2. Una vez consolidada
la conquista de la
Península Ibérica, los
gobernantes
musulmanes
comenzaron a
desarrollar una
importante actividad
constructiva, que se
centrará en sus
principales ciudades
y-al principio- de
forma especial en
Córdoba.
Este periodo se
iniciará básicamente
con el Emirato
Independiente
(Abderramán I, 756-
788) y continuará
hasta el final de la
presencia musulmana
en el siglo XV.
Almohades
Reinos de Taifas
Reino Nazarí de Granada
Califato
3. En su evolución se distinguen básicamente cuatro etapas, coincidentes con las de la
Historia de Al-Andalus:
Periodo Cordobés
(Emirato Independiente
y Califato).
S. VIII-X
Periodo de las Taifas
S. XI
Periodo de las
Invasiones
Norteafricanas
(Almohades)
S. XII
Periodo Nazarí
S. XIII-XV
Córdoba, Toledo Zaragoza, Málaga,
Almería…
Sevilla Granada
La Mezquita de Córdoba
Palacio Medina Azahara,
Cristo de la Luz
Palacio Aljafería,
Alcazabas Málaga y
Almería
Giralda, Torre del Oro Palacios Nazaríes de
la Alhambra, Partal y
Generalife
6. Se adoptan numerosos
elementos hispano romanos y
visigodos:
• Columnas, capiteles…, a veces
reaprovechados.
• Empleo de materiales mixtos
(piedra y ladrillo).
• Aparejo a soga y tizón.
• Empleo de arquerías
superpuestas.
• Sistemas abovedados y
adintelados.
• Arco de herradura.
Se van creando las características
del arte califal y la principal
construcción será la de la
mezquita aljama de Córdoba,
que se iniciará en 786 con
Abderramán I y seguirá
ampliándose hasta 1002, en la
época de Hixem II y Almanzor.
Periodo Cordobés
9. Abderramán I comienza su
construcción, sobre la antigua
basílica de San Esteban, como
una mezquita hipóstila.
En sus muros se emplea la
piedra caliza dispuesta a soga
y tizón.
Para las techumbres se
emplea la madera.
Para los arcos se emplean el
ladrillo y la piedra, creando
una sensación de bicromía.
Numerosas de las columnas y
capiteles son de mármol,
reaprovechados de
monumentos romanos y
visigodos.
Sigue el esquema de la
mezquita de al-Aqsa en
Jerusalén, con 11 naves
perpendiculares a la quibla.
La quibla no está orientada hacia La Meca,
sino que está desviada 55º al Sur
Capiteles reaprovechados:
romano y visigodo
11. Para dotar de más altura y luz a
la sala de oración se emplea un
sistema de columnas con un
gran cimacio troncopiramidal,
sobre el que se dispone un
pilar, con un sistema de arcos
superpuestos.
Este sistema permite evitar los
tirantes de madera habituales
en otras mezquitas, pues los
arcos de herradura actúan
como arcos de entibo.
Los arcos inferiores son de
herradura, al estilo visigodo,
enjarjados en los pilares,
mientras que los superiores son
de medio punto.
El sistema y la combinación de
piedra y ladrillo son heredados
del acueducto romano de los
Milagros de Mérida. Columna
Arco de
herradura
Arco de ½
punto
Pilar
Capitel
Cimacio
Arco de ½ punto
Arco de herradura
Pilar
Capitel
Cimacio
Pilar
Columna
Modillones
de rollos
Acueducto de los
Milagros
12. Dado que las columnas
y capiteles son
reaprovechados, no
tienen todas la misma
altura, por lo que los
cimacios son de
diferente tamaño, para
lograr la necesaria
horizontalidad para el
arranque de los arcos.
Entre la columna y los
pilares se disponen
unas molduras,
llamadas modillones de
rollos, que permiten
pasar del radio menor
de la columna a la
anchura del pilar.
Su tamaño también
varía de acuerdo con la
diferente altura de cada
columna.
Pilar
Columna
Capitel
Modilllón
de rollos
Cimacio
13. En las 11 naves iniciales,
perpendiculares a la
quibla, este sistema
crea un módulo
constructivo que se
repite, creando un
espacio dinámico, de
aspecto ligero y que
proporciona suficiente
luminosidad al recinto.
Será la base con la que
se realizarán las
sucesivas ampliaciones
y que permitirá dotar
de armonía al conjunto,
creando esa sensación
de espacio rítmico e
indiferenciado, como si
de un bosque de
columnas se tratase.
Se crea un espacio de
predominio horizontal.
