Existen diferentes tipos de tacos y anclajes para fijar objetos a paredes, dependiendo del material de la pared. Los más comunes son de plástico moldeado para paredes ligeras, de rosca para paredes que se desmoronan fácilmente, y de nailon, que son muy resistentes. Antes de colocar un anclaje, es importante asegurarse de que el material subyacente es estable y conocer la carga del objeto a fijar.
1. Qué son exactamente
Albañilería
03
Conseguir una buena fijación en una pared depende del tipo de
taco o anclaje que se utilice. Conocer el material sobre el que se va
a fijar y las diferentes opciones que nos facilita el mercado es
imprescindible a la hora de realizar esta tarea. Exceptuando en la
madera sobre cualquier otra superficie es necesario antes de
clavar introducir una fijación.
Fijaciones
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Tipos más habituales
Materiales
Cómo se usan
Dimensiones
- De plástico moldeado, sus principales usos son en muros
ligeros o de resistencia media. Se suelen usar para colgar cuadros.
- De rosca, se utilizan en paredes construidas con materiales que
se desmoronan fácilmente. El propio taco se atornilla en el orificio
y proporciona una fijación más sólida. Si las paredes son de ladrillo
o mampostería es recomendable aplicar masilla o espuma antes de
colocar el anclaje.
- De nailon, son los más empleados en el hogar, para colocar
armarios, apliques de baño, lámparas… Son muy resistentes y se
utilizan con tornillos tipo rosca.
- De taco de expansión, son unos anclajes que llevan una pieza
de metal en el extremo, formada por tres segmentos de expansión,
que al introducir el tornillo, se abre y se agarra en las paredes del
orificio. Se utilizan en trabajos de hormigón, ladrillo y piedra.
- De metal para superficies huecas, proporcionan un anclaje
de gran fuerza en una amplia gama de aplicaciones en paredes
huecas, tipo Pladur.
- De metal para techos, incorporan un dispositivo de metal que
se introduce por el hueco abierto y una vez dentro se abre. Se
utiliza habitualmente en techos falsos.
Habitualmente las fijaciones pueden ser de plástico moldeado,
de fibra, de aluminio, de acero, de rosca o incluso de nailon.
Antes de empezar a taladrar para
colocar una fijación, comprueba que el
material a perforar está perfectamente
estable y bien sujeto. Si se trata de
una pared, no hay problema, pero si es
un trozo de madera, por ejemplo, y no
lo has sujetado bien, puede resultar
peligroso taladrarlo.
Hay que considerar la carga de rotura
(cuando ya no resiste más), la carga admisible
(el máximo peso recomendado) y el coeficiente
de seguridad (es recomendable un coeficiente 7
para fijaciones de nailon y 4 para las de acero.
Siempre que se tenga que fijar un objeto a la
pared es necesario conocer además de sus
dimensiones, su carga.