la ley, temeroso de Dios, perfecto, santo.
3. José es el santo del Silencio, pues no sabemos
quiénes fueron sus padres, cómo fue su niñez, su
juventud, muy pocas cosas de su vida matrimonial,
nada de su muerte, ni el lugar donde murió ni fue
enterrado. José es la figura más importante de la
redención, después de María, por ser el esposo de la
Madre de Dios Hijo y Padre legal o adoptivo de Jesús,
Dios encarnado, y el más santo de todos los santos.
Aparece siempre en el Evangelio con un papel de
extra, personaje de referencias, o acompañando a
María con virtuosos comportamientos de simple
esposo, que hay que imaginar.
4. María era una joven virgen (que no
había tenido relaciones sexuales),
prometida de José. En Israel varios
meses antes de la ceremonia del
matrimonio se firmaba el compromiso
o promesa muy seria de matrimonio,
de esta manera la joven se
comprometía a no casarse con otro,
sólo con el novio .
Esto para que él pudiese ir comprando el mobiliario,
sin peligro de que después la novia lo dejará por otro y
perdiera los gastos hechos.
José fue el hombre escogido por Dios para proteger a
María y a Jesús.
5.
6. José fue un simple obrero de su tiempo que con su
oración y trabajo perfeccionó su personalidad
humana, sustentó a Jesús y a María, su esposa,
contribuyó con su esfuerzo a hacer una familia
religiosamente santa, una sociedad más justa, y,
sobre todo, hizo que su santidad creciera delante de
Dios y a favor de los hombres.
A imitación de José, nosotros debemos orar y
trabajar no solamente para conseguir con paz y
tranquilidad, sin agobios ni egoísmos, la
supervivencia digna, sino también para contribuir al
desarrollo y perfeccionamiento de nuestra persona,
y contribuir al bien social.
8. - En la Anunciación;
- en la revelación del ángel a san José sobre el
misterio de la encarnación (Mt 1,18-25);
- en el nacimiento de Jesús;
- en la adoración de los Magos;
- en la circuncisión del Niño Jesús;
- en la presentación del Niño Jesús en el templo;
- en la huida a Egipto;
- en la vida oculta;
- y en la escena del Niño Jesús perdido y hallado en
el templo.
9.
10. El Señor Dios le dará el
trono de David su padre,
reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin.”
Y María dijo al ángel: -
¿Cómo será eso, pues no
conozco varón?- El ángel le
contestó: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti y la fuerza
del Altísimo te cubrirá con
su sombra. Por eso el santo
que va a nacer se llamará
Hijo de Dios-.
16. El nacimiento de Jesús. El
Evangelio nos dice que por
aquellos días salió un
decreto de César Augusto
para que se empadronará
todo el mundo, cada uno
en su ciudad. José, por ser
descendiente de David, fue
desde la ciudad de Nazaret
de Galilea a Judea, a la
ciudad de David, que se
llama Belén, para empadronarse con María su mujer,
que estaba encinta.
17. Y sin haber tenido
relaciones conyugales,
ella dará a luz a su hijo, al
que José pondrá por
nombre Jesús.
Estando en Belén se
cumplió el tiempo del
parto, y dio a luz a su hijo
primogénito; lo envolvió
en pañales y lo reclinó en
un pesebre, porque no
encontraron sitio en la
posada.
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19. ADORACIÓN DE LOS PASTORES:
José estuvo presente en la
adoración de los pastores
junto con María: "Fueron de
prisa, y encontraron a
María, a José y al niño
acostado en el pesebre" (Lc
2,16).
Allí estaría atendiendo con palabras y gestos de
gratitud humana a los pastores, que se hacían
lenguas de admiración y alabanzas contando la
aparición de los ángeles, mientras San José colocaba
en una despensa improvisada los presentes que le
traían.
20. ADORACIÓN DE LOS
MAGOS: “Después de
nacer Jesús en Belén de
Judá en tiempo de Herodes,
llegaron a Jerusalén unos
Magos de Oriente
preguntando: ¡Dónde está
el rey de los judíos que ha
nacido?
Hemos visto su estrella en Oriente y venimos a
adorarlo…
Herodes los encamino hacia Belén diciéndoles: ‘Id y
enteraos bien de ese niño. Y cuando lo encontréis
avisadme, para ir yo también a adorarle
21.
22. CIRCUNCISIÓN DEL NIÑO JESÚS: José debió presidir
el acto de la Circuncisión, en el que obligadamente
se requería la presencia del padre del circuncidando,
y no de la madre. Lo da a entender el ángel, cuando
se le apareció en sueños (Mt 1,21). Sin embargo, no
tenemos ninguna constancia de este acontecimiento
en el Evangelio. San Lucas se limita simplemente a
contar el hecho de la Circuncisión de Jesús, sin entrar
en detalles de su celebración: “A los ocho días,
cuando le circundaron, le pusieron el nombre de
Jesús, el indicado por el ángel antes de ser concebido
en el seno (Lc 2,21).
23. PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO:
En la ceremonia litúrgica de
la presentación del Niño en
el Templo, sus padres
aparecen otra vez en silencio.
José y María llevaron a Jesús "
le llevaron a Jerusalén para
ofrecerlo al Señor, y para
ofrecer el sacrificio según lo
ordenado en la ley del Señor:
un par de tórtolas o dos
pichones. Su padre y su
madre estaban admirados de
las cosas que decían de él"
(Lc 2,23-24.33).
24.
25. HUIDA A EGIPTO: Un
ángel se le apareció en
sueños a José, y le dijo:
“Levántate, toma al niño
y a su madre, y huye a
Egipto. Quédate allí
hasta que yo te avise,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.”
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y salió
con ellos de noche camino de Egipto, donde
estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió
para que se cumpliera lo que el Señor había dicho
por medio del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo”.
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31. A José se le interpela en cuanto hijo de David y se le
confía como destinatario de la promesa a David, él
debe hacerse garante de la fidelidad de Dios…. José
se encuentra ahora implicado en el misterio de la
Encarnación de Dios.”
María creyó la palabra de Dios porque tenía fe; y
José creyó el misterio, no porque se lo explicó
María, sino simplemente porque se lo reveló Dios
por medio de un ángel.
32. Acostumbrémonos a guardar silencio y no cuestionar
ni discutir los misterios de Dios, aceptando sin dudas
ni vacilaciones las verdades de fe, comprendiendo a
los que no tienen el don divino de creer, pidiendo por
ellos, y dejando las cosas en manos de Dios, que sabe
juzgar a todos los hombres con fe y sin ella, con
misericordia infinita.
Si tuviéramos que definir la vida de José con una sola
frase deberíamos decir que fue ante todo “un
hombre de Dios”. Es llamado en los Evangelios
“varón justo” (Mt 1,19), pues toda su vida la dedicó a
hacer la voluntad de Dios.
33. Es el hombre del
silencio. La vida de
José es una lección
para todos los
cristianos, pues nos
enseña que debemos
estar atentos a hacer
los planes de Dios, a
cumplir su santa
voluntad.
En los Evangelios José nunca aparece hablando,
sino siempre obedeciendo.
34. Por amor a los hombres y para salvarnos bajo
del cielo y por obra del Espíritu Santo se
encarnó en el seno de la Virgen María y se hizo
hombre.
Gracias Jesús por amarnos tanto