2. “El destino del hombre es vivir en las convulsiones de la angustia
o en el letargo del tedio”. Cándido, Voltaire.
La desregularización de los mercados financieros y de las prácticas de las
entidades bancarias ha propiciado que los movimientos de capital campen a sus
anchas y que rija en este ámbito la ley del más fuerte, la ley del que más poder
ostenta. Las normas relativas a la banca se han convertido en los preceptos más
violados mientras que los protocolos bancarios en los parámetros de seguridad
más ignorados.1
Dicha desregularización ha provocado que la economía financiera se situé en los
altares, habiendo condenado al fango a la economía real. Ello lleva consigo el
empobrecimiento de la mayor parte de la población mundial, la cual tiene vedado
el acceso a dichos mercados.
Es esta dicotomía entre economía real y economía financiera una de las razones
que permite explicar la situación actual. Dos orillas separadas por un vasto océano.
La economía real, de ultramarino, a ras de suelo y paciente frente a la economía
financiera, virtual, apátrida e impaciente.
A finales del 2013 y en este comienzo de 2014 hemos podido escuchar a una serie
de dirigentes del partido en el Gobierno anunciar la salida “moderada pero
constante” de la crisis. De igual modo, el señor Emilio Botín ha afirmado hace pocas
semanas que “España está en un momento magnífico”. La España a la que él se
refiere, efectivamente, parece que está saliendo de la crisis. Se vislumbra muy
atractiva para un determinado tipo de capitalismo contemporáneo2 en el que el
señor Botín, sin duda, participa activamente. Se trata del capitalismo que hace
referencia al capital internacional que busca en cada ocasión la oportunidad de
1 Precisamente el incumplimiento reiterado de protocolos bancarios es uno de los elementos típicos del
delito de administración desleal. Actualmente el único caso abierto en España se encuentra paralizado,
mientras que el Juez que lo instruía está siendo juzgado.
2 Este modelo capitalista,cada vezmás descarnado,ya fue descrito brillantemente en 1925 por John Dos
Passos en Manhattan Transfer.
3. inversión que ofrezca la mayor rentabilidad posible en el menor plazo con unas
circunstancias de riesgo e incertidumbre asumibles.
Por tanto, es fundamental señalar una distinción clara entre los parámetros que
inciden en el “momento magnífico en que se encuentra España” basado en la
“economía financiera global” y la “economía real” que incide en los ciudadanos y en
su bienestar.
Como con acierto señala Bauman en su libro ¿la riqueza de unos pocos nos beneficia
a todos?, se nos pretende hacer creer que la revalorización de los mercados
financieros causará un efecto positivo en la llamada “economía real”, que la mejora
de la economía virtual afecta a la creación de puestos de trabajo y a la salida de la
crisis de los millones de ciudadanos que la sufren con extremo rigor desde que
estalló la anterior burbuja especulativa generada, al menos en parte, por esta
“economía financiera”.
Es posible que hasta hace unos años haya existido una interconexión entre esos
dos mundos, pero no se nos debe olvidar que son dos mundos, en lo sustancial,
diferentes. Cada uno responde a distintos intereses y en la búsqueda de los mismos
emplean medios y estrategias igualmente distintas.
Si se escucha atentamente se podrá apreciar cómo afirman que, a pesar de esta
“magnífica situación” de ingentes cantidades de dinero agolpándose a nuestra
puerta, se deben rebajar los salarios, añaden que para ser competitivos y atraer el
capital que genere nuevos puestos de trabajo, deben reducirse los costes sociales
(es decir, hacer desaparecer el estado del bienestar de los más desfavorecidos),
hacer más por menos, trabajar más horas, incrementar la productividad, disminuir
las cargas fiscales de las empresas, etcétera.
Es decir, en el propio discurso “neoliberal”, se pueden distinguir las dos economías,
la financiera internacional del capital impaciente en busca de rentabilidades
financieras especulativas sin ninguna vinculación ni interés por realidades sociales
concretas y, por otro lado, la economía generadora de puestos de trabajo y, en
consecuencia, de ciertos grados de bienestar social.