Pilar
Modillones de rollos
Cimacio
Columna
Arco de herradura
Arco de herradura
enjarjado en el pilar
Arco de ½ punto
Capitel
14. Los primeros capiteles y columnas son en su mayor parte reutilizados de construcciones
anteriores, de origen romano y visigodo, material de acarreo.
Son una simplificación del orden corintio, que posteriormente se estilizarán dando lugar a
los típicos capiteles de pencas.
Esta primera mezquita se continúa con el sucesor de Abderramán I, Hixám I.
15. Abderraman II (822) amplió la
sala de oración en ocho tramos
hacia el sur, con una clara
influencia abbasí en la
decoración, fruto de los
contactos políticos con el
califato oriental.
Mohamed I da forma definitiva
a la Puerta de San Esteban, que
ya se había construido en la fase
anterior y que es el modelo del
tipo de arco y puerta que se
empleará habitualmente en la
mezquita.
Se remata con modillones y
almenas los muros y puertas de
la mezquita.
Tiene una distribución tripartita,
con dos cuerpos más estrechos a
sus lados y en su parte superior
decoración con arquillos ciegos.
Cuerpo
central
Cuerpo
lateral
Cuerpo
lateral
Almenas
Modillones
Cuerpo superior con arquillos ciegos
17. El arco de herradura se
peralta más que el
visigodo.
El intradós y el trasdós
son concéntricos.
El salmer y las dovelas
de la base son
horizontales, frente a
las demás, que se
disponen radialmente
hacia el centro del
arco.
Está encuadrada por
un alfiz cuadrado, que
enmarca las enjutas o
albanegas.
Bicromía: dovelas de
piedra, decoradas con
autaurique, alternadas
con otras de ladrillo.
EnjutaEnjuta
Alfiz
Trasdós
Intradós
Dovelas
horizontales
Bicromía y
decoración de
dovelas
Centro del arco
Peralte del
arco
Salmer
Arco periodo
emiral
18. La principal adición de la época del primer Califa, Abderramán
III, será la reconstrucción del patio y del minarete, actualmente
embutido en la torre-campanario renacentista.
Al estilo de las mezquitas del Magreb (Kairouan), su base será
un cuerpo prismático de planta cuadrada, rematado por un
cuerpo superior cubierto por una pequeña bóveda y coronado
por tres esferas de tamaño decreciente.
19. La ampliación sigue el
modelo anterior, pero en
la maqsura, se mostrará
la enorme riqueza y
esplendor de este
periodo, así como las
influencias orientales.
Aparecerán arcos
polilobulados, de tres y
cinco lóbulos, arcos
entrecruzados,
columnillas adosadas a
los pilares, dovelas en
resalte, riquísimos
mosaicos de técnica
bizantina, columnas con
fustes de mármol azul y
rosa rematadas por
capiteles corintios y
compuestos, etc.
También en periodo califal se produce una nueva ampliación de la mezquita, en la época
de Al-Hakem II.
21. El máximo lujo de la decoración se concentra
en el mihrab, con su espectacular arco de
herradura rodeado por alfiz en la puerta de
acceso.
La suntuosa ornamentación se basa en
revestimientos de mosaico (probable regalo
del emperador bizantino), mármoles con
atauriques, epigrafía, etc.
22. La decoración del mirhab sigue los
típicos cánones del arte islámico:
• Dovelas decoradas con mosaico de
ataurique.
• Enjutas con decoración de
ataurique.
• Alfiz con inscripciones en escritura
cúfica.
Las jambas se decoran con columnillas
adosadas de mármol.
23. Estos espacios destinados al
Califa y su familia se cubrirán
con cúpulas, que no
emplearán los tradicionales
sistemas de pechinas o
trompas.
Se empleará un sistema de
arcos nervados
entrecruzados (que no se
cruzan en el centro), que
permitirán pasar del
cuadrado al octógono y sobre
ellos cúpulas gallonadas.
Estas cúpulas nervadas de
arcos entrecruzados también
se llamarán cúpulas califales,
por su empleo en este
periodo.
El mirhab se cubrirá con una
cúpula de yeso –material que
cada vez se empleará más- en
forma de venera.
24. En esta época se desarrollarán capiteles de origen corintio muy
simplificados, que darán lugar a los capiteles de pencas, tan empleados
en la siguiente ampliación de Almanzor.
25. También será típico de este momento el empleo del llamado arco de herradura califal,
como el que aparece en el mirhab:
• Más peraltado (hasta 2/3 del diámetro).
• Con intradós y trasdós descentrados (cada uno parte de un centro diferente).
