Creación literaria transmitida por el programa de radio www.voznochedealma.com, Mundo de Poesía, Tiempo de poemas que conduce los días martes Ingrid Odgers, escritora chilena.
1. Martes 13 de enero de 2009
Evangelina Arroyo - San Nicolás - Argentina
Donde El Abismo
no es este el vacío que rompemos
cuando la siesta urge en compañía de fantasmas
no caben dudas: el universo juega ajedrez con cada uno de nosotros
mientras parimos tiempos de ternura en decadencia
ninguna muerte se escribe porque sí
donde el abismo
de modo que podemos frecuentar una salida
más allá de este vacío que otorgamos
a fin de suprimir o alentar goteras en el cuerpo
Elsa Tébere -Argentina
De Agonías Y Delirios
cactus en el desértico paisaje
de las penas envueltas de agonía.
tu boca de agua y estrella rompiendo
los espejos de un pasado .
recalcitrante arena en los pies descalzos
de esa sílaba que esperan los silencios.
ando por tu piel de náufrago olvidado,
como hiedra sin pared,
como aullido en el borde de la nada.
luna pegada al ombligo de nuestros cielos,
equidistante lunar en el blanco de tu arrojo.
1
2. perfecto encaje de las simetrías .
el tiempo queda estático
cuando se adhieren los sentidos,
cuando el tren arrasa las vías del delirio,
como una serpentina interminable.
(c)elsa tébere
Silvia Marcos - España
Silencio
I-
silencio,
maldito silencio,
aturde, invade,
abruma,
¿busco o me busca el silencio?
sin posibilidades en mi amargura.
silencio, maldito silencio,
quiero evadirme y no perdona,
no encuentro la salida en la penumbra.
silencio, maldito silencio,…
II –
inocencia, juventud arrebatada,
palabras y hechos inconfesables,
secretos escondidos llevados al silencio.
2
3. pequeña, gran silencio es para ti
la losa en tus entrañas, tras
maltratos vividos,
mata ya el silencio.
ahora te toca a ti, pequeña.
un silencio que no te corresponde.
rompe el silencio,…abandona el silencio,…
III –
apostado en tu esclava cama,
la presientes, la ves venir
y no puedes hacer nada,
silencio en tu habitación.
buscas esperanza y fe,
pero no hay palabras de consuelo,
sólo silencio, sólo la espera…
el temor que tenía
ya ha venido, tocando tu puerta,
tocando tu cuerpo en tu cama.
Margot Del Castillo - Mulchén - Chile
Besos
Me duele la boca
de tantos besos
despiertos sin espera,
3
4. sin acantilados que los rueden
a la desesperanza,
como ríos y luciernagas
corriendo en la piel,
aterrizándome sin paracaídas
en la tibia saciedad
de los orgasmos.
y allí viene la aurora,
para dormirnos
sin oscuridad
y nos vuelque en vacios
luminosos,
nos abra espejos en la piel
y nos cante una canción sin fin.
hasta que de nuevo
me duela la boca.
Cuento infantil.
Ivan Sanz -España
Misifu Y Jose El Mago
Érase una vez, un pelicano
llamado Misifu que vivía
en una jaula y estaba muy
triste por no estar con su
familia.
Tenía un amiguito ratón
llamado José que le
llevaba peces pequeñitos
para comer.
José era un ratón mago y
4
5. misifu no lo sabia, al
verlo triste José convirtió a Misifu
en un ratón para que tuviera un
amigo y se fueran de
aventuras. Al salir de la jaula lo
primero que vieron fue un
arco iris y le gustaron
sus colores, querían
cruzarlos, pero José
quiso llevarlo a su casa.
Vivía en un árbol lleno de
casitas pequeñitas donde
vivían mas ratones.
ese día dos ratones se
casaban y tiraron
fuegos artificiales.
Misifu se asustó porque
nunca lo había visto y
todos los ratones se
rieron de el.
Misifu se puso a llorar y le pidió a
su amigo José que
volviera a convertirlo en
pelícano otra vez.
al verlo llorar José le
convirtió con su magia en un
pelicano.
Pero ahora Misifu era
libre y ya no vivía en una
fea jaula.
