1. PRINCIPIO ESFUERZO Y VALENTÍA
"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente..."
No se puede formar estructura del carácter en una generación a la que se le priva
del esfuerzo y la valentía.
Versículo a memorizar:
“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi
siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado
en todas las cosas que emprendas.”
Josué 1:7 RVR1960
Esta es la cuarta columna de nuestro año de la Sabiduría. Valentía y esfuerzo van a necesitar ir de
la mano cuando se requiere conquistar nuevos territorios en el Señor, cuando debemos avanzar
por territorios que aún no conocemos.
Como lo que ya conocemos no suele generarnos temor,
normalmente requerimos valentía y esfuerzo para crecer en
fe conquistando lo que aún permanece en poder del
enemigo.
Algo que ha sido estudiado y hasta demostrado es que al ser
humano le cuesta el cambio, y no quiero referirme ahora a
cambios de ciudad, asignaturas nuevas o cambios de
empleos, sino, de forma especial, referirme primero a los
territorios o áreas que debemos conquistar en nosotros
mismos.
Proverbios 16:32 nos enseña que es más valiente conquistarse a sí mismos que a cosas o
territorios externos. "Mejor es ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que
conquistar una ciudad."
A nivel de estudios o colegio, tal como es nuestro caso, podríamos dar como ejemplo, el hecho de
que con esfuerzo llegamos a ganar aquellas asignaturas o temas que se nos dificultan, pues van a
requerir mayor dedicación y usar la disciplina de estudio para nivelar y solucionar las dudas al
respecto, pero cuando se trata de vencer sobre la falta de perdón que intenta gobernar el corazón
para dañarlo con resentimientos y rencores del pasado, y quizás usando mecanismos de defensa
que provocan comportamientos dañinos y difíciles de controlar, no sólo va a requerir esfuerzo,
sino también, la suficiente valentía para romper con aquello de "ya me acostumbre a ser así" e
intentar recuperar el territorio de la sanidad y el perdón que le habíamos entregado al enemigo
por la acumulación de dolor.
De igual forma, se va requerir dosis altas de valentía y esfuerzo para romper moldes religiosos
basados en "soy cristiano porque en casa lo son" o "soy cristiano porque estoy en un colegio
cristiano" y lograr conquistar mi alma, cuerpo y espíritu (todo mi ser) realmente para Cristo. En
estos casos, la persona suele estar en los servicios, devocionales y otros espacios espirituales, pero
lo hace dominado por cierta costumbre o rutina que puede darle un toque de fastidio u
2. obligatoriedad al asunto y no la idea apasionada de una
relación fructífera, real y disciplinada de amor con el único
Dios y Salvador.
Las palabras esfuérzate y se valiente las recordamos por
esas primeras instrucciones dadas por Dios a Josué antes de
iniciar la marcha para atravesar el río Jordán y empezar a
conquistar tierras ocupadas por pueblos que habían sido
desechados por Dios a causa de sus maldades y terribles
abominaciones, que incluían orgías idolatras, ocultismo,
sacrificio de niños, etc.
Josué estaba recién nombrado líder del pueblo después de la muerte de Moisés, a quien le costó
el cambio (explicado más adelante), pero realmente él estaba acostumbrado era a ser la persona
que ayudaba al líder, y hasta ahora empieza a asumir como el encargado principal. Así que de por
sí ya está enfrentándose a algo nuevo, pero mucho más allá de eso, el nuevo reto para Josué y el
pueblo reside más en que habían vagado por el desierto por cuarenta años sin enfrentar enemigos
o similares, así que le toca a Josué empezar también a conquistar territorios enemigos peleando
contra los ocupantes cananeos, para luego repartirlo entre las tribus. Esto iba a requerir grandes
dosis de esfuerzo y valentía. No era factible las excusas de "estoy cansado", "no sirvo para esto",
"no estudie para guerrero", "los enemigos son muy grandes y preparados en guerra", sino que
solo era válido el lenguaje de fe. De hecho, si miramos más allá de los cuarenta años en el
desierto, recordaremos que era un pueblo acostumbrado a
hacer ladrillos, esconder bebes para salvarles de la muerte, y
recibir maltratos como gente de segunda categoría, y es con
ellos con que este recién nombrado líder debe emprender
campañas de conquistas.
Aunque parezca extraño, todo lo anterior me llevó de una
forma u otra a recordar la historia de la liebre y la tortuga,
quien ha podido pensar que el solo intentar competir con uno
de los más rápidos era algo absurdo o sin sentido, pero todo
sabemos el final de la historia, dada para recordarnos la
enorme importancia de la disciplina y perseverancia cuando se
trata de conquistar, avanzar, crecer espiritualmente, o
sencillamente, cuando necesitamos vencer obstáculos
académicos.
Cuando Dios nos pide enfrentar nuevos retos, conquistar aquellas áreas que aún
están en oscuridad o descuido espiritual, lo único que deberíamos hablar es
lenguaje de fe.
3. ACTIVIDAD PARA CONVOCATION
Completa la tabla escribiendo pasajes bíblicos que contrarrestan pensamientos que suelen
aparecer para acabar el deseo de Dios de conquistar y avanzar.
ADOPTANDO EL LENGUAJE DEL REINO
LENGUAJE INCREDULO LENGUAJE DE FE
“Jamás podré entender ese tema...”
“No puedo...”
“Perdonar eso es imposible para mí...”
“Dejar este pecado no he podido y creo que
tampoco podré jamás...”
“Estoy solo...”
“Soy feo(a)”
“Mi familia es muy pobre como para llegar a ser
alguien de conquista y cosas grandes”
“Nadie me quiere”
“Siempre es lo mismo porque me la tienen
montada”
“Me fastidian las cosas de Dios”
“Mi familia es de lo peor”
“No confiaré en nadie, todos nos iguales”
“Jamás podré cambiar y mejorar”
“No creo que Dios me tenga a mí para servirle o
hacer algo para Él, no soy digno de eso”
“Orar es aburrido”
“No necesito la ayuda de nadie, yo solo puedo”
PROYECTO. Para entregar de Julio 17 al 21
1. Realiza tu tabla con lenguaje incrédulo y busca el lenguaje de fe según el reino, pero esta
vez, con aquellas cosas que sueles enfrentar tu (personal)
2. ¿Qué área en tu vida te ha costado más conquistar? Trata de describir el por qué.
3. Considera un plan realizable y a tu disposición para conquistar aquello que aún no has
podido.
4. Piensa en una persona que te pueda mentorear o pastorear para ayudarte a conquistar.
Escribe su nombre y luego pídele ayuda.
5. Escucha la enseñanza sobre la juventud del rey David en Convocation y devocionales y
luego escribe un pequeño ensayo sobre cómo tus experiencias de vida podrían ser la
escuela del Espíritu de Dios para prepararte a poseer lo que el cielo tiene para ti. Inclusive
las experiencias frustrantes y dolorosas pueden ser usadas por Dios para forjar el carácter
y valentía para conquistar.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no
temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo
en dondequiera que vayas.”
Josué 1:9 RVR1960