• Las dovelas de la base siguen siendo horizontales, aunque exteriormente se recubren
dando aspecto de disponerse radialmente, apuntando al centro de la línea de imposta.
Arco califal
26. En el exterior, las puertas –que siguen el esquema de la de San Esteban- muestran estas
mismas características, un doble alfiz (como en el mirhab) y un incremento en la
decoración.
Doble alfiz
Arco polilobulado
Arquillos entrecruzados
Arco de herradura califal
Abundante decoración
Puerta de San Ildefonso, Siglo X
28. En la época de Almanzor
(Califa Hixem II), a finales del
siglo X y comienzos del XI se
produce una gran ampliación
para dar cabida a la
población cordobesa, que
había crecido mucho en el
periodo califal.
Como ya no era posible la
ampliación hacia el sur,
desplazando el muro de la
quibla, por la presencia del
río, añadió ocho naves al
este de la mezquita anterior.
Como consecuencia de ello,
el mirhab quedó
descentrado.
En esta enorme ampliación
se emplean profusamente
los llamados capiteles de
pencas.
31. Abd al-Rahman no
escatimó en materiales
para lograr ese efecto:
ricos mármoles de
colores, oro y piedras
preciosas, mosaicos y las
mejores decoraciones
realizadas por artistas
cordobeses y extranjeros.
Se dispone en tres
terrazas, estando
ubicada la alcazaba y el
palacio en la parte
superior.
Mezquita
Salón del trono
La ciudad palaciega de Medina
Azahara fue levantada a 8 Km. de
Córdoba por Abderramán III y
continuado por Alhaken II, como
capital palaciega del nuevo Califato
de occidente y muestra de su
esplendor y poder.
32. La ciudad, de carácter áulico, reflejaba el esplendor, lujo, poder y magnificencia de los
grandes califas cordobeses.
El conjunto estaba rodeado por una muralla, con varias terrazas, jardines, con baños,
mezquitas, palacios… con los mejores materiales y abundante decoración y máximo detalle y
cuidado.
33. Son habituales los arcos de herradura califales, muy descentrados en su rosca y amplios
cimacios.
Ejemplo del lujo y del cuidado con que se construyó Medina Azahara, por influencia
bizantina, son los típicos capiteles de avispa califales, tallados a trépano y la cuidadosísima
decoración.
35. La mezquita de Bab al Mardún
o Cristo de la Luz, en Toledo es
otro importante monumento
de época califal (999).
Construida en ladrillo, de
planta cuadrada, dividida por
cuatro columnas que sustentan
arcos de herradura.
Está cubierta por nueve
cúpulas de estilo califal
diferentes.
Sus elementos son los típicos
del arte califal: arcos de
herradura, lobulados,
entrecruzados, modillones de
rollos…
Sus elementos y decoración
geométrica, con el propio
material de construcción,
tendrán gran influencia en el
arte mudéjar.
37. Tras la desintegración del Califato en
los Reinos de Taifas a la muerte de
Almanzor se inicia un periodo de
cierto declive por la menor riqueza
de estos reinos.
Se continúan las tradiciones
califales, si bien se emplearán
materiales más pobres, como el
yeso, que recubren la mampostería y
el ladrillo.
Se pretenderá emular el lujo de las
construcciones califales, pero al no
disponer de los medios económicos,
se tratará de conseguir el efecto de
fastuosidad con la proliferación de
elementos decorativos en yeso.
Abundarán los arcos polilobulados y
entrecruzados y los arcos
mixtilíneos.
El arco de herradura se reducirá a los
mirhab.
Periodo de las Taifas
38. El uso sistemático de
materiales pobres
(mampostería y ladrillo),
recubiertos de yesos
coloreados ha hecho que
muchas de las
construcciones de este
periodo se hayan perdido.
Dado que es un periodo
de frecuentes
enfrentamientos militares,
las principales
construcciones que se
conservan serán de
carácter civil:
• Palacios, como el de la
Aljafería en Zaragoza.
• Alcazabas, como las de
Málaga o Almería.
Palacio de la Aljafería. Zaragoza
Alcazaba de Almería
39. Combina las
funciones
defensivas de
la alcazaba y
las áulicas y de
recreo.
Plano original y plano actual. En verde el antiguo palacio del siglo XI
El Palacio de la Aljafería fue
construido por los Beni Hud (2ª
mitad siglo XI) como un palacio de
recreo (se llamaba Palacio del
Regocijo) en las afueras de Zaragoza y
como muestra de su poder.