Iván Sanz De España. Tengo 5 añitos.
Fernando Sabido Sánchez - Madrid, España
El Amor Nunca Es Infinito
Quiero que sepas
que te elegí esclarecida
entre el celaje de todos los caminos,
más allá de la sangre que no supo latir en libertad,
5
6. desgranada y limpia entre los pétalos incoloros de la luna..
No espero que acudas a mis brazos
para ahogar tu tiempo,
ven con las horas felices o dolientes
y escribiremos las pasiones sin palabras..
El amor nunca es infinito y a menudo es silencio,
sin embargo, sobreviviremos a la ficción
repudiando las fábulas.
Cristian Lagos Lagos – Curaccautín- Sur de Chile
Peso
1 peso de volcán herido
hueso donde empolla la gallina de los huevos azules
2 árbol muerto endureciendo el velamen de los nervios para no olvidarse de
mismo
3 llegaron las manos del hombre con un tropel de hormigas hambrientas
4 rasparon la carne hasta dejar el corazón desnudo
5 aplicaron la sierra y la velocidad de los motores y pulieron
6 vaciaron su pulpa como si estuvieran moldeando una vasija y de esta forma
encontraron
/las vértebras que lo sostenía
ahora están desnudas y solas mirando los cerros donde a aun arde el horizonte
7 los piñones hierven hasta abrir el testamento de su cáscara
8 las cachañas nos dicen ahora:
6
7. en los mostradores de las ferias los anillos del picoyo tienen un silencio de
metales oblicuos
9 un regocijo de muslos frotándose a la luz de sol
10 voy bajo la lluvia con los tuétanos colgando/ me persigue
un látigo de polvo/ me persigue
un horizonte consumiéndose en sí mismo
11 el mar
12 el mar
13 entrando en el costado del río como una puñalada transparente
sacudiendo las hojas los árboles/ madurando
junto al aullido de los troncos exiliados
14 mirabas la mar y sal te consumía los huesos con su fiebre
15 mirabas el mar y te ahogaba la voz un mudo estruendo de cañones
16 mirabas el mar y algo de ti caía a las suculentas fauces del pez-miedo:
17 horizonte consumiéndose
18 ojo de hacha
vigilado
quieto con su luz de cuervo rabioso amamantado tu garganta con su leche
estéril
19 cada vez que cierro los ojos
cruza en balsa a otros pastos donde la lluvia enciende todas las tarde el farol
de las piedras
20 el paso de los trenes enciende la bujía de los huesos
21 los durmientes inflaman los pezones y la sal
en los ojos se quema y oscila en la orilla donde estuvo alguna vez tu voz
22 aparecen las raíces que sostienen el árbol de mis venas
23 hoja delgada/ luminosa
paisaje sin cerraduras/ sediento se deshoja en el techo de tu voz
7
8. 24 frente a la puerta de tu casa ordeño las ubres del crepúsculo/ una jarra se
hunde en el mismo río donde bebes mi rostro/bajo un mismo cielo destrenzas
un surco/una semilla /un látigo azul/un candado/ un ciclo de antorchas
oxidadas/un cuenco de greda donde el aire entrega gritos trasparentes/un cielo
que cae entre las hojas raspando y moviendo las aspas que mueven el molino
de tus ojos
24 anoche estábamos bebiendo y cocinando carne en la parrilla del
oxigeno/había luna y las
nubes se abrían como una margarita en el corazón de enero/cuando de pronto
algo pasó quemando el hueco de mi voz y extravié mis dedos/ pensé en Beatriz
que era pan centeno/ catuto que es el pan de piedra/ pensé en los queltehues
pastando las orillas del lago lacar
25 /entierro los dedos tanteado con cuidado las raíces del michay/ entre lo
áspero de la corteza
corre la lisura de unas vetas que se aplastan hasta entregarnos un separador
de libro mudo y t transparente/ hojas delgadas que movía el viento en las
arenas del lago lacar
26 recogí carbón y lo encendí/se abrió un pozo donde las vertientes crecen con
las horas/el trigo ilumina las carretas y levanta la neblina de los cerros
27 hay algo más claro como un sueño surgido en las márgenes de un río?
