1. Anton Semionovich <br />Makárenko<br />Génesis de un Creador Genuino<br />Lorz, I. Colmenares, E. Avendaño, C y Angulo, N.Universidad de Los Andes – Escuela de Educación. Mérida.<br />RESUMEN<br />El presente trabajo tiene como finalidad conocer la vida y obra de Anton Semionovich Makárenko, como uno de los baluartes más notables del desarrollo histórico de la pedagogía, tanto por la eficacia de sus métodos, sopesar de las circunstancias históricas del momento; como por sus aportes a la pedagogía. Para lograr el propósito del presente estudio, se realizó un arqueo bibliográfico documental y la metodología empleada fue de tipo descriptivo. Es menester acotar el hincapié efectuado en el proceso investigativo sobre las condiciones del contexto vivido por el autor, para vincular dicho contexto con los participantes de la clase de Pedagogía General Sec. 04 del Semestre A-2009 de la Universidad de Los Andes, Facultad de Humanidades, Escuela de Educación a través de un entorno virtual tal como la presentación de la película “La Madre” de Máximo Gorki (versión rusa, 1926).<br />ABSTRACT<br />Genesis<br />The present essay has the purpose of getting to know the life and work of Anton Semionovich Makárenko, one of the most notable bastions of the historical development of pedagogy, due to the efficiency of his methods, in spite of the historical circumstances of the moment; as well as for his contributions to pedagogy. In order to achieve the intention of the present essay, we needed to do a bibliographical documentary arching and the methodology applied was of descriptive type. It is necessary to mention the effort carried out in the investigative process about the context conditions lived by the author, in order to link the mentioned context with the participants of the class of General Pedagogy, 4th section of A-2009 term of the University of Los Andes, Faculty of Humanities, School of Education through a virtual environment such as the presentation of the movie quot;
La Madrequot;
by Máximo Gorki (Russian version, 1926).<br />N<br /> 1. Reseña Biográfica<br />ació el 1 de marzo de 1888, en la ciudad de Bielopolie, de la provincia de Járkov, en aquellos años capital de Ucrania. Su padre, Semión Grigórievich, era pintor. Fue el segundo hijo de la familia y resultó ser un niño muy débil y enfermizo, aunque se fue desarrollando normalmente. A los cinco años ya había aprendido leer y era un ávido lector. Desde pequeño mostró una capacidad de observación poco común, y a eso se unía el deseo de llegar hasta las causas originarias de cada fenómeno.<br />La madre de Makárenko, a diferencia de su esposo, un tanto reservado y poco comunicativo, era una mujer optimista y alegre. Magnífica narradora, con un gran sentido del humor, mantenía en la familia la atmósfera de optimismo vital, que Makárenko llama con tanto acierto en sus libros «tono mayor».<br />En 1895, a los siete años ingresó en la escuela. En 1900 se mudaron a Kriúkov, una población de 10.000 habitantes que era un suburbio de la importante ciudad industrial de Kremenchug, situada a orillas del río Dniéper. En Kriúkov existían unos grandes talleres ferroviarios, a los que fue trasladado su padre, donde le hicieron oficial pintor y, al poco tiempo, contramaestre de un taller de pintura. Fue también en esta ciudad donde más tarde conoció a su futura esposa, Tatiana Mijáilovna Dergachova, hija de un soldado zarista.<br />Makárenko se matriculó en la escuela urbana de Kremenchug después de haber dejado, con la mudanza, su antigua escuela rural por esta nueva, donde se estudiaba durante unos seis años. El programa docente de la escuela era bastante completo, pero los alumnos no podían matricularse en los grados superiores. Makárenko siguió estudiando con brillantez. Su erudición y conocimientos de los clásicos rusos y extranjeros eran asombrosos para un chico de su edad. Tenía profundos conocimientos de filosofía, astronomía y ciencias naturales.