Examinense para ver si estan en la fe

EXAMÍNENSE
Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en
ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba! (2Co 13:5 NVI)
Pablo nos exhorta a “examinarnos” a nosotros mismos y a “probarnos”, para ver si estamos en la fe o no.
• Este es un tema que casi no se toca en las iglesias.
• Si alguien dice que es un cristiano, damos por sentado que lo es (para no “ofenderlo o juzgarlo”).
• Pero el mensaje de las Sagradas Escrituras es claro... y por ello debemos ocuparnos de ello.
La Biblia menciona...
• Falsos maestros... falsos profetas... falsos apóstoles... falsos Cristos... y un falso evangelio.
• Entonces, ¿por qué es que creemos que todos los que se llaman “cristianos”, lo son?
• En la Iglesia de hoy, hay muchos “falsos convertidos” (personas que han experimentado una “falsa
conversión”).
• Estos son aquellos que dicen “Señor, Señor...” (¡y son muchos!) pero no son salvos.
• Pablo sabía que “de vosotros mismos” se levantarían hombres que no formaban parte del rebaño (se
veían como cristianos, pero no lo eran).
• «Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no
perdonarán la vida al rebaño; y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán
cosas perversas para descarriar a los discípulos tras ellos.» (Hch 20:29-30 RVA1989)
• Hay personas en las iglesias (aun en la nuestra) que han “creído en vano”.
• «Además, hermanos, os declaro el evangelio que os prediqué y que recibisteis y en el cual también
estáis firmes; por el cual también sois salvos, si lo retenéis como yo os lo he predicado. De otro modo,
creísteis en vano.» (1Co 15:1-2 RVA1989)
No tienen la salvación, aunque ellos/as crean que sí.
Desde los tiempos del apóstol Pablo, había miembros de la iglesia que se decían cristianos, pero no actuaban
como creyentes, hoy continúa ocurriendo lo mismo, incluso hasta se ha rebajado el evangelio a unas pocas
leyes espirituales, hay personas que caminan creyendo que son cristianos, por que una vez tomaron una
decisión pero su vida nunca cambió, siguieron actuando en sus vidas como siempre.
Podemos tener un alto grado de seguridad que en nuestra iglesia no todos han nacido de nuevo, no todos son
convertidos, ahora bien; no podemos ver en el corazón de cada persona, al menos yo no puedo, sin embargo;
no necesitamos hacerlo, Dios dice que sí podemos saber si alguien es salvo:
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así
también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos. El árbol sano no
puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos. Todo árbol que no lleva
Examinarse – por Jorge Romero Díaz – Página 7

buen fruto es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.
(Mat.7:16-20 RVA1989)
Nuestro Señor no esta diciendo que somos salvos por nuestros frutos, de ninguna manera, pues somos salvos
por gracia:
«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; [...]. No es por obras a
, para que nadie se gloríe.
(Efe 2:8-9 RVA1989)
a) Los frutos son producidos por el Espíritu Santo en la vida del creyente, pero las obras son las acciones
que realiza el ser humano con el objetivo de ganarse la salvación.
Cuando una persona ha nacido de nuevo, Dios ha hecho en ella una obra sobrenatural en su vida, una obra
tan maravillosa y grandiosa como la misma creación del universo.
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.» (2Co 5:17 RVA1989).
Todos los seres humanos nacemos en pecado, y vivimos en pecado, al grado que al inconverso no le interesa
nada que tenga que ver con Dios.
«como está escrito: No hay justo ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
Todos se apartaron, a una fueron hechos inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera
uno.»
(Rom 3:10-12 RVA1989)
Cuando una persona es inconversa ama el pecado, pero en el momento que cree en el Señor Jesucristo, ama
el hacer la voluntad de aquel que dio su vida en el calvario por sus pecados.
«Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios» (Rom 7:22 RVA1989)
Y esto es así por que ha habido un cambio en el corazón de esa persona, de ese nuevo creyente.
Permítame hacer unas preguntas:
¿Su corazón a cambiado?
¿Ama la santidad?
¿Aborrece el pecado?
¿Esta alejándose cada día mas y mas del pecado, y acercándose mas y mas a Dios?
Si no es una nueva criatura, usted no es creyente, no ha nacido de nuevo, aún esta bajo la ira de Dios.
En la iglesia de Corinto habían quienes decían que eran creyentes, pero sus vidas continuaban siendo las
mismas de siempre, el apóstol Pablo preocupado por ellos les pide que se auto-examinen:
«Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a
vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?»