28 los palillos del viento desatan las hilachas de los árboles
28 los gorriones taladran los huertos donde habita el germen de tus dedos
29 la noche cae tras las cortinas con un sonido de vasijas
30 qué hacías cuando mi voz era apenas un guijarro solo
cuando en mis sienes golpeaban los martillos de viento
cuando mi corazón era un aspa de madera?
31 los huesos blancos de olvido desaparecen ahora
ebrio de nieve saludo la cornisa de los pájaros
32 el crepúsculo ha cuajado en los más violeta de los cardos
apaleados cargos
desangrados cardos
8
9. ante el viento inclinan
la cabeza
ante el viento inclinan
la cabeza
33 los vuelos nupciales anudan los días que pasan lentamente atropellados
34 la totora recibe los círculos concéntricos del agua / y yo
los golpes trasparentes del viento
35 algo tiembla entre las coyunturas del frío
36 los botes subyacen ante el miedo de perder el horizonte
37 el vaivén del fuego mueve lentamente nuestros huesos en la noche
38 entran y salen cisnes por la única ventana que es la niebla
39 los troncos guardan cantos funerarios
40 las agujas del reloj cuecen estos horizontes poblados de pájaros indecibles
41 la sal del agua petrifica la nieve en tus costados
42 masticas charqui de caballo
43 el oxigeno del frío enciende los techos y el humo
44 ensancha el sonido metálico del pájaro que ladea la cabeza y busca
lombrices sobre un suelo incierto
45 crece entre las paredes un árbol el ave de las plumas enlutadas
46 el ave del pecho colorado
47 el ave de las goteras metálicas
48 el ave con sus huesos de flauta fabrica espasmos luminosos
49 fabrica tejuelas donde descaman sus aletas los pescados
50 fabrica hebras de aire movidas por las hojas del plenilunio
51 no sientes un llepo de culebras cuando llueve?
9
10. 52 creciéndome
Voy en tu sangre cuando hay sangre
53 silbándome
estoy cuando el viento silva por tus calles
54 hundo dedos en cenizas / unto con saliva tu frente
55 mastico en tu mesa piñones tostados y mastico charqui
froto mis huesos en tus huesos
como un trueno azul pasa un caballo por tu puerta
no ves tu propia sombra movida por el fuego?
56 sacudiéndose
esta el árbol de mis venas
sosteniendo
al pájaro veloz
no sientes el ruido de la primavera?
57 floreciéndose
está la flor de mi espíritu
en sus cuernos de agua
58 bebo mi
rostro en los ríos que pasan bajo un mismo cielo
59 se destrenza un surco
una semilla púrpura
un látigo azul
un candado
una
puerta transparente donde ordeño
10
11. las ubres del crepúsculo.
60 yo era un ciclo de antorchas oxidadas
un cuenco de greda donde el aire daba gritos trasparentes
un cielo que caía entre las hojas
raspando y moviendo el aspa de tus ojos
61 de un horizonte a otro cabalga el oxígeno
quemando el hueco de mi voz
extraviando el surco de mis dedos
en sangre voy
y estoy descalzo de palabras.
escaso
de pan centeno
de catuto que es pan de piedras
62 los queltehues pastan las orillas del lago lacar.