<br />En 1904, con dieciséis años, terminó el instituto con sobresaliente en todas las asignaturas e ingresó en unos cursos pedagógicos de un año de duración, en los que preparaban maestros para las clases de párvulos. En la primavera de 1905, Makárenko terminó el cursillo, y en otoño de ese mismo año empezó a trabajar como maestro en la escuela ferroviaria primaria, enclavada en el mismo recinto que los talleres ferroviarios, donde trabajaba su padre.<br />Era un extraordinario profesor. Tenía muchos conocimientos y sabía transmitirlos con maestría; enseñaba a pensar y a razonar y; sin embargo, no se hizo un buen educador rápidamente. No comenzó a interesarse por la pedagogía hasta que, haciendo el balance de uno de los trimestres, decidió hacer un experimento. Calculó la puntuación media de cada uno de sus alumnos y, en correspondencia con la puntuación obtenida, distribuyó los puestos del primero al último. Colgó la hoja de notas y, cuando el chico que ocupaba la última posición (un buen estudiante que, como supo después, había enfermado de tuberculosis, haciendo que ésto influyera en sus notas) se vio en el tablón y entró en un profundo estado de amargura.<br />Este hecho conmocionó a Makárenko. El joven maestro comprendió que para educar no sólo le hacía falta tener grandes conocimientos, sino también comprender las peculiaridades de cada estudiante, tener en cuenta sus rasgos personales.<br />Durante esta etapa de sus primeros pasos en la pedagogía, influyeron mucho los extraordinarios acontecimientos políticos de aquellos años: la revolución de 1905 tuvo una gran repercusión en todos los rincones de Rusia, haciendo despertar conciencias y llamando a la lucha contra la autocracia zarista.<br />En Kriúkov, Makárenko y otros profesores de la escuela estaban suscritos al periódico bolchevique Nóvaya Zhyzñ («Nueva Vida»). Paulatinamente, se fue formando un círculo de intelectuales locales que se reunían para discutir sobre diversos temas científicos, filosóficos y políticos, y cantaban himnos revolucionarios.<br />En 1911, Makárenko fue destinado a un nuevo lugar como inspector de la escuela ferroviaria, en la estación de Dolinskaia. Por aquellos tiempos, en el léxico pedagógico, «inspeccionar» significaba tanto como dirigir, y Makárenko afrontó de un modo creativo su nueva responsabilidad. En sus clases combinaba lo cognoscitivo con lo emocional, sabía ocupar el tiempo libre de sus alumnos educándolos con actividades que no les exigían un gran esfuerzo intelectual: hacía funciones teatrales y organizaba juegos diversos. Las medidas de Makárenko asombraban ya entonces por su envergadura.<br />Por ejemplo, para el centenario de la expulsión del ejército napoleónico de la tierra rusa, preparó un espectáculo teatral, que no sólo entretuvo a la chiquillería del poblado, sino también a los adultos.<br />En Dolínskaya, como antes en Kriúkov, Makárenko encabezó un círculo revolucionario y educativo, al que también pertenecían unos cuantos obreros ferroviarios, que se reunían los domingos en un bosque próximo a la estación. En estas reuniones, Makárenko criticaba con fuerza la autocracia, hablaba de la necesidad de realizar transformaciones revolucionarias, de la libertad y la democracia.<br />En 1914 se abrió en Poltava el Instituto Pedagógico, que preparaba maestros para las escuelas de enseñanza secundaria. Makárenko, quien nunca había abandonado la pasión por el estudio, envió inmediatamente a Poltava su solicitud y, aprobando brillantemente los exámenes de ingreso, se matriculó como estudiante.<br />Ingresaba en el instituto siendo ya un hombre maduro, tenía ya 26 años, y empezó en el acto a estudiar profunda y sistemáticamente la pedagogía y la literatura histórica y filosófica. En 1917 Makárenko terminó el primer curso con medalla de oro y pudo ocupar cargos de dirección en las escuelas de segunda enseñanza.<br />Una nueva etapa en la vida de Makárenko, como en la de millones de personas, comenzó con la Revolución de octubre. Ante los ojos de la humanidad se realizó lo que miles de asalariados e intelectuales rusos habían soñado. A la par que la sociedad, hombres y mujeres rusos comenzaron a transformar también su propia psicología, limpiaron su conciencia de las ansias de riqueza personal. La confianza y la ayuda recíprocas se convirtieron en garantía de los futuros logros comunes.