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5.cómo puedes mejorar la preparación de los exámenes
1. ¿Cómo puedes mejorar la preparación de los exámenes?
Asegúrate:
Trabajar diariamente para asegurarte de que entiendes la materia. Preguntar en
clase cuando sea necesario.
Estudiar cada tema: subrayar, hacer esquemas, resúmenes…siguiendo el método
adecuado (el que cada uno eligió)
Cuando un tema queda bien aprendido, no se olvida fácilmente. En el estudio de
los siguientes temas tendréis que apoyaos en los anteriores, por lo que os sirve
de repaso y consolidación.
Cuando se aproxime el examen, tenemos que repasar para afianzarlos más en la
memoria.
Cuando se ha trabajado y se sabe el examen, no debemos preocuparnos.
¿Cómo puedes mejorar la realización del examen?
Perdiendo los nervios ante el examen: "los nervios no sirven para nada sirven y
para todo estorban"
Procura relajarte. Parctica las técnicas de relajación.
No te comas los libros ante del examen inmediatamente antes del examen
No hables con los compañeros antes de realizarlo, te parecerá que no recuerdas
nada y aumentará tu nerviosismo.
No intentes comprobar si recuerdas todos los temas, antes del examen tu mente
está en tensión, ya no puedes reforzar tu memoria, así que concéntrate en lo que
vas a hacer.
Estando en plena forma física y mentalmente: Debes dormir bien y descansar lo
suficiente antes del examen
No dejes todo para el último momento, si lo haces le das tiempo a la memoria
para asentar la información que recibe, la memoria necesita reposo y el recuerdo
será más fácil si existe orden.
¿Cómo comprender bien las preguntas del examen?
Dejando los nervios en el pasillo.
2. Tomándote tu tiempo para leer bien las preguntas. Léelas todas. A veces, puede
haber más de una que haga referencia al mismo tema, y tendrás que decidir el
enfoque y el contenido para cada una.
Si cuando las has visto todas, alguna no es muy clara, pregunta al profesor y te
las aclarará.
Antes de contestar cada pregunta en particular, léela varias veces, hasta que te
asegures de su comprensión. Busca la palabra clave que te indica qué hacer:
explica, demuestra, define, calcula, encuentra… . Practica la lectura comprensiva
Después de contestar, lee nuevamente la pregunta y la respuesta y valora si ésta
responde efectivamente a la primera.
¿Cómo organizar el tiempo que dispones durante el examen?
Es necesario conocer el valor de cada cuestión, pues no se le va a dedicar el
mismo tiempo a un tema valorando con tres puntos, que si sólo merece uno.
Se hace una distribución rápida del tiempo. Debemos dejar tiempo para el repaso.
Se debe comenzar por las cuestiones que mayor valoración tengan, y por las que
mejor se saben. La mejor forma de contestar es haciendo, al principio, un
esquema que nos guíe durante el examen.
Cuando no hay tiempo para responder alguna cuestión se deben expresar las
ideas básicas, aun que sea de manera superficial. Así demostrarás que
efectivamente sabías lo que debías poner.
Procura ser claro y breve; hacer bien un examen no consiste en escribir mucho,
sino contestar con precisión a lo que se te pregunta.
¿Cómo revisar y corregir el examen?
Antes de entregar el examen, debes revisar:
El contenido: asegúrate de que has contestado todas las preguntas, que las
respuestas estén completas, que no haya errores de contenido y de que no
recordamos nada nuevo.
La forma: la presentación (que esté sin borrones, ni tachaduras), la letra clara y
legible, las líneas rectas. Procura dejar un espacio en blanco, por sí al repasar
surgen ideas nuevas. Corrige las faltas de ortografía y los posibles errores de
estilo.
El método de estudio que utilicemos a la hora de estudiar tiene una importancia
decisiva ya que los contenidos o materias que vayamos a estudiar por sí solos no
3. provocan un estudio eficaz, a no ser que busquemos un buen método que nos
facilite su comprensión, asimilación y puesta en práctica.
Es fundamental el Orden. Es vital adquirir unos conocimientos, de manera firme,
sistemática y lógica, ya que la desorganización de los contenidos impide su fácil
asimilación y se olvidan con facilidad.
Recomendaciones para diseñar un buen método de estudio.
Organización del material de trabajo. “Cada cosa en su sitio y un sitio para cada
cosa”
Distribuir el tiempo de forma flexible, adaptada a cambios y a circunstancias.
Tener en cuenta las dificultades concretas de cada materia.
