FELIZ DÍA DE LA MUJER A LAS MARAVILLOSAS MUJERES DE MI VIDA
El reto de construir sociedades que amen a las mujeres
1. EL RETO DE CONSTRUIR SOCIEDADES QUE AMEN A LAS MUJERES
Mi esposo viene a casa borracho, me pega a veces y habla lisuras. Por eso seguro mi hijita
se come las uñas, no?...pero que puedo hacer Srta. …él es así, si lo denuncio ¿de qué
vamos a vivir?
Resignación, sumisión, miedo a enfrentar una situación de daño solo por el que dirán, por
vergüenza o peor aún, como la señora que me dijo eso delante de su hija de 13 años, la
fuerza de la costumbre. Y es que la cifra asusta, de cada 10 mujeres en nuestro país 4 son
víctimas de maltrato. Es decir, casi la mitad de mujeres peruanas sufre agresión física,
psicológica, y hasta la muerte. Una estadística que parece no irá a menos sino a más, y es
posible que sea solo la punta de un iceberg que nos señala que es la historia sin fin, eso es
lo que preocupa.
Es una cadena, un espiral que solo parece nos interesa cuando se convierte en noticia
sensacionalista o el hecho-mayormente un crimen - nos estremece por la brutalidad o la
crueldad. O cuando como hoy se celebra un solo día de los 365 para decir NO A LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, cuando debe ser un mensaje diario, proveniente desde
todos los niveles y puesto en práctica por todos.
Parece que por momentos olvidamos que esta violencia que se desata en todas las
formas, desde las más sutiles hasta las más explicitas, son incluso aceptadas y hasta
aplaudidas como parte de la cultura nacional. El que nos digan frases subidas de tono en
la calle o te silben - según algunos hombres con testosterona al límite son un piropo- es
una forma de agresión a la libertad de cada una de las mujeres que sufren esta forma de
acoso. Pero sobre todo es una falta de respeto a la libertad y esencia de la persona en sí,
no solo como mujer. Otra forma es la incesante exhibición del cuerpo de la mujer como
espectáculo por los medios de comunicación, que lo único que logra es cosificar al ser
humano y verlo como objeto para satisfacer, no como un ser racional, digno de respeto y
amorque busca ser reconocida por sus logros, no solo por su apariencia.
Hay muchas teorías que tratan de explicar porque las mujeres somos la bolsa de arena
donde se descargan las pulsiones más oscuras y crueles. Algunos señalan al patriarcado
como el origen del problema- esto en cierta forma amparado por como la mujer ha sido
tratada en las diferentes culturas de antaño. Por ejemplo en la antigua ley hebrea, las
mujeres durante su ciclo menstrual – evento natural- no podían ser tocadas por qué
contaminaban con su “impureza” y eran mantenidas aisladas separadas del resto de
personas hasta que terminaran su ciclo. En tiempos modernos, una mujer que para su
mala suerte tenga una pareja más joven es vista como alguien no sabe controlar su
sexualidad, mientras que un varón en similar circunstancia es visto como ejemplo de
virilidad a imitar. O la queja habitual de las adolescentes: “no me dejan salir con mis
amigas pues tienen miedo que tenga enamorado o salga embarazada, pero a mi hermano
lo dejan salir cuando quiere y con quienes él quiera”. Después de todo, las mujeres
siempre pierden y los hombres siempre caen de pie decían las abuelas.
2. Mientras falten políticas sensatas, realistas dirigidas a la educación y trabajo sobre
equidad de género, pero que no sean discursos sino hechos que se repliquen en la casa,
en la escuela, en la comunidad, en la sociedad….mientras las mujeres sigamos asumiendo
que la resignación, el miedo, la sumisión o el qué dirán es más importante que buscar
nuestra felicidad, dar un paso adelante y asumir los riesgos que implican retar a la
sociedad desde el lugar en que nos encontremos a darnos el lugar y respeto que
merecemos, este día solo será una fecha más… Ojalá un día las mujeres de mi país
celebren todos los días del año que somos respetadas como seres humanos, amadas por
lo que somos no por lo que mostramos por fuera, que no seamos estadísticas o noticias de
crónica roja sino de nuestros éxitos y logros; pero sobre todo que podamos celebrar que
aprendimos con valentía a reclamar nuestro derecho a un mundo que ame a las mujeres y
no que las odie o victimice sin piedad. Ojalá un día-espero no muy lejano- solo existan
sociedades que amen a sus mujeres, y solo cuando esté la nuestra entre ellas, podré
recién sinceramente festejar.
Iliana Romero Giraldo
Pediatra INSN