Exteriormente tiene el típico aspecto
fortificado de los palacios
musulmanes (vinculado con los
palacios del desierto Omeyas y
Abasíes), con muros almenados,
torreones ultrasemicirculares y puerta
de entrada entre torreones.
40. Interiormente, las diferentes estancias se distribuían en torno a un patio con
jardines, dos albercas y pórticos en torno al patio.
41. La Torre del Trovador es el resto más antiguo, de naturaleza militar. Tiene cinco
plantas (solo tres son musulmanas).
En contraste con ese exterior sobrio y fortificado, su interior, en el que dos
pórticos se disponen en torno al patio central y las albercas, está profusamente
decorado con estuco labrado, muestra de ostentación del monarca de la Taifa.
Torre del Trovador
42. Lo más característico son
las arquerías de los pórticos.
Son arquerías-pantalla
formadas por arcos
mixtilíneos, polilobulados y
entrecruzados, realizadas
en yeso, enormemente
decorados.
Su función es únicamente
decorativa, pues no
soportan el peso de la
estructura arquitectónica.
Esos arcos-pantalla de yeso
están abundantemente
decorados.
Dado su escaso peso y
carencia de función
estructural, en ocasiones
están sostenidos por finas
columnas pareadas.
43. Están realizados en
alabastro y suelen
ser muy alargados,
con hojas planas y
dispuestas en varias
hileras y decoradas
en su interior con
ataurique.
En su parte superior
es habitual la
presencia de
decoración
geométrica a base
de arquillos
polilobulados
entrelazados unos
con otros.
Los capiteles en la Aljafería,están derivados de la tradición cordobesa, aunque
tienden a estilizarse y a rellenarse de decoración.
44. La decoración en yeso
es muy fina y
abundante y
prácticamente recubre
todos los elementos
interiores.
Los motivos se
esquematizan y
geometrizan respecto
del arte califal.
La abundante
decoración genera una
impresión de horror
vacuii, mezclándose
arcos mixtilíneos ciegos,
arcos lobulados,
ataurique, decoración
en forma de cintas,
geométrica e
inscripciones.
45. En un momento de inseguridad y frecuentes enfrentamientos, se generalizan las
alcazabas o recintos amurallados, en lo alto de colinas, como las de Málaga y Almería.
Eran fortalezas amuralladas que albergaban la vivienda del gobernador y los cuarteles de
las guarniciones a su mando.
Los muros y torreones se ciñen a las irregularidades del terreno y presentan puertas
monumentales.
Alcazaba de Almería
Alcazaba de Málaga
46. Se caracterizaron por su
rigorismo religioso, que se
traducirá en una arquitectura
inicialmente desprovista de
decoración, pero que –sin
embargo- irá progresivamente
enriqueciéndose al contacto con
la riqueza de Al Ándalus y de
oriente.
Apenas quedan restos en España
del periodo almorávide, siendo
los más destacables:
• Castillejo de Monteagudo
(Murcia), murallas de Niebla.
• Aljibe Cáceres (de la antigua
alcazaba)
Ante la debilidad de las Taifas, dos imperios norteafricanos, los
almorávides y los almohades dominaron Al Ándalus desde
finales del siglo XI hasta 1212. Castillejo de Monteagudo
(Murcia)
Aljibe de Cáceres
Periodo de las
invasiones
norteafricanas
47. Aunque apenas hayan dejado restos
en España, los almorávides
introdujeron aspectos que influirán
en el arte almohade y nazarí:
• Empleo del ladrillo.
• Sustitución de la columna por el
pilar como sostén principal.
• Salmeres serpentiformes en los
arcos.
• Bóvedas de nervios con
plementería calada.
• Introducción de los mocárabes
(elemento ornamental en forma
de prismas troncopiramidales
yuxtapuestos invertidos, al
modo de estalactitas, de origen
oriental).
• Arcos mixtilíneos y
polilobulados con lambrequines
(aspecto de cortinaje).
48. Los Almohades consiguieron
reunificar Al-Andalus en la
segunda mitad del siglo XII.
Su capital fue Sevilla, donde
están sus principales
monumentos.
Eran de carácter muy austero
y rigoristas en materia
religiosa, rechazando el lujo
de los reinos de Taifas.
Esto hará que su arquitectura
pretenda conseguir una mayor
sobriedad en el uso de la
decoración, basada
especialmente en la
decoración de carácter
geométrico con el ladrillo, el
material más típico de sus
construcciones.
49. • Uso del ladrillo como
material fundamental.
• Se recupera la
austeridad constructiva
y decorativa, con
decoración basada en
motivos simples y
geométricos.