<br />A comienzos de 1918, Makárenko regresó a la misma escuela en la que había comenzado su labor pedagógica. La escuela ferroviaria de Kriúkov había sido transformada en escuela de enseñanza secundaria, nombrándosele director de ella. Pero el ejército blanco había desatado la guerra civil contra los soviets, lo que le perjudicó al estar su pueblo plagado de elementos contrarrevolucionarios y ocupantes alemanes. Sólo en las postrimerías de 1919, el Ejército Rojo liberó definitivamente Kremenchug y Kriúkov, y a comienzos de 1920 el poder soviético pudo establecerse en toda Ucrania.<br />En agosto de 1919, Makárenko se trasladó a Poltava, donde se hizo cargo de la dirección de la escuela primaria. Al año siguiente, a causa de la falta de locales, se alojó en la escuela que dirigía Makárenko la sección provincial de economía nacional. La mitad del día trabajaban en la escuela los funcionarios de este departamento y, durante la tarde, acudían los niños, lo cual complicaba enormemente el estudio, por no hablar de los experimentos pedagógicos.<br />En el año 1920 fue designado para organizar una colonia para adolescentes delincuentes. Se creó la célebre colonia Máximo Gorki, descrita en el “Poema Pedagógico” (1933- 1936) y por la película de EKK “El Camino de la Vida” (1931), a pesar de los incidentes y los desacuerdos. Los internos vigilaron carreteras y realizaron tareas de policía en el sector, luego se dedicaron a la reconstrucción de la casa y por último a la implantación de una verdadera colectividad agrícola. En 1926, para estimular radicalmente el espíritu “de los de Gorki”, Makarenko decidió una transferencia total de la colectividad al monasterio de Kuriaje, donde una colonia de 280 niños tenía aterrorizada a la población y a los educadores. El sistema de Makárenko se basaba en dos opciones: el afrontamiento educativo mediante el trabajo colectivo y una militarización pedagógica de éste trabajo (los internos llevaban uniforme y estaban distribuidos en destacamentos, con “comandantes”). Constituía una reproducción en pequeño de la sociedad bolchevique de los años 20: asambleas generales, rotación de los mandos para que no se formara una “aristocracia”, y un consejo de comandantes; la experiencia inspiró directamente a C. Freinet, a la pedagogía institucional y a F. Deligny. De 1927 a 1935 Makárenko se ocupó de una nueva colonia para niños abandonados: la comuna Dzerzhinski, cerca de Jarkov (Banderas en las Torres, 1938). A pesar de la oposición de los responsables de la pedagogía, Makárenko reanudó sus métodos de organización, centrando esta vez el trabajo en la producción industrial.<br />2. Obra de Makárenko<br />Makárenko creó su propio sistema pedagógico innovador, que le pone a la altura de los mejores pedagogos del mundo. Su gran talento de escritor le permitió exponer en forma literaria su teoría pedagógica, haciéndola patrimonio de la opinión mundial. Makárenko escribió novelas, obras de teatro y guiones cinematográficos, que componen hoy los siete tomos de sus obras completas. Son muy famosas sus novelas Poema Pedagógico, Banderas sobre las torres y Libro para los padres. Las obras literarias de Makárenko ofrecen al lector interesantes cuadros de la vida soviética de los años del 20 y del 30 y, al mismo tiempo, le enseñan a pensar pedagógicamente y amplían sus horizontes y cultura pedagógicos.<br />Aspectos más importantes<br />Dentro de los aspectos más relevantes de la obra de este autor, es su aporte a la pedagogía, una construcción hecha mediante la sistematización de un proyecto que tuvo sus inicios desde el año 1920 con la fundación de la célebre colonia Gorki. Los métodos pedagógicos son muy cuestionados durante toda la obra por el autor y a su vez otros pedagogos critican las prácticas utilizadas por Makárenko en la colonia Máximo Gorki. Lo que podemos apreciar en la obra es que el autor a través de una disciplina militar basada en el orden y el respeto mutuo, el trabajo en el campo, en la carpintería, etc., consiguió que sus colonos estuvieran