(2Co 13:5 LBLA)
El apóstol Pablo nos dice que debemos asegurarnos de que somos salvos, y para ello debemos examinar
nuestra vida,
Paul Washer, pastor Bautista estadounidense dice que en el cristianismo de la actualidad se habla mucho de:
“hice una decisión, tome una decisión, ore, recibí a Cristo, levante mi mano, Cristo me ha salvado”. Pero

Pablo no habla de tales cosas para saber si alguien es salvo, nos pide que nos examinemos, que revisemos
nuestra forma de vivir.
Pero... ¿cómo vamos a hacerlo? Pues simple; por medio de examinar nuestra vida a la luz de las Sagradas
Escrituras:
«Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que
tenéis vida eterna.1
» (1Jn 5:13 RVA1989)
1. El TR; texto tardío no confiable añade: y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios; comp.
Jua_20:31. Este texto agregado es un contrasentido, pues primero les dice que ellos creen en el
nombre del Hijo de Dios, y luego les manda a que ¿¿crean nuevamente??.
Con la frase “estas cosas os he escrito” el apóstol Juan se refiere a toda su carta, y si estudiamos
cuidadosamente su epístola encontraremos que esta consiste de varias pruebas para que cada creyente pueda
examinarse a la luz de ellas. Él nos da las características mas importantes de una persona que de verdad es
cristiana, y debemos comparar nuestra forma de vivir tal como el apóstol Pablo lo pide, y si encontramos
contradicciones debemos temer por nuestra salvación.
Asistes a la iglesia regularmente, te bautizaste, lees la biblia y hasta sabes compartirla pero... ¿cómo sabes que
has nacido de nuevo?
«[...], por sus frutos los conoceréis.» (Mat 7:20 RVA1989). Este versículo nos da la clave para diferenciar los
inconversos de los cristianos, no es por lo que hacen, ni tampoco por lo que confiesan, ¡es por sus frutos!, no
basta “creer” lo que Cristo enseña, hay que ponerlo por “obra.
«Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así
también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos. El árbol sano no
puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos. Todo árbol que no lleva
buen fruto es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.»
(Mat.7:16-20 RVA1989)
¿Esta diciendo que tenemos que tener obras para ser salvo? ¡No!. ¿Que tenemos que tener frutos para ser
salvos? ¡No!.
Lo que nuestro Señor esta enseñando es que: si somos salvos por medio de la fe, la evidencia de nuestra
salvación serán los frutos en nuestra vida.
Los frutos son una evidencia tan clara en la vida de un verdadero cristiano, que el apóstol Pablo instruye a
Tito y a Timoteo, sobre el hecho de que un pastor no se elige, ¡se reconoce por sus frutos! (1Tim.3:2-6; Tito
1:6-9), los frutos son los que nos indican si es un verdadero cristiano, y si es apto para el cargo o no. ¿y en
cuanto a nosotros? ¿Cómo podemos saber si poseemos los frutos de un creyente verdadero?, de eso se trata
esta lección, Le invitamos a continuar leyendo.
Pero antes veamos lo que nuestro Señor les dirá a los inconversos en el juicio que tendrá lugar al final de la
gran tribulación.
«Muchos me dirán en aquel día: ’¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en tu nombre? ¿En tu nombre no
echamos demonios? ¿Y en tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?’ Entonces yo les
declararé: ’Nunca os he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de maldad1
!’» (Mat 7:22-23 RVA1989)
1. Gr. anomía (G458), lit: sin ley (a=no; nomos=ley).
Lo que el Señor esta diciendo es:

“apártense de mi, todos aquellos que confesaban mi nombre diciéndome Señor, Señor,
porque vivieron como quisieron, sin obedecer mi ley.”.
Muchos nos decimos cristianos, pero ¿conocemos la ley de Cristo? ¿Nos deleitamos en obedecerla?, o vives
como quieres, conforme a tu propia sabiduría, siguiendo la corriente de la moda, ¿y te dices creyente? El
Señor te dirá: ¡apartate de mi!
Confirmando lo que el Señor Jesús esta diciendo, encontramos al apóstol Pablo diciendo:
«Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios» (Rom.7:22 RVA1989)
Usted dice que conoce a Cristo, esta bien; pero se ha preguntado alguna vez ¿si el Señor le conoce a usted.?
«Pero si alguien ama a Dios, tal persona es conocida por él.» (1Co 8:3 RVA1989)
«Si alguno no ama al Señor, a
sea anatema. b
¡Maranatha! C
» (1Co 16:22 RVA1989)
a) Manuscritos dudosos añaden: Jesucristo
b) Maldito
c) Un saludo en arameo que significa Ven, Señor; o, El Señor viene.
«Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y son muchos los que entran por ella. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el
camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan.» (Mat.7:13-14 RVA1989)
Y sabemos por el apóstol Juan que la puerta es el Señor Jesucristo: «Yo soy la puerta. Si alguien entra por mí,
será salvo; entrará, saldrá y hallará pastos.» (Jua 10:9 RVA1989)
El camino ancho es todo lo que el mundo ofrece, incluyendo la religiosidad (asistir a los cultos de la iglesia,
bautizarse, ofrendar, leer la biblia, compartirla, orar, etc), pero el practicar todo eso no te garantiza que eres
salvo. ¿No lo crees? Veamos lo que dice nuestro Señor Jesucristo: «"No todo el que me dice ’Señor, Señor’
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.» (Mat 7:21
RVA1989)
Duras palabras son estas, ¿no lo crees?, no basta confesar a Dios con los labios, y negarlo con nuestro manera
de vivir. «Este pueblo me honra de labios, pero su corazón está lejos de mí.» (Mat 15:8 RVA1989), la única
manera de demostrar el amor que le tenemos a nuestro Señor es mediante la obediencia. No tiene sentido el
decir que amamos a una persona, y luego hacer cosas que quebrantan su corazón. Las palabras bonitas nunca
pueden ocupar el lugar de hacer la voluntad del Padre que esta en los cielos.
A la luz de estos versículos podemos saber que no todos los que dicen que son cristianos son salvos, muchos
de los que dicen “Señor, Señor” ¡No Son Salvos!. Si lo único que usted tiene es una confesión de fe, ¿sabe lo
que esta vale? Cero, nada.
¿Hace usted la voluntad del Padre que esta en los cielos?
De nuevo tenemos que preguntarnos: ¿Nuestro Señor esta hablando de que la salvación es por medio de las
obras?
De ninguna manera, el esta diciendo lo mismo que Santiago: «Así también la fe, si no tiene obras, está muerta
en sí misma.» (Stg.2:17 RVA1989), es decir; el que alguien confiese que tiene fe en el Señor, pero no obra
para hacer la voluntad de Dios en su vida, lo que tiene es una fe muerta, ¡No es salvo!

¿Cuales son las características de un verdadero cristiano?
Ahora veremos cuales son las características de un creyente verdadero, si estas no se encuentran en usted,
tema, porque significa que no es salvo, debe cambiar su mente, arrepentirse, ir al Señor Jesucristo con temor y
temblor.
«Y éste es el mensaje que hemos oído de parte de él y os anunciamos: Dios es luz, y en él no hay
ningunas tinieblas.» (1Jn 1:5 RVA1989)
Lo que el apóstol Juan nos esta diciendo es que nuestro Dios no esconde nada, que Él nos ha revelado quien
es, y lo que espera de nosotros, significa que Dios nos ha revelado su voluntad.
1. El Verdadero Hijo De Dios Vive En La Luz.
«Si decimos que tenemos comunión con él y andamos1
en tinieblas, mentimos y no practicamos la
verdad.» (1Jn 1:6 RVA1989)
1. Gr. peripatéo de G4012 y G3961: andar todo alrededor, andar por todos los lugares de principio a fin.
Si decimos que somos cristianos, pero vivimos de tal manera que contradice lo que Dios nos ha revelado
acerca de si mismo, que contradice lo que Dios nos ha revelado en su ley, mentimos cuando decimos que
somos creyentes.
Entendamos bien este pasaje, el apóstol esta hablando de la manera en que nos comportamos normalmente, y
¿cómo es eso?, usemos una analogía para comprender de que esta hablando Juan; si alguien me sigue con una
cámara filmadora, todos los días durante un año, filmando todo lo que hago las 24 horas del día. Al final del
año podrán ver como es mi andar en cada momento de mi vida durante ese año.
Durante ese tiempo que me filmaron, verán que mi vida no es perfecta, que a veces fallo, que peco, pero que
la mayoría de mi andar es diferente a la vida de un inconverso, que soy alguien que día a día lucha por vivir
conforme a la voluntad de Dios. Que ha veces puedo caer en el pecado, pero que me levanto, dejo el pecado,
y prosigo procurando obedecer a Dios en mi vida.
Un verdadero cristiano no puede vivir practicando día tras día, mes a mes, año tras año el pecado igual que un
inconverso, sin disciplina (Heb.12:6), o sin quebrantamiento. Eso es lo que el apóstol esta diciendo en este
versículo.
Si usted examina toda su vida como creyente, su peripatéo, y encuentra que esta contradice lo que Dios nos
ha revelado acerca de sí mismo, su carácter, su ley, su voluntad, entonces tema, por que aún esta bajo la ira de
Dios, ¡No es salvo!
¿Su andar es conforme a la voluntad de Dios? ¿Continúa ajustándose para agradar al Señor Jesucristo?
¿Día a día se acerca más a Dios?, ¿Continúa Dios transformándole conforme a su voluntad?
