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Qué es el teatro neoclásico
1. El teatro neoclásico es un movimiento teatral con orígenes en el
siglo XVII, desarrollado plenamente durante el sigo XVIII, y que se
caracterizó por retomar los estilos de las sociedades romanas y
griegas clásicas representando así las ideas de la ilustración en el
ámbito de la cultura. En el teatro neoclásico había un gran interés en
mantener el decoro, el realismo y combinar el entretenimiento con
lecciones morales. La mayoría de las obras se realizaban en cinco
actos, con pocas representaciones y frecuente improvisación. El
movimiento neoclásico comenzó en Franciay se extendió
rápidamente por toda Europa.
2. El neoclasicismo pensaba que el movimiento
cultural previo había sido demasiado laxo y
que se centraba demasiado en el individuo.
Los neoclásicos se centraron más en lo que
cada individuo podía aporta al conjunto de la
sociedad con una actitud estricta dirigida por
5 reglas básicas: pureza, 5 actos,
verosimilitud o realismo, decoro y propósito.
3. • Los géneros teatrales reconocidos oficialmente durante el
período neoclásico fueron sólo la comedia y la
tragedia. Estos géneros nunca se mezclaban, incluso se
llegó a utilizar máscaras que representaban la felicidad y
la tristeza y así conseguir la máxima pureza en la
representación. La comedia era típicamente relacionada
con las clases bajas mientras que las complejas tragedias
reflejan la vida dramáticamente sofisticada de las clases
altas de la sociedad. Desviarse de estos límites iba en
contra del orden clásico.
4. • Una obra teatral debía estar estructurada exactamente en
cinco actos vinculados a las tres unidades diseñadas por
Aristóteles, filósofo y científico de la Antigua Grecia (384
a. C. – 322 a. C.). Según Aristóteles un teatro realista tenía
que cumplir con la unidad de acción, unidad de lugar y
unidad de tiempo. La unidad de acción hacia referencia a
que la obra debía relatar un sólo argumento con muy pocos
subargumentos o ninguno. La unidad de lugar restringía la
ubicación de la acción a un mismo espacio o localización
geográfica. Por último, la unidad de tiempo limitada la
duración del argumento de la obra a un máximo de 24 horas.
5. • El teatro neoclásico debía ser lo más realista posible. En este
sentido los actores debían retratar a su personajes de forma
exacta debiendo adherirse fielmente a la clase social,
temperamento y género del personaje. El teatro neoclásico
no incluía casi nunca elementos fantásticos ni sobrenaturales
así como soliloquios ni coros, pues no representan fielmente
el mundo real. Además de los cinco actos de la regla
anterior, las obras más serias eran representadas muy pocas
veces para maximizar la sensación realista al no dar lugar a
que los espectadores fueran a ver la obra con ideas
preconcebidas.
6. • El llamado “decoro” en el teatro neoclásico
perseguía demostrar imparcialidad en la forma en
la que los personajes se mostraban en la escena,
aunque había actos de Justicia si era necesario. No
había, por tanto, finales sorprendentes en el teatro
neoclásico; los personajes con alto valor moral
siempre eran recompensados y los que seguían
acciones moralmente dudosas eran castigados.
7. • La última regla que regía el teatro
neoclásico, relacionada con el decoro, era el
propósito de la obra, generalmente
relacionado con enseñar un lección moral al
espectador.
8. • Está asociado al absolutismo del Rey imperante (Luis XIV) y, por ello,
responde a los cánones establecidos por la corona. Los autores más
relevantes fueron Racine, La Fontaine y Moliére, siendo este último uno
de los más destacados.
• Jean Baptiste Poquelin, más conocido como Moliére, fue quien desarrolló
la comedia francesa, integrando elementos ridículos y grotescos en sus
obras, que tenían un fuerte espíritu crítico; utilizando a personajes que
representaran los vicios de la sociedad de ese entonces, como el avaro o el
vanidoso burgués o los comerciantes sin criterio, a los que caracterizaba sin
tapujo alguno y de modo descarado y descarnado; sin embargo, cuidó de no
acercarse a la monarquía en sus textos, dejándoles fuera de cualquier
representación satírica. Tartufo es una de sus obras cúspides, también
fueron importantes El médico a palos y El burgués gentilhombre.
9. • Existía un espíritu crítico, que era la base de la creación literaria de la
época en esa nación, donde predominaba un fuerte sentimiento de
patriotismo.
• Leandro Fernández de Moratín fue el mejor y mayor exponente de
este tiempo en España, gracias a su inteligencia creativa y su crítica
asociada con la cultura. Sus obras son sencillas pero agudas,
enfatizando en los rasgos psicológicos de los personajes, con un toque
de ironía y sarcasmo, pero de manera sutil y elegante; como en el caso
de la crítica hacia los matrimonios previamente arreglados por los
padres, situación muy usual en ese tiempo y en los anteriores, dando
una visión que se basaba en lo ético y moral y que respondía a la
decadencia que estaba viviendo la sociedad. Sus obras fueron: El viejo
y la niña, El sí de las niñas y La mojigata, entre otras.