1. Nuevas tecnologías en la Enseñanza
Alumna: Isabel Ramón
Trabajo Practico Nª1: “Reflexión”
Teniendo en cuenta la entrevista a Paula Sibilia por Leonardo Tarifeño, he
encontrado interesante los conceptos trabajados por la autora al presentar a la
sociedad actual que sobreexpone su vida personal en internet o en reality shows
como un fenómeno que forma parte de una nueva sociedad llena de
posibilidades y con pánico al anonimato. Para Sibilia, esta sobreexposición es
inseparable de “la economía, la política, los deseos y la moral del capitalismo
posindustrial”, por lo que no se debería ver a la cultura digital como enemiga de
la cultura letrada, sino que sencillamente, se trata de el florecimiento del YO
contemporáneo, el tipo de subjetividad que exige el mundo actual, tan
necesaria y distinta como la constituida en el siglo XIX. Hoy ese YO, al que
llamó homo psychologicus, está presente en nosotros y se encuentra en
mutación y su subjetividad se transforma en otra a partir de las apariencias, de
lo que se ve, y no tanto de una esencia oculta y misteriosa a ser descifrada
constantemente.
Paula Sibilia coincide con quienes describen a la Red como el escenario
democrático por excelencia, el acceso a una discusión, la alta sociabilidad en la
que uno entra en contacto con todo el mundo, pero lo que le interesa ver es
qué tan democrática y sociable es, qué tipo de sociabilidad se produce, y qué
otras cosas pasan además de eso. También afirma que se trata de una
sociabilidad dirigida a afirmar el YO, dando como ejemplo los comentarios en
un blog, los cuales se tratan de diálogos hacia fuera, dirigido hacia otros,
logrando que los demás confirmen su existencia. Lo novedoso es que la
subjetividad contemporánea necesita desesperadamente la mirada del otro.
Uno de los ejemplos que la autora brinda de esta transición es el síndrome de
déficit de atención e hiperactividad que padecen muchos niños de hoy, dado
que los mismos tienen que desenvolverse en dos mundos que corresponden a
dos escenarios culturales cuyas subjetividades son muy diferentes. Por lo
tanto, ella asegura que vivimos en una época de transición, en la que estamos
dejando de ser lo que éramos y que muchos de nosotros estamos en el límite
entre esos dos mundos.
La autora cree que este mundo no es completamente negativo, sino que es
fruto de muchas carencias como la culpa, la represión y la moral burguesa del
siglo XIX, limitaciones de la cultura letrada y la condena de tener que ser igual
a uno mismo, sin posibilidades de cambios. Hoy una reivindicación comparable
sería la de inclusión digital, porque para ser “alguien” se necesita tener acceso
a una computadora y saber moverse en internet. Si eso no se produce, uno no
está en igualdad de condiciones con los demás.
2. El cambio de un mundo a otro, es ejemplificado por “el cuarto propio” de Woolf,
el cual era indispensable para abrir lo que había dentro de uno mismo, porque
en esa interioridad había un universo enorme, del siglo XIX y el otro mundo, el
actual el cuarto de Gran Hermano, de los reality shows, totalmente invadidos
por los medios, en el que para cada persona “ser alguien” no es tener ese
universo interno, sino el derecho a mostrarse, a que los otros te vean. Estos
dos ejemplos extremos corresponden a dos proyectos históricos diferentes.