2. El Verdadero Hijo De Dios Reconoce Que Hay Pecado En Su Vida, Y Práctica La
Confesión Delante De Dios
«Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en
nosotros.» (1Jn 1:8 RVA1989)
Si no reconocemos que tenemos pecado, estamos engañados creyendo que somos cristianos, y eso es peor que
ser un mentiroso, Cuando usted llega al punto, donde dice que no tiene pecado en su vida, no hay verdad en

usted. Eso no quiere decir que es simplemente un mentiroso, sino que ni usted sabe cual es la realidad de su
vida.
El verdadero hijo de Dios, vivirá de tal manera que poco a poco va ajustándose a lo que Dios nos ha revelado
de sí mismo y a su voluntad para con nosotros.
«Si confesamos1
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de
toda maldad2
.» (1Jn 1:9 RVA1989)
1. omologéo (G3670): lit., hablar la misma cosa (omos=mismo; lego=hablar), asentir, estar de acuerdo.
Vine
2. adikía (G93) (a=no; dike=recto, correcto), En sentido propio significa mal, injusticia Vine,
Aquí se nos dice que debemos reconocer y confesar nuestros pecados. Ahora, ¿qué es lo que quiere decir con
esto de confesar nuestros pecados? bueno, la palabra traducida por confesar es omologéo, cuya mejor
traducción es : “hablemos la misma cosa” o “estemos de acuerdo”. Ahora bien, y esto, ¿qué significa?, que
cuando un hijo de Dios peca, Dios le hablará y le revelará su pecado, y este hijo pecador estará de acuerdo y
dirá la misma cosa que Dios dice.
Dios dice que cuando no cumplimos su voluntad; pecamos. y que lo que debemos hacer, es ponernos de Su
lado, y reconocer humildemente nuestro pecado, aquello que hemos hecho fuera de Su voluntad. Estar de
acuerdo con Dios cuando nos señala y nos dice que hemos pecado, tenemos que decir, observándonos a
nosotros mismos: “Señor, tienes razón, he pecado”. De esta forma digo la mismo que el Señor dice, y
confieso mi pecado. Eso es lo que significa confesar nuestros pecados.
La vida de un creyente no esta marcada por la perfección, pero si por una nueva manera de vivir, que es
diferente a la manera en que el mundo vive, porque tiene una relación diferente con el pecado. Un verdadero
cristiano, en la medida que pasan los años, ve más fallas en su vida que cuando recién se había convertido al
Señor, eso es por que Dios esta constantemente trabajando en la vida de Sus hijos.
Debemos reconocer nuestros pecados, y confesárselos a Dios.
No nos confundamos, esta epístola fue escrita a creyentes, la confesión de nuestros pecados al que refiere el
apóstol Juan, es después de ser regenerados, y no la confesión de nuestros pecados antes de serlo, como
erróneamente muchos lo interpretan.
Debemos confesar los pecados para que El nos pueda perdonar. Tal perdón, cuyo fin es restaurar nuestra
comunión con Dios, es condicional, pues depende de nuestra confesión. Si hemos nacido de nuevo por medio
de la fe en Jesucristo, pertenecemos a la familia de Dios. Y cada vez que pecamos perdemos la comunión con
Él, pero podemos restaurarla, por ello el apóstol Juan nos alienta al decir que:
«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de
toda maldad.» (1Jn.1:9 RVA1989)
Y cuando le confesamos nuestros pecados, ¿qué es lo que Dios hace? Él nos limpia de todas las injusticias
que hemos cometido, y recibimos ese perdón que puede borrar el pasado, y esa limpieza que puede hacer
nuevo el futuro.
Entendamos que al confesar nuestros pecados a Dios, quiere decir que hemos tomado la firme decisión de
apartarnos de ese pecado.
«El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará

misericordia.» (Pro 28:13 RVA1989)
Confesarlos significa que hemos dicho lo mismo que Dios ha dicho: Que le hemos desobedecido, y que si
Dios aborrece lo que hicimos, nosotros también lo aborrecemos. Y que ahora, después de haberle confesados
nuestros pecados, y apartarnos de ellos, hemos sido restaurados a la comunión con nuestro Padre.
El Apóstol Juan continúa diciendo en el versículo 10: «Pero si decimos que no hemos pecado, le
hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.» (1Jn 1:10 RVA1989)
¿Es usted cristiano?, ¡no haga a Dios mentiroso!. ¿Por qué no va al Señor ahora mismo y abre su corazón y
habla con él, de una forma que no puede hablar con ninguna otra persona? Cuéntele todos sus problemas.
Dígale a Él sus pecados, sus debilidades. Confiésele todo. Manifiéstele su deseo de querer tener comunión
con Él, y que usted quiere servirle. ¡Ah, Él ha preparado un camino maravilloso hacia Él mismo. Acuda a Él!
