1. La Santificación https://www.slideshare.net/jorgeromerodiaz3/ Página No.1
LA SANTIFICACIÓN
El Nuevo Testamento afirma que cuando los pecadores van a Jesús con arrepentimiento y fe, son
inmediatamente justificados (como si nunca hubieran pecado) y santificados. Esta es la nueva situación
de ellos en Cristo. Su justicia les ha sido imputada (véase Romanos 4). Son declarados justos y santos (en
un acto forense de Dios).
Pero el Nuevo Testamento también promueve en los creyentes la santidad y la santificación. Ambos son
puntos de vista teológicos para la obra concluida de Jesucristo y que nos llaman a ser imitadores de Cristo
con nuestras actitudes y acciones cotidianas.
La Salvación es un regalo, un obsequio, y requiere de la transformación social del estilo de vida; por lo
tanto, de la santificación.
Respuesta Inicial Una Progresiva Transformación como Cristo
"Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la
palabra de su gracia, a aquel que tiene poder para
edificar y para dar herencia entre todos los
santificados. (Hechos 20:32)*
para abrir sus ojos, para que se conviertan de las
tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, para
que reciban perdón de pecados y una herencia entre
los santificados por la fe en mí." (Hechos 26:18)
Os hablo en términos humanos, a causa de la
debilidad de vuestra carne. Porque así como
presentasteis vuestros miembros como esclavos a la
impureza y a la iniquidad cada vez mayor, así
presentad ahora vuestros miembros como esclavos a
la justicia para la santidad.
(Romanos 6:19)
para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles,
ejerciendo el servicio sagrado del evangelio de Dios; y
esto, con el fin de que la ofrenda de los gentiles sea
bien recibida, santificada por el Espíritu Santo.
(Romanos 15:16)
Así que, amados, ya que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de
espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios. (2 Corintios 7:1)
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los
santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos,
con todos los que en todo lugar invocan el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Gracia a vosotros y paz, de parte de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesucristo.
(1 Corintios 1:2-3)
Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido
lavados, pero ya sois santificados, pero ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el
Espíritu de nuestro Dios.
(1 Corintios 6:11)
Asimismo, nos escogió en él desde antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él. Efesios 1:4)
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo
Jesús para hacer las buenas obras que Dios preparó
de antemano para que anduviésemos en ellas.
(Efesios 2:10)
2. La Santificación https://www.slideshare.net/jorgeromerodiaz3/ Página No.2
Pero nosotros debemos dar gracias a Dios siempre
por vosotros, hermanos amados del Señor, de que
Dios os haya escogido desde el principio para
salvación, por la santificación del Espíritu y fe en la
verdad. (2 Tesalonicenses 2:13)
a fin de confirmar vuestros corazones irreprensibles
en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la
venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
(1 Tesanilocenses 3:13)
Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra
santificación: que os apartéis de inmoralidad sexual;
que cada uno de vosotros sepa controlar su propio
cuerpo en santificación y honor, (1 Tes 4:3-4)
Porque Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a
la santificación. (1 Tesalonicenses 4:7)
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;
que todo vuestro ser -tanto espíritu, como alma y
cuerpo- sea guardado sin mancha en la venida de
nuestro Señor Jesucristo. (1Ts 5:23)
Pues tanto el que santifica como los que son
santificados, todos provienen de uno. Por esta razón,
él no se avergüenza de llamarlos hermanos,
(Hebreos 2:11)
Es en esa voluntad que somos santificados, mediante
la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez
para siempre. (Hebreos 10:10)
Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para
siempre a los santificados. (Hebreos 10:14)
Por lo tanto, también Jesús padeció fuera de la puerta
de la ciudad para santificar al pueblo por medio de su
propia sangre. (Hebreos 13:12)
Pero se salvará juntamente con sus hijos, si
persisten[2]
en fe, en amor, en santidad y en
sobriedad. (1 Timoteo 2:15 "Peshitta")
[2]
El texto griego dice que: “la mujer se salvará
engendrando hijos, si ella permanece...” En lo que se
refiere a “engendrando hijos”, hay una incongruencia
natural, ya que es el hombre el que engendra, y la
mujer concibe. El texto arameo (Peshitta) afirma que
se salvarán ella y sus hijos, si persisten en la voluntad
de Dios.
elegidos conforme al previo conocimiento de
Dios Padre por la santificación del Espíritu, para
obedecer a Jesucristo y ser rociados con su
sangre: Gracia y paz os sean multiplicadas.
(1 Pedro 1:2)
Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será
un vaso para honra, consagrado y útil para el
Señor, preparado para toda buena obra.
(2 Timoteo 2:21)
Procurad la paz con todos, y la santidad sin la
cual nadie verá al Señor.
(Hebreos 12:14)
Antes bien, así como aquel que os ha llamado es
santo, también sed santos vosotros en todo
aspecto de vuestra manera de vivir, porque
escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
1 Pedro 1:16
Todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina Valera Actualizada 1989, salvo nota.