Averiguar el ritmo personal de trabajo
Ser realista y valorar la capacidad de comprensión, memorización, ...
Comenzar por los trabajos más difíciles y dejar los más fáciles para el final.
Memorizar datos, entenderlos y fijarlos.
No estudiar materias que puedan interferirse: Ej, vocabulario de ingles con el de
alemán.
El método que aquí os propongo consta de siete fases que a lo largo de las
distintas sesiones iremos analizando y practicando:
1. Prelectura
2. Notas al margen
3. Lectura comprensiva
4. Subrayado
5. Esquema
6. Resumen
7. Memorización
Prelectura:
La prelectura es ese primer vistazo que se le da a un tema para saber de qué va y
sacar así una idea general del mismo. Idea que frecuentemente viene expresada
en el título.
4. Conviene hacerla el día anterior a la explicación del profesor pues así nos servirá
para comprenderlo mejor y aumentará nuestra atención e interés en clase.
Lectura comprensiva:
Consiste en leer detenidamente el tema entero. Las palabras o conceptos que se
desconozcan se buscarán en el diccionario o en la enciclopedia.
Las notas al margen:
Son las palabras que escribimos al lado izquierdo del texto y que expresan las
ideas principales del mismo. A veces vienen explícitas otras tendremos que
inventarlas.
El subrayado:
Consiste en poner una raya debajo de las palabras que consideramos más
importantes de un tema.
El esquema:
Trata de expresar gráficamente y debidamente jerarquizadas las diferentes ideas
de un tema. Es la estructura del mismo. Existen diferentes tipos de esquemas.
Resumen:
Es extraer de un texto todo aquello que nos interesa saber y queremos aprender.
Se escribe lo subrayado añadiendo las palabras que falten para que el texto
escrito tenga sentido.
Memorizar:
Es grabar en la memoria los conocimientos que queremos poseer para después
poder recordarlos.
La atención es el proceso a través del cuál seleccionamos algún estímulo de
nuestro ambiente, es decir, nos centramos en un estímulo de entre todos los que
hay a nuestro alrededor e ignoramos todos los demás.
Solemos prestar atención a aquello que nos interesa, ya sea por las propias
características del estímulo (tamaño, color, forma, movimiento…) o por nuestras
propias motivaciones. Así pues, la atención y el interés están íntimamente
relacionados, al igual que la atención y la concentración.
Factores que favorecen la atención-concentración
Interés y voluntad a la hora de estudiar
5. Planifica el estudio de un capítulo o del desarrollo de un problema de forma muy
concreta, para un espacio de tiempo corto, no mas de 30 minutos.
Transcurridas dos horas de estudio descansa brevemente para relajarte de la
concentración mantenida hasta ese momento.
Cambia la materia de estudio: así podrás mantener por más tiempo la
concentración. Si dedicas una hora a una asignatura haciendo dos descansos de 5
minutos puedes dedicar otras dos horas a asignaturas distintas, con descansos un
poco más prolongados de 8-10 minutos sin que descienda tu concentración
Tomar apuntes: Si durante las explicaciones del profesor esta atento a sintetizar
mentalmente y por escrito en frases cortas los detalles de interés, ejercitarás la
atención.
Mejorar la memoria
Consejos para mejorar nuestra memoria y potenciar nuestra capacidad intelectual
1. Hacer ejercicio y mantener nuestro cuerpo en movimiento: el ejercicio no sólo
ejercita el cuerpo, también ayuda a ejercitar nuestro cerebro. (ver: ejercicios para
estar en forma).
2. Eliminar los factores de estrés y buscar ayuda para la depresión (en caso
necesario). Cualquier cosa que nos genere un gran estrés, como la ira o la
ansiedad, empezará con el tiempo a engullir las partes de nuestro cerebro
responsables de la memoria (ver: técnicas de relajación).
3. Dormir bien por la noche y echar alguna cabezada durante el día: disfrutar de
unas 7-8 horas seguidas de sueño cada noche aumentará nuestra memoria.
Durante el sueño, el cerebro asienta los recuerdos de la información adquirida
recientemente y dormir lo suficiente nos ayudará a pasar por toso el espectro de
los ciclos nocturnos que son esenciales para un funcionamiento óptimo del
cerebro y el cuerpo durante las horas de vigilia (ver: insomnio).