3. Sabemos Que Somos Cristianos, Por Que Guardamos Sus Mandamientos.
«En esto sabemos que nosotros le hemos conocido: en que guardamos sus mandamientos.» (1Jn.2:3
RVA1989)
Este versículo no tiene nada que ver con la seguridad del creyente, no esta hablando de eso, recordemos que
el apóstol Juan le esta escribiendo a creyentes, por tanto su mensaje es para la iglesia, para los hijos de Dios.
¿Cómo podemos tener la seguridad de que somos hijos de Dios? Pues cuando guardamos Sus mandamientos.
Aquí no estamos hablando de los diez mandamientos, de la ley dada a Israel. No; el apóstol Juan esta
hablando sobre los mandamientos que el Señor Jesucristo le dio a la Iglesia.
Lo legal, los diez mandamientos fueron dados a la nación de Israel, Los diez mandamientos aún están
vigentes para los inconversos, los no salvos. Para la Iglesia; el Señor Jesucristo ha dado Sus mandamientos.
Veamos de que estamos hablando:
«Sobrellevad los unos las cargas de los otros y de esta manera cumpliréis a
la ley de Cristo.»
(Gál 6:2 RVA1989)
a) TR, texto tardío no confiable registra el imperativo: cumplid.
Los mandamientos que el Señor le ha dado a la Iglesia, son los que el apóstol Pablo llama: la ley de Cristo.
«Ya sabéis cuáles son las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús.» (1Ts 4:2 RVA1989)
Y, ¿cuáles son algunas de ellas? Bueno, pues en la 1era. Epístola a los Tesalonicenses capítulo 5, tenemos una
lista de mandamientos, aunque no contiene todos los mandamientos de la ley de Cristo (Mat.28:19-
20;Efe.5:1-10,18-25, 6:1-18); son suficientes para que nos demos cuenta que los cristianos no estamos sin
ley:

Versículo Mandamiento Explicación
1 Tes. 5:11a
Por lo cual, animaos los unos a los
otros
Debemos darnos ánimo en la fe los unos a los otros.
1 Tes. 5:11b y edificaos los unos a los otros,
Debemos trabajar como un equipo que construye
armoniosamente un edificio.
1 Tes. 5:12
Os rogamos, hermanos, que
reconozcáis a los que entre vosotros
trabajan, que os presiden en el Señor
y que os dan instrucción.
Debemos reconocer en la Iglesia, los hombres y mujeres
que tienen dones y debemos respetarlos, estimarlos. Y
Pablo se refiere al hecho de que a los maestros en la
Iglesia no se les presta mucha atención, y aunque hay
quienes dicen que creen en la Biblia, la desconocen, a
pesar de asistir regularmente a los cultos de enseñanza.
Evidencia inequívoca de que no prestan atención.
1 Tes. 5:13a
Tenedlos en alta estima con amor a
causa de su obra.
1 Tes. 5:13b Vivid en paz los unos con los otros.
El Dr. Vernon McGee decía que cuando la Iglesia carece
de un líder, cada uno trata de hacer su propia voluntad, y
por tanto allí no hay; ni armonía ni paz. Toda Iglesia
requiere de un líder, de un guía, alguien a quien la Iglesia
siga, entonces tendrán paz. Un líder o pastor es aquel que
posee los frutos de 1Tim.3:2-6 y Tito 1:6-9.
1 Tes. 5:14 a
También os rogamos, hermanos, que
amonestéis a los ociosos,
La idea aquí es que hay quienes no apoyan la obra de
Dios en la Iglesia. Que siempre tienen una excusa a flor
de labios para no participar en las actividades de la
congregación. Todos tenemos la responsabilidad de
amonestar en amor a los que no quieren trabajar en la
obra de Dios.
1 Tes. 5:14 b que alentéis a los de poco ánimo
Se refiriere a aquellos hermanos/as que se encuentran
desanimados/as. los que necesitan de constante
exhortación para superar sus dificultades y proseguir
firmes para el Señor.
1 Tes. 5:14c a que deis apoyo a los débiles,
Son aquellos que son débiles en la fe. Debemos
brindarles soporte espiritual y moral, ¡Hay que
levantarlos!
1 Tes. 5:14d a que tengáis paciencia hacia todos.
Nos indica que no debemos perder la paciencia, y con la
palabra todos nos señala que se refiere tanto con los
creyentes como con los inconversos. Por tanto: No
perdamos la paciencia con nadie, no importa cuan
irritables sean.
1 Tes. 5:15 a
Mirad que nadie devuelva a otro mal
por mal;
Miremos por que nadie sea vengativo, para ello lo mejor
es previniendo, o resolviendo las peleas entre los
hermanos.