organizados, limpios y en muchas ocasiones felices, algo que posiblemente no habían conseguido hasta ese momento. El “Poema Pedagógico” es una obra de estilo novelístico con la característica de que está basada en hechos reales y no de ficción como pueden presentar algunas novelas. En ésta se nos presentan los diferentes métodos pedagógicos y no pedagógicos utilizados por Antón Makárenko. El autor nos cuenta paso a paso minuciosamente, la gran cantidad de problemas que deben solucionar los pedagogos de la colonia y en especial él mismo ya que es el director, dificultades estas como: embarazos, robos, suicidios, peleas y un sinfín más de sucesos.<br />La influencia que tiene Antón Makárenko sobre otros autores es importante en Rusia al final de su período en la colonia Máximo Gorki, era considerado como un héroe, una persona muy respetable y llena de inteligencia. Aunque sus métodos fueran puestos en duda y criticados. Podemos observar en multitud de libros como es una de las grandes figuras de todos los tiempos en la pedagogía, ya que siempre aparece mencionado al lado de: Freinet, Paulo Freire, Ivan Illich, etc.<br />Makárenko es considerado en la actualidad como el máximo pedagogo de la Rusia Soviética, demostrando casi constantemente una desconfianza aún mayor que la de Freinet por lo que él llamaba “Olimpo Pedagógico”. Vio en la Revolución de Octubre una apertura de “inmensas perspectivas” incluso en el plano educativo, y puso alegremente manos a la obra para transformar la escuela en sentido socialista, es decir, imponiéndole el carácter colectivista y productivo de la nueva sociedad.<br />El pensamiento pedagógico de Makárenko no sólo tuvo en Rusia el reconocimiento que merecía, sino que se convirtió casi en el credo oficial de la escuela soviética, pero sólo en los últimos años de la vida del autor y después de su muerte. Cumplida la obra gigantesca de proporcionar una educación de base casi universal a un pueblo que en el momento de la revolución tenía 80% de analfabetos, la unión soviética se enfrentó con el problema de organizar una sólida estructura educativa totalmente estatal, habiéndose revelado falaz o por lo menos inoportuno el mito de la “extinción” del Estado. <br />La enseñanza revistió un carácter “politécnico”, es decir, con el propósito no de conferir no directamente títulos profesionales sino de familiarizar a los alumnos con las bases científicas y con los aspectos técnicos-prácticos de las principales actividades productivas, tanto agrícolas como industriales. Estos magnos esfuerzos no tenían otro fin que hacer de la URSS un país industrial moderno.<br />La idea pedagógica de Makárenko, con su insistencia en el “exigir mucho” en la disciplina, en el servicio al “colectivo”(Teoría de la Colectividad), estuvieran destinadas a predominar no sólo en la escuela sino también en la organización juvenil del partido comunista (KOMSOMOL) y en otras asociaciones de juventudes (Pioneros).<br />Una Colonia de Delincuentes<br />En 1920, Anton Makárenko recibió una propuesta por parte del Departamento de Instrucción Pública, para encargarse de una colonia de jóvenes delincuentes, menores de edad, que no dudo en aceptar. En sus primeros tiempos fue difícil ya que los muchachos de 16 a 17 años, aunque no ofendían a los pedagogos no les importaba absolutamente nada. Esta ardua tarea se transformo para Makárenko, entonces, en un reto, pues él estaba dispuesto a probar todos y cada uno de los métodos pedagógicos conocidos en pro de educar.<br />Las condiciones socioeconómicas, políticas, culturales del momento histórico, eran realmente significativas para semejante tarea: ¿De dónde venían estos jóvenes?, ¿Cuáles podrían ser sus necesidades apremiantes?, si la realidad misma los había llevado a esa situación.