Ensayo crítico sobre el uso del hipertexto en la escuela y la universidad
ENSAYO “CADA NIÑO ES ESPECIAL”
1. ENSAYO A PARTIR DE LA PELÍCULA:
“CADA NIÑO ES ESPECIAL”
ISABEL CRISTINA RESTREPO POSADA
CONVENIO UNITOLIMA-UNIMINUTO
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN LENGUA
CASTELLANA
EVALUACIÓN POR PROCESOS
BELLO
2010
2. ENSAYO A PARTIR DE LA PELÍCULA: CADA NIÑO ES ESPECIAL
“UNA MIRADA REFLEXIVA EN TORNO A LAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS
Y LA IMPLEMENTACIÓN DE MODELOS EDUCATIVOS INCLUSIVOS, PARA
LA FORMACIÓN DEL SER HUMANO”
“La educación no debería ser una preparación para la vida; debería ser vida”
Anthony de Mello
Al citar la máxima de Anthony de Mello, se
pretende evocar el contenido maravilloso de la
película Cada niño es especial y recordar el
carácter profundamente humano del arte de
educar y poner sobre la mesa de quienes
aspiran a ser verdaderos “maestros” el punto
clave de discusión, que se materializa y se
legitima en la educación, esa maquinaria social,
sistemática, planeada e intencionada, que a través de una antigua institución,
denominada “escuela” (en la que la familia, el Estado y la sociedad depositan
una indelegable y delicada tarea)pretende cumplir su misión esencial:la
formación integral del hombre, para que consciente de su dignidad sea feliz y
trascendente.
Desde esta perspectiva, la escuela debe pensarse y concebirse como un
espacio privilegiado de encuentro de todos los agentes educativos, sin
distinción de ningún tipo, en donde convergen los intereses, necesidades,
expectativas, problemas y situaciones de orden personal, familiar, económico,
político, académico y cultural; que esperan y requieren ser abordados de modo
integral y que están enmarcados dentro de una propia dialéctica social.
No puede concebirse entonces ningún sistema, modelo o institución educativa
que no tenga en cuenta la naturaleza humana y su multiplicidad. No basta con
programar una serie de conocimientos y saberes que pretendan desarrollar
ciertas competencias y destrezas, en un proceso organizado, jerarquizado e
íntimamente relacionado con una teoría que dé razón a la acción pedagógica
misma; si ello no concibe la unicidad y singularidad de cada ser, que es sujeto
y protagonista de su formación.
La concepción integradora de “escuela” presupone por lo tanto una concepción
particular de cada agente educativo, de forma especial del estudiante; ya que
esto permitirá mirar el proceso de formación y culturización desde una óptica
más singular, personalizada y personalizante en la que se superen viejas
concepciones que obstaculizan y limitan las prácticas pedagógicas,
perpetuando modelos inoperantes, descontextualizados y alejados de las
nuevas necesidades y requerimientos del contexto, que presuponen que todos
los niños y jóvenes son iguales, aprenden del mismo modo y deben llegar a las
mismas respuestas.
Los procesos de globalización, las nuevas tendencias, los avances científicos y
tecnológicos; y en general las condiciones cambiantes de un mundo en crisis,
3. exigen por lo tanto maestros altamente competentes, capaces de transformar y
recrear su papel a nivel escolar y social. Romper los paradigmas educativos
tradicionales, no por el hecho de ser pasados, sino por su ineficacia para
resolver y abordar los problemas de cada nueva generación y apropiarse en la
adopción de nuevos modelos que debidamente contextualizados respondan a
las necesidades de la época, no por su carácter “moderno” sino por la
imperativa necesidad de resignificar la escuela y “deconstruirla”.
A imagen del inolvidable maestro del guión, que con su inmenso amor, respeto
y compromiso social, el maestro actual debe considerarse un líder
transformacional, no un simple multiplicador o imitador de saberes y
conocimientos, que hoy en día se encuentran con total facilidad a través de las
amplias y veloces redes de información que ofrece el Internet. No debe ser un
sujeto aislado de los procesos sociales, que exige un estatus de poder y
reconocimiento, por el simple hecho de ostentar un título profesional. Factor
que ha incidido de forma inequívoca en la pérdida de credibilidad de la
“escuela” como institución social y en el detrimento del rol del educador.