4. Esta economía financiera se ha convertido en el fenómeno más significativo del
proceso de globalización económica, a medida que se han ido eliminando las
barreras existentes para los movimientos de capital. Se ha pasado de una economía
basada en mercados financieros, propia de la mitad de los años 80, a una economía
totalmente especulativa. Ello ha provocado dos efectos fundamentales:
En primer lugar, dicha globalización posibilita y favorece los procesos
desreguladores, lo que es caldo de cultivo para la evasión de impuestos de los que
más tienen, poniendo en serio peligro la continuación del estado de bienestar. 3
En segundo lugar, en el transcurso de estos años se ha ido formando una tela de
araña de acero compuesta por diversos lobbys bancarios, controladores de la
movilidad de los fondos financieros, que tienen un inmenso poder para influir en
las políticas económicas de los países. En ocasiones la influencia llega a tal extremo
que se elaboran normas prácticamente al dictado de tales lobbys.
Saliéndonos del vasto mercado financiero y descendiendo a lo concreto, solo con
un estudio detallado, por ejemplo, de la Ley 16/2011, de 24 de junio, de contratos
de crédito al consumo (norma puente entre economía financiera y real) se pone de
manifiesto que, si bien se recogen mecanismos para la protección de los
consumidores, siempre el precepto aparece condicionado a cumplir ciertos
requisitos (con expresiones tales como “si se considera preciso” o “si el consumidor
así lo solicita”) que se utilizan como vía de escape por las entidades bancarias para
trampear la información.
Más aún, en los escasos casos en los que los lobbys no han sido capaces de imponer
su visión en la redacción legislativa, una vez aprobada la ley (o reglamento) se
convierte inmediatamente en papel mojado.
Los mercados financieros son interdependientes en el ámbito mundial; las
variaciones en un mercado nacional repercuten en los demás mercados, hasta el
último rincón del mundo. Esa interdependencia global es considerada por algunos
3 El desmantelamiento del estado de bienestar lleva consigo no solo el recorte de prestaciones sociales
en un sentido amplio,sino también de derechos fundamentales tales como la libertad de expresión o de
manifestación, para evitar precisamente que se proteste por el recorte de las primeras.
5. autores el resultado de cinco rasgos básicos que los caracterizan, como son la
desregulación, la interconexión tecnológica, la aparición de nuevos productos
financieros, los movimientos especulativos y las agencias de calificación de riesgos.
Por cuestiones de espacio nos vamos a centrar únicamente en el primero de sus
caracteres definitorios: la desregularización.
Los mercados financieros en la mayoría de los países están escasamente regulados,
existiendo una liberalización de las operaciones transnacionales, con ausencia de
controles de cambio o límites a las entradas y salidas de capital.
La “mano invisible” ha sido secuestrada por los mercados. Como señala Bauman en
su ensayo, esta creación del gran Adam Smith que tradicionalmente tuvo como
misión actuar en favor del bienestar universal, puede que continúe siendo invisible,
pero no hay dudas sobre a quién pertenece esa mano y quién dirige sus movimientos.
La libertad financiera ha permitido que el capital, cualquiera que sea su origen,
lícito o ilícito, se movilice desde cualquier lugar para ser invertido en cualquier
país, lo que ha generado un desarrollo considerable de las bolsas de valores y de
los mercados de capitales. La desregulación financiera es la carencia de controles y
normas que tiene su máxima expresión en los paraísos fiscales extraterritoriales.
Dichos paraísos ayudan a esconder todo lo obtenido a través de las transacciones.
El negocio perfecto. El dinero se multiplica imperceptiblemente a través de
operaciones que se realizan en zonas salvajes, donde no llega el poder del Estado,
para ir a descansar finalmente a una isla totalmente aislada, amparada por el
secreto bancario.
