5. Jim señala que el nacimiento de Benjamín nos ha hecho preguntar sobre cómo podemos compartir con él y los demás el sentido de la presencia de Dios en nuestras vidas.
6. La biblia afirma que Dios crea, bendice y da sentido a la vida amando y entregándose a sí mismo. También, afirma que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Creer esto implica confiar que nosotros también podemos crear, amar y entregarnos para los demás. Esto tiene sentido porque lo hemos vivido. Nuestros padres nos procrearon y se entregaron de si mismos al cuidarnos y enseñarnos. Nosotros mismos encontramos la felicidad haciendo lo mismo con nuestros hijos. Ahora como abuelos tenemos la dicha de verlos asumir como co-creadores que se realizan a sí mismos entregándose para sus hijos y a los demás.
8. El nombre de Benjamín aparece en el libro de Génesis. Él es el último de los doce hijos de Jacob con su esposa Raquel. Cuando nació, ella lo llamó Ben-Oni que significa hijo de mi dolor, pero Jacob cambió el nombre por el de Benjamín, que significa «hijo de mi mano derecha». Es intuitivo, perspicaz, ágil, lucido, astuto, e incluso profético. El libro de Génesis relata que Benjamín era muy querido por su padre y el más querido por su hermano José. Por ser el último, tradicionalmente se ha llamado «el benjamín» al hijo menor de una gran familia. En nuestro caso usar el nombre Benjamín tiene el sentido de las palabras de Jesús, que el último será primero.
9. La abuela Gloria explica el significado del nombre de su bisnieta.
10. El nombre de Sofía es de origen griego y significa sabiduría o “la que posee sabiduría.” Platón incluye la sabiduría entre una de las cuatro virtudes y define el fin de la filosofía como la búsqueda de la sabiduría. El término equivalente en el Antiguo Testamento refiere al aspecto femenino de Dios que personifica al conocimiento como sabiduría. En su Evangelio, Juan adapta las nociones griega y judía para aplicarlos a Jesús como logos.
12. El nombre Emilia viene del latín ‘aemilius’ que significa quien se esfuerza en el trabajo. También existe un derivado del griego ‘aimílios’ que significa amable, graciosa, vivaz y cortés. Tradicionalmente se han asociado las características siguientes a la persona que lleva este nombre. Es intuitiva, creativa y orgullosa. No le gusta la rutina y tiene mucha iniciativa cuando se propone algo. Respeta la forma de pensar de los demás como también espera que se respeten sus opiniones. En el amor es de sentimientos verdaderos.
13. María Paz explica el significado del nombre de su hijo.
14. En la mitología de creación del pueblo indígena Maorí de NeuvaZelandía, Tane es el dios de los bosques y de las aves. El relato cuenta que en el origen del mundo, el profundo abrazo entre la pareja divina de la tierra y del cielo mantenía al mundo en la oscuridad. Tane, él hijo de ambos, logró usar su cuerpo como pilar entre la pareja para dejar entrar la luz a la tierra. Por esto su nombre significa el elevado o el que se levanta. Esta relación de Tane entre la naturaleza y lo divino está representada de diversas formas en la cultura Maori. Cuando se necesita cortar un árbol, antes se realiza un ritual en su honor y para solicitarle su permiso. También él está representado en el poste principal, en la fachada de la casa tradicional Maori, que significa la unión entre la tierra y el cielo. Por esto los artesanos ven a Tane como arquitecto que construye la morada divina en la tierra.
16. En el latín bendecir significa bien decir o hablar bien a favor de alguien. En griego significa elocuencia. En las tradiciones aun más antiguas de los pueblos semitas, el equivalente es el verbo barak que combina palabras y gestos como acción significativa en relación con Dios en los momentos de saludar, de dar gracia, de bendecir y de enviar. En esta perspectiva los gestos y las palabras de bendecir tienen un poder eficaz de mediar e impregnar de significación las distintas dimensiones de la vida. Es dentro de esta perspectiva que hoy bendecimos a los niños.
17. Sandra lee un texto del Antiguo Testamento que señala la enseñanza básica que les corresponde a los padres entregar a sus hijos.
18. Escucha Israel: el Señor, nuestro Dios, es único. Y tú amarás a Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. Átalas a tu mano como un signo, y que estén como una marca sobre tu frente. Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes. Deuteronomio 6, 4-6.
20. Le traían también niños pequeñitos para bendecirlos, pero los discípulos empezaron a reprender a esas personas. Jesús pidió que se los trajeran, diciendo: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él.” Lucas 18, 15-17.
21. Pablo lee la carta del Padre César Carbullanca, que explica el sentido bíblico de bendecir y dar gracia en relación con Dios.
22. Queridos Pablo y Amada, Hoy en día la bendición ha perdido su sentido original. Bendecir no es un acto mágico o una superstición de pueblo primitivos. Abraham bendice a su hijo como signo de participación en la promesa hecha a él por Dios, así como vosotros hoy día. La bendición es el medio del cual se participa de la promesa hecha a Abraham por Dios. Por eso, ser bendecido significa ser ‘hijos de la promesa’, por tanto significaba más bien adquirir o participar de una manera de ser y existir; los hijos de la promesa son aquellos que caminan buscando la tierra prometida, son aquellos que esperan que Dios los acompañe en el camino de la vida, son aquellos que como peregrinos caminan en la esperanza y que no tienen su hogar en este mundo. Nuestra sociedad está fundada sobre la idea que por el consumo obtiene el mejor de los mundos posibles, pero esto genera un mundo profundamente sedentario, mustio sin horizontes. El Dios de la promesa muestra al contrario, que para conseguir ese mundo nuevo se requiere de ponerse a caminar, el consumismo no obtendrá ese mundo, sino nuestro espíritu y pienso p.e. el amor que vosotros entreguéis a Benjamín.
23. Además, ser hijo de la promesa significa haber experimentado que Dios es el Dios que impulsa hacia adelante, hacia el futuro; pero también es el Dios que se com-promete en el presente. La promesa y el com-promiso van de la mano, Dios promete y se com-promete contigo, con Benjamín; así también vivir de la promesa significa vivir comprometido con el futuro y presente. Nadie vive de una promesa sin primero no ha experimentado que es alguien digno de confianza, por eso todos esperamos de otro en la medida en que confiamos, creemos en esa persona. Entre ustedes dos esa experiencia seguramente se da, por eso se atreven a construir un camino como pareja ¿cierto?...es curioso porque cuando amamos vivimos en verdad en un camino marcado por la esperanza. Le pido a Dios que a cada uno de ustedes, los ilusione en este camino de amor y esperanza que habéis emprendido hoy en día. En los evangelios Dios es comparado con un niño, Dios es siempre un niño que va por delante nuestro, siempre nuevo, siempre promisorio, que el Señor los bendiga y acompañe, en los momentos difíciles les otorgue fortaleza para seguir adelante, en los momentos de alegría, sabiduría y humildad para reconocer la presencia divina. Un abrazo a todos, César Carbullanca Núñez
24. Sandra explica la historia y el sentido del Libro de las Bendiciones.