Escuela y maestros están llamados a replantear su labor y dejar de ser
instrumentos que legitiman y perpetúan la exclusión social que padecen
determinados colectivos minorizados, poblaciones en condiciones de
vulnerabilidad o determinados niños o jóvenes que padecen ciertas
discapacidades que los hacen “diferentes y especiales”. No más docentes,
familias, ni centros de educación que al igual que los que se retrataron en la
película, incapaces de abordar el caso que más atención y empeño requería,
se convirtieron en verdugos implacables que marcaron a Ishaa, el niño
protagonista, como un ser incapaz, rebelde e irreverente.
El crecimiento del número de los miembros de estos colectivos, que va en
aumento, según la opinión de casi todos los expertos, ha planteado nuevos
desafíos y retos para la educación; referidos a la posibilidad de crear
escenarios para la inclusión social y la diversidad cultural desde la familia y la
escuela.
La película “Cada niño es especial” pone de manifiesto la necesidad urgente y
humana de replantear las prácticas educativas y pedagógicas, en las que el
niño “diferente” se convierte en una carga pesada para su familia y la
comunidad educativa a la que pertenece, que es preciso excluir o someter.
Proceso en el cual el niño pierde su autoestima, su capacidad para soñar y su
deseo de continuar adelante construyendo un proyecto de vida significativo y
adaptativo a sus condiciones personales.
Es por esto indispensable que toda labor educativa esté orientada bajo los
siguientes criterios que posibiliten un cambio de paradigma y consigo la
implementación de nuevas prácticas pedagógicas en las que la diferencia no
sea simplemente riqueza, una posibilidad de exploración y aprendizaje, sino el
reconocimiento a la dignidad y los derechos humanos:
4. Educar las actitudes y las convicciones de todos los miembros de la
comunidad educativa, para desvirtuar la legitimación de la exclusión
social.
Comprometer de forma explícita a directivos y administraciones para que
la labor de los centros educativos a favor de la inclusión pueda tener
éxito.
Contrarrestar las aproximaciones paternalistas o lastimeras en torno a la
educación para la inclusión, que ocultan los objetivos fundamentales con
un simulacro de relaciones descontextualizadas y procedimientos vacíos
carentes de referentes y de sentido.
Reconsiderar y elaborar el concepto de inclusión, desde el proyecto
educativo institucional y el diseño curricular, que posibilite las
adaptaciones y recursos necesarios para desarrollar el máximo potencial
en todos los niños, respetando sus estilos de aprendizaje y potenciando
sus capacidades.
Los objetivos fundamentales de una educación parala inclusión y emancipación
deberán entoncesestar centrados en los procesos de enseñanza del respeto
por la diferencia, de las habilidades personales y sociales necesarias para
alcanzar esta integración, en la gestión de currículos pertinentes y flexibles, y
en la construcción de relaciones humanas solidarias que desde los manuales
de convivencia garanticen la modificación de actitudes y actuaciones
excluyentes y selectivas. Fue así como el gran maestro de vida de la película,
logró convocar a toda la comunidad y sus colegas en torno a una práctica
liberadora, participativa e incluyente en la que sin distinciones de edad, credo,
procedencia o aptitud todos tuvieron cabida y valoración.
No puede concebirse un currículo pertinente, ni un modelo pedagógico
incluyente, sin la debida formación y
voluntad docente, sin el compromiso de
todos los agentes educativos y un deseo
inagotable de transformar la realidad
social que más que utopía, sea una
vivencia muy humana al interior de las
instituciones y fuera de ellas; más allá
de los límites físicos y mentales en los
que por muchos años hemos
circunscrito ese hermosa actividad denominada “educación”. Para que como lo
definiera Magendzo “la escuela sea la totalidad del ser y quehacer del
estudiante y del docente, dentro y fuera de las aulas de clase” en la que sin
diferencias de ningún tipo todos sean bienvenidos y respetados.
Finalmente,Cada niño es especial es el regalo maravilloso que el maestro
encuentra para hacer vida su tarea formadora,que a semejanza de Jesús,
redime y salva a quienes más lo necesitan, porque la verdadera misión
consiste en promover, apoyar y estimular a quienes más precisan de nuestra
presencia e intervención; ya que educar es el arte de amar sin medida y
trabajar con la confianza de un mejor mañana y un mundo más justo para
todos.