• Esta decoración
geométrica llega a
enmascarar la
construcción, siendo la
más habitual los paños
de sebka.
• Son redes de rombos,
de trazos mixtilíneos y
lobulados que recubren
las superficies planas,
enmascarándolas.
Características principales
50. • Empleo frecuente de los arcos mixtilíneos y polilobulados con lambrequines
(aspecto de cortinaje), en ocasiones entrecruzados.
• Introducción del arco de herradura apuntado (túmido).
51. • Serán habituales los sistemas decorativos
basados en la combinación de:
Arcos geminados (de herradura,
polilobulados).
Enmarcados por otros arcos ciegos
(normalmente con lambrequines).
Todo el conjunto se enmarca por un
alfiz muy alargado y enjutas decoradas
con ataurique o paños de sebka.
52. • Uso de los mocárabes como elemento decorativo.
Acceso al Patio del Yeso. Alcázar de Sevilla
53. • Empleo de capiteles encintados:
Derivado del capitel compuesto.
Las hojas de acanto están muy
simplificadas, lisas y pareadas,
asemejándose a un meandro.
Las volutas se esquematizan y
geometrizan, apareciendo entre
ellas unas bandas horizontales a
modo de cintas.
• Empleo de la cerámica y azulejo
como decoración exterior.
54. La principal construcción será la Mezquita aljama de Sevilla, de la que solo
quedan el Patio de los Naranjos y el Minarete, la Giralda.
Reconstrucción Mezquita aljama de Sevilla
Típica planta en T de las mezquitas almohades
Arcos túmidos sobre
pilares en las naves
Arcos polilobulados
junto a la quibla
55. En el Patio de los Naranjos
se aprecian los arcos de
herradura apuntados, que
junto con los polilobulados
sobre pilares, organizaban
todo el espacio de la
Mezquita.
Las puertas de acceso,
como de del Lagarto o del
Perdón (a pesar de su
decoración posterior) están
basadas también en arcos
túmidos.
56. La Giralda es el alminar de la mezquita.
Sigue el mismo modelo que los otros tres grandes minaretes almohades:
Kutubiya de Marrakech Mezquita de Hassán de Rabat Giralda (1184-1198)
57. Su aspecto original se parecía mucho
a la Kutubiya de Marakech, pues su
parte superior son remates
posteriores cristianos.
Responde al aspecto tradicional de
los alminares almohades:
• Torre de planta cuadrada,
prismática, muy elevada.
• Sobre el cuerpo principal, más
ancho y con remates almenados,
descansa otro de menor sección
y forma prismática.
• Este se cubre por una cupulilla
sobre la que se eleva el Yamur, el
remate típico de esferas.
• Consta de un prisma central
rodeado rodeado por otra torre
periférica exterior. Entre ambas
se sitúan las rampas para el
ascenso a la torre.
59. • Su base es de piedra.
• El resto está construido de
ladrillo.
• El cuerpo principal presenta
una división en varios pisos,
más ornamentados con la
altura.
• En la parte inferior predomina
el muro, roto tan solo por tres
pequeños ventanales
polilobulados enmarcados por
un alfiz.
En los tres pisos sucesivos
aparecen ventanales con
arcos de herradura
semicirculares o
polilobulados, enmarcados
por un alfiz y rodeados por
un gran arco ciego lobulado
apuntado.
Los laterales son totalmente
lisos.
60. • En los pisos superiores, la
superficie se articula en tres
calles:
Las laterales, decoradas con
dobles grandes paños de
sebka sobre columnillas.
La parte central, que se
articula con un motivo
almohade típico:
o Arquillos geminados (de
herradura y
polilobulados),
o Acogidos por un arco
ciego acortinado.
o Y enmarcado por un alfiz,
con las enjutas
decoradas.
Se culmina por un friso de
arquillos ciegos
polilobulados
entrecruzados.
62. • El remate superior es de
época renacentista y se realizó
para convertir el antiguo
minarete en campanario.
• Por ello, del cuerpo superior
original no se conserva nada.
• No obstante su altura original
debía ser impresionante para
la época, en torno a los 80 m.
63. El otro gran monumento
conservado de la época
almohade es la Torre del Oro,
también en Sevilla.
Es una muestra de la
importancia de las fortalezas
defensivas, con barbacanas y
torres adelantadas (separadas de
la muralla) o torres albarranas,
como la Torre del Oro.
Estaba emplazada en un lugar
estratégico, que permitía la
defensa de la ciudad, de su
puerto y de las atarazanas y –
junto a otra torre gemela- parece
que podía cortar con cadenas el
tránsito por el río.