4. Anotarlo: si hay algo que queremos recordar, escribirlo puede ayudar.
6. 5. Escuchar música: las investigaciones muestran que ciertos tipos de música son
muy útiles para evocar recuerdos. La información que se aprende mientras se
escucha una canción en particular o una colección a menudo se puede evocar
pensando en la canción o "tocándola" mentalmente (ver música relajante).
6. Alimentar el cerebro: entre un 50 y un 60 por ciento del peso total del cerebro
es pura grasa, que se utiliza para aislar sus miles de millones de células
nerviosas. Cuanto mejor aislada está una célula, más rápido podrá enviar
mensajes y más rápido pensaremos. Por eso precisamente se recomienda a los
padres que alimenten a sus hijos con leche entera cuando son pequeños y que se
eviten las dietas, ya que sus cerebros necesitan grasa para crecer y funcionar
adecuadamente. Escatimar en grasas puede ser devastador, incluso para un
cerebro adulto. Por lo tanto, tomar alimentos que contengan una mezcla
saludable de grasas es de vital importancia para la memoria a largo plazo (ver
alimentos buenos para el cerebro).
7. Visualizar los conceptos: con el fin de recordar las cosas, muchas personas
necesitan visualizar la información que están estudiando. Prestar atención a las
fotografías, gráficos y otras imágenes que puedan aparecer en nuestro libro de
texto o tratar de hacer una imagen mental de lo que intentamos recordar.
8. Enseñar a otra persona: se ha demostrado que leer un material en voz alta
mejora significativamente la capacidad de recordar el material.
9. Hacer crucigramas, leer o jugar a las cartas: los estudios han demostrado que
practicar alguna de estas actividades a diario no sólo mantiene activo nuestro
cerebro, sino que también ayuda a retrasar la pérdida de memoria, especialmente
en las personas que desarrollan demencia (ver también reducir el riesgo de
padacer demencia senil)
10. Desayunar bien y asegurarse de incluir un huevo: los huevos contienen
vitaminas B que ayudan a las células nerviosas a quemar glucosa, antioxidantes
que protegen contra el daño de las neuronas y ácidos grasos omega-3 que
mantienen las células nerviosas funcionando a una velocidad óptima. Otros
alimentos que se deben agregar al desayuno son frutas, verduras y proteínas
7. magras. Evitar las grasas trans y el jarabe de maíz rico en fructosa (ver desayunos
saludables para niños y el mejor desayuno del mundo).
Un buen truco para estudiar
Hoy te traemos un buen truco para estudiar con la ayuda de tu iPod. Será tu
ayudante "invisible" que te permitira estudiar en cualquier lugar (en el autobús,
mientras haces deporte, vas en el coche con tus padres, incluso mientras cenas,
desayunas o duermes).
Para empezar, necesitas sólo esto:
Una Ipod, como la que utilizas para descargar y oír música.
Coger buenos apuntes de las clases y pasarlos a tu ordenador (word, o cualquier
archivo electrónico).
Tres Pasos:
Tomar buenos apuntes, puedes completarlos con los de compañeros y formar un
equipo, así mismo también puedes completarlos con los libros y materiales
recomendados por los profesores.
Pasar los apuntes completados de cada tema a formato electrónico (word, o
cualquier sistema). El equipo de amigos puede dividirse el trabajo por
asignaturas, temas, etc.
Copiar y pegar los apuntes del tema en esta dirección web: Vozme. Verás que el
programa se convierte el texto en un archivo mp3 que lo puedes descargar en tu
ordenador o en tu iPod y escucharlo en cualquier momento.
Una vez en tu Ipod, puedes escuchar tus apuntes donde tu quieras y las veces que
tu quieras. No hay problemas si se retrasa el autobús, tienes que hacer un largo
viaje en tren , o se retrasa tu novia y pierdes el tiempo.
Lo puedes hacer con apuntes y con capítulos de libros, manuales, etc. Y también
con todos los materiales que encuentres en Internet y que te ayuden a
comprender un tema específico de cualquier asignatura.
La preparación de los exámenes no se limita a los días previos sino que comienza
el primer día de curso y hay que irla realizando de manera continuada durante
todo el curso.
8. Dejar la preparación para los últimos días es tener muchas probabilidades de
fracasar.
Ya se ha comentado en lecciones anteriores que el estudiante debe fijarse un
ritmo de estudio (su "velocidad de crucero") que comenzará a poner en práctica el
primer día de curso.
Lógicamente cuando se acerquen los exámenes tendrá que intensificar este ritmo.
Si durante el curso basta con dedicar diariamente 2 / 3 horas al estudio (en
algunas carreras más), en las fechas previas a los exámenes habrá que encerrarse
"literalmente" en casa y dedicarse de lleno.