<br />Eran jóvenes y niños que en su mayoría habían perdido su núcleo familiar, por causa de las múltiples situaciones bélicas de ese entonces (Primera Guerra Mundial, Guerra entre Japón y Rusia, por la provincia de Manchuria en China y la Guerra Civil Rusa); el hambre estaba sobre el tapete, y en muchas ocasiones gobernaba sus acciones, era la negación a un destino a un destino que ellos no habían elegido, solo que las circunstancias de la época habían cultivado actitudes necesarias para la sobrevivencia. <br />Este fue el escenario al que se enfrento Makárenko, una realidad de jóvenes delincuentes para intentar transformarlos en hombres cultos, educados, trabajadores, con un alto grado del sentido del deber y de consciencia social. ¡Vaya reto!.<br />En conociendo de dicho contexto, fue injusto hablar de “absurdo pedagógico” en su metodología, cuestionado por algunos pedagogos, puesto que Makárenko, para obtener respuestas contundentes de esos jóvenes delincuentes bajo su responsabilidad recurrió a medios severos como fue el dominio del más fuerte, no como un acto de humillación, sino como una herramienta estratégica para lograr la disciplina, la moral, el sentido de pertenencia de las cosas y la importancia del trabajo colectivo en aras de formar un hombre nuevo, comprometido con él mismo, para el beneficio del colectivo. Aquel comienzo con seis (6) jóvenes en la Colonia de Gorki, se extendería por toda la URSS, como un método de excelencia para la transformación de hombres considerados flagelos de la sociedad. Este método tuvo tanto impacto positivo que fue llevado hasta la educación en las Instituciones normales educativas y mucho más allá, pues fortaleció a la nueva forma de Estado, a la economía, a la sociedad misma, en ese proceso de movimientos sociales en la búsqueda de igualdad, del bien común de la masa proletaria y campesina.<br />Makárenko con su praxis social educativa construyo y dejo un legado a la historia de la humanidad, de un método innovador como fue y es la Teoría de la Colectividad, a través de la Educación para el trabajo, la educación familiar y la autogestión. Que hoy por hoy está más vigente que nunca.<br />Propuesta Pedagógica<br />A lo largo de la historia, gran cantidad de pedagogos han planteado diferentes propuestas educativas con el fin de elevar al máximo el nivel del proceso de aprendizaje. En este sentido, uno de los sistemas que ha causado mayor controversia en las esferas académicas ha sido la propuesta de Antón Makárenko. La misma se caracteriza por elementos ciertamente puntuales, los cuales son: prestar más atención a la organización de la escuela como colectividad. Aunado a esto, el académico considera que la autodisciplina y la auto organización se deben sustituir por una disciplina consciente Es de esta forma de cómo se debe estimular a los niños y niñas para vencer dificultades, constituyendo así una disciplina de lucha y avance, cuyo objeto esta expresado en el logro de las cualidades de carácter que definen a la personalidad comunista. El sistema planteado por el pensador ucraniano exige además una educación de voluntad, en la cual exista una capacidad absolutamente necesaria para el progreso de la comuna y la sociedad. <br />Antón Makárenko indicaba que la educación colectiva no puede realizarse sólo a través de la colectividad primaria, entendiéndose por ésta los distintos miembros que comparten las mismas ideas y tareas, como la amistad dentro de una vida cotidiana común, ya que en la agrupación donde los niños se estén viendo mutuamente durante todo el día aparece la familiaridad y surge una género de educación que no puede calificarse a plenitud de educación comunista.<br /> Asimismo, este pedagogo consideraba que obtenía mejores resultados en términos de efectos educativos trabajar con niños de diferentes edades a trabajar con niños de edades similares. Al mismo tiempo sostenía que no puede ser un buen educador el que no domine la mímica; el que no sepa darle a su rostro la expresión necesaria o contenerse, es decir, que el educador debe comportarse de manera que cada movimiento suyo eduque. El mismo siempre debe saber lo que quiere y lo que no en un momento determinado. Por otra parte, Makárenko señalaba que ningún educador tiene derecho actuar de manera independiente respecto a un plan correctamente organizado, coordinado y articulado. El autor también consideraba de gran importancia la simple apariencia personal del pedagogo con el fin