Se accedía a ella por el paseo de
ronda de la coracha (lienzo que
enlaza la muralla con la torre
albarrana).
64. Su planta es dodecagonal, con un núcleo interior
hexagonal y escaleras y estancias entre ellos.
Consta de tres pisos, aunque solo el inferior es con
seguridad de época almohade.
Originalmente tenía dos pisos dodecagonales, mucho
más grande el inferior.
Ambos estaban coronados por almenas.
El cuerpo inferior está realizado en piedra, de aspecto
macizo, y el superior es de ladrillo.
Se remata por un friso de dobles arcos apuntados
enmarcados por un alfiz único.
65. En arquitectura civil destacará el Patio del Yeso, del Alcázar de Sevilla, que presenta
las características típicas del arte almohade y que tendrá gran influencia tanto en el
arte nazarí como en el mudéjar: paños de sebka en los laterales, arco de lambrequines
con enjutas decoradas rodeado por alfiz y que enmarca arcos de herradura geminados
bajo un alfiz.
66. Tras la derrota de los
almohades, los reinos
cristianos continuaron
su avance hacia el sur y
el dominio musulmán
quedó reducido al
Reino Nazarí de
Granada.
Este reino, que
sobrevivirá como
vasallo de Castilla
hasta 1492, tendrá una
historia muy agitada,
pero en su corte se
dará un gran
florecimiento cultural
y artístico, cuyo mejor
ejemplo serán el
conjunto militar y
palaciego de la
Alhambra de Granada.
Periodo Nazari
67. La arquitectura de este
periodo será ante todo
civil, principalmente
palacios del sultán, y
arquitectura militar.
Los restos principales de
la arquitectura militar
podemos encontrarlos
en las murallas con
adarve y torres
prismáticas que destacan
en altura, barbacanas o
antemuros, que rodean
la ciudad palaciega de la
Alhambra.
En su parte más antigua
se conservan restos de la
antigua alcazaba, en la
que se alojaba la guardia
del sultán.
Alcazaba
68. La Alhambra es una ciudad palatina, amurallada, sin un centro definido, en la que se
yuxtaponen varios palacios, organizados cada uno de ellos en torno a un patio o jardín, y
una alcazaba con función militar.
Llegará a albergar en su interior prácticamente toda una ciudad, con todos sus edificios y
servicios.
EL PALACIO
Palacios de La Alhambra.
Siglos XIII-XV. Granada
69. Como es tradicional en la
arquitectura islámica, los
palacios de la Alhambra se
despreocupan por el
exterior del edificio,
mientras que la
decoración y el lujo se
reservan para el interior.
Los materiales de
construcción son pobres:
mampostería, piedra y
gruesas capas de
argamasa para los muros.
En el interior las paredes
se recubren con yeso,
estuco o cerámica
vidriada, muy decorados y
se emplean mármoles en
suelos y madera y yeso en
los techos interiores.
Torre de Comares. Exterior
Palacio de Comares. Interior. Salón de los Embajadores
70. El arte nazarí recoge todos
los elementos anteriores y
los reelabora en un arte
enormemente sensorial,
decorativo y colorista.
En el arte nazarí lo
estructural se enmascara
por los revestimientos:
• Mármol para el suelo.
• Zócalos de cerámica
vidriada (alicatados) en
la parte baja de los
muros.
• Revestimiento de estuco
en el resto del muro.
• Cubiertas de armaduras
de madera o bóvedas
de mocárabes.
71. El arco de herradura se
sustituye por el arco de
medio punto o por el
arco peraltado, a veces
ligeramente apuntados y
habitualmente angrelado
o festoneado.
Estos arcos realmente tan
solo tienen una función
ornamental, pues no
soportan nada y se
convierten en meras
pantallas decorativas,
muchas veces en forma
de pórticos calados.
Es por ello que se
sostienen por columnas
muy delgadas y
estilizadas, en ocasiones
pareadas.
72. También serán frecuentes los arcos de yeso de mocárabes, de forma apuntada y
con decoración semejante a los paños de sebka almohades.
73. El mocárabe será un elemento fundamental en la decoración de la Alhambra,
formando parte de diferentes elementos arquitectónicos: en los ángulos superiores de
las paredes, dinteles de puertas y ventanas, en capiteles y en cúpulas y trompas.
Arcos, puertas, ventanas Capiteles y columnas Cúpulas y trompas
74. Las columnas tienen un
carácter fundamentalmente
decorativo.
Son de mármol y se elevan
sobre un plinto cuadrado
de escasa altura, sobre el
que suele ir una basa.