Si durante el curso es suficiente los fines de semana dedicar una mínima parte al
estudio, ahora el sábado y el domingo serán días exclusivamente de estudio.
El haber llevado una buena planificación durante el curso permite llegar a los
exámenes sin agobios, con una buena preparación, con los conocimientos
asimilados.
Esto permite que, aunque en estas fechas haya que intensificar el ritmo de
estudio, se pueda (y se deba) respetar el descanso.
El estudiante podrá mantener sus horas de sueño, algo que es esencial para estar
en plena forma y rendir al máximo en los exámenes.
Una planificación acertada permitirá que en tiempos de exámenes el estudiante se
pueda centrar en repasar, en afianzar los conocimientos ya aprendidos, y no en
tratar a última hora, de prisa y corriendo, de estudiar aquello que no se hizo en su
momento.
9. En fechas de exámenes el estudiante debe dar al menos 2 repasos a la asignatura.
El penúltimo repaso llevará algunos días, dependiendo de la dificultad de la
materia, mientras que el último repaso se debe realizar en los dos días anteriores
al examen.
¿Cómo se planifican estos dos últimos repasos?
Veamos un ejemplo: si entre un examen y el siguiente hay 7 días por medio, este
será el tiempo disponible para los dos últimos repasos. Si al último repaso hay
que dedicarle 2 días, se dispondrá de 5 días para el penúltimo repaso, por lo que
el estudiante deberá cada día revisar al menos un 20 por ciento de la materia que
entra en el examen.
Lo primero que se deberá hacer cada día es revisar rápidamente lo que vio el día
anterior, con vistas a ir consolidando los conocimientos. Si un día puede avanzar
más de lo establecido mejor (más desahogado estará al final), lo que no se puede
es incumplir el objetivo diario.
Estos plazos sólo se podrán cumplir si durante el curso se ha llevado la asignatura
al día; si no ha sido así resultará materialmente imposible.
En su planificación a comienzos de curso el estudiante debe estimar de cuantos
días dispondrá antes de cada examen y en función de ellos llevar las asignaturas
convenientemente preparadas.
En los días previos al examen el estudiante debe hacer un esfuerzo por combatir
la ansiedad.
10. Un buen método es despreocuparse por el posible resultado de la prueba y en
cambio sí preocuparse por hacer todo lo posible.
Debe tratar de pensar en positivo: he trabajado, me he esforzado, he preparado el
examen con rigor, probablemente apruebe y en caso de que no sea así, siempre
tendré otra oportunidad.
Si el estudiante detecta que le "ha pillado el toro" es preferible que el tiempo
disponible (respetando los descansos) lo distribuya de forma que pueda revisar
toda la materia que le queda, aunque sea superficialmente, antes que estudiar
muy bien una parte y no ver nada del resto.
De esta forma siempre tendrá la posibilidad de contestar algo de cualquier
pregunta, evitando tener que dejar alguna pregunta totalmente en blanco, lo que
para muchos profesores supone directamente un suspenso.
El día anterior al examen hay que preparar todo el material que se va a necesitar:
un par de bolígrafos (uno de ellos de repuesto), lápices, goma, sacapuntas,
calculadora, juego de reglas y compás, etc.
Hay que evitar sorpresas de última hora (la calculadora no funciona, el bolígrafo
se ha terminado en mitad de la prueba, etc.) que aumenten el nerviosismo.
En la noche previa al examen es fundamental descansar. No se debe "robar" ni
una sola hora al sueño ya que el cansancio puede ser un enemigo terrible durante
el examen.
Aunque el estudiante pueda pensar que con un par de horas más aumentan sus
probabilidades de aprobado, el efecto es justamente el contrario: una hora menos
de sueño conlleva ir menos fresco, con la cabeza cargada, lo que dificultará
nuestro rendimiento.
11. Es conveniente la noche previa y la misma mañana del examen realizar ejercicios
de relajación.
El día del examen no se debe repasar nada, como mucho mirar por encima las
fichas resúmenes con los esquemas de las distintas lecciones.
Ese día se debe llevar un ritmo relajado: levantarse temprano, tomar
tranquilamente un buen desayuno, ir con tiempo al examen, sin prisas, etc.
Si el examen es por la tarde hay que cuidar la comida, que sea suficiente pero no
excesiva; por supuesto nada de alcohol. También hay que cuidar el consumo de
café: tomar lo necesario para ir despejado, pero sin abusar.