63 una página con raíces de michay desata un temporal de olvido
64 masticas los pétalos descarados de una flecha y/ surgen en las márgenes
de un río
un cuenco de piedra/ un huso en el eje de los sueños/
tu voz/ en el girón de los barrancos
mi corazón es un surco donde vienen los gorriones a picotear las migas de mi
ayer
65 sale
un humo degollado/ un húmero
la luz de un hacha/
deshuesada cuelga en las escaparates de este pueblo
11
12. 66 golpean una tabla y la veta de los ríos deja un olor a bosque entre los
párpados
67 el espantapájaros recibe los golpes del sol y se sacude con un ruido de
vertiente seca
68 iba ese verano de 1994 de árbol en árbol recogiendo la semilla del pewén
y ahora el viento enrollándose en tus nalgas / transparente enjambre de
culebras que
ahoga mi voz/ estoy en sangre y sangre voy / mudo de distancia y zarzas
ardiendo sobre tus colinas
Ricardo Espinaza – Concepción, Chile
Poemas Del Libro quot;Antologíasquot;
se fundió el personaje y su protagonaje
el actor ya no interpreta más
el otro-el mismo o el doble en el papel tal cual
en el poema y documental
sin reflejo por el suelo quebrado el espejo
sangrando el ombligo pus cerebral
vuelto en bolsa al mosquerío sin momificar
ni entumecidas ni estupefactas
restos vidriosos arrollando aluminio iluminado
ligeramente falsos restos vidriosos
falsamente tullidas reflexivas e inflectas
12
13. entumecidas i estupefactas
arrollando obviedades
como tripas de máscara a lengua y baba
como tiempos volteados a espacio y estaciones
he visto
que me atan con un hilo de sangre
podrida y podrido la voz a mi ombligo
un nudo en la garganta
que no soltó ni antes de amamantar el intestino
y he visto a un perro y a un hombre
y nos he visto por ahí
en las pantallas de un flippero teatro dante
o en el cine volta de dublín
sin que tu mano se posara en mi hombro
sin que el óbolo se posara en mi ojo
en la estación sobran escenas como estas
fotografías entre los espejos
más allá de los solsticios, más allá del equinoccio
una imagen que no se proyecta al infinito
miles de fotografías en los diarios del mundo
de rostros desconocidos en los papeles del mundo
de rostros que nadie ve a diario rodando con el mundo
de rostros que no son
nos
13
14. las opiniones vertidas en este programa son de exclusiva responsabilidad de
quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento del
desocupado autor… entretenido en arreglarse las uñas (joyce)
Der Blaue Reiter
y utopía fue al veterinario
roberto bolaño
ca-ballito blan-co
llévame de aquí
llévame a mi pueblo
don-de yo na-cí
ca-ballito blan-co
llévame de aquí
llévame a mi pueblo
don-de yo na-cí
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esotro potro estotro
otro empotro más
y en vano
para nosotros-otros
vosotros
sois otro del relevo
como un caballo en pena
como una imagen o símbolo en pena
14
15. como una metáfora penándote la espera
como una portada mirándote las venas
como un herrero equivocado se reitera
por dónde no anduvo la huella desta espuela
larga y ondulada como
una serpiente
como la prolongación de la tercera pierna
se arrastra larga y erecta entre los pasos
perdidos
de tu voz y tu alma
de tu palabra,
quizás
de tu palabra
viéronle pastar cardo y espina
riza del pienso le viste pastar a la madera
y buscabas tu nombre otra vez inscrito
otra vez la huella que comiste
y el naufragio
tragando
ocultamente tragando
canallo de soslayo
caballo
vasallo vasallo
batallo
15
16. papagayo gallo
estallo rayo y pararrayo
ensayo paraguayo
callo y no hallo
como porotos con mayo
cayo del bacayo
una acción un juego un dios
sin un
ni acción ni juego
ni siquiera
ni
Breve Reseña
Ricardo espinaza (concepción, 1981). Poeta y profesor de español. Realiza
estudios de doctorado en literaturas latinoamericanas en la Universidad de
Concepción.
Felipe Ugalde –Chile
Menta
a lo lejos se oye
la pequeña cascada
como una mano que relaja
de noche
santuario
16
17. te oímos
tantas veces
eres la necesidad
que pide la lírica
menta
húmeda
para calmar
y
rezar.
Arbusto
de cien ramas
de hojas que hablan
el sol gran astro
idolo de fuego
desde su trinchera
alumbra
sin descanso
para
saciar
su
sed.
17
18. Bang
sigue el doble haz de luz
la tierra se hunde
por las fronteras
del hemiciclo
te vieron los caballos
sanearon las manos
la hoja de ruta
camina despacio
el mañana
comienza
hoy.
Brisa
es la voz que habla
viene de la montaña
porque así esta escrito
el sonido es un arbusto
ayer en llamas
tus pies fueron polvo
hoy boca de lobo
aullido en la noche
ruido y sueño
palabra desapercibida
unico espanto.
