2. Después del “Sí, acepto” empieza la
diaria confirmación de ese
compromiso, pero en el camino hay
equivocaciones que pueden resultar
fatales.
La creencia del “y fueron felices para
siempre” está para los cuentos de
hadas, pero en la vida real nada es
tan frágil como esa promesa que deja
la pareja pensando en que la relación
no requiera de trabajo diario.
3. HORROR: EL FALSO
ENEMIGO
Poner a los hijos primero que el esposo,
desatendiéndolo en el diario vivir.
Los hijos tienen su lugar especial y no solo son
tus hijos, son de los dos, por lo tanto, no debe
ser usados como excusa o venganza
inconsciente.
4. No valorar lo que es o lo
que hace, comparándolos
con alguien, con un
conocido, el padre etc.
Hablar mal de lo que
gana, exigir mas de lo que
realmente puede hacer.
5. De la nada cambias de humor. Un
minuto te ves feliz, y al siguiente
eres una fiera. Puedes
responsabilizar a los estrógenos o al
cambio de clima.
El problema es que tu esposo no
entiende el porqué de tu cambio y no
sabe cómo debe tratarte.
La próxima vez que sientas que
puedes convertirte en la “Hulk”, es
mejor compartir lo que estás
experimentando.
6. A ningún esposo le agrada tener tras
de sí a su esposa que le esté
recordando de manera incesante todo
lo que debe hacer.
Cuando se trate de labores
domésticas, habla con el esposo y
dividir las responsabilidades, con el
compromiso mutuo de cumplir, sin
necesidad de recordárselo cada cinco
minutos.
Usar la sabiduría al decir lo que se
tiene que decir
7. Aunque tengas un ejército de hijos de
todos tamaños y más trabajo del que
puedes hacer en un día, cuando tu
esposo llega a casa, no le agrada verte
que parezcas una mujer descuidada en
su arreglos personal.
Recuerda, los hombres son visuales,
son ganados por lo que llena sus ojos,
además que viene de la calle donde la
gran mayoría de damas se presentan
con lo mejor que tienen.
8. Una relación conyugal es el medio
divino que permita el crecimiento
de los dos, pero impulsar al
esposo para que se supere no
supone descalificar lo que hace o
porque no hace algo, lleva a que
el esposo se pueda sentir menos.
Los comentarios crueles debilitan
al esposo en lo que es uno de los
dos piulares básicos de su
autoestima, que es el trabajo y lo
que hace en la vida cotidiana.
10. La razón de tu enojo ocurrió en algún
momento en tu pasado, pero sigues
recordándola y usándola como
argumento cuando discutes con tu
esposo.
Las cosas que te molestan deben
tratarse en el momento, apenas baje el
enojo para que soluciones las cosas, ya
no toques de nuevo el tema.
Problema no arreglado se convierte en
un problema mayor.
11. HORROR: CELOS
Los celos y la inseguridad es un monstruo que amenaza tu
relación y se inicia a partir de que sientes al ver que tu esposo
mira disimuladamente a otra mujer o que es amable con ella.
Empeora cuando siempre estás lista para hacer preguntas: "A
dónde fuiste?", "¿Con quién estabas?", "¿Por qué no me
llamaste?". Y aunque tengas todo el derecho de saber dónde
estaba tu marido, hay límites.
La razón que refleja tanta pregunta es la desconfianza hacia tu
esposo, y un matrimonio que no se base en la confianza puede ser
afectado y a la largas naufragar.
12. Se refiere a las discusiones
sobre temas que nunca se
deben tratar en publico, y
que busca imponer el
criterio personal.
Es hacer rabietas para
ganar la discusión e
imponer tu voluntad, que
pudiera ser correcta pero
que no es el modo ni tiempo
de hacerlo