Su fuste es cilíndrico, liso y
muy esbelto, pues no
soportan más que paneles
de yeso.
Están adornadas con finas
molduras o collarinos en la
parte superior y capiteles
con dos cuerpos, uno
inferior, de aspecto
cilíndrico con decoración
habitualmente de cintas y
uno cúbico superior.
Encima suele aparecer un
cimacio muy desarrollado.
75. El capitel nazarí presenta dos variantes:
El tradicional cúbico nazarí: El capitel de mocárabes
Parte inferior cilíndrica y decorada con hojas
simplificadas con aspecto de cintas lisas.
La superior, un paralelepípedo de base cuadrada y
ángulos redondeados, decorado con ataurique o
motivos geométricos, heráldicos…
La parte inferior suele estar decorada
con ataurique muy estilizado.
La parte superior está decorada
completamente por mocárabes en
sus cuatro caras.
76. Son frecuentes las ventanas ajimezadas geminadas
separadas por una columna. Construidas con arcos
angrelados de medio punto o ligeramente
apuntados, que descansan sobre columnas adosadas
a la pared.
Suelen estar enmarcadas por un alfiz, muchas veces
decorado con caligrafía y en su interior cubiertas
por celosías, que junto con la decoración de estuco y
alicatado contribuyen a desvanecer el espacio
interior.
77. • El sistema arquitectónico es
adintelado encubierto, ya
que los arcos son
decorativos y la mayor
parte de las cúpulas son en
realidad falsas cúpulas de
yeso.
• En los techos
encontraremos:
Cubiertas de madera
con los pares visibles o
con los pares cubiertos
por la tablazón
decorativa.
Bóvedas de mocárabes
de planta cuadrada y
rectangular y falsas
cúpulas sobre trompas,
de forma octogonal o
estrellada.
78. • El azulejo.
• El yeso.
• La madera.
Salvo el suelo y
los azulejos
todas las
paredes y
techos estaban
policromados.
Lo más
característico
del arte nazarí
es el sistema de
revestimiento
decorativo de
los muros, en
una sucesión en
altura de tres
materiales:
Salón de los embajadores. Palacio de Comares
80. • Los zócalos de
alicatados
alcanzan
extraordinaria
importancia
como sistema de
revestimiento de
las partes bajas
de los muros,
expuestas al roce
humano.
• Las piezas que
componen la
decoración
geométrica son
de pequeño
tamaño y de
colores muy
variados (blanco,
azul, verde, negro
y dorado.
81. Todos los muros están
recubiertos de yeso,
bien mediante talla in
situ (cuando aún estaba
fresco), o más
habitualmente
mediante el vaciado
con moldes.
Es una decoración muy
delicada, menuda,
estilizada, compacta y
densa, que recubre
totalmente la
superficie con motivos
vegetales (ataurique),
epigráficos y
geométricos, en
especial la sebqa.
Estos elementos
decorativos se funden
en la decoración nazarí.
82. Con frecuencia se generan
complejos diseños
geométricos, basados
en la simetría y repetición
de un motivo, o bien en su
prolongación hasta cubrir
todo el espacio disponible.
Y siempre con el objetivo de
enmascarar la pobreza
material con que se
construyen los edificios.
La decoración invade toda la construcción,
generando una sensación de horror vacui: el
ataurique, los elementos geométricos de
estrellas, lacería (polígonos y círculos
entrelazados), sebka, la epigrafía (versos del
Corán que se repiten, frases elogiando el
palacio o al monarca) y hasta motivos
heráldicos se suceden y entremezclan.
84. Numerosos techos de la Alhambra
están realizados en madera, creando
impresionantes artesonados
policromados decorados con
motivos geométricos.
Cúpla de los Siete Cielos.Salón de los
embajadores. Palacio de Comares
Artesonado del Cuarto Dorado
85. La otra gran característica de
los palacios nazaríes es la
integración del agua y la
vegetación en todas sus
construcciones.
La naturaleza se integra
plenamente, siendo a veces
difícil deslindar donde
comienza la arquitectura y
donde termina el jardín.
El agua, con su triple función,
utilitaria, religiosa y estética,
se incorpora al monumento.
Puede estar en reposo y en
movimiento y a la función
estética visual (reflejo de la
arquitectura y disolución de
formas) se junta la auditiva
(sonido en surtidores, fuentes,
canalillos y acequias).
Patio de la Alberca o de los Arrayanes y Torre de Comares
86. • El agua es también una metáfora sobre
el mundo y la divinidad, sobre la
unicidad de Alá y la apariencia material:
• En apariencia cambia de forma y en
constante movimiento, pero en realidad
es siempre la misma y única: Alá.