de que a los muchachos les atrajera dentro la colectividad la estética y la belleza. <br />Anton Makárenko explicaba que era completamente necesario inculcar en los niños el hábito de sentir lo que ocurre a su alrededor, de definir su actitud hacia alguna nueva persona; hacia un desconocido y establecer rápidamente la línea de conducta que más convenga a los intereses de la colectividad. De igual manera, expresaba que debe educarse al mismo tiempo el orgullo y el cariño hacia su institución, la aspiración a que ésta alcance el mejor éxito. <br />Por otro lado, el pedagogo ucraniano manifestaba que ni un solo educando, por pequeño y débil o nuevo que sea en la colectividad, debe sentirse abandonado o falto de protección debido a que la discriminación para Makárenko debía descartarse. También argumentaba que durante toda la parte activa del día, el educando debe estar razonablemente ocupado con el trabajo o con el estudio o el juego o la lectura o con alguna conversación útil, nunca debe estar hablando tonterías, matando el tiempo ya que solo con una actividad organizada se le formará ese espíritu diligente razonable y útil. Del mismo modo, hablaba que la dirección de la colectividad infantil debe desarrollarse de manera incesante en los educandos y obtener la destreza para ser moderados en su comportamiento al hablar y elevar la voz, es decir, inculcar el hábito de dominarse, tener reglas de conducta en la institución. Por consiguiente, Makárenko decía que tanto los pedagogos como los educandos y otros trabajadores de la institución infantil es preciso que se exija un absoluto orden y limpieza en la indumentaria. <br />Además de lo anteriormente señalado, podemos encontrar en la propuesta de Antón Makárenko planteamientos como: <br />El estado tiene la obligación de dirigir la vida de las personas.<br />La educación no está al servicio de la individualidad, sino pensada para la colectividad, es decir para el servicio del bien común.<br />La escuela es definida como una colectividad con una meta en común, la cual era producida por una moralidad comunista cuyo objetivo conduce al desarrollo de la disciplina.<br />Organización y disciplina militar, ya que exigía la agrupación por desacatamiento, la vestimenta a través de uniforme, número igual de niñas y niños.<br />La individualidad del niño. El niño debería ser absorbido en la colectividad de la escuela. <br />El castigo era ejerciendo presión grupal y haciendo a los niños participar en las tareas conductistas, lo que dio paso al fomento del desarrollo moral. <br />CONCLUSIONES<br />Anton Semionovich Makárenko, formo en su Colonia de Gorki, Kuriazh y Dzerzhinski a magníficos jóvenes, inteligentes, de alta moral y demandas y gustos estéticos elevados. Sumido a esa obra, creó su sistema pedagógico innovador, el cual le coloca a la altura de los mejores pedagogos del mundo. El enorme talento como escritor le permitió expresar de manera literaria su teoría pedagógica, haciéndola patrimonio de la opinión mundial.<br />Makárenko invirtió diez años (1925-1935) en escribir el “Poema Pedagógico”, de la cual él decía: “La suerte de este libro es maravillosa: la vida continua escribiéndola. Los personajes del poema Pedagógico siguen viviendo fuera de sus páginas y son pedagogos, médicos, diseñadores de aviones, ingenieros, pilotos…” Los libros de que se han publicado en la URSS acerca de la vida de los educandos de Makárenko podrían llenar todas las estanterías del mundo.<br />Es menester acotar, todo docente que se consideres comprometido con su labor, debe leer, aprehender y tener en su haber la mejor y más profunda y única propuesta educativa de Makárenko, Poemas Pedagógicos.<br />BIBLIOGRAFÍA <br />Abbagnano, N. (1974). Historia de la Pedagogía. Editorial Labor S.A. Tomo II/ pag.680-683 1. 3ª edic. España: Madrid<br />Gran enciclopedia LAROUSSE. (1986) . “Anton Semionovich Makárenko. Editorial Planeta. Tomo 14/pág. 6837. Madrid 1986.<br />Makárenko, A. (1982). Problemas de la Educación Escolar. Editorial El Progreso. URSS: Rusia.<br />Makárenko, A. (1996). Poema pedagógico. Ediciones Akal. URSS: Rusia<br />