Este documento discute cómo la voz y la personalidad están relacionadas y cómo nuestras sensaciones externas e internas nos ayudan a adaptarnos. También cubre temas como mejorar el tiempo de reacción, la importancia de la práctica en la comunicación, y el uso adecuado del tono, lenguaje y estímulos para conectar con los clientes.
3. Vivir con los sentidos El ser humano logra conocer su medio ambiente, a través de los órganos de los sentidos, aún cuando el ser humano actual posee los mismos órganos sensoriales que sus más lejanos antecesores, debe aprender a vivir en un ambiente donde hay imágenes, sonidos, olores, sabores, emociones, sensaciones que antes le eran totalmente inexistentes. Por lo tanto todos los días aprendemos a desarrollar nuevas sensaciones. Ah …, sensaciones externas y desde luego internas Por lo tanto tenemos que estar en la “jugada”, atentos, vigilantes de nuestra realidad, de nuestro entorno, de nuestro medio, de cualquier cambio, porque algo si sabemos hacer: adaptarnos: “somos seres de costumbres”
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5. ¿HACER O NO TRAMPAS? Muchas veces hacemos trampas para evitar los caminos difíciles, pero sumamente necesarios. Cuando emprendemos esta técnica de comunicación, requerimos mucha práctica en donde se manifieste “pruebas y errores” Y para contrarrestar las trampas tanto quién ejecuta la comunicación, como quién le dirige, ambos, deben de trabajar con mucha disciplina , esta es la clave del éxito.
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7. Deje recuerdos encubiertos Todo lo que diga tiene un solo propósito, que su interlocutor acepte, adopte y se adhiera a la idea que usted le brinde. No obstante esta idea habrá de ser razonada ampliamente por su prospecto, toda para que sea válido su trabajo y el de los que terminarán cerrando negocios. Por lo tanto esmérese en ser puntual, asertivo y concreto en su mensaje. Todo está en usted, es un encuentro entre dos partes, solo que usted (una parte) sabe lo que quiere y lo que va a suceder y sabe también que habrá de agradarle a su prospecto (la otra parte).
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9. PRACTICA Trate de pasar una hora o media hora, o quince minutos a la semana, o cinco minutos antes de iniciar su trabajo, con los ojos cerrados, imagine: ¿Qué experiencias sensoriales capta de las que normalmente le pasan desapercibidas?