Educar lo hacemos juntos, sobre todo la familia y las instituciones educativas,
también en la actual sociedad conectada, en un contexto social y cultural
concreto. Y el nuestro, en los últimos veinte años, ha cambiado por culpa o gracias a
la tecnología.
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Educarnos en la sociedad conectada
1. Aula de Secundaria | núm. 18 | mayo 2016 | 7
FORO
Educar lo hacemos juntos,
sobre todo la familia y las
instituciones educativas,
también en la actual so-
ciedad conectada, en un
contexto social y cultural
concreto. Y el nuestro, en los
últimos veinte años, ha cam-
biado por culpa o gracias a
la tecnología. Nos hemos en-
contrado un tridente espec-
tacular:
1.La digitalización de todo tipo de datos y actividades
(textos, fotografías, comunicaciones, juegos, ví-
deos...).
2.El acceso a Internet (que permite el despliegue de
servicios de redes sociales).
3. La movilidad (que nos pone en la
mano todo un conjunto de apa-
ratos como cámaras, editores o
reproductores de miles de libros,
canciones o películas). Todo ello
nos hace hoy ciudadanos digi-
tales, con una cultura nueva y
cambiante.
Este tridente tiene y tendrá reper-
cusiones en el ámbito económico,
laboral, comunicativo, familiar, aca-
démico...
Educativamente hablando, estamos ante grandes opor-
tunidades formativas, a la vez que ante grandes des-
igualdades cognitivas. Nos ofrece grandes ventajas en
cuanto al acceso a muchas fuentes de información, a
la construcción y gestión de conocimiento; y en cuanto
al tiempo, que lo podemos compartir de forma más fácil
y eficiente con otras personas de todo el mundo. Por el
contrario, debemos tener cuidado con la seguridad, la
privacidad de nuestros datos y ser consumidores críticos
ante tantos medios a nuestro alcance.
La nueva alfabetización pendiente, la forma de leer y
escribir actual, es la competencia digital. Los llamados
nativos digitales están acostumbrados desde pequeños
a ver vídeos y jugar con las pantallas de tabletas y vi-
deoconsolas. De mayores, incorporan el móvil y abren
un abanico infinito de posibilidades comunicativas de
tan fácil acceso como de difícil manejo si no entienden
el alcance de cada medio.
Entre prohibir estas prácticas y el «todo vale» hay un
amplio terreno de juego donde debemos aprender
juntos, porque los adultos de hoy no crecimos en este
contexto.
¿Qué parte de este nuevo mundo
ha de educar la familia y cuál, la
escuela? ¿Cómo se pueden coor-
dinar? ¿Qué impacto tienen en los
procesos de aprendizaje y en la so-
cialización? ¿Cómo son las prácti-
cas educativas significativas en este
contexto? ¿Quién ofrece buenos
modelos? Si no ayudamos, acompa-
ñamos y orientamos a los jóvenes,
corremos el peligro de convertirlos
en huérfanos digitales.
Debemos escoger entre ensanchar las fracturas sociales
y culturales existentes o luchar para vencer estas des-
igualdades. Y tenemos que dar estas respuestas hoy
mismo, en todas partes, en las aulas y en los hogares.
NOTA
1. Autor de La familia en digital (Barcelona, Eumo, 2016).
Educarnos en la sociedad conectada: nativos,
huérfanos y la ciudadanía digital
Jordi JubanyVila
Maestro, antropólogo y
asesor en educación digital1
Entre prohibir prácticas por
Internet y el «todo vale» hay
un amplio terreno de juego
donde hemos de aprender
juntos, porque los adultos
de hoy no crecimos en este
contexto digital