1 Tes. 5:15 Mirad que nadie devuelva a otro mal
por mal; en cambio, procurad
siempre lo bueno los unos para los
Existen 3 filosofías para la vida. 1. Aprovéchese de otras
personas antes de que ellas se aprovechen de usted. 2.
Haga el bien solo a quienes le han tratado bien. 3. La

otros y para con todos.
Cristiana: “Haced el bien a aquellos que obran mal con
nosotros”, este es el mandamiento para los creyentes.
I Tes. 5:16 Estad siempre gozosos.
Pablo habla de regocijarse. Al final de su ministerio
escribió: «¡Regocijaos en el Señor siempre! Otra vez lo
digo: ¡Regocijaos!» Fil.4:4. El gozo es un fruto del E.S.,
y es también un mandamiento.
1 Tes. 5:17 Orad sin cesar.
Nos habla en como debe de ser nuestra actitud hacia la
oración. No significa que debemos permanecer de
rodillas, sino que debemos orar, regular y
constantemente, en todo momento de nuestro andar
diario.
1 Tes. 5:18
Dad gracias en todo, porque ésta es la
voluntad de Dios para vosotros en
Cristo Jesús.
Dar gracias en todas las circunstancias, aún por
aquellas que no las consideremos favorables. No
ocasionalmente cuando la fortuna nos sonría, sino en
todo, y en cada momento. Y él dice que debemos hacerlo:
«porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús.»
1 Tes. 5:19 No apaguéis el Espíritu.
Apagamos el Espíritu cuando nos negamos a hacer la
voluntad de Dios, cuando no escuchamos el Espíritu
Santo, que nos negamos a aceptar su dirección. Que
hemos decidido ser nuestro propio guiá, cuando hacemos
eso, apagamos el Espíritu Santo. La metáfora de la llama
de fuego tal como aparece en Hechos 2:3 es la base por la
cual Pablo dice que no apaguemos el Espíritu.
1 Tes. 5:20 No menospreciéis las profecías.
Profetizar significa declarar la mente de Dios que nos
ha sido revelada en la Biblia. ¿Qué es lo que quiere decir
con esto? Que no debemos ser indiferentes a la enseñanza
de la Palabra de Dios. Hay quienes han asistido por
mucho tiempo a los estudios Bíblicos, pero continúan
siendo ignorantes hasta de los rudimentos, aún requieren
leche. Y eso es debido a que desprecian (no ponen
atención) los estudios bíblicos.
1 Tes. 5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno. Los creyentes no deberían creer todo lo que oyen. Incluso
el mensaje que predican los maestros de la Iglesia hay
que ponerla a prueba para ver si es o no la verdad de
Dios. (hch.17:11)
Si escuchamos algo que contradice la Biblia, hay que
rechazarlo. Después de examinar todo, decidimos si es
de Dios. Entonces retenemos, atesoramos lo bueno, lo
genuino.
Lo guardamos como nuestro, nos apropiamos de ello con

el fin de que nos ayude y de que podamos practicarlo en
nuestra vida cristiana.
1 Tes. 5:22 Apartaos de toda apariencia de mal.
No hay que tener nada que ver, y hay que rehusar todo
aquello que tiene aspecto dudoso, perverso o
desagradable.
Satanás siempre busca atraer por medio de lo que vemos,
pero también ataca nuestros sentimientos; se aparece en
múltiples formas atractivas; pues conoce nuestras
debilidades.
No hay que caer en la experiencia de lo que sabemos que
está mal; Pablo sabiamente declara que nos apartemos del
mal, que es detectado por su apariencia.
«El que dice: "Yo le conozco" y no guarda sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en él.»
(1Jn 2:4 RVA1989)
“Juan no esta diciendo que la vida cristiana signifique una obediencia sin ningún tipo de faltas a la voluntad de
Dios, sino más bien que el cristiano desea habitualmente guardar sus mandamientos y hacer aquellas cosas que
agradan a Dios. Juan contempla el tenor global de la vida de la persona. Si alguien dice que conoce a Dios, pero
no guarda sus mandamientos, entonces es evidente que no está diciendo la verdad.” W. McDonald
La desobediencia a Cristo es prueba de que nosotros no le conocemos. Mas claro no canta un gallo, dice el
adagio popular, La desobediencia a Cristo de parte de alguien que profesa ser un creyente, es un mentiroso, no
es cristiano, no es salvo. Aún se encuentra en hiel de amargura y en prisión de maldad, como dice la Escritura
en Hch.8:23.
«Pero en el que guarda a
su palabra b
, en éste verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado.
Por esto c
sabemos que estamos en él.» (1Jn 2:5 RVA1989)
a) Lit. “todo el que persiste en guardar”.
b) Significa la ley de Cristo.
c) O sea; mediante un continuo guardar los mandamientos de Cristo.
