1. El 24 de noviembre de 2011, por manos criminales, fue asesinado vilmente en Santa Marta, este
joven que en vida se llamaba JOSE LUIS VANEGAS SANTODOMINGO; era estudiante de noveno
semestre de la de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda de esa ciudad, y solo contaba con 21
años de edad.
Artículo 3 de la Declaración de los Derechos Humanos
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su persona.”
Hijo hoy 24 de abril de 2012, se cumplen cinco (5) meses de tu inesperada partida,
y te sigo manifestando que cada día que pasa sin ti, el dolor es más grande.
Cuanto diera por retroceder el tiempo y abrazarte y no soltarte jamás, pero sé que
es un imposible; ya que unos maniáticos asesinos, nos quitaron la posibilidad a tu
madre JAMIDES SANTODOMINGO, a tu hermano DAVID JOSE VANEGAS
SANTODOMINGO, a mí tu padre JOSE LUIS VANEGAS GASCON y al resto de
familiares, de tenerte a nuestro lado, me haces mucha falta hijo lindo.
Mi colega y amigo ROQUE LOPEZ, me envió el siguiente correo:
“De: Roque López <rolopez55@hotmail.com>
Para: vangas8@yahoo.es
2. Enviado: Viernes 6 de abril de 2012 16:43
Asunto: RE: El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han
originado actos de barbarie.
Apreciado amigo, he leído casi todos sus mensajes, en el cual se nota el profundo dolor
que le ocasionó la temprana e injusta partida de ese ser querido, un hijo, hermano o
cualquier pariente que se pierda de esa manera, a más de producir ese dolor en el alma,
también deja un sin sabor "amargo", cuando uno observa que el ente investigador, como se
lo manifesté lleno de ira en alguna ocasión, a los servidores de la Fiscalía y
precisamente para que escucharan los agentes de la SIJIN, les dije: " la Fiscalía no tiene
investigadores, tiene encubridores”, porque eso es lo que hay en Colombia, aquí por
ejemplo capturan un cazador de hicoteas, y lo sacan en la prensa, como un peligroso
delincuente, pero en cambio capturan a un ciudadano con un extenso prontuario criminal, y
más de uno sale al quite, para evitar que se presente a la prensa. Particularmente pienso, y
así lo sostengo, lo he dicho, quienes representan un peligro para la sociedad, son esos
jueces de control de "garantías" corruptos, esos Fiscales, y esos investigadores, que cuando
quieren encubrir al autor material e intelectual, de un homicidio por ejemplo, entonces la
víctima era lo peor, y hasta allí llega la mal llamada investigación. Créame, compañero, que
cuando miro, cuando leo sus mensajes, siento una impotencia para enfrentar a los
victimarios, que gozan de la protección del Estado. Y mucho más, tratándose de hechos que
sucedan en el Departamento del Magdalena, donde pasa mucho, pero no pasa nada, o lo que
es lo mismo, este es un PARAÍSO CRIMINAL”
Apreciado amigo ROQUE LOPEZ, en una de las tantas conversaciones que tuve
con mi hijo JOSE LUIS VANEGAS SANTODOMINGO, sobre Derechos Humanos,
le comentaba que muchos funcionarios o agentes del Estado desconocen, que el
sujeto activo de la vulneración de los Derechos Humanos es el Estado, por
ACCION o por OMISION. Por Acción, cuando el Estado, por intermedio de sus
agentes o funcionarios, vulneran los Derechos Humanos de cualquier individuo,
por ejemplo: los falsos positivos; por omisión, cuando el Estado, por intermedio de
sus agentes o funcionarios, se hace el de la vista gorda para que se le quite la
vida a un ser humano, por ejemplo: ser pasivos ante la comisión de un homicidio,
cuando su deber es prevenirlo y garantizar la seguridad de los seres humanos.
Es importante aclarar que, cuando un particular atenta contra la vida (Derecho
Humano) de un individuo, no es sujeto activo de vulneración de Derechos
Humanos, no obstante afecta con su conducta un bien jurídico tutelado por el
Estado, como es el Derecho a la vida. Comete un DELITO llamado Homicidio, y
por lo tanto es sujeto activo del anotado delito, y debe ser perseguido por los
agentes o funcionarios del Estado.
Muchas veces se escucha a altos funcionarios del Estado, manifestando que tal
o cual grupo armado, de los tantos que hay en Colombia, violó los derechos
humanos en X o Y población; esos funcionarios le dan a estos grupos de
delincuentes el estatus de Estado que no tienen. Ellos son unos particulares
delinquiendo, lo que muestra el desconocimiento de muchos funcionarios o
agentes del Estado, de que son los Derechos Humanos, y ese desconocimiento y
3. el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie, como
por ejemplo :el asesinato de mi hijo, JOSE LUIS VANEGAS SANTODOMINGO, y
de muchas otras personas sin importar el estrato, el derecho a la vida no tiene
estrato, no discrimina, es de todo individuo de la especie humana y nadie tiene la
facultad, por ningún motivo, de quitarle la vida a otro ser humano y se tiene que
ser un enfermo, para no sentir remordimiento al hacerlo; que triste que esas
muertes han quedado sin explicación alguna, por parte de la Fiscalía de Santa
Marta, es decir, en la impunidad.
Es menester recordarle a la Fiscalía de Santa Marta y el Magdalena el Titulo II del
Código de Procedimiento Penal, artículo 66, Titularidad y obligatoriedad de la
Acción Penal:” El Estado, por intermedio de la Fiscalía General de la Nación,
está obligada a ejercer la acción penal y a realizar la investigación de los hechos
que revistan las características de un delito, de oficio, o que lleguen a su
conocimiento por medio de denuncia, petición especial, querella o cualquier otro
medio…” (Negrillas fuera de texto)
Es hora señores funcionarios de la Fiscalía de Santa Marta, que se cambie la
percepción de la ciudadanía samaria y del Magdalena, de que ustedes son
encubridores de la delincuencia, como así lo siente mi amigo y colega ROQUE
LOPEZ, porque es doloroso que el pueblo no confié en los administradores de
justicia y sus autoridades en una “democracia”.
A JOSE LUIS VANEGAS SANTODOMINGO, le digo donde estés, hijo bello que
te amo, que la vida desde el día de tu asesinato se nos destruyó y hasta he
llegado a pensar, que no vale la pena vivir en esta sociedad, donde muchos se
manchan las manos de sangre de otro ser humano, con una naturalidad, como si
eso no fuera un acto de barbarie.