• Son también los hilos de oro y plata del
Paraíso, como en el Patio de los Leones.
Patio de los Leones
Escalera del
agua.
Generalife
Pasamanos de la Escalera del
Agua. Generalife
87. Jardines del Generalife
• El agua y los jardines
juegan un papel
preponderante en los
palacios nazaríes, que
recuerdan a los oasis, y
son también una imagen
de la concepción
musulmana del paraíso.
• El propio Corán definirá el
Paraíso como unos
”jardines por los que corre
el agua por lo bajo”.
• Habitualmente, las
estancias se disponen en
torno a patios con fuentes
y jardines con vegetación,
en un espectáculo
multisensorial: visual,
auditivo, olfativo…
88. • El jardín musulmán
manifiesta el
anhelo del fiel por
el Paraíso.
• La vida del
musulmán está
ligada a la idea que
tiene del paraíso,
imaginado como
un jardín, un lugar
de delicias y
placeres donde
podrá alcanzar la
completa
satisfacción de sus
anhelos.
• En los palacios
nazaríes se recrea
esta imagen.
Jardines del Generalife
89. Jardines y Palacio del Partal
• El jardín se rodea de todo
aquello que proporciona
placer a los cinco sentidos:
Para la vista: el color, la
luz y la sombra.
Para el olfato: las plantas
aromáticas o el dulce
perfume de las flores.
Para el oído: el murmullo
del agua y el viento en la
vegetación.
Para el tacto: las distintas
texturas de los
materiales.
Para el gusto: el sabor de
los frutos, especias…
• Todos estos jardines están
envueltos en un clima de
sensualidad.
Jardines del Generalife
90. La Alhambra es un conjunto de construcciones que se fueron yuxtaponiendo a lo
largo del tiempo, sin seguir un plan previo.
No se trata de un solo palacio, sino de distintos palacios que fueron creándose en
épocas sucesivas.
Todos tenían algo en común: cada uno de ellos se articulaba a partir de un patio
central, alrededor del cual se organizan las estancias públicas y privadas.
Palacio de
Comares
Palacio de Los Leones
Palacio del
Mexuar
91. En la Alhambra se reconocen las típicas áreas diferenciadas por funciones del palacio
islámico:
EL PALACIO
El mexuar o recibidor:
parte pública y
administrativa.
Las dependencias
destinadas a recepciones,
oficiales, entre las que
destaca la sala del trono
(diwan).
El harén o zona íntima, donde
vive el señor con sus esposas.
92. El mexuar o recibidor, parte pública
y para asuntos administrativos, para
impartir justicia…
• Es una parte abierta a todos.
• En estas salas se realizaban las
principales tareas administrativas
del palacio y algunas audiencias a
ciudadanos.
• Se reunía la Sura o Consejo de
Ministros.
• También era el lugar o la antesala
donde el Sultán impartía justicia,
se anotaban sus edictos y
sentencias…
• Se corresponde básicamente con
el actual Palacio del Mexuar.
93. El diwan, que servía como sala de exhibición
del poder:
• Salón del trono donde el Sultán realizaba
las principales recepciones, así como
fiestas o actos oficiales.
• Enormemente decorado y cubierto por
una gran cúpula, símbolo del poder civil y
religioso del Sultán, donde aparecía en su
trono en un ambiente de lujo y riqueza
subrayado por el efecto de la luz.
• Se corresponde sobre todo con el actual
Palacio de Comares.
94. El harén o zona íntima, donde vive el
señor con sus esposas.
Paree corresponderse con el actual
Palacio de los Leones.
En cualquier caso, dada la
yuxtaposición de estancias y
palacios, no es fácil determinar el
uso exacto de cada estancia.
96. En los distintos palacios se encuentran algunas de las estancias más
representativas de la Alhambra. Palacio del Mexuar:
Fuente y patio de entrada al Cuarto dorado
Mexuar
Fuente y entrada al Cuarto dorado
Techo Cuarto dorado
97. En los distintos palacios se encuentran algunas de las estancias más
representativas de la Alhambra. Palacio de Comares:
Torre de Comares y Patio de la Alberca
o de los Arrayanes
Salón de los Embajadores
Sala de la Barca
98. En los distintos palacios se encuentran algunas de las estancias más
representativas de la Alhambra. Palacio de los Leones:
Patio de los Leones Mirador de Daraxa
Sala de la Dos Hermanas
Sala de los Abencerrajes