Este documento refuta el mito popular de que los humanos solo usan el 10% de su cerebro. Explica que el origen del mito proviene de una cita malinterpretada de William James, y que a través del tiempo fue transformada en una afirmación falsa. Además, señala que atribuir esta idea a Einstein le dio autoridad, aunque no es cierto. Finalmente cuestiona la lógica de que los científicos estudiarían solo el 10% del cerebro si realmente no se usara el otro 90%.