Sobre este tema resulta interesante conocer la historia de Hervé Falciani, ingeniero
de sistemas que trabajó para un determinado banco suizo (en concreto el HSBC) y
que dimitió por las prácticas que observó en sus años de trabajo, llevándose
consigo información privilegiada sobre evasores fiscales y un montón de
problemas.
6. Este hombre, que vive escondido y que teme por su vida, ha destapado una serie de
prácticas (como por ejemplo los testaferros que utilizan de escudo los poderosos
para ocultar los grandes capitales) que hasta el momento eran prácticamente
desconocidas por la turba. Ha elaborado la llamada “lista Falciani” con los más de
130.000 evasores fiscales, ha criticado duramente los paraísos fiscales.
Andorra, Gibraltar, Islas del Canal de la Mancha, Liechtenstein, Mónaco; ¿a qué
estamos jugando en este país y en Europa en general?
Para compensar la total y absoluta liberalización de los mercados se establece una
hiperdesarrollada legislación del blanqueo de capitales que, sin embargo, se utiliza
arbitrariamente y solo cuando interesa al poder. Se trata de un ámbito prolífico
para lo que Foucault denominó ilegalismos4. Nos encontramos con una ausencia
total de regulación en cuanto a su funcionamiento. Parece que para salvar este
escollo se fijan unos controles posteriores, un parapeto penal para frenar las
conductas más graves, pero es que precisamente este parapeto solo se utiliza
cuando conviene políticamente. Un ejemplo sobre este asunto es la intervención
bancaria de Banesco en el año 1994 y la posterior condena a Mario Conde, que
(entre entradas y salidas) pasó ni más ni menos que quince años en prisión. No
cabe duda de los problemas por los que atravesaba la entidad, pero tampoco cabe
en que la intervención tuvo unos tintes políticos importantes. La confirmación de
ello es que hoy en día entidades en peor situación no han sido intervenidas de esa
manera. Es decir, el delito existía y se quiso perseguir. Hoy en día del delito existe
pero no se quiere perseguir.
Es un hecho que en España se ha utilizado la normativa antiblanqueo “a la carta”,
para unos sí y para otros no. Mientras los modestos profesionales jurídicos se la
juegan cada día, la gran banca y los poderosos amigos de los gobiernos de turno
tienen barra libre, muchas veces consagrada legislativamente, para hacer lo que
quieran con los fondos que manejan. Como hemos apuntado, los propios gobiernos
utilizan esta normativa en determinadas ocasiones con la mayor arbitrariedad
posible, para montar “circos” mediáticos en lugares de su interés, o para perseguir
4 Vigilar y Castigar, Michel Foucault.
7. a determinados enemigos económicos o políticos propios o de algunos países
amigos o aliados.
Como ciudadanos nos tiene que quedar una cosa clara: el banco no es nuestro
amigo. El banco es una empresa privada que trata de obtener los máximos
beneficios posibles, por lo que sus recomendaciones serán siempre sesgadas e
interesadas. Más aún, cuando de productos financieros se trata, el engaño, la
ocultación, se hace más fácil y asequible.
Ahora bien, como con acierto señala Pau. A. Monserrat en su libro la banca
culpable5, “la maldad no es una propiedad intrínseca de este tipo de institución
financiera, en absoluto. Un banco es un agente económico necesario para el buen
funcionamiento de la economía; capta ahorro y lo transforma en financiación para el
consumo y la inversión de familias y empresas. No es la banca culpable, sino los
banqueros y bancarios que han hecho mal su trabajo, que han perjudicado a la gente
que dependía de ellos y a la sociedad en su conjunto.”
A estar culpa del personal de la banca va unida la culpa in vigilando de los
gobiernos de turno que han permitido que esto suceda, tanto a priori (ausencia de
controles) como a posteriori (no aplicación de los mecanismos penales
correspondientes).
En definitiva, este capitalismo financiero que inicialmente hacía a los hombres más
prósperos aunque no más felices, ahora ni siquiera cumple con lo primero.
5 La banca culpable,editado en 2013,se trata del testimonio de un exempleado sobrelas malas
prácticascomerciales y cómo protegerse de ellas.