El documento aboga por los derechos reproductivos de las mujeres en Europa, argumentando que en algunos países como Irlanda, Polonia y Malta no existe el derecho al aborto y en otros hay restricciones severas. Llama a la Izquierda Europea a comprometerse a lograr el derecho al aborto en todos los países europeos y que este derecho sea incluido en la Carta Europea de Derechos Humanos, uniéndose en solidaridad para luchar por estos derechos en toda Europa.