18
19. Sed
madre de todas las verdades
comienzo del oscuro misterio
me caes de arriba
como gota dividida
suena los dedos
se acabo el hambre
el tema no es
“ser o no ser”
si no
ha-ser
lo que hay que ha-ser
haciéndolo
como ahora.
Breve Reseña
Felipe Ugalde. Valparaíso.1976
publica los siguientes libros:
Oceánica, poemas de ultramar, editorial la cáfila.2001
Torpederas $250 cementerio, colección sumergiendo.2005
Valparaíso cambio & fuera, colección sumergiendo.2005
Alta oración, ediciones suicidas.2008
Ha sido antologado en:
Antología poética universitaria regional, ediciones ucv.2001
19
20. Señales en la piedra, balmaceda 1215 región de valparaíso.2003
Versos bohemios, editorial puerto alegre.2007
PAOLO ASTORGA REQUENA -PERÚ
Afuera
afuera
sólo existe el estío.
hay muchos rincones invisibles donde soñar
hay mucha arena para llenar nuestros zapatos,
y sólo hay un lecho
un nombre que abandona nuestras bocas.
afuera
sólo silencio.
viejos amores en cuclillas caminan dejando sus semillas
y detrás de sus espaldas
derriban las estatuas
sin saber nunca
que son ellos mismos
los que hirieren sus ojos bajo la luz
de un horizonte incomprendido.
Óleo
ven, acércate a mi rostro y empújalo lentamente hacia la pista.
es de tarde
y caminar por estas calles es desaparecer
con la cornisa de mis ojos
y sin saber cómo estallar en el más desolado silencio.
La Voz De Las Dalias
donde escapan las aves
mi figura existe en un trozo de mañana
inmortal
sin sombra
y entre hormigas invisibles
recorriendo mi dorso desnudo.
20
21. la tristeza es mansa
entre los tardíos parques bostezantes
y las tablas de un puerto apartado de mi vientre
que me llama
susurrando una historia.
La Matanza (Desde Un Mundo Subterráneo)
Pero yo lo vi acurrucado entre cartones viejos
y hediondas prendas rojas.
él me miró siempre con su ojo izquierdo
y un camino derribado crujió silvestres cantos
de zampoña
que iban cayendo por debajo de las piernas y la piel
de una iguana enceguecida por el trigo.
dos hombres temblaban cerca al pozo
y una de sus mujeres miraba el cielo pálido
mientras la luna turbulenta y celeste pregunta por sus cuerpos.
ni una voz
ni el bramar de un murmullo,
derribados por el estupor de sus frentes sudorosas
tocaron sus dedos
y se ataron al olvido.
Poema Para Desesperar En Una Avenida
Inventar una voz que comience levemente sola
y devuelva a la garra de un águila
es hacer que mis párpados se cierren a la belleza de tus formas
y sólo lea mi diario
con una cruda mirada de resignación.
nadie me dijo
qué profundidad tenía el río
donde nos ahogábamos alegremente
sin dudar de nuestra inmortalidad.
garabatos entre tus piernas y almíbar en tus labios,
garabatos, tachadas palabras que se encuentran
y se vuelven a encontrar
en las muertes cotidianas
de mi propia muerte desempleada.
21
22. Breve reseña:
PAOLO MARIO ASTORGA REQUENA (Lima-Perú, 1987). Es estudiante de
literatura – lengua española de la Universidad Enrique Guzmán y Valle quot;La
cantutaquot;. Sus primeros poemas recogidos en libro aparecieron en una antología
llamada: reflejos del alma. Es director y editor de la revista digital de creación
literaria remolinos. ha publicado su primer libro de poesía anatomía de un vacío
(editorial electrónica lulú 2006). ha editado vía web la i antología digital de
poesía quot;la voz del mundoquot;, que reúne a más de 24 autores de diferentes partes
del planeta. en el 2006 fue finalista del II Premio Internacional De Poesía
quot;Desiderio Macías Silvaquot; y últimamente ganador segundo lugar del III Concurso
Internacional quot;Revista Hybridoquot; modalidad poesía. Su trabajo creativo, se
encuentra en revistas literarias tanto físicas como digitales.
Música
Marc Anthony
Celine Dion
Joan Manuel Serrat
Pavarotti
22