El pensamiento es que el amor de Dios hacia nosotros ha sido llevado a su meta cuando guardamos su palabra.
Cumple su objetivo y alcanza su fin al producir obediencia a Él. Ningún cristiano lleva una vida de perfecta
obediencia a los mandamientos del Señor, pero muestra en su vida el deseo de obedecerle, para el hijo de Dios:
«[...] Sus mandamientos no son gravosos.» (1Jn 5:3 RVA1989).
¿Puede decir con sinceridad al igual que Pablo que se deleita en la ley de Dios?. (Rom.7:22) ¿Constantemente
consulta las Escrituras para conocer la voluntad de Dios para su vida? ¿o simplemente cree que es cristiano por
que hizo profesión de fe, y asiste a la Iglesia, y no es tan malo como los demás que conoce? ¿Cuál es su actitud
hacia al pecado? No pregunto si usted peca, sino ¿qué es lo que usted siente cuando peca? ¿Le hiere, le
molesta? ¿Le preocupa? ¿Siente que quebranta su comunión con el Padre? ¿Le provoca confesarle a Dios sus
pecados, y rectificar su vida? ¿Que es lo que siente? O ¿Sigue su vida como si nada?

4. «El Verdadero Creyente Imita Al Señor Jesucristo.
«El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo.» (1Jn 2:6 RVA1989)
Nadie puede llevar una vida exactamente como la del Señor Jesús, si esto lo tomamos así; desde ya todos
estamos condenados al infierno, no, lo que el apóstol quiere decir es que su vida es nuestra pauta y guía. Por
supuesto esta no es una vida que podamos vivir con nuestras propias fuerzas; es sólo posible en el poder del
Espíritu Santo. Nuestra responsabilidad es darle nuestras vidas a Él sin reservas, y dejar que Él viva Su vida en
y por medio de nosotros.
Podemos y debemos anhelar el hacer la voluntad del Padre. Eso es lo que el Señor Jesucristo colocó en una
posición superior en su corazón y en su vida. Si usted dice que ama a Cristo, entonces obedecerá Sus
mandamientos. ¿Ama usted al Señor Jesucristo?.
5. El Verdadero Cristiano Ama A Los Hermanos, Prueba De Su Fe Genuina.
«Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van
pasando y la luz verdadera ya está alumbrando. El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está en
tinieblas todavía. El que ama a su hermano permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que odia a su
hermano está en tinieblas y anda en tinieblas; y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.»
(1Jn 2:8-11 RVA1989)
Si alguien profesa ser cristiano pero aborrece a los cristianos, esto es una señal cierta de que tal persona está
aún en tinieblas. Esta última expresión muestra que lo que se tiene a la vista no es un caso de recaída. Este
hombre sigue siendo lo que era antes: un inconverso. En cambio, aquel que característicamente ama a su
hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Esto puede significar que el hombre mismo no está en
peligro de tropezar, o que no hará que otros tropiecen. Ambas interpretaciones son ciertas. Si el cristiano está
verdaderamente viviendo en comunión con el Señor, la luz ilumina su propia senda, y no hace tropezar a nadie
por ninguna discrepancia entre su confesión y su práctica.
«Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles a
con él, entonces se sentará sobre
el trono de su gloria; y todas las naciones serán reunidas delante de él. El separará los unos de los otros,
como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos; y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos
a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el
reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me
disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me
vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí." Entonces los justos le
responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de
beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos
enfermo, o en la cárcel, y fuimos a ti?" Y respondiendo el Rey les dirá: "De cierto os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis."»
(Mat. 25:31-40 RVA1989)
a) Algunos manuscritos dudosos agregan “santos”
El apóstol Mateo esta hablando sobre la 2da. Venida del Señor Jesucristo al final de la gran tribulación, y lo que
nuestro Señor esta enseñando es sobre la actitud que debemos tener para con los hijos de Dios, notemos que
dice a: “mis hermanos más pequeños”, Él Señor se refiere a cristianos, no a cualquier persona del mundo, sino a
hermanos en la fe. Por supuesto no esta diciendo que solo debemos ayudar a los hermanos y olvidarnos de los
demás, claro que no, pero sí enfatiza el amor que debemos tener entre hermanos, que amarlos, es lo mismo que

amarlo a Él. Estos “hermanos mas pequeños” de los que nos habla, han sido encarcelados, están hambrientos,
sedientos, desnudos y enfermos, por causa de su fe en Jesucristo, todo esto sucedió principalmente durante los
primeros tres siglos de la Iglesia, tiempo durante el cual el imperio Romano los persiguió, encarcelo, torturo y
asesinó, murieron varios millones de creyentes, cuando un cristiano estaba encarcelado, no le daban comida,
ropa, medicinas, ni siquiera agua, y si alguien se atrevía a visitarlo, este se arriesgaba a correr la misma suerte
del hermano encarcelado, y esto se repetirá durante la gran tribulación, estos son los “hermanos mas pequeños”
a los que nuestro Señor se refiere en estos versículos. El hacer esto; es amar a los hermanos.
6. El Verdadero Cristiano, Vive Separado Del Mundo
«No améis al mundo a
ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en
él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de
Dios permanece para siempre.» (1Jn 2:15-17 LBLA)
a) Gr. Kósmos: ¿Que es el mundo? La Escritura se refiere al sistema mundial, a todos los gobiernos y
sistemas del mundo, los cuales le pertenecen a satanás, recuerde que él le ofreció al Señor Jesucristo los
reinos de este mundo. De una manera práctica entendemos que el mundo es cualquier idea, moda,
sistema, obra, acción, teoría, etc., en fin; cualquier cosa que es contrario a la voluntad de Dios, para
describirlo en palabras del apóstol Pablo es: “seguir la corriente de este mundo” Efe.2:2
“Se nos advierte con claridad que no debemos amar el mundo, ni las cosas que están en el mundo, por la
sencilla razón de que el amor hacia el mundo no es compatible con el amor para con el Padre. Todo lo que el
mundo tiene para ofrecernos puede ser descrito como los deseos de la carne, la codicia de los ojos, y la
soberbia de la vida. Los deseos de la carne se refiere a los apetitos corporales sensuales que proceden de
nuestra malvada naturaleza. La codicia de los ojos se aplica a los malvados deseos que puedan surgir de lo que
vemos. La soberbia de la vida es una impía ambición de propia exhibición y de propia gloria. Estos tres
elementos de mundanalidad se ilustran en el pecado de Eva. El árbol era bueno para comer; esto es los deseos
de la carne. Era agradable a los ojos; esto es la codicia de los ojos. Era un árbol codiciable para alcanzar
sabiduría; esto describe la soberbia de la vida.” W. McDonald
Usted tiene que tomar una decisión. O usted obedece al sistema mundial, vivir en el mismo y disfrutarlo, u
obedece a Dios. “seguir la corriente de este mundo” es como poner en orden las sillas de la cubierta del Titánic
antes de hundirse. Vea lo que el Apóstol Pablo tiene que decir en Gálatas 6:14: «Pero lejos esté de mí el
gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien el mundo me ha sido crucificado a mí
y yo al mundo». El Apóstol Pablo está diciendo: “que entre él y el mundo se encuentra la cruz de Cristo. Ambos
están tratando de ganarle, y yo, como hijo de Dios, soy obediente a Él, y la gloria le pertenece a Cristo.”
Si usted es hijo de Dios, no puede andar con esa multitud que sigue a Satanás toda la semana, y luego andar con
los que siguen al Señor los domingos. Eso es algo que no debemos hacer. No vivamos como si Dios no viera
nuestros pecados, «[El inconverso] Dice en su corazón: "Dios se ha olvidado. Ha ocultado su rostro; nunca lo
verá."» (Sal 10:11 RVA1989)
Sin embargo, Dios ve cada una de nuestras obras y conoce cada uno de nuestros pensamientos (aun los más

profundos). «Los ojos de Jehovah están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.» (Pro 15:3
RVA1989)
«No existe cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Más bien, todas están desnudas y
expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.» (Heb 4:13 RVA1989)
«La conclusión de todo el discurso oído es ésta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, pues esto es
el todo del hombre. Porque Dios traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o
sea malo.» (Ecl.12:13-14 RVA1989)
«¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!» (Heb 10:31 RV1977). Sí, la cosa más horrenda es que el
infierno espera a quienes han rechazado el mejor regalo que Dios le puede dar al ser humano: la salvación por
gracia.
«Pero, para los cobardes e incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y
hechiceros, para los idólatras y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda.» (Apo 21:8 RVA1989)
CONCLUSIÓN:
¿Examinó su vida? ¿Cual es su veredicto? ¿Donde estará usted en 150 años?
• No hay nada más importante—ni en esta vida, ni en la venidera.
• En 150 años, lo más importante para usted es sí está en el cielo o en el infierno.
• Todos tenemos que morir. Todos debemos estar preparados para el día cuando nos toque pasar de este
mundo al siguiente.
• Si ha nacido de nuevo, alabe a Dios, y continúe obedeciéndole el resto de su vida.
• Si no ha nacido de nuevo, vaya a Cristo ahora mismo, Él murió en la cruz para pagar su deuda para con
Dios, Él derramó Su sangre para limpiar de pecado